BALDO DE UBALDI
Forero del todo a cien
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- 6 Sep 2008
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Amijos ladrillaco que sigue, asi que cuidado, vosotros vereis...
Los cuernos. La Infidelidad. Mucho se ha discutido en este subforo a cerca de ellos. La opinión, casi unánime. Suponen un engaño. Cierto, eso no se discute. Ahora bien como en todo en la vida hay engaños y engaños, como hay males y males. Y hay veces que un mal menor ha evitado males mayores.
Por eso creo que la infidelidad, y es paradójico afirmarlo, ha salvado mas matrimonios de los que ha roto, es mas, podríamos decir que lo que rompe los matrimonios no es la infidelidad en si, sino el conocimiento de esta por el otro miembro de la pareja.
La pareja, y por extensión la familia ha sido y es un bien social, es la piedra de clave en la que las sociedades, desde que el hombre es hombre, han soportado su viabilidad, y con perspectiva histórica la fidelidad era un problema menor en la pareja, ya que la función de la familia como institución que permitía y permite la supervivencia de sus miembros, era mucho mas importante que el hecho de la fidelidad, fundamentalmente femenina (Y luego diré porque).
Es un hecho histórico que desde siempre se ha asumido la infidelidad masculina como un hecho consustancial a la pareja. Antigua Grecia, Antigua Roma, Edad media, Moderna…
El tener amantes, concubinas, barraganas, amancebamientos era un hecho que, desde el punto de vista moral, no se veía con los ojos que hoy en día se ve. Se entendía, por las propias mujeres, que era natural que sus maridos tuvieran aventuras fuera del matrimonio. Y eso hasta hace muy, pero que muy pocos años (Podríamos hablar que 20 o 30 como mucho, desde la macroestafa de la incorporación de la mujer al mercado laboral)
Esas aventuras eran aceptadas siempre que no pusieran en cuestión la estabilidad familiar, es decir, sus lazos económicos, de posición social y sucesorios, fundamentalmente, es decir SE ACEPTABAN LOS CUERNOS COMO UN MAL MENOR.
Y se aceptaban porque se asumía que la exigencia de la fidelidad sexual haciendo de ella un condicionante para la continuidad de la unidad familiar podía suponer un obstáculo difícilmente salvable para dicha familia, poniendo en cuestión, no solo la pareja sino, su viabilidad económica, la de su descendencia, su posición social, etc…
Los cuernos, como válvula de escape, como espita que aliviaba las tensiones de la familia que impedían que esta explosionara y con ella la estabilidad social. Esa era su función, y tal realidad era aceptada por las mujeres, que sabían de sus benéficos efectos para su estabilidad matrimonial, si, si bien no eran plato de buen gusto, se asumían como mal menor.
Esta realidad, traída al día de hoy, hace que una “cana al aire” bien echada, sin que se cuestiones la realidad de la pareja, sea el bálsamo que muchos matrimonios, que muchas parejas necesitan.
¿Qué es vivir en el engaño? Si, ¿y que? Todos gestionamos todos los días un cierto nivel de hipocresía, de impostura. Son completamente necesarias para la vida en sociedad y las asumimos. Pues bien, hay veces que son necesarias para la vida en pareja. Nunca se puede ser completamente sincero en todo, ni siquiera en las cuestiones sexuales. Y esas infidelidades, casi pecados veniales, hacen que las tensiones, sexuales o de otra naturaleza, tengan una salida y la olla a presión no estalle.
Estoy firmemente convencido que las putas han salvado muchos mas matrimonios de los que han roto. Que esos polvos furtivos, cuando se han quedado solo en eso, han permitido, que la pareja siga feliz y no se mande todo a la mierda. Si, feliz he dicho, y feliz sobre una mentira, diréis. Como tantas veces. Cuantas veces hemos dicho aquello de “seguro que va a salir bien” cuando sabemos que NO va a salir bien, cuantas veces hemos dicho aquello de “seguro que no va a ser nada” “Te queda muy bien” me ha gustado mucho” Y sabiamos que era mentira. Mentiras piadosas, lo llamamos y todos las enredemos. Llamemos al silencio sobre los cuernos “silencio piadoso”.Por eso afirmo que si hay algo peor que poner cuernos es ponerlos y luego contarlo. Es de una crueldad innecesaria.
