Hay mantras que recorren el espectro político español y se asumen como premisas verdaderas. Lo ha dicho fulano y "va a misa", es una de las características que conforman el pensamiento borreguil. El problema del PSOE, más concretamente de don Pedro Sánchez, era que no se le identificara a los socialistas como parte del pepé -PPSOE-, poner tierra por medio, por que era la única forma de sobrevivir como partido a falta de ideas. Con ese pensamiento pasaba ha decir que el electorado lo había relegado a la oposición cuando debía pactar con don Mariano; y cuando don Mariano tiraba la toalla, intentaba formar gobierno.
Ayer hubo movimientos políticos interesantes, por la mañana la gestora socialista se puso en contacto con don Mariano. Ha trascendido que hablaron de la forma de pactar, se pactará de tu a tu, sin líneas rojas por ninguna parte. Por la tarde había reunión de círculos, un baño de multitudes para don Pablo Manuel, macho alfa bobemita, que dejó claro que, una vez había claudicado el PSOE, ellos se erigían como la única oposición, la verdadera de verdad. La política española está estancada en el pensamiento que pactar es malo, de hecho el partido que más ha hecho por pactar -Ciudadanos- ha sido quién más votos ha perdido en seis meses. La premisa falsa es que si el PSOE se abstiene en la investidura, no puede hacer oposición. No es cierto, la abstención pactada es dejar de obstruir la política y que ruede la legislatura, con un partido gobernando en minoría, que deberá seguir pactando el tiempo que dure la legislatura.
Don Pablo Manuel Iglesias: una abstención pactada, no es rendirse, ni dejar de ser oposición. Otra cosa es volver a la España del 36 con rojos y azules intolerantes, arrogantes y prepotentes como usted y su pensamiento político.
Esa forzada familiaridad con la Universidad Complutense es impropia de un tipo que no ha acabado ni la educación primaria.
En su corto entender hace relaciones que no tienen nada que ver, ¿Qué tendrá que ver que no tenga estudios para hablar de La Complu? Al menos yo no me cuelgo títulos como algunos políticos socialistas o independentistas, que pasaron por la facultad de psicología a recoger una amiga y colgaron en el currículo que estaban licenciados.
Por otra parte, es lamentable que tenga tan tristes argumentos. Podía usted haber argumentado, como nuestro amigo Jaeger, que esta señora fue votada u otra ocurrencia por el estilo.