Uncle Meat
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- 10 Sep 2005
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No hace tampoco muchos años que nuestro querido Mangani abandonó los estudios, y también a su familia, y decidió partir del bello Sur de nuestra península para adentrarse en los espesos bosques de Mordor; tal vez, en busca de nuevas sensaciones -ah, no, que es que era un poco defi y tal-.
Ni que decir tiene que el Sur no le echó de menos para nada. Es más, tras tropecientos años de evolución, de ahí salió Nuestro Señor Jesucristo.
Cuando nuestro protagonista, mangani, alcanzó las tierras del norte -por el camino ingería boñigas de cabra, porque no sabía lo que era la leche-, en lo primero que repararon sus ojos fue en una espesa neblina que parecía ocultar al mismísimo sol de la razón.
No le importó -era mongo-, así que sus pieses continuaron en su devenir; pero hete aquí que al poco rato, mientras descansaba bajo un tronco de árbol podrido, y como de reojillo, percatóse de la presencia de un ser extraño, justo a su derecha.
Ssssssssssssssiiiiiiiiiii. Miii hamiiiiiijo... ¡¡¡hamijo-hamijo-hamijo!!!... Ssssssssssiii Yooooooooo... SSSsssssssss
Nuestro jovenzuelo, descandilado por la belleza de aquella criatura, decidió aparearse con ella y tal.
Al tiempo, ambos tuvieron sus retoños y formaron la primera colonia de infraseres norteños. El resto es de sobras conocido por todos.
P.D: 2000 POSTS, ME CAGO EN VUESTROS MUERTOS.
Ni que decir tiene que el Sur no le echó de menos para nada. Es más, tras tropecientos años de evolución, de ahí salió Nuestro Señor Jesucristo.
Cuando nuestro protagonista, mangani, alcanzó las tierras del norte -por el camino ingería boñigas de cabra, porque no sabía lo que era la leche-, en lo primero que repararon sus ojos fue en una espesa neblina que parecía ocultar al mismísimo sol de la razón.
No le importó -era mongo-, así que sus pieses continuaron en su devenir; pero hete aquí que al poco rato, mientras descansaba bajo un tronco de árbol podrido, y como de reojillo, percatóse de la presencia de un ser extraño, justo a su derecha.
Ssssssssssssssiiiiiiiiiii. Miii hamiiiiiijo... ¡¡¡hamijo-hamijo-hamijo!!!... Ssssssssssiii Yooooooooo... SSSsssssssss
Nuestro jovenzuelo, descandilado por la belleza de aquella criatura, decidió aparearse con ella y tal.
Al tiempo, ambos tuvieron sus retoños y formaron la primera colonia de infraseres norteños. El resto es de sobras conocido por todos.
P.D: 2000 POSTS, ME CAGO EN VUESTROS MUERTOS.