Que mi discurso es carente de moral? Claro, sobre todo desde la perspectiva de hoy en día, pero que es un hecho que los cuernos han salvado mas parejas de las que han roto… eso es así, aunque quizás alguien opine lo contrario…
Los cuernos. La Infidelidad. Mucho se ha discutido en este subforo a cerca de ellos. La opinión, casi unánime. Suponen un engaño. Cierto, eso no se discute. Ahora bien como en todo en la vida hay engaños y engaños, como hay males y males. Y hay veces que un mal menor ha evitado males mayores.
Por eso creo que la infidelidad, y es paradójico afirmarlo, ha salvado mas matrimonios de los que ha roto, es mas, podríamos decir que lo que rompe los matrimonios no es la infidelidad en si, sino el conocimiento de esta por el otro miembro de la pareja.
La pareja, y por extensión la familia ha sido y es un bien social, es la piedra de clave en la que las sociedades, desde que el hombre es hombre, han soportado su viabilidad, y con perspectiva histórica la fidelidad era un problema menor en la pareja, ya que la función de la familia como institución que permitía y permite la supervivencia de sus miembros, era mucho mas importante que el hecho de la fidelidad, fundamentalmente femenina (Y luego diré porque).
Es un hecho histórico que desde siempre se ha asumido la infidelidad masculina como un hecho consustancial a la pareja. Antigua Grecia, Antigua Roma, Edad media, Moderna…
El tener amantes, concubinas, barraganas, amancebamientos era un hecho que, desde el punto de vista moral, no se veía con los ojos que hoy en día se ve. Se entendía, por las propias mujeres, que era natural que sus maridos tuvieran aventuras fuera del matrimonio. Y eso hasta hace muy, pero que muy pocos años (Podríamos hablar que 20 o 30 como mucho, desde la macroestafa de la incorporación de la mujer al mercado laboral)
Esas aventuras eran aceptadas siempre que no pusieran en cuestión la estabilidad familiar, es decir, sus lazos económicos, de posición social y sucesorios, fundamentalmente, es decir SE ACEPTABAN LOS CUERNOS COMO UN MAL MENOR.
Y se aceptaban porque se asumía que la exigencia de la fidelidad sexual haciendo de ella un condicionante para la continuidad de la unidad familiar podía suponer un obstáculo difícilmente salvable para dicha familia, poniendo en cuestión, no solo la pareja sino, su viabilidad económica, la de su descendencia, su posición social, etc…
Los cuernos, como válvula de escape, como espita que aliviaba las tensiones de la familia que impedían que esta explosionara y con ella la estabilidad social. Esa era su función, y tal realidad era aceptada por las mujeres, que sabían de sus benéficos efectos para su estabilidad matrimonial, si, si bien no eran plato de buen gusto, se asumían como mal menor.
Esta realidad, traída al día de hoy, hace que una “cana al aire” bien echada, sin que se cuestiones la realidad de la pareja, sea el bálsamo que muchos matrimonios, que muchas parejas necesitan.
¿Qué es vivir en el engaño? Si, ¿y que? Todos gestionamos todos los días un cierto nivel de hipocresía, de impostura. Son completamente necesarias para la vida en sociedad y las asumimos. Pues bien, hay veces que son necesarias para la vida en pareja. Nunca se puede ser completamente sincero en todo, ni siquiera en las cuestiones sexuales. Y esas infidelidades, casi pecados veniales, hacen que las tensiones, sexuales o de otra naturaleza, tengan una salida y la olla a presión no estalle.
Estoy firmemente convencido que las putas han salvado muchos mas matrimonios de los que han roto. Que esos polvos furtivos, cuando se han quedado solo en eso, han permitido, que la pareja siga feliz y no se mande todo a la mierda. Si, feliz he dicho, y feliz sobre una mentira, diréis. Como tantas veces. Cuantas veces hemos dicho aquello de “seguro que va a salir bien” cuando sabemos que NO va a salir bien, cuantas veces hemos dicho aquello de “seguro que no va a ser nada” “Te queda muy bien” me ha gustado mucho” Y sabiamos que era mentira. Mentiras piadosas, lo llamamos y todos las enredemos. Llamemos al silencio sobre los cuernos “silencio piadoso”.Por eso afirmo que si hay algo peor que poner cuernos es ponerlos y luego contarlo. Es de una crueldad innecesaria.
Que mi discurso es carente de moral? Claro, sobre todo desde la perspectiva de hoy en día, pero que es un hecho que los cuernos han salvado mas parejas de las que han roto… eso es así, aunque quizás alguien opine lo contrario…