A ver, es que aquí yo veo que se mezclan dos cuestiones distintas.
La primera es si el precio del cine es caro o no, tanto en absoluto como en relación a cualquier otra cosa que se nos ocurra, ya sea el metro, la barra de pan, un cubata o un minicine en casa. En ese aspecto, sigo pensando que el cine es un ocio relativamente barato. Un equipo de home cinema mínimamente decente se va muy rápido hacia los 2000 euros. Eso significa entre 200 y 300 entradas de cine, esto es, la posibilidad de ir una vez al mes al cine durante 20 años. O si se quiere, una entrada semanal durante 5 años.
Y eso sin contar el precio de los dvds... ah, que son y deben ser gratis, se me olvidaba
otro punto a mi favor en el debate cine y política, la gente "amortiza" estos equipos al no pagar por lo que ve en ellos.
La otra cuestión es cine en casa vs. cine en sala de cine, que creo debería reflexionarse en términos digamos "ideales". Yo me expongo a que en la sala de cine haya un niño que llora o un gañán que se hace pajas, pero también me expongo a que en mi mini cine entre la parienta a darme el coñazo, o me suene el móvil.
Creo que esos aspectos contingentes deberían ser dejados un poco de lado para primar la cuestión, ¿dónde se ve mejor el cine, en una gran pantalla, como las de antes para entendernos, o en una pequeña pantalla a cuatro metros de mí? Y más importante aún, ¿dónde podemos concentrarnos mejor, en una sala que no es mi casa, a la que hemos acudido únicamente con el propósito de visionar una película, o en el salón de mi casa, entre cervezas, porros y gayolas?
Evidentemente, yo me quedo con ambas opciones, pues creo que son complementarias. Ahora bien, se me hace difícil pensar un mundo en el que no hubiera visto cosas como
Lawrence de Arabia, Toro Salvaje o
Blue Velvet en un buen cine. Son películas que habré visto una decena de veces en pantallas menores, pero la sensación que cuenta es la de la gran pantalla.
Por eso, cada vez que tengo la oportunidad, hago el esfuerzo de ir a ver películas que podrían merecer la pena en una gran pantalla. Por poner dos estrenos recientes, ni
The limits of control ni
Public enemies pueden ser apreciadas en su totalidad en un home cinema, por bueno que sea.