Freestate rebuznó:
Rememorad esa epoca en la que volvisteis a subir para volver a caer a plomo.
Yo he sido toda la vida un puto gordo. Pero muy gordo, nada de 20 kilitos. Yo creía que esa era la raíz de mis problemas. Así que a los 22-23 me puse a dieta y empecé a hacer ejercicio. Varias veces por semana ponía "Achilles Last Stand" a todo volumen para calentar y darme ánimos, y después salía a correr. La dieta era chunga, de vez en cuando me daban ligeros mareos.
El caso es que en nueve meses perdí los 50 kgs que me sobraban. Tras esos meses era capaz de correr una hora bajo el sol de agosto sin que me enmpezaran a chistar las piernas. Esto era mucho para una persona que se ahogaba subiendo una escalera. Es difícil describir la euforia, las miradas de complicidad contigo mismo en los espejos, los sutiles cambios en el comportamiento, la desaparición del miedo, los superpoderes y los rumores en boca de las demás personas.
Yo creía que entonces empezaba una nueva vida. Sin embargo no conseguí aprovechar aquel impulso y, como en una nebulosa que apenas recuerdo, en vez de salir por las noches y follar todo lo que pudiera, me encerré en mi mismo, y luego en mi casa, dejé de hacer ejercicio, y volví a comer como un cerdo, y ahora peso más que antes de aquello. Por el camino desde entonces abandoné la carrera que hacía y me tiré varios años vegetando, aunque ahora trabajo desde hace 3 años. En realidad tener dinero es peor, porque cuando tienes dinero te puedes permitir caprichos tecnológicos que usas de excusa para anestesiarte, como un borracho trabajando en una licorería.
Lo que me quedó claro es que el problema está en mi cabeza, estoy tarado, me odio y quiero destruirme y autocompadecerme. Quiero controlarme, humillarme y atarme para nunca tener que arriesgarme a nada, no quiero ganar. Ahora quisiera recuperar aquel estado mental, pero creo que no lo consigo porque ya no me creo las cosas que me decía en aquel entonces sobre mis motivos y los triunfos venideros, ya no consigo autoengañarme. Cada día me da más asco la gente y el mundo y yo mismo y me parecen más patéticas las esperanzas de los demás y las ocasionales mías.
Así que esos breves meses hace 10 años fueron mi tregua, si creo haber entendido bien lo que se pedía en este hilo.