Soy un gran comedor de coños, lo admito. Podría estar horas comiendo un coño. Me gustan las diferencias de sabor y texturas que hay en unos coños y en otros.
Bueno, invito a una compañera de facultad a un concierto. Iba sobre seguro, como muerto de hambre que soy, no iba a pagar la entrada de un concierto a ninguna cerda para nada. Quedo con ella en una esquina de Pueblo Nuevo, y veo que viene con un chaval...
- Hola Empty, que guapo estás, madre mía, eres tan hermoso y bondadoso que te ofrecería mi culo ahora mismo.
No, ahora en serio.
- Hola Empty, este es mi hermano.
- Ah... hola, encantado, qué tal (cuando en realidad quería decir hijo de puta te reviento la puta cara a ostias).
El hermano también iba al concierto y me jodió el plan.
Ella tenía unas tetas descomunales, su cara era un poco así como el de la careta de la mierda de películas de SAW, you know, tenía los pómulos muy salidos y le salía una caja de dientes de la boca tremenda, pero eso a mí me sudaba tres cojones. Empieza el concierto, DARK TRANQUILLITY dándolo todo en la desaparecida Sala Garaje de Barcelona. Ella se pegaba a mi, las señales estaban, pero joder, por el otro lado se pegaba su hermano, en fin, todo perdido.
Acaba el concierto, y llegan las despedidas... ellos vivían a tomar por culo, pero era mi última carta. No hace falta que vayáis en tren, yo os llevo a vuestra puta casa. Vivían en el Maresme, los que sean de Barcelona ya sabrán que eso está a tomar por culo, además de estar lleno de negros y de gente que huele mal, pero bueno, este no era el caso... o eso creía yo.
Llegamos al Maresme, a su puta casa, perdida entre calles y su Puta madre, encima tuve que pagar un puto peaje mientras en el cassette de mi Kadett 1.6 los RIOT y su "Warrior" lo petaban. Baja el hermano, y ella que estaba en el asiento de delante, le dice: "ahora subo". Bien, eso estaba hecho.
Al pilón, magreo absoluto, que pedazo de tetas, unos pezones galletos fontaneros que me volvían loco. Pero había que degustar el manjar, el epicentro, el centro del universo. Lo que rodea al coño ya no importaba. Le bajo los pantalones, le quito las bragas... y su Puta madre, que pelambrera, que puto hedor a perro muerto, que puta rata tenía metida en el puto coño.
Como comprenderéis, ante tal panorama, solo quedaba una opción. A tomar por culo. Me amorro a la cloaca, intento separar la pelambrera old school, pero no había manera. Me daban arcadas pero aún así me obligaba a comer, pero no había manera. Era un hedor tan insoportable que incluso se me estaba bajando el cipote.
- ¿Tienes condones?
- No.
- Pues sigue chupando que luego yo te la chupo
Mi puta vida. Aquello era como bucear, cogia aire, me amorraba, cuando me faltaba, me apartaba y volvía a sumergirme en las aguas fétidas de ese coño salido de las entrañas de la ciénaga de los putos muertos de Mordor.
Al fin se corre, exhausta. Me dice que esta hecha polvo, y yo con la polla en la mano. Me hace una paja, le agarro la cabeza y la baja al cipote, y no se le ocurre otra cosa que meterse un huevo rollo película porno en la boca. Empiezo a gritar como un puto animal, joder que dolor. Mis huevos son delicados, debe haber alguna vena por ahí que no está en su sitio, que dolor joder, me absorbió un huevo y me dejó hecho polvo. Jiji, risas, hacemos ver que no pasa nada. Calor insoportable en el coche, al final me hago una paja entre sus tetas, la lleno de leche, y cuando me da la bajona vuelve ese hedor insoportable a coño caducado.
Intento cortar la conversación, tengo sueño, jijijaja, quedamos, adiós.
Llego a casa a las 3 de la mañana, porque para rematar la faena, me perdí en aquel pueblo de mierda dando vueltas como un puto subnormal; ducha con zotal, y a dormir con ese olor en la mente... aún hoy me cuesta olvidarlo.