Sin duda una de las grandes novelas del siglo XX, no debería faltar en ninguna biblioteca. No creo que nadie que pueda decir de sí mismo que es "lector" se la haya saltado. Durante mucho tiempo fue para mí la novela perfecta.
"Cien años de soledad" es una de esas obras que exige lecturas, en plural. Tiene tantas posibilidades de abordaje, que navegar por ella se convierte en una experiencia vertiginosa. Se dijo hartas veces, que es una metáfora de Latinoamérica, encarnada en el inefable Macondo. Se habló de los espejos que nos guiñan desde sus páginas hasta hechizarnos. Se habló.... ¡tanto! Y sin embargo, cada lectura depara un nuevo asombro.
Es en mi muy subjetiva valoración, una especie de aleph, donde todo está presente y a la vez, se desvanece para reaparecer. Quizá la arista que más me impacta (en el presente; mañana... ¡Dios sabe!), es su carácter introspectivo.
Creo haberla leído más de cinco veces, y cada vez que lo hago me sorprendo encontrando detalles nuevos que lograron esconderse, en algún recoveco de esa trama encantada y encantadora.
La enunciación, el tratamiento circular del tiempo, los espejos repitiendo personajes ad infinitum, la omnipresencia del pecado original de la familia (el incesto), los personajes femeninos, la vigencia de los mitos…
Solo puedo decir que disfrutareis como nunca sumergidos en el argumento, a veces semi-surrealista y a veces terrible, pero siempre tierno.