Nuestras pifias deportivas: hilo para inútiles del deporte

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Sekhmet

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4 Jul 2009
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A mí el único deporte que me gusta practicar es el ajedrez y el billar, si es que cuentan como tal, que paso de meterme en ese terreno.

Jugando a volleyball:

Una vez jugando a volleyball, deporte en el que soy un plomo derretido, tuve un orgasmo. Pensé que mi cerebro se estaba volviendo loco y que pronto empezarían las convulsiones o yo qué sé. Me asusté y me fui, dejando a mis compañeras tiradas y alucinadas por mi unexpected clímax.

El ejercicio físico provoca orgasmos en las mujeres


Jugando a fútbol:

En el instituto jugaba a fútbol porque me gustaba el portero del equipo contrario. Lo único que hacía era el penoso paseándome por el campo cuando me dieron un pelotazo que me dejó sin conocimiento durante un par de horas.

En el gimnasio haciendo mamadas a mi vecino me caí de culo y rompí mis leggins. Las demás chicas, las bikini way of life fitness ultra healthy entrenadoras aguacate, se quedaron flipando por mi torpeza.

Una vez intentando nadar tragué más agua de la cuenta y me tuvieron que sacar a rastras.
 
Una vez en las 48 horas de futbito de mi pueblo jugando con la cuadrilla, mientras el obeso del portero (Ricardo el bola) vociferaba...

- "¡ Quitar a ese inútil !".

... Al inútil, que era yo, le pasaron el balón, le metí un punterazo y...

¡¡¡ Loooooooooooooooooooooooooooooooooooooool !!!

Ni que decir tiene que nunca más volví a jugar a "fulbito", dejé mi carrera en lo más alto.:face::26:
 
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La Shelmet esta se tiene que aburrir en casa como una mona, la puta gorda. Lleva todo el santo verano abriendo mierdahilos para pasar el rato y olvidarse de que está en casa encerrada porque no puede ir a la playa por si la confunden con un ballenato varado.
 
Siempre fui un pedazo de inútil en los deportes. Y más en mis años de EGB.

Recuerdo que al estar pancetas siempre era el último al que escogían para los equipos. Y luego me ponían en alguna parte del campo donde no me llegara una pelota ni de casualidad y así no molestara mucho.

Una vez se hizo un campeonato. Jugabamos contra equipos de diferentes colegios de los pueblos de alrededor. Pues bueno, obviamente yo era reserva porque era un patata, pero supongo que al entrenador le di pena y me mando salir.

Recuerdo unas escenas de ese partido como si hubiera sido hoy. La primera pelota que tocaba. Un compañero hizo un saque de banda. Inesperadamente me la paso a mi. Y en lugar de controlarla y hacer jugada, la volvi a tirar a banda de un patadón. Ahí se vio que no iba a ser precisamente el futuro Messi. En eso que de rebote me llegó otra pelota. Era en medio campo y como yo no sabía regatear ni a un poste de teléfonos, lo que hice fue tirar directamente a portería. Era malo de cojones, pero chutando metía unos viajes que a quien pillara en medio lo mataba. Ese disparo fue directamente a los huevos del portero rival. Casi mato a aquel pobre chaval. Todos sabemos como duele un balonazo en los huevos. Tuvieron que sustituirle porque se quedo doblado el pobre.

El partido siguio. Ibamos perdiendo de 1 gol. Faltaba poco para terminar el partido y otro insensato me paso el balón y le meti una hostia que casi me jodo el pie, cuando me la estaba pidiendo la estrella del equipo, al que había que pasarle todos los balones Vi ese balón en plan película americana a camara lenta hacia la portería. Interiormente pensaba que me iba a convertir en un héroe. Que las niñas me iban a hacer caso. Que iban a escogerme el primero la próxima vez que hubiera que formar equipos.

Pero eso solo pasa en las películas. Yo la tiré bien dirigida si, pero fue a la escuadra. Y se fue fuera. Ahí vi que iba a seguir siendo el mismo pringao toda la EGB. Que iban a seguir escogiéndome el último y que iba a seguir siendo el pancetas de clase. Encima se enfadaron conmigo por querer hacerme el héroe y no habérsela pasado a Víctor, que era el mejor.

El resumen del partido fue: un saque de banda que devolví a banda para que sacara el otro equipo, un balonazo en los huevos del portero rival y un tiro a la escuadra que se fue fuera.

Un fracaso.
 
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He intentado varias veces darle al tenis con soltura, incluso yendo a clase un par de años. Devuelvo la pelota y tal las más de las veces, pero no tengo ni de lejos la calidad necesaria ni para anticiparme y colocarme bien, ni para darle con seguridad y técnica a la pelota en un partido un poco más serio.

Rabio, pero me he rendido, porque los deportes se me dan bastante bien en general pese a mis primaveras.
 
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Una vez terminada la EGB y con 15 o 16 años un amigo me dijo que por qué no nos metíamos en el equipo de fútbol del pueblo.

Sorprendentemente había mejorado algo desde el desastre que conté antes. Lo único que yo era una especie de Puyol. Lo de marcar goles no era lo mío, lo mío era dar patadas, con lo que solía jugar de defensa. Para entrar en el equipo te hacían pruebas físicas que pasaría un paralítico sin problemas. Además en esa época estaba un poco más en forma y había dejado de comer 5 Bollycaos al día con lo que nos aceptaron en el equipo.

Por primera vez en mi vida me sentía bien conmigo mismo. No era demasiado bueno, pero jugaba de titular cuidao. Eso era ya todo un éxito. No ibamos mal en la liga, estabamos siempre entre los 3 primeros. Pero claro, siempre tiene que pasar algo que jode la cosa. El entrenador sabía que yo me calentaba y me ponía a repartir patadas cosa mala y en un partido me vio ya un poco nervioso con lo que me dijo que me cambiaba.

Ahí me vinieron a la mente las imágenes de toda la puta EGB. Mi fracaso deportivo durante todos esos años. Y dije que no, que yo no me iba. Que sacara a otro del campo, pero yo no. Pero el muy cabrón estaba emperrao en sacarme a mi, con lo que el árbitro me vino a decir educadamente que me fuera de una puta vez. Ahí se me cruzaron los cables y a lo Stoichkov no se me ocurrió otra cosa que pegarle un pisotón al árbitro con toda la mala hostia acumulada durante todos mis años de fracasos deportivos. Con tan mala suerte que luego me enteré que le rompí un dedo del pisotón.

Me fui hacia fuera del campo, el entrenador vino hacia mi en plan malas intenciones para cagarse en mis muertos supongo, con lo que tuve la segunda feliz idea de aquel maldito partido. Darle una patada en las pelotas a ese cabrón que me cambiaba injustamente.

Ni que decir tiene que fui expulsado del equipo, de la liga esa y del pueblo casi también.

Ahí terminó mi aventura en el equipo de fútbol de mi pueblo.
 
Yo siempre fui un puto crack en el deporte, ya os lo he contado. El puto amo, tenía ese espíritu que tienen los puro sangre que no dejan que ningún caballo vaya por delante de ellos. Era un niño pecoso y con soplillos que volaba como el viento, ágil como un gato, vivo y astuto como un zorro. Derrochaba energía. No era el típico gordo seboso que estaba 4 horas estudiando y 2 con los videojuegos u ordenadores de esos mierdas que habéis tenido todos vosotros de chicos. Yo era un puto desheredado de la calle, una comadreja revoltosa y eléctrica. Y bueno, luego todo aquello se esfumó, como se apaga una vela, sin saber cómo ni por qué. Y ahora soy un cascarón, mantengo los recuerdos, aunque viéndome ahora a veces me da por pensar que quizás todo sea fruto de mi imaginación y que siempre he sido el mimo mierda.
 
Perdonad mi imposible participación en este hilo, amigos.
 
¿Os he contado cuando me eligieron en un equipo top de futbosala que siempre ganaba y que equivalía al RM y que cuando me fueron a buscar a casa para decírmelo me puse muy contento porque me lo comunicaron delante de mi madre pero luego no tenía zapatillas adecuadas para jugar a fútbol sala y mi madre dijo que no se gastaba un dineral en zapatillas cuando con las camping azules de 125 ptas del mercadillo iba que me las pelaba todo el verano y me quedé ahí tristón, desilusionado, maldiciendo mi vida y jurando que nunca jamás volvería a pasar hambre? Sí, seguro que os lo he contado.
 
Ah, y esa otra de que tardé mucho en aprender a montar en bici porque cuando todos mis amigos tenían la suya yo aún tenía que ir corriendo detrás de ellos si quería mantenerme en la pandilla. Y todo porque en mi casa no había para comprar una bici al niño, y hasta bien grande no aprendí a montar con una vieja y oxidada que recabó mi padre y que engrasó un poco y arregló los pinchazos. Claro, cuando yo empezaba a dar las primeras pedaladas mis amigos ya hacían caballitos y todo, pero esto me sirvió para tener que recuperar el tiempo perdido y esforzarme para ponerme a su altura. Tuve una progresión grandísima, pasé de ir detrás de ellos corriendo con la lengua fuera a ir en cola con el tastarro y al poco tiempo ir en cabeza y marcando las rutas e itinerarios.
 
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¿Os he contado cuando me eligieron en un equipo top de futbosala que siempre ganaba y que equivalía al RM y que cuando me fueron a buscar a casa para decírmelo me puse muy contento porque me lo comunicaron delante de mi madre pero luego no tenía zapatillas adecuadas para jugar a fútbol sala y mi madre dijo que no se gastaba un dineral en zapatillas cuando con las camping azules de 125 ptas del mercadillo iba que me las pelaba todo el verano y me quedé ahí tristón, desilusionado, maldiciendo mi vida y jurando que nunca jamás volvería a pasar hambre? Sí, seguro que os lo he contado.

Si tienes que inventarte algo, que sea algo acorde al hilo. Aquí hay que hablar de negados en algún deporte.
 
A nadar también aprendí tarde, porque mis amigos iban al río o la piscina a bañarse con sus padres y a mí el mio solo me llevaba a la parcela para barrer las corralejas y sacar los huevos del gallinero. Y creo que me desvirgué y aprendí a nadar más o menos por la misma fecha, a los 25 tacos. Todo muy triste, la verdad.
 
A nadar también aprendí tarde, porque mis amigos iban al río o la piscina a bañarse con sus padres y a mí el mio solo me llevaba a la parcela para barrer las corralejas y sacar los huevos del gallinero. Y creo que me desvirgué y aprendí a nadar más o menos por la misma fecha, a los 25 tacos. Todo muy triste, la verdad.

Has pensado alguna vez que podrías haber despuntado en algún deporte, sólo que nunca tuviste la ocasión de comprobarlo?
 
A nadar también aprendí tarde, porque mis amigos iban al río o la piscina a bañarse con sus padres y a mí el mio solo me llevaba a la parcela para barrer las corralejas y sacar los huevos del gallinero. Y creo que me desvirgué y aprendí a nadar más o menos por la misma fecha, a los 25 tacos. Todo muy triste, la verdad.

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Joder, ¿qué habéis hecho con Senbei? Le iba a contestar que seguramente no hubiese despuntado porque me crié en un pueblo pequeño y mis rivales no eran tampoco gran cosa. Pero sí que tenía ese algo de querer ganar siempre que era lo que hacía que sacase fuerzas de donde no las había y que hundía a mis rivales. Y eso no creo que se aprenda en ninguna escuela, eso se tiene o no se tiene. Yo lo tuve, ya no, ya me da igual que todos me adelanten por la derecha.
 
Ah, y esa otra de que tardé mucho en aprender a montar en bici porque cuando todos mis amigos tenían la suya yo aún tenía que ir corriendo detrás de ellos si quería mantenerme en la pandilla. Y todo porque en mi casa no había para comprar una bici al niño, y hasta bien grande no aprendí a montar con una vieja y oxidada que recabó mi padre y que engrasó un poco y arregló los pinchazos. Claro, cuando yo empezaba a dar las primeras pedaladas mis amigos ya hacían caballitos y todo, pero esto me sirvió para tener que recuperar el tiempo perdido y esforzarme para ponerme a su altura. Tuve una progresión grandísima, pasé de ir detrás de ellos corriendo con la lengua fuera a ir en cola con el tastarro y al poco tiempo ir en cabeza y marcando las rutas e itinerarios.
Yo tenía bicicleta pero no tenía con quien jugar.
 
Verruga tiene una vida más llena de fracasos aún que la mía.

Es bueno ver que a alguien le ha ido peor.

Me alegro. Jodete.
 
Dios le da pan a quien no tiene dientes, amigo Jaén.
 
Última edición por un moderador:
No, lo que pasa es que tú siempre serás un perdedor frente a mí. Por eso te voy ganando en dar pena, porque yo siempre gano.
 
De pequeño jugaba de portero y era ágil como un gato, pero aún me persigue alguna cantada en sueños. Me acuerdo de un balón raso y lento que era agacharse y cogerlo, hice el movimiento y levante un balón imaginario, cuando me di la vuelta e intenté tirarme y que no traspasase la línea, ya sólo pude tocarlo mientras entraba a cámara lenta y me moría de verguenza.
 
Como se enteren en el Putas pronto hacen paralelismos con una simple copia que había que hacer y se hizo solo imaginaria mientras a tus espaldas se perdían lentamente años y años de expes.
 
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