Para mi los perroflautas se dividen en dos grupos:
A) tontad@ sin ningún criterio que repite tópicos y estereotipos.
Personajes que mañana apalearían negros si eso fuese enrollado según los medios de comunicaciones.
B) Los que siendo inteligentes y cultos son conscientes de sus contradicciones pero por puro cainismo y odio a las fuerzas que ellos consideran perversas (iglesia católica, PP, etc.) siguen con su discurso pese a que su actitud es incoherente con lo que dicen defender: progreso, igualdad, libertad...estos huelga decir que son mucho mas peligrosos y como ejemplo paradigmático pondría a nuestro ínclito ZP.
Ésta es la parte que me mata.
Muchas personas con estudios, podríamos decir que los que defienden más radicalmente la inmigración, son chavales con carrera que, coño, algo en la puta cabeza tienen que tener.
Muchas personas que defienden a éstos indefendibles llamados inmigrantes son personas inteligentes, aunque admito que muchos no estaréis de acuerdo con que tener estudios sea igual a ser inteligente, probablemente en las Universidades hayan muchos tontos que exitosamente sacan sus carreras, probablemente aquello de memorizar la teoría que el profe y los libros te comentan no sea tan difícil, pero coño, por el momento en la UB la mayoría de gente es defensora del chupismo y la inmigración.
Creo que es un problema de experiencias personales. Creo que son chavales que viven en una nube y nunca conocieron éste tipo de culturas de cerca, si os fijáis nunca veréis a los perroflautas formando grupo de amigos con ningún inmigrante. Yo vivo en un barrio con una tasa muy alta de inmigrantes y he trabajado en lugares en los que me ha tocado torear con muchos de ellos, conozco a esos hijos de puta como la palma de mi mano. Entiendo el dialecto dominicano y lo distingo del ecuatoriano, sé que un dominicano haría cosas que no hace un chileno y a la inversa, sé que los argelinos tienen puntos negativos que no tienen los colombianos y a la inversa, considero que la propia vida y tu experiencia en ella es indispensable para llegar a entender que ésta gente es lamentable y su presencia en España supone un grave peligro.
El típico veinteañero perroflauta rara vez posee ésta experiencia que os comento, rara vez les han tocado 30 vecinos inmigrantes a los que sufrir, rara vez han tenido que enfrentarse a ellos, rara vez los han tenido cerca, porque el que ha vivido todo eso nunca podrá defender a ésa gente.
Con una amiga rogelia, por ejemplo, bueno amiga no, folloamiga mejor dicho, me doy cuenta de la burbuja en la que vive ésta gente. Un dia hablando de sudacas me dice:
- Pues si en mi Facultad estudian dos colombianos y una mexicana y no son como tú dices, son gente normal.
Claro estúpida, porque esos son unos pocos sudacas blanquitos, que provienen de casa buena y de abuelos españoles cuyos papás empresarios les han dado un cheque en blanco y les han dicho: "Niño, para Europa, un par de añitos estudiando, emborrachándote y viviendo tu juventud, venga". Pero esos suponen un 0,000001% del total de los sudacas que nos vienen, la otra gran mayoría no saben ni dónde coño tienen la mano derecha y están incivilizados.
Efectivamente en una fiesta de cumpleaños me presentó a uno de ellos, un colombiano blanquito con su polito de Ralph Lauren cuyos abuelos eran vascos, como si esos fueran la norma y no la excepción de lo que nos encontramos aqui.