Ok. Segunda parte:
Las opciones del menú no sólo diferenciaban el precio por el tiempo sino también por la nacionalidad de las chicas. Si querías filipinas y similares (digamos asiáticas de piel más morena), era más barato. Chinas y vietnamitas intermedio. Y (oh, sorpresa) taiwanesas y coreanas las más caras y con acceso a servicios "especiales". Le dije a Ray: "sí, he venido desde Taiwán a Macao para follarme taiwanesas... manda cojones". Ray le dijo al recepcionista: "mi amigo ya se folla todas las taiwanesas que quiere, así que vamos a querer otra cosa". El recepcionista dijo que de todas formas ahora no había taiwanesas, ni coreanas ni vietnamitas. Sólo chinas. Yo, que nunca había probado "mainlanders" aún, me pareció bien.
Una vez confirmado que ningún problema con las hijas de Mao, estuvimos esperando un par de minutos con impaciencia hasta que la puerta del servicio se abrió. Aparecieron 2 chicas con una especie de uniforme ceñido de azafata azul marino, rollo japonés. Nada de escotazos ni de tangas ni horteradas varias. Les daba a las chicas más un aspecto de trabajadoras de oficina o de algo más prestigioso que unas simples traga-sables.
El problema es que una estaba bien. La otra no. Es difícil describir físicamente a una china porque no tienen rasgos tan acusados como nosotros. Digamos que la guapa tenía unos ojazos y trasmitía dulzura. La otra no es que fuera fea, pero aparentaba más edad y le sobraban unos kilos, que también se notaban en la cara. Pero ambas parecían tener bastantes tetas y naturales, algo que no es fácil de encontrar entre las "mainlanders".
Curiosamente, ellas mismas decidieron y la guapa se sentó en mi sofá y la otra con Ray. Estas chicas no eran de Macao, así que hablaban un cantonés rudimentario y no entendían lo que Ray les decía. Entonces comprobé que mi mandarín funcionaba mejor que nunca con ellas. No sé de qué parte de China eran, pero tenían un acento claro y la pronunciación la standard, fácil de entender para mí por muy rápido que hablaran al contrario de lo que ocurre en Taiwán, que es como la diferencia entre el castellano de Castilla-León y el andaluz, por poner un ejemplo.
"¿Cómo te llamas? Le pregunté a la mía?" "Yinyin" "¿Y tú?", le dije a la de Ray. "Yangyang". Jajajaj. Sí, claro. Yinyin y Yangyang. Qué cachondas. Les hizo gracia que pillé el chiste de sus nombres falsos.
La otra se tapó la boca con la mano y dijo en chino "¡Oh! Te recuerdo! Tú eres el extranjero con esa cosa en la...". Entonces las 2 chicas se pusieron hablar entre ellas señalando el rabo de Ray y diciendo algo así como "sí, tiene un ".." ahí, jajaja". Le dije a Ray: "¿De qué están hablando? No me entero muy bien. Pero parece que ya has estado con esta chica antes". Ray Me dijo: "No me acuerdo de ella. Pero sí me debe conocer, porque sabe que tengo un piercing en la polla". Entonces la chica de Ray lo miraba haciendo ojitos y diciendo "sí, sí, me acuerdo de tí". Entonces Ray dijo: "Pues yo no. No sé quién eres. I never saw you before. ¡¡NEVER!!". Cuando dijo el "never", la chica se asustó un poco. Dio bastante mal rollo, pero ella trató de disimular. Yo mientras tenía a la mía acostada en mi sofá abrazándome y haciendo manitas. Era muy cariñosa. Cuando me miraba abría mucho los ojos, como fotografiándome con la mirada.
El caso es que la chica que me había tocado me parecía bien y así se lo dije a Ray cuando me preguntó. Pero él no estaba demasiado convencido con la suya... así que no se decidía.
Durante esos momentos de duda, mi chica nos preguntó si queríamos algo más especial que lo del menú. Por ejemplo, ir al piso de abajo, donde había una habitación más grande. Le traduje a Ray lo que decían y les preguntamos qué ventajas íbamos a tener por ir a una habitación más grande. Nos dijeron que se estaba mejor y que podíamos estar los 4 a la vez ahí. Era un servicio que sólo ofrecen las chicas de Taiwán. Pero como no había ninguna disponible en ese momento, lo podían hacer ellas por un poco menos. Nos iba a salir a unos 150 euros por barba los 90 minutos.
Ray no se decidía porque iba con un pedal del copón y su chica no le acababa de hacer. Creo que ella se dio cuenta. Por eso nos dijeron que si no queríamos estar con ellas, se iban a dormir y no había más chicas en ese momento. Ray me dijo "don´t listen them. that´s all bullshiiieeet!!". Les pregunté lo más educadamente que pude si no había más chicas que pudiéramos ver. Entonces la mía me dijo: "qué pasa, ¿que no os gustan las chinas?". Le dije que a mí sí. "Te gusto yo?", me dijo. "Sí, pero me amigo quiere pensárselo". Entonces la chica que estaba conmigo me preguntó si se quedaba conmigo y le dije que ok. La otra se fue y entonces vino el recepcionista. Ray pidió más chicas y le dijo que había una más. Ray me dijo "¿¿¿veeeeessss??? ¡Ya te dije que había más! AHAHAHAHAH..."
Yo estaba ahí con mi chica la mar de agusto, porque estaba practicando mi mandarín con ella y además nos entendíamos perfectamente. Le hice alguna pregunta, pero sin interrogarla ni hacer preguntas de retard como "te gusta tu trabajo, por qué haces esto" y demás. "Qué edad tienes?" "27" "¿Te gusta Macao?" "Así así", me dijo. "¿Cuánto hace que estás aquí?" "Dos meses"
La puerta del servicio se volvió a abrir y apareció una chica vestida de una manera bastante diferente a las 2 primeras: esta iba con una especie de vestido de bailarina de danza del vientre o de Mamachicho. No sé, pero se le veía todo el armamento. También era mucho más joven que las otras. Quizás 18 o 19 años. Tetas redondas perfectas (no sé si naturales o no, demasiado perfectas). Culo perfecto también. Quizás algo delgada para el standard mediterráneo, pero perfecta en cualquier otro sitio. Pelo castaño claro largo muy cuidado y piel canela. No parecía china, además que su mandarín era bastante elemental cuando hablaba con mi chica. Ray dijo "esta sí, esta síiiiii".
La chica de Ray era muy guapa, pero se la veía claramente incómoda y no paraba de mirar a la mía como esperando consejos de cómo tratar con un macho borracho y peludo que no le sacaba mano de encima. Es muy posible que fuera la primera vez que estaba con un occidental. O quizás llevaba poco en el negocio. Algo rollo de "vaya tela, lo que nos acaba de tocar de buena mañana". Eso sí, nada de borderíos ni malas caras en ningún momento. La chica de Ray sólo se la veía un poco estupefacta cuando éste empezaba a hablarle en inglés y a meterle mano. La mía estaba muy cómoda en la situación. Empezó a mirar por el escote del kimono de seda que llevábamos y tocando el pecho de Ray dijo "¡ohhh, cuánto pelo! ¡Es genial!" Luego me tocó a mí, pero yo no soy tan peludo y tal. Aunque más que un chino sí. Ella me buscaba las partes del cuerpo donde tenía más pelo para acariciarlo, como los antebrazos, las piernas y demás.
Todavía estábamos en los sofás, ya que Ray aún no había decidido qué servicio quería. Y yo no iba a decirlo, ya que pagaba él. Mi chica nos dijo si queríamos ir abajo a la "party room" o a habitaciones separadas. Ray dijo que eso de "party room" sonaba bien. "Vamos abajo, nos las follamos y luego cambiamos. Tu chica también me gusta". "Ok", le dije.
Mi chica nos dijo que allí abajo también podíamos beber, teníamos video, música, camas sofás, etc.
Decidido. Íbamos a la "party room". Ray dijo que nunca le habían ofrecido ese servicio antes. Y eso que había venido unas cuantas veces a este lugar. Le dije que eso era seguramente porque debía ser un servicio especial para japoneses o clientes especiales. Es algo pactado entre las chicas y nosotros porque no aparece en las opciones de la entrada. Así que hablar su idioma facilitaba mucho las cosas.
Yo no era la primera vez que hacía un trío, pero sí una cama redonda, que era lo que parecía que íbamos a acabar haciendo ahí dentro. Así que estaba entre excitado y con mariposillas en el estómago.
Las chicas dijeron que ok. Que esperáramos un momento, que se iban a preparar y ahora bajábamos todos juntos.
Al cabo de unos 5 minutos, apareció cada una con un bolsito en el que llevaban sus cosas: cremas, vaselina, vasos con hielo (?), jabón, etc.
Entramos en el lugar y era lo más parecido a una habitación de karaoke de las que hay en Taiwán. La diferencia era que había una de esas barras metálicas para strippers clavada en una mesa al lado de los sofás y, por supuesto, había una ducha y una cama. En la pantalla de plasma se veía una película porno japonesa con la actiz follando con 4 tíos a la vez. De fondo había una música mákina horrenda a todo volumen. Lo primero que le pedí a las chicas fue que bajaran BASTANTE el volumen de la música.
Ray se metió en la ducha con su chica. Yo pensaba que nos íbamos a meter ahí los 4, pero mi chica me llevó a otra habitación y nos duchamos ahí. Me enjabonó y me miraba con los ojos muy abiertos, como con curiosidad. Decía que le encantaba mi nariz. Yo entiendo que la tía está trabajando y tiene que ser amable. Pero realmente se notaba que no follan con muchos extranjeros blancos por ahí. Tampoco voy a decir que creo que le gustaba como hacen los puteros veteranos que se montan la película en la cabeza... pero esa chica sabía cómo transmitir buen rollo y no se veía como un cumplido forzado.
Cuando la vi desnuda duchándose, pude apreciar que tenía buenas tetas. Aunque el culo no me gustaba demasiado, que tenía un poco forma de pera. Le metí un poco de mano, aunque lo que quería era salir de la ducha cuanto antes, porque me estaba pelando de frío allí.
Al acabar la ducha, volvimos a la "party room". Ray no había dejado a la suya acabar de enjabonarse/le, porque ya estaban "trabajando" en la ducha. Se oían los gemidos (algo exagerados, todo hay que decirlo) y a mí me daba la risa. Lo mejor del sexo en grupo no es el sexo en sí, sino lo divertido de la situación. Al menos yo creo que puedo tener mucho mejor sexo si me centro en una sola cosa a la vez. Ahí había demasiadas distracciones.
Yinyin me hizo tumbarme en la cama mientras dejaba unos vasos al lado en el suelo y me empezó a hacer un masaje muy breve. Enseguida sustituyó las manos por la lengua. Me hizo un masaje con la lengua por todo el cuerpo. Esta chica tenía muchísima fuerza en la lengua. Realmente era capaz de apretar con ella como si fuera un dedo. Nunca me habían hecho algo así. Empezaba por el homoplato derecho hasta la pierna derecha y luego lo mismo por la izquierda. Pero lo mejor vino cuando me empezó a comer el agujero del culo.
Mientras tanto, Ray y su zorra se habían apalancado en el sofá de enfrente y estaban más o menos siguiendo el mismo procedimiento. Cuando me puse boca arriba, Yinyin se me puso encima y yo le agarré las tetas, le di varios cachetes en el culo y nos empezamos a morrear a saco. Luego me la empezó a mamar de puta madre y a pelo. De vez en cuando ella gemía demasiado para no habérsela metido aún, pero eso era lo de menos. Estaba intentando hacer que me lo pasara bien.
Luego cogió uno de los vasos del suelo. Le pregunté qué era y me dijo "hielo". Se puso varios cubitos de hielo en la boca y me la siguió mamando. No pude evitar gemir de placer. También era la primera vez que me hacían eso. Mi polla se iba poniendo moderadamente dura por momentos, aunque la excitación era máxima. De tantas distracciones, la pareja de enfrente y la novedad, me costaba empalmarme. Pero estaba disfrutando cada segundo como nadie.
Como vi que la chica la chupaba bien, que ponía caras y que me hacía disfrutar, me empecé a soltar follando su boca sin compasión mientras la cogía del pelo. La quería ahogar con mi rabo y cuando no podía más, soltaba un gemido y me miraba intensamente. Le golpeaba la cara con mi polla humedecida y se la volvía a meter en la boca. La tuve como media hora chupándomela. Mientras tanto, miraba cómo Ray y su chica se lo montaban. Era cierto que Ray llevaba no un piercing, sino una anilla de proporciones bastante interesantes incrustada en su miembro. Con un condón a medio poner, se entretenía comíendole el coño a su zorra.
La mezcla de la situación, la borrachera, las luces de discoteca girando y la música (que ya no me desagradaba tanto, porque le daba ritmo a la faena), me parecía algo inolvidable. Tenia los sentidos saturados de sensaciones. En ese momento decidí que era hora de ponerse el condón, que ella ya había dejado sutilmente a mi lado encima de la cama no sé cuándo...
Pensaba en mil posturas que hacer con ella. Pero opté por una básica, que era metérsela acostados en la cama de lado. Luego cambié levantándole una pierna para poder meterla más a fondo. La sensación de follar su coño, aunque con condón, era muy agradable. Olía bien y estaba perfectamente lubricado. Tenía algo de pelo, pero las partes clave estaban convenientemente depiladas. Desde esa postura podía ver cómo Ray empalaba a la suya con un misionero en el sofá. Yinyin de vez en cuando me tapaba los ojos para que no les mirara. Me parecía gracioso que nos metiéramos allí y luego pretendiera que no mirara. Estaba claro que lo hacía para bromear.
Me corrí enseguida. De hecho, cuando noté que me iba a correr la saqué y traté de controlarme para aguantar un poco más. Pero me fue imposible, el gusto era máximo. Me corrí en contra de mi voluntad para seguidamente volver a metérsela y poder seguir un poco más, pero no pude mantener la erección más de un par de minutos. Necesitaba descansar un poco. Pero Jesucristo ya había cambiado de postura y seguía castigando a su putilla sin piedad. Yinyin le preguntaba en chino a la otra: "¿pero todavía no se ha corrido?", "qué va", decía la otra con cara de desesperación.
Estuve mirando un rato cuando Yinyin me hizo entrar en la ducha con ella. Después salí y me di cuenta que había un balón de esos gigantes de gimnasia en un rincón del cuarto. Le dije para qué era eso. Ella se tumbó encima del balón y dijo "esto es para que me la metas así" y hacía los gestos como de follar. Qué tía más graciosa.
Me tumbé en la cama con ella y no seguimos morreando. Mientras tanto miraba cómo Ray seguía dándole cera a su diosa teen a 4 patas. Yinyin me ofreció bebida, pero no quise. Tan sólo me quería relajar un poco y quizá volver a la faena en unos minutos si me veía con ganas. Quise ir a mear y ella me llevó de la mano a los lavabos. Se puso a imitar los gemidos de su compañera bromeando. Le dije que qué era lo gracioso de eso. "Hago cuento", me dijo divertida. Como queriendo decir que todas hacen cuento menos ella, jaja. En fin... luego volvimos al cuarto, a la cama.
Después de estar un rato besándonos y acariciándonos, sentía que tenía ganas de seguir jugando un poco más. Así que la puse a chupármela otra vez. Entonces Ray dijo: "eh, vamos aunque sea a ponernos más cerca, ¿no?". Entonces se vinieron al pie de la cama y siguieron follando. Yinyin no quería estar ahí y me cogió de la mano para ir al sofá. A mí realmente no me importaba estar los 4 ahí y en un momento dado hasta cambiar de pareja. Pero aunque la de Ray estaba más buena, era más cría y no se la veía tan en el papel, salvo por los gemidos que soltaba. El feeling que me daba Yinyin era más de mi estilo.
La cogí de los pelos y la puse a mamar otra vez. Había momentos en los que me veía con fuerzas para follarla otra vez, pero finalmente desistí. La tuve un buen rato chupándomela mientas miraba al champion de Ray taladrando a la furcia, empotrándola contra la cama y haciéndola gritar como una perra. Yinyin me volvía a poner la mano en los ojos para que no mirara. "Deja de dar la brasa, que para eso los tengo delante", le dije. Yinyin le volvió a preguntar a su compañera si Ray se había corrido ya o no. Le decía "ah, ah, no sééé, ah, ah". Yinyin me dijo que como no acabara pronto, nos iban a echar de la habitación. Porque ya quedaban apenas 10 minutos de tiempo. "Oh, el tiempo... claro, cómo he podido olvidarlo..."
A los pocos minutos, Jesus Christ se debió haber corrido en toda su gloria. Paró de dar candela y se empezó a retorcer por la cama, borracho como un oso somnoliento. Pero en cuanto su chica se quiso levantar para una ducha, éste la agarró y le empezó a morder las tetas, el culo, a pegarle cachetes. Ella miraba a mi chica entre acojonada y estupefacta, pero sin dejar de sonreír. Creo que Ray les parecía algo surrealista. Y no la dejó salir de la cama. La empezó a morrear, a meter mano... mientras tanto, Yinyin miraba la película porno de la tele y me decía "guau... con 4 tíos a la vez... esa chica es increíble"... y así hasta que sonó el teléfono del "party room". Los 90 minutos ya habían llegado a su fin.
Mi chica se vistió antes y salimos nosotros primero. Ray todavía estaba robándole las bragas a su puta y pegándole en el culo con la toalla. La pobre chica no se las había visto con un putero con tanto swing como Ray en su zorra vida, jajaj.
Yinyin me dijo que yo le daba más buen rollo porque la trataba mejor. Y porque no había intentado hacer cambio de parejas ni cosas raras. Para mí podía haber dicho que el trabajo le resultó más fácil y me habría sonado igual.
Al fondo del pasillo ya había un chino esperando puntualmente nuestra salida. "Thank you", nos dijo.
Subimos las escaleras al nivel de los sofás otra vez. Ella me dió un pico y me llevó de la mano al sofá nuevamente. Ella se despidió saludando con la mano. Yo le dije "gracias". Ella hizo un gesto de desaprobación por darle las gracias. Y volvió a meterse por la puerta del servicio. En ese momento Ray subía las escaleras a trompicones agarrado a su puta. Ella no se despedía de él, se estaba escapando de él. Antes de que pudiera irse por la puerta, Ray aún tuvo tiempo de pegarle un cachete en el culo. Luego se puso a mi lado en su sofá, nos reímos un poco luego y se quedó frito en 1 minuto. Yo quizá tardé 10 minutos. Todavía estaba intentando asimilar la nueva experiencia.
Nos despertamos como 5 o 6 horas después. Nos pedimos algo de beber que queríamos apurar rápido, ya que Ray tenía que quedar con su novia antes de irse a Hong Kong y de allí a USA y Guatemala esa misma tarde.
Mientras tanto, apareció un ángel de chica vestida con un kimono corto de seda azul. Pero sólo era una masajista vietnamita de 26 años, con una carita super mona. Nada de sexo. Su mandarín era decente, así que hablé un poco con ella porque parecía simpática. Intenté que me diera su nº de móvil, pero dijo que no tenía. Sí, una polla. De todas formas, la zorra sólo quería hacernos un masaje para sacarnos más dinero. Cuando vio que sólo la estábamos vacilando, ya no estuvo tan simpática. Luego al irnos, Ray le cortó el paso e intentó algo con ella, pero la pobre chica realmente no era puta. Se acojonó un poco cuando Jesus Christ la intentó bautizar, jaja.
Fuimos a las taquillas a recoger nuestra ropa y demás. Ray pagó 3500 Patacas (casi 300 euros) por nuestra fiesta en efectivo. Luego fuimos a comer algo y nos estuvimos riendo un buen rato por el camino. Dijimos que la próxima vez, si no vamos tan borrachos y ya con más experiencia, volveremos a pillar 2 tías y haremos todas las guarradas imaginables. Igualmente, aunque no hicimos nada de lo que teníamos pensado, como primera experiencia no estuvo nada mal.
Pasamos por el cajero que había dentro de un hotel de lujo y entonces me dijo "ya verás, ya". Me dijo que por los pasillos del hotel estaba lleno de putas buscando clientes. Fue muy gracioso, porque las putas se diferenciaban de las tías normales muy fácilmente. No es que llevaran un distintivo ni nada. Bueno, sí: todas llevaban bolsitos pequeños que movían rítmicamente al caminar, la mayoría taconazos y el 90% escotazos y gastando tetazas de infarto. "Bienvenido a Macao, hamijo".
Macao no es un lugar exactamente para ir ligar. Es un sitio donde los chinos van a apostar metódicamente a los casinos (se lo toman como un trabajo y siguen sus métodos, nada de despilfarrar o gastar dinero en cosas secundarias), ya que en el resto de China el juego está prohibido por la ley. Por lo demás, está lleno de putas filipinas, indonesas y similares por todas partes, que se suman a las locales. Hay mucho mix y en el club donde trabaja mi amigo, el Cubic, se ven pivones todos los fines de semana. Las más jovencitas buscan guaperas, pero todas están buscando a un tío de pasta. He entablado conversación con algunas, bailado, metido mano y demás... pero nada de lo que he hecho hasta ahora se puede comparar a la noche loca que tuve con el champion de Ray. Así que hasta entonces, me reservaré los comentarios hasta que ocurra algo relevante.
Eso sí. Contestaré preguntas sobre el lugar si las tenéis.
P.D: por cierto: tengo la polla literalmente pelada de tanta mamada