¿Y si así hacemos que la diglosia sea aún mayor? Espero que estés hablando de las sesiones de la Cámara, no de la sociedad en general.
Supuestamente los parlamentarios representan a la sociedad (y digo supuestamente), y hay parte de la sociedad que habla y piensa en vasco. Eso es, restemos la riqueza cultural que supone la coexistencia de dos lenguas.
Pero la lengua en la que nos entendemos todos, el que habla una
mayoría casi total de la población vasca, al margen de que luego sepan euskera o no, es el castellano, así que no veo dónde está la pega para utilizarlo como lengua principla y que represente a la sociedad vasca de cara a la política. Si hay gente que habla y piensa en vasco está muy bien y en su perfecto derecho; pero si no sabe o no quiere usar el castellano -la lengua que todos los demás conocemos y dominamos- ni siquiera para ciertos ámbitos, entonces el problema está en él, no en los políticos que le representan. Además si alguien hace eso está utilizándolo, consciente o inconscientemente, como arma arrojadiza entre personas de un mismo pueblo más que como algo para comunicarse con sus vecinos, fín último de cualquier idioma.
Como orgullo vasco no, como intrumento de comunicación, como cultura.
Sí, pero si es un elemento de comunicación, no está bien que algunos lo usen para dividir a un pueblo -como ocurre en el caso del anterior quote- o intentar "clasificarlo", utilizándolo como baremo para indicar un mayor o menor grado de pertenencia a un territorio, lo cual es justo lo contrario de ese valor comunicador que debe tener el lenguaje.
Mira, a mi me da igual que si me tiene que operar un cirujano hable euskera, castellano o urdu, quiero que me opere el mejor. Cada puesto de trabajo debe ser ocupado por el que mejores aptitudes tenga.
Eso sí, en los puestos de la administración cara al público, convendrás que es más apta una persona que hable más lenguas, por que tiene mayor capacidad de comunicación. Sumándole a eso el hecho de que yo tengo derecho a que se me atienda en cualquiera de los idiomas cooficiales, es de cajón que alguien que atienda de cara al público es más apto si también habla euskera.
Sí que tienes el derecho de que te atiendan en un idioma cooficial, pero no puedes dejar de negarme que ese derecho es más bien un capricho convertido en ley, una pataleta que a la hora de opositar, por ejemplo, deja fuera a muchos buenos profesionales, mejores en muchos casos que otros que hablan euskera y que no les faculta para desempeñar mejor su trabajo. Gente con años de experiencia como interinos se quedan fuera porque viene un jovenzuelo peor preparado, porque como sabe euskera se lleva la plaza.
Por otro lado, para esos puestos cara al público también debe primar el que mejor aptitudes tenga, no dejan de ser trabajos en los que se nota la diferencia si te trata un inútil o alguien que pone en interés en ayudarte. Y yo prefiero que alguien me atienda bien en castellano a que lo haga mal en euskera. Así que no, que alguien hable euskera no le hace más apto para un puesto cara al público. Nos guste o no el idioma mayoritario y que todos conocemos o, repito, deberíamos conocer, es el castellano, por lo que saber euskera o no a la hora de valorar la capacidad de alguien para un puesto es irrelevante. No hablamos de gente que vaya a atender a turistas como para que deba importar el don para los idiomas.
Se me ocurre la "utilidad" de comunicarme con mi familia y la mayoría de mis amigos, aunque puede que no te parezca algo práctico. No sé dónde vives, pero hay gente cuyo idioma del día a día es el vasco, y no me vengas con milongas de que lo hablan en cuatro pueblos del Goierri. Es cierto que en Bilbao o en Vitoria no se habla mucho, pero decir que no vale para nada me parece una idiotez como la copa de un pino.
Digo que no vale para nada a nivel de que la sociedad vasca avance. En los microcosmos en los que solo se utilice el euskera como lengua principal por supuesto que tiene utilidad, la misma que cualquier otro idioma.
Y eh, que me parece muy bien que se difunda, que se le enseñe a los niños, que se le enlatezca, y que se haga gala de él como un fabuloso endemismo de nuestra tierra; pero de ahí a la imposición legal y social va un trecho, en mi opinión. Es cuando se hace esto último cuando, como ya he dicho, más que en elemento comunicador es un elemento segregador.