Yo también quedé una vez con una gorda de esas del badú. Hay que caer muy bajo para copular con una obesa. Y estar muy muy salido, lo cual fue mi caso; llevaba unos días en los que me hacía pajas como un maníaco, así que me registré en la página esa, puse una foto que no era mía, de un guaperas que podía pasar por mí de lejos, y así conocí a la gorda. Quedamos esa misma noche para ir al cine, la película la elegí yo: Drive, de Nicolas Winding Refn. Me dijo que me pasaría a buscar con su coche en tal plazoleta, porque yo por aquel entonces no tenía coche, y allí que fui. Nada más acercarme y verla dentro del coche me dieron ganas de dar media vuelta e irme sin decir nada pero al final le eché valor y entré. Hola, soy Antonio (nombre ficticio) del badú, le dije. Ella me dijo su nombre, pero no me acuerdo, y también me dijo que en la foto tenía el pelo castaño, una forma de decirme que sabía que no era el de la foto, supongo. Era muy gorda y olía raro, pero era joven y tenía las tetas grandes. Durante el trayecto hacia el cine me contó su mierda de vida de gorda. Había tenido una hija con un moro, peso a lo cual, o tal vez debido a lo cual, tenía ideas racistas, muy racistas. Yo normalmente digo que soy fisioterapeuta para hacer masajes, pero a esa gorda no me apetecía tocarla así que le dije que era legionario.
Ella lo pagó todo, las entradas y las palomitas, un bote grande para dos. Yo hice el clásico truco de agujerearlo por debajo para meter el pito y que ella fuera cogiendo palomitas hasta dar con mi rabo, pero la gorda se quedó dormida a la media hora y yo disfruté tanto de la película que me olvidé de la líbido. Al volver me dijo que fuésemos a su casa, era evidente que quería secso conmigo. Yo le dije que sí, pero que antes me dejara algo de dinero para condones, que no llevaba encima. No tengo nada más pequeño, me dijo la gorda soltando un billete de cien euros en mi mano. Me metí en el supermercado, miré la zona de los condones, no cogí ninguno, fui a la zona de las bebidas alcohólicas, cogí dos botellas de güisqui, salí por la puerta de atrás y eché a correr hacia mi casa. La película me emocionó y quería hacer algo épico. Ryan Gosling al final no coge el dinero. Yo sí.