Hola, hamijos del internete,
La verdad es que ahora mismo estoy bastante deprimido como para alargarme mucho. Acabo de volver a Taipei y todo sigue igual. Por lo menos tengo la internek de gratix otra vez...
Inaugurando las fotos de esta parte de la saga, este es un pino que planté en los lavabos de Tower Records en Shibuya la semana pasada. Hacía meses que no cagaba tan duro y grueso y quería compartir esta grata experiencia con todos vosotros, hamijos
La despedida de Tamami fue chunguísima. Nos vimos el sábado por la mañana un rato. Llegó casi una hora tarde. Yo me había puesto el despertador a las 9, pero me desperté 10 minutos antes como un Autobot. Y eso que salí de fiesta esa noche. Había cerdas, pero no tenía el ánimo como para intentar nada. Bailoteo y a casa.
Pues eso, yo allí esperando en la cama a ver si Tamami aparecía. Mi ilusión era que me despertara con un beso o algo así. Bueno, lo primero que hizo cuando entró en mi cuarto fue empezarme a comer la polla sin control. Ni siquiera se quitó el abrigo. Yo ahí con las legañas y ojeroso de haber dormido 3 horas, sólo pude correrme como un Dios del Olimpo y ella tragárselo todo.
Después de esto, me dijo que la próxima vez que nos viéramos, me iba a contar los condones a ver con quién había estado... a mí me daba una risa amarga por sus inocencia... realmente me gustaría volver a tener 16 años y poder decir con el mismo convencimiento idiota: "te esperaré"... pero ya no somos niños...
Cuando íbamos a por el segundo asalto, Hikaru apareció por la casa. Menos mal que a ella se le ocurrió cerrar la puerta corredera de mi habitación al entrar... Aún así yo seguí empujando. Pero entre la mierda de los condones nuevos, el sueño y el Hikaru haciendo ruido alrededor de la casa, mi polla se estaba poniendo más blanda que el turrón blando. Así que lo dejamos para luego y salimos a decir hola y todo eso. Ella decidió que quería pasar el aspirador y limpiar el piso y yo aproveché para dormir un par de horas.
Después de ir al super, comimos sushi y sashimi los 3. Ella preparó una salsa para el sashimi que te corrías de gustarro. Luego llegó la mujer de Hikaru y después de encerrarnos brevemente en la habitación para un polvo rápido y salvaje, los dejamos solos en el piso. Tamami tenía una boda esa tarde, así que nos tuvimos que despedir y quedar para luego... nuestro último día juntos antes de que ella se fuera a Kyoto con su madre a ver su novio...
"cada vez que llegue esta época del año y vea las hojas de los árboles cambiando a este color, me acordaré de tí"
Quedamos sobre las 7:30 de la tarde. Llegué tarde porque me hice un lío con el metro. Teníamos sólo 3 horas. Ella puso una excusa a sus padres pero éstos se mosquearon y ya están empezando a sospechar algo raro. Ya sé que manda cojones que una chica de 29 años esté tan controlada, pero esta cultura es así...
postraos ante mi reina, gusanos!
Ella decidió que me iba a llevar a la Tokyo Tower, desde donde su cima hay unas vistas que te cagas por la pata abajo de Tokyo y lo que alcances a ver. Más momentos pastelosos a tope, con fotos de fotomatón a lo teenager incluídas.
Acojonantes vistas desde la "Torre Eiffel" nipona
Este payaso la ama y ella le ama a él
La hora de despedirnos se acercaba y yo ya tenía ganas de ir a cenar. Pero me dijo que prefería que nos emborracháramos juntos. Quería emborracharse, bailar conmigo y meterme mano en público una vez más. Qué bonito, hamijos...
Lloro más que un caballero del Zodíaco al ver esta foto
A la cuarta cerveza con el estómago vacío a mí al final me dio por llorar y ella me siguió. Vaya show. Era ya la hora de decirse adiós. La acompañé al metro y entre otras cosas, sólo le dije que pasase lo que pasase a partir de ahora, que intentara ser feliz, que esta vida era para vivirla a tope y con alegría. Ella me preguntó entre sollozos: "de verdad piensas eso?". "Claro, sólo tenemos una vida y hemos de vivirla como queremos" Dicho esto, me saqué la bufanda y se la enrollé en el cuello. Nunca olvidaré la forma tan especial en que me miró. Y venga a llorar más. Me dijo que podía irme con otras, pero que sólo ella me podía oler el sobaquillo. Sólo ella tenía derecho a disfrutar de mi olor. Empezó con esto y acabó diciendo que me iba a contar los condones otra vez. Luego se contradijo diciendo que encontraría a otra enseguida. Le pregunté si eso era lo que quería realmente. Ella no contestó, sólo siguió llorando mientras se restregaba mi bufanda por la cara. Momento dramático y chunguísimo para mí, hamijos...
Tras decirle "buena suerte" y ella decirme que le escribiera algo, aunque no hacía falta que fuera cada día como le prometí, me quedé ahí solo en el metro con los ojos más hinchados que un besugo. Decidí que me iba a quedar en Roppongi y me iba a poner hasta el culo de lo que fuera y si podía, me iba a follar todo lo que se moviese esa noche.
Un negraco de esos que están comiéndote la olla para que entres en los puticlubs, me vino a rallar, pero le dije "que no me cuentes tu vida y dime donde hay una cabina telefónica". El negro me acompañó hasta una y yo se lo agradecí. Llamé a Yoko una vez. No había cobertura. Lo intenté de nuevo y lo cogió. Estaba en el Copacabana, el local donde la conocí la semana pasada, a 2 minutos de donde yo estaba. Quedamos en vernos allí.
Cuando llegué, ella estaba esperándome en la puerta. Le di dos besos como manda el cánon latino (aunque si haces eso a una japonesa cualquiera la vas a asustar) y me dijo que tenía a una amiga arriba, que le iba a preguntar si se quería venir a tomar algo a otro sitio con nosotros.
Cuando bajó la hamija... madre mía, señores! Menudo pivonazo! Yoko no es que sea una belleza, aparte de apenas llegar al metro 60... pero tiene culo, las tetas gordas y hay algo en su sonrisa que me pone un poquito burrito... pero la amiga, hijos míos! Casi tan alta como yo, 1,80 (con tacones, eso sí), con un par de motivos (dentro de lo que la japan size)y unos ojazos. El primer problema es que esta hamija, de nombre Kozue es que era japonesa, japonesa. Ni inglés ni hostias en vinagre: esta criatura de Dios sólo hablaba japonés y encima me miraba como una mierda por no dominarlo. Aún así ya os dije que cuando 2 personas se quieren entender se entienden, como podréis leer a continuación:
Fuimos a otro local de salsa (ambas se conocieron en una de las clases de baile a las que van hace una semana) y allí empecé a bailar con una y luego con otra. A Yoko la veía bastante predispuesta. La otra muy seria al principio. Yoko me contó que Kozue había cortado con su novio hacía un mes. Pero al poco se fue ablandando...
Apareció de la nada un gañán peruano que se nos acopló. Sí hamijos, parece que es mi destino juntarme con los hijos de "la piel de oro, como los incas" (ajajajajajajajajajajajaaj). El tipo este llevaba 9 años en Japón y se pasó 1 en España, Tarragona. "Trabajando en España?", le pregunté. "No, broder. Gosándome la vida como huevón". Pues ahí queda eso. Que cada uno saque sus propias conclusiones sobre la inmigración en nuestro país. Ya os digo yo que este en Japón sí que curra, o le dan la patada pero ya. Aparte de que me contaba que casi cada día la poli de Tokyo lo para por la calle...
Con Yoko me comí los morros bastante fácilmente mientras bailábamos salsa. Con su hamija, Kozue, fue algo más difícil. Pero sólo era reacia a los picos, porque mordeduras en el cuello, meterle la lengua en la oreja y tocarle el culo... para dar y tomar. El problema es que tenía a Yoko mosqueada por jugar a dos bandas y al peruano por no dejarle comer. Es que era feo y le faltaban tablas, no es culpa mía... el Kola me supera, por ejemplo, pero este estaba un poco pez para llevar 9 años. Él sólo tenía claro que "si a una japonesa le gustas, te abre las piernas, el culo y lo que quieras, men". Gracias por la info, campeón.
Con Yoko me comí la boca 2 o 3 veces durante la noche, pero poco a poco fui decantándome por la hamija. Aunque le robé sólo 2 picos (con su posterior mosqueo), se dejaba hacer casi de todo menos besarle en la boca. Un poco freak. Qué es más erótico? Un pico o chuparle la cara como una vaca mientras le metes la mano por dentro de la camiseta? Yo al cabo de unas horas ya me di cuenta que si podía tener sexo con una de las 2 esa misma noche, iba a ser con Yoko, pero creo que ya era tarde para arreglarlo. Estaba que se subía por las paredes y bailaba con el primer patán que se le ponía enfrente para darme celos, pero yo estaba demasiado ocupado como para mostrar la más mínima atención. Al final dije: "qué coño! A la mierda el sexo y me quedo con la que está más buena! A ver si hacemos una buena inversión a largo plazo!"
a la derecha Yoko, a la izquierda el pivonazo de Kozue y en medio el puto gañán peruano acopleitor
Los argentinos e italianos se hubieran quedado cortos a mi lado esa noche: "tienes los ojos más bonitos que he visto nunca, te amo, te quiero, blablabli..." todo esto sin parar de acariciarle la cara y besarle la mano como un gañán. Ella decía "thank you" ("yes", "no" y "thank you", hasta ahí llegaba: suficiente), pero cada vez que quería darle un pico ella esquivaba con la pericia de un boxeador (hija de puta, qué rápida ella y qué borracho yo) y decía "nononono"... jajajaj. Acabé la noche diciendo "nononono" como ella. Me recordaba a Hikaru cuando no me dejaba pagar los cubatas en la disco o fregarle los platos en casa. Mientras tanto, Yoko mirando de reojo y el peruano intentando torpemente llevársela al huerto. Estaba claro que el amo del gallinero esa noche era yo. Él me decía que era un cabrón, que me decidiera por una. Le dije: "mira, yo me voy mañana. Hoy son todas mías, pero a partir del lunes te las dejo de herencia". El peruano no podía creerse que un español fuera más listo que él, pero así era. Ya cuando sonó la canción "Torero" de Chayane, me puse más gentilhombre que un Caballero de la Mesa Cuadrada (en España hubiera vomitado, eso sí) y determiné que efectivamente, esa era mi noche.
El peruano acabó hasta los cojones de mí y de que esas dos guarras bailaran todo el rato conmigo o que estuvieran pendientes de con quién bailaba yo cuando estaban con él en la pista. Así que acabé yéndome a la calle con las 2 yo solo. A Kozue la manoseaba y ella me agarraba de la cintura o me cogía de la mano, pero seguía sin dejarse dar picos. Yoko cabreada, pero ahí haciéndose la japonesa toda sonriente. No podía disimular su rabia por la entonación de sus frases, por más que lo intentara. Yo me preguntaba si no me estaba perdiendo algo grande esa noche. Pero es que la hamija estaba increíble!!
La cosa acabó en que Kozue se iba a casa y le decía a Yoko que se lo había pasado muy bien conmigo y que me quería dar su email para que la próxima vez que volviera la avisara. Yo entendía 2 cosas: que tras 1 mes de cortar con su novio japonés sosainas, le había multiplicado la autoestima por 1000 y se quedó encantada y que seguramente le interese quedar conmigo a solas sin testigos. Sé casos de grupos de hamijas japonesas que se han tirado todas al mismo tío pero ninguna se lo ha contado nunca a la de al lado. Super discreto y super freak todo en este país.
Yo acabé yéndome con Yoko en la misma línea de metro, ya que vivimos cerca el uno del otro. Ahí ya la pinché para que me dijera lo que estaba pensando. Me habló de su novio, de sus preocupación por el futuro, blablabla... y que "debería tener más cuidado con mi talante cuando esté en Japón". Ooook, venga. Suéltalo. "Ya sé por dónde vas pero quiero que me lo digas. Quiero oírlo" Ella me decía que si no decía el por qué era porque me quería hacer pensar. Yo le contesté que ya sé que en Japón importa más lo que no se dice que lo que se dice, pero que si me lo decía, podía contestarle de forma más precisa. El tema es que decía que se sentía decepcionada, que lo que he hecho es una falta de respeto, que ella tiene un novio muy serio, que debía sentirme muy macho jugando con las 2 y que... "Espera, vamos a ver: estás enfadada conmigo porque te he besado o por qué exactamente?" Me dijo que si hubiera estado toda la noche sólo con ella, ok. Pero eso de besarla a ella y luego ir a por su hamija, que muy mal. Que pasa porque soy un turista y no me entero de la película, pero que en Taiwan las cosas son muy parecidas... sólo que en Japón el tema del respeto es más acentuado y que tengo que tener más cuidado y blablabla... A mí me pareció muy freak todo. Porque para empezar: si tienes un novio super serio y le quieres tanto, no te dejes comer la boca y meter mano tan fácilmente. Por otro lado, yo estoy soltero y sin compromiso y le dije que el arrimarme a su hamija era una manera de hacerle ver que "ey, nena! Tranquila, que no quiero ocupar el lugar de tu novio colombiano! Unos besitos (aunque fueran con lengua) y a otra cosa. Te libero del sentimiento de culpa haciendo el gañán con otras!" Eso está claro que le gustó porque le hizo sentirse menos sucia y débil y me dijo que ya se sentía mejor, que lo había entendido. Pero que mi modus operandi es demasiado occidental y tengo que tener más cuidado... entonces le confesé que lo de ir borrachuzo no era excusa... que lo que pasaba es que esa noche me había despedido del amor imposibe de mi vida, estaba muy triste y necesitaba "desconestar". Bueno, en fin, que le dí la vuelta a la tortilla para no perder una bonita amistad. La verdad es que físicamente no es la gran cosa, pero me gusta esta chica. Nos despedimos con 2 besos (en la mejilla) y yo me dirigí a mi línea de metro haciendo eses...
Al día siguiente me desperté a las tantas y casi perdí mi avión por 10 minutos. La cadena de catástrofes que hubieran acontecido si no volvía a Taiwan hoy iban desde encontrarme en Narita (zona que no conozco para nada, a varios km de Tokyo) sin un puto duro en el bolsillo, con mi visa caducada, sin poder comprar un billete de vuelta a Taipei hasta el miércoles o jueves y con la probable consecuencia de perder mi visado por no asistir a las clases de chino... os juro que me daba algo esta tarde corriendo por el aeropuerto. A mí y a la azafata de 60 años que vio mi horario de gathering pasado en más de hora y media que me acompañaba corriendo por los pasillos. Increíbleble... me sentí Indiana Jones de la Terminal 1, hamijos...
El viaje fue de lo más freak, porque me senté al lado de una china gorda que no paraba de toser como si tuviera la tuberculosis y que no paró de tirarse unos pedos pestilentes y mortíferos durante las 3 horas que duró el viaje. Esto debe ser la consecuencia kármica de cuernear a un hijo de Buda y el tomar a las novias japos de un panchito por el pito del sereno...
TAMAMI, I LOVE YOU
P.D: joder, yo que no quería escribir y vaya LADRILLACO que he parido... no hay nada como volver a casa!