Sucede que uno llega a una edad y pasan dos cosas. La primera, tu ímpetu y feronomas no son las mismas, la fuerza que mueve la vida ya no es tan intensa en tí. Segunda, llevas demasiada mochila emocional para encontrar a alguien que surja algo bonito, y a su vez, las de tu target, tienen una mochila emocional aún peor que la tuya.
Game over.