Bichadivina
Novato de mierda
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Perdonad el tochón que voy a escribir, pero creo que viene a cuanto.Es un párrafo de un libro de Carmen Martín Gaite, escrito en 1962 y que, increiblemente, muestra que algunas cosas han cambiado poco :
Para la conquista de la tierra una de las vías infaliblemente admitidas es la del amor entre hombre y mujer.La literatura de todos los tiempos ha fomentado y respetado sin discusión esta creencia imbuida, sobre todo en las mujeres, desde la infancia con el mismo arraigo que la fe religiosa. Así el amor, al convertirse en indiscutible panacea de todos los males, obliga a quienes juran haber encontrado, por medio de él, la felicidad, a militar ya siempre en el abrigo de ella, como una bandera en la que no se admite mancha ni deterioro. Pero el deterioro es demasiado evidente, es decir, si una mujer es obligada a reconocer que el amor no le ha proporcionado una felicidad duradera, echará la culpa a las circunstancias adversas, en lugar de sentirse movida a revisar sus viejos conceptos posiblemente erróneos y ponerlos en tela de juicio. Así que querrá ensayar una nueva experiencia, de la cual tampoco aprenderá nada.
La felicidad, sobre todo la que proporciona el amor,no puede ser más que atisbada, rozada.Es una sombra movediza, y todo el que no se resigna a admitirla en su condición y pretende fijarla se lleva a casa un cadaver.
-Carmen Martín Gaite. "Ritmo lento" 1962.
Para la conquista de la tierra una de las vías infaliblemente admitidas es la del amor entre hombre y mujer.La literatura de todos los tiempos ha fomentado y respetado sin discusión esta creencia imbuida, sobre todo en las mujeres, desde la infancia con el mismo arraigo que la fe religiosa. Así el amor, al convertirse en indiscutible panacea de todos los males, obliga a quienes juran haber encontrado, por medio de él, la felicidad, a militar ya siempre en el abrigo de ella, como una bandera en la que no se admite mancha ni deterioro. Pero el deterioro es demasiado evidente, es decir, si una mujer es obligada a reconocer que el amor no le ha proporcionado una felicidad duradera, echará la culpa a las circunstancias adversas, en lugar de sentirse movida a revisar sus viejos conceptos posiblemente erróneos y ponerlos en tela de juicio. Así que querrá ensayar una nueva experiencia, de la cual tampoco aprenderá nada.
La felicidad, sobre todo la que proporciona el amor,no puede ser más que atisbada, rozada.Es una sombra movediza, y todo el que no se resigna a admitirla en su condición y pretende fijarla se lleva a casa un cadaver.
-Carmen Martín Gaite. "Ritmo lento" 1962.