Jose David
Clásico
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- 2 Jul 2006
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Buenas…
Muchas veces en este último año he referido en diversos hilos que llevo bastante tiempo sin entrar a las tías (al menos, no para ligar), y manifestando mi opinión básica en este tema:
“Ante innumerables rechazos, lorealismos varios, contestaciones bordes, indiferencia en plena cara o sencillamente una declinación absoluta de comunicación, no entraré más a una mujer. La que quiera algo conmigo, que se lo curre ella, que más fácil lo tendrá”.
Aunque las probabilidades de que esto ocurra son muy bajas (debido principalmente a que están muy mal acostumbradas y reciben cien “abordajes” diarios en todos sus quehaceres cotidianos, por no hablar ya del típico sábado noche en un pub), siempre será mejor esperar a que ella de muestra de interesarse (y suele pasar, invariablemente, cuando uno está centrado en sus cosas y ni tan siquiera se ha fijado en la chica en cuestión), y al menos ahí hay una posibilidad real de ligar, o de lo que sea.
Esto las mujeres lo hacen de una manera solapada. Digamos que esencialmente lo que hacen es “ponerse a tiro”, reclamar la atención para que se fijen en ella, y esperar a que él haga todo el trabajo.
Bien, por razones que no vienen ahora al caso, el hecho es que en los últimos años, las pocas que han reclamado mi atención de alguna forma, esperando que yo les entre y me esfuerce en ligármelas, han recibido a cambio lo que no esperaban. Es decir, nada de nada. Vamos, que he pasado completamente de currarme la “seducción”.
Ejemplos varios:
Supongo que el más típico y abundante que me ha pasado (repito, a mi me pasa muy poco, pero de vez en cuando acontece) es el de las chavalitas así no especialmente atractivas que en un pub o zona de esparcimiento nocturna se ponen al lado del grupito con el que estoy.
Cambiamos de sitio, y ellas detrás, pero no hacen nada, ni nos miran, directamente esperan a que les entremos. Y como no salgo con el perfil de tíos ligones, sino más bien con Hombres de Boston, pues al poco se marchan.
Otro caso curioso es cuando en una cafetería o lugar de reunión, la comunicación es fluida y expreso mi opinión en algún tema concreto, reclamando al parecer la atención de alguna. Una vez el grupito se disuelve, y cual alumna al final de la clase que se acerca a comentarle algo al profesor…
Alguna: Oye, que me ha parecido muy interesante lo que has dicho. (en fin... )
JD: Gracias.
Alguna: Esto… y ese libro que has mencionado, lo tienes.
JD: Si si, es muy conocido, en cualquier librería lo tendrán.
Alguna: Es que la librería de aquí es muy mala y seguro que no lo tienen, ¿me lo puedes prestar?
JD: Dame un papel y un boli.
Alguna: (presurosa busca papel y boli y me lo ofrece, también, y extrañamente para un no entendido, sostiene su móvil en la mano derecha)
JD: (tras escribir algo en el papel) Aquí tienes, ya que tienes Internet, escribe esto en el google y te puedes descargar el libro gratis. (sonrisilla inside)
Alguna: ¿Te apunto mi msn por si tengo alguna duda?
JD: No tengo Internet en casa. Un bechi.
Y pongo otro ejemplo, dejando ya muy claro que el lorealismo se contagia:
Ella: Hola.
JD: Adios.
La cosa es que efectivamente, en ocasiones, los hombres estamos ya tan hasta los huevos de todo, que cuando alguna da muestras de dejar que la seduzcamos, la rechazamos.
No sé si seré un bicho demasiado raro, o si os han pasado casos en que habéis rechazado alguna, por motivos tan varios como que simplemente no os gusta, no os conviene porque tenéis pareja, no tenéis la más mínima gana en ese momento de vuestra vida de ligar, o simplemente estáis quemados y ya no queréis nada excepto tener la oportunidad de ser vosotros los que mandéis a la mierda a alguna, en plan: “lo que siembras recogerás”.
Hay quien dirá que eso es desaprovechar las oportunidades y tal, pero sinceramente, a mí en ese momento me ha parecido el comportamiento más… sabio, por decirlo así.
Así que esto va de dicho asunto ¿Habéis tenido experiencias en que rechazáis a una chica? ¿Porqué motivo?
Muchas veces en este último año he referido en diversos hilos que llevo bastante tiempo sin entrar a las tías (al menos, no para ligar), y manifestando mi opinión básica en este tema:
“Ante innumerables rechazos, lorealismos varios, contestaciones bordes, indiferencia en plena cara o sencillamente una declinación absoluta de comunicación, no entraré más a una mujer. La que quiera algo conmigo, que se lo curre ella, que más fácil lo tendrá”.
Aunque las probabilidades de que esto ocurra son muy bajas (debido principalmente a que están muy mal acostumbradas y reciben cien “abordajes” diarios en todos sus quehaceres cotidianos, por no hablar ya del típico sábado noche en un pub), siempre será mejor esperar a que ella de muestra de interesarse (y suele pasar, invariablemente, cuando uno está centrado en sus cosas y ni tan siquiera se ha fijado en la chica en cuestión), y al menos ahí hay una posibilidad real de ligar, o de lo que sea.
Esto las mujeres lo hacen de una manera solapada. Digamos que esencialmente lo que hacen es “ponerse a tiro”, reclamar la atención para que se fijen en ella, y esperar a que él haga todo el trabajo.
Bien, por razones que no vienen ahora al caso, el hecho es que en los últimos años, las pocas que han reclamado mi atención de alguna forma, esperando que yo les entre y me esfuerce en ligármelas, han recibido a cambio lo que no esperaban. Es decir, nada de nada. Vamos, que he pasado completamente de currarme la “seducción”.
Ejemplos varios:
Supongo que el más típico y abundante que me ha pasado (repito, a mi me pasa muy poco, pero de vez en cuando acontece) es el de las chavalitas así no especialmente atractivas que en un pub o zona de esparcimiento nocturna se ponen al lado del grupito con el que estoy.
Cambiamos de sitio, y ellas detrás, pero no hacen nada, ni nos miran, directamente esperan a que les entremos. Y como no salgo con el perfil de tíos ligones, sino más bien con Hombres de Boston, pues al poco se marchan.
Otro caso curioso es cuando en una cafetería o lugar de reunión, la comunicación es fluida y expreso mi opinión en algún tema concreto, reclamando al parecer la atención de alguna. Una vez el grupito se disuelve, y cual alumna al final de la clase que se acerca a comentarle algo al profesor…
Alguna: Oye, que me ha parecido muy interesante lo que has dicho. (en fin... )
JD: Gracias.
Alguna: Esto… y ese libro que has mencionado, lo tienes.
JD: Si si, es muy conocido, en cualquier librería lo tendrán.
Alguna: Es que la librería de aquí es muy mala y seguro que no lo tienen, ¿me lo puedes prestar?
JD: Dame un papel y un boli.
Alguna: (presurosa busca papel y boli y me lo ofrece, también, y extrañamente para un no entendido, sostiene su móvil en la mano derecha)
JD: (tras escribir algo en el papel) Aquí tienes, ya que tienes Internet, escribe esto en el google y te puedes descargar el libro gratis. (sonrisilla inside)
Alguna: ¿Te apunto mi msn por si tengo alguna duda?
JD: No tengo Internet en casa. Un bechi.
Y pongo otro ejemplo, dejando ya muy claro que el lorealismo se contagia:
Ella: Hola.
JD: Adios.
La cosa es que efectivamente, en ocasiones, los hombres estamos ya tan hasta los huevos de todo, que cuando alguna da muestras de dejar que la seduzcamos, la rechazamos.
No sé si seré un bicho demasiado raro, o si os han pasado casos en que habéis rechazado alguna, por motivos tan varios como que simplemente no os gusta, no os conviene porque tenéis pareja, no tenéis la más mínima gana en ese momento de vuestra vida de ligar, o simplemente estáis quemados y ya no queréis nada excepto tener la oportunidad de ser vosotros los que mandéis a la mierda a alguna, en plan: “lo que siembras recogerás”.
Hay quien dirá que eso es desaprovechar las oportunidades y tal, pero sinceramente, a mí en ese momento me ha parecido el comportamiento más… sabio, por decirlo así.
Así que esto va de dicho asunto ¿Habéis tenido experiencias en que rechazáis a una chica? ¿Porqué motivo?