Libros POESÍA (nuestros poemas preferidos)

En homenaje a Caco3, al cual denoto
perceptiblemente algo apasionado de ese duelo entre conceptualismo y
culteranismo 'Q & G' para los amigüos,

Hombre, se agradece el detallito, aunque yo lo tengo claro: me gusta Quevedo; y
me causa un poco de indiferencia Góngora, aunque tenga algunos poemas que me
gustan mucho. Eso sí, ni conceptismo ni culteranismo: mi ideal poético es Lope.

coloco algún poema de cada uno para si se
precia, comparación a posteriori por los insignes foreros

Lo que voy a hacer es replicarte con poemas de ambos escritores que tratan los
mismos temas, pero cambiando los roles: una letrilla de Góngora contra la
riqueza (que es muy conocida); y un romance de Quevedo sobre la Corte (que
quizás no lo sea tanto, pero que a mí me gusta mucho)

Si Quevedo rebuznó:
Mejor me sabe en un cantón la sopa

Góngora rebuznó:
Ándeme yo caliente
Y ríase la gente.


Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.

Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.

Coma en dorada vajilla
El príncipe mil cuidados,
Cómo píldoras dorados;
Que yo en mi pobre mesilla
Quiero más una morcilla
Que en el asador reviente,
Y ríase la gente.

Cuando cubra las montañas
De blanca nieve el enero,
Tenga yo lleno el brasero
De bellotas y castañas,
Y quien las dulces patrañas
Del Rey que rabió me cuente,
Y ríase la gente.

Busque muy en hora buena
El mercader nuevos soles;
Yo conchas y caracoles
Entre la menuda arena,
Escuchando a Filomena
Sobre el chopo de la fuente,
Y ríase la gente.

Pase a media noche el mar,
Y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su Dama;
Que yo más quiero pasar
Del golfo de mi lagar
La blanca o roja corriente,
Y ríase la gente.

Pues Amor es tan cruel,
Que de Píramo y su amada
Hace tálamo una espada,
Do se junten ella y él,
Sea mi Tisbe un pastel,
Y la espada sea mi diente,
Y ríase la gente.

Si Góngora rebuznó:
Llegué a Valladolid; registré
luego

Quevedo rebuznó:
(De memoria el comienzo, porque no la encuentro en internet)

A la Corte vas, Perico,
niño, a la corte te llevan
tu mocedad y tus pies;
Dios de su mano te tenga.
Fiado vas en tu talle,
caudal haces de tus piernas,
dientes muestras, manos das,
dulce miras, tieso huellas.
Mas si allá quieres holgarte,
hazme merced que en la venta
primera trueques tus gracias
por cantidad de monedad:
la mejor facción del hombre
es la bolsa grande y llena.
[...]

Me encanta esa sentencia de Quevedo, eterna como todas las clásicas: "la mejor
facción del hombre es la bolsa grande y llena".
 
Góngora rebuznó:
Ándeme yo caliente
Y ríase la gente.

*Soneto quevediano*

Para, si subes; si has llegado, baja;
que ascender a rodar es desatino;
mas si subiste, logra tu camino,
pues quien desciende de la cumbre, ataja.

Detener de Fortuna la rodaja,
a pocos concedió poder divino;
y si la cumbre desvanece el tino,
también, tal vez, la cumbre de desgaja.

El que puede caer, si él se derriba,
ya que no se conserva, se previene
contra el semblante de la suerte esquiva.

Y pues nadie que llega se detiene,
tema más quien se mira más arriba;
y el que subió, por quien rodando viene.

*******************************

De este soneto me quedo con dos cositas:

I) Siempre he denotado, y mucho más en los sonetos de Quevedo, esas comas, ';' o simplemente '.' , indicando una pausa en el camino, y preparándose para afrontar el siguiente verso. Pero en este soneto, no sé si de forma premeditada, queriendo decir algo al lector, o de forma aleatoria, un verso acaba sin nada, al más puro estilo culterano de Góngora. Repito que es sólo una apreciación nimia.

ya que no se conserva, se previene
contra el semblante de la suerte esquiva.

II) El último verso, que a mí, particularmente, me agrada bastante.

Y pues nadie que llega se detiene,
tema más quien se mira más arriba;
y el que subió, por quien rodando viene.


Quevedo rebuznó:
A la Corte vas, Perico,
niño, a la corte te llevan
tu mocedad y tus pies;

Cuando veo eso, siempre se me viene a la cabeza aquello de:

Postrado bajo yermos antiguos,
vieja luna, la corte vió venir;
De su alma pura, sin gustos,
la palma de la mano salir.


Postdata: ¿podría recomendarme algo de Lope? apenas he leído nada sobre él/de él, por lo que me gustaría indagar en el tema.
 
Antes de contestar. Olvidábaseme de decir cómo la biblioteca Cervantes Virtual tiene una grabación sonora de la letrilla de Góngora recitada por Rafael Taibo. No es su mejor recitación, pero da igual, porque este hombre tiene una voz prodigiosa:

Ándeme yo caliente [grabación sonora]

Para, si subes; si has llegado, baja;
[...]
De este soneto me quedo con dos cositas:

Un soneto sobre la variabilidad de la rueda de la Fortuna. Bastante bueno, además. En fin a ver qué cosas:

I) Siempre he denotado, y mucho más en los sonetos de Quevedo, esas comas, ';' o simplemente '.' , indicando una pausa en el camino, y preparándose para afrontar el siguiente verso. Pero en este soneto, no sé si de forma premeditada, queriendo decir algo al lector, o de forma aleatoria, un verso acaba sin nada, al más puro estilo culterano de Góngora. Repito que es sólo una apreciación nimia.

Te pasas sospechando cosas. Por supuesto que al final de los versos es muy común que haya comas, puntos y comas y puntos; ya que significan una pausa y, precisamente, al final de verso se hace una pausa al recitar. Tal circunstancia lo único que significa es que no hay encabalgamiento. Pero el que un final de verso carezca de esos signos de puntuación tampoco tiene que suponer forzosamente que lo haya. De hecho en este caso, no lo hay

ya que no se conserva, se previene
contra el semblante de la suerte esquiva.

se hace de forma muy natural la pausa entre "previene" y "contra el semblante".

Así que el que haya o no comas a final de verso no es signo de culteranismo, ni de conceptismo ni de ninguna corriente literaria en general.

El último verso, que a mí, particularmente, me agrada bastante.

En realidad yo diría que el tercero último completo que es el que tiene la carga significativa. Sí es un buen final.

Ya que tratamos sobre la fortuna, a mí la pieza más elegante, lucida, elocuente y bella sobre el voltear caprichoso de la rueda de la fortuna es el comienzo del Canto II de la Primera Parte de La Araucana, de Alonso de Ercilla y Zúñiga:

Muchos hay en el mundo que han llegado
a la engañosa alteza desta vida,
que Fortuna los ha siempre ayudado
y dádoles la mano a la subida;
para después de haberlos levantado,
derribarlos con mísera caída,
cuando es mayor el golpe y sentimiento
y menos el pensar que hay mudamiento.

No entienden con la próspera bonanza
que el contento es principio de tristeza,
ni miran en la súbita mudanza
del consumidor tiempo y su presteza;
mas con altiva y vana confianza
quieren que en su fortuna haya firmeza,
la cual, de su aspereza no olvidada,
revuelve con la vuelta acostumbrada.

Con un revés de todo se desquita,
que no quiere que nadie se le atreva,
y mucho más que da siempre les quita,
no perdonando cosa vieja y nueva;
de crédito y de honor los necesita
que en el fin de la vida está la prueba,
por el cual han de ser todos juzgados
aunque lleven principios acertados.

Del bien perdido, al cabo, ¿qué nos queda
sino pena, dolor y pesadumbre?
Pensar que en él Fortuna ha de estar queda,
antes dejará el sol de darnos lumbre:
que no es su condición fijar la rueda
y es malo de mudar vieja costumbre;
el más seguro bien de la Fortuna
es no haberla tenido vez alguna.

Majestuosos versos. Los que más me gustan de La Araucana, sin duda. De lectura obligatoria para los confiados y los venturosos. Los dos últimos versos:

el más seguro bien de la Fortuna
es no haberla tenido vez alguna.

son un adagio que merece fama eterna.

¿podría recomendarme algo de Lope?

Me lo pones especialmente difícil, porque a mí me entusiasma y es el escritor más prolífico de las letras españolas y muy posiblemente de las universales.

Veamos, si lo que te atrae es estrictamente la poesía, y no el teatro, échale una lectura a los 200 sonetos de sus Rimas, que los puedes encontrar en wikisource, aunque siempre es mejor encontrar un libro impreso. Son 200 sonetos y ninguno es menos que excelente. Te dejo dos muestras aquí para que hagas boca.

La primera, quