Victor I
Freak
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- 24 Ene 2006
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Estamos todos de acuerdo. Hay un problema islámico, los valores occidentales, nuestro estilo de vida y nuestra posición en el mundo están amenzados por la radicalización de los siervos de Ala. La convivencia entre los hombres del medievo y los europeos no es posible sin que una de las dos partes renuncie a sus posiciones. Pero por encima del problema incial, esta el principal, que es el problema de la solución. ¿Existe alguna solución? Y lo más importante de todo ¿es posible aplicarla? ¿esta la sociedad y los políticos dispuestos a pagar el precio que implica la adopción de las medidad correctas?
Ponerle freno a los talibanes requiere tomar medidas excepcionales. ¿Puede Occidente, no ya expulsar, sino reconducir la presencia de elementos islámicos en su sociedad? No lo creo, sinceramente, vivimos tiempos donde las medidas de fuerza ya no son asumibles, es el tiempo de la cesión y el diálogo, y por ese camino nos están comiendo crudos.
Hay tres actores en esta película y ninguno va a dar un paso al frente. La economía no quiere problemas, la diplomacia es su bandera y la bronca es mala para el negocio. Para la economía no hay creyentes ni culturas, sólo consumidores. El segundo actor sería la política. No hay mucho que decir. su postura es muy similar a la de las multinacionales, no van a ser valientes. Finalmente el tercer elemento lo constituyen los ciudadanos. No me imagino las calles europeas llenos de holandeses, o suecos o galeses, quemando restaurantes turcos y linchando a los padres de los compañeros de clase de sus hijos. La situación, en principio, solo puede empeorar, y los que deberían hacer algo para revertir esta situación, o no pueden, o no quieren o les da miedo
Ponerle freno a los talibanes requiere tomar medidas excepcionales. ¿Puede Occidente, no ya expulsar, sino reconducir la presencia de elementos islámicos en su sociedad? No lo creo, sinceramente, vivimos tiempos donde las medidas de fuerza ya no son asumibles, es el tiempo de la cesión y el diálogo, y por ese camino nos están comiendo crudos.
Hay tres actores en esta película y ninguno va a dar un paso al frente. La economía no quiere problemas, la diplomacia es su bandera y la bronca es mala para el negocio. Para la economía no hay creyentes ni culturas, sólo consumidores. El segundo actor sería la política. No hay mucho que decir. su postura es muy similar a la de las multinacionales, no van a ser valientes. Finalmente el tercer elemento lo constituyen los ciudadanos. No me imagino las calles europeas llenos de holandeses, o suecos o galeses, quemando restaurantes turcos y linchando a los padres de los compañeros de clase de sus hijos. La situación, en principio, solo puede empeorar, y los que deberían hacer algo para revertir esta situación, o no pueden, o no quieren o les da miedo