Leonor no es que sea fea, no, es que es un horror. Para evitar ser redundante no diré nada de su nariz con pegote, de su boca torcida, de su falta de pierna...
Lo que más me llama la atención es esa caída de ojos, esa mirada vivaracha y de pillarlas al vuelo.
Esa niña fue fea desde que nació, pero lo peor aun está por llegar, porque me temo que la fealdad no es como el vino y no mejora con el tiempo.