Expe sorpresa
No quiero mezclar temas diversos en un solo post, por esto repito.
El martes 14 sobre las 23,30 tenia mi coche aparcado en la parte baja de la Rambla, donde las negritas, con una de ellas apoyada en el coche. Le hice un poco de coña y enseguida se enrolló para ocuparse, que si italiano, que si no se qué. Como no estaba mal, pequeñita, atrevida, le segui el rollo, me pedia 50e y le dije que esto vale para los guiris pero los autoctonos 30 como mucho, al final accedió pagando yo la cama 10.
De noche voy siempre a la mairena, y allí fuimos andando, la chica simpática y bien.
Cuando empieza la sesión, pasa de lavado, a pesar que hay bidé en las habitaciones, me pasa un trozo de papel cocina por la polla, pone la goma y al ataque, yo de pie ella sentada en la cama, cuando ya estaba a punto se tumba en la cama y se pone en cuatro, dispuesta a ser enculada, como si fuera lo normal, le digo que prefiero follar, esta de acuerdo y empezamos en la misma postura, pasando seguidamente yo encima, estas chicas no están para muchas posturas.
La implicación era normal, o sea mala, estirada en la cama con los brazos dejados, alguna sonrisa pero tipo muñeca inflable. Como vi que ibamos mal forcé un poco la situación para acelerar y cuando ya estaba en mi cuenta atrás, noto que empieza a tener como unas convulsiones, y me abraza por la espalda, creyendo yo que era como una colaboración a terminar, acelero y voy terminando.
Sé que generalmente cuando te corres, la chica ya coge las maletas y a la calle, por esto una vez descargado, yo me disponia a recoger pero ella seguia con las convulsiones y los abrazos cada vez más duros, hasta que le dije " oye que ya estoy" y ella con voz entrecortada solo iba diciendo " folla...folla... folla...perdon...folla...perdoname...." , yo con mi rabo mustio haciendo lo que podia, hasta que, visto el ambiente, se animó un poco de nuevo y ella seguia gimiendo y balbuceando " folla... perdona... mas...folla", como una loca hasta que se corrió pegando unos gritos que debieron despertar a los vecinos.
Cuando me lavé, miro en el espejo y tengo la espalda y el pecho lleno de arañazos de uñas, que parecian "les quatre barres" .
Yo con el cabello chorreando, ella sudada se incoporó sentada en la cama y sólo decía "verguenza... perdona..." le di un par de besitos, se fué vistiendo casi en silencio, y la acompañé nuevamente a su plaza, donde estaba mi coche.
Si alguien quiere experimentar, se llama Jessica, es de Gabón bajita, delgadita, pelo castaño con trencitas arriba y caida liso, y se para entre el sexshop de la rambla y el primer hotel tirando hacia arriba, frente a la tienda de camisetas de los pakis.
Si alguien repite, posteadlo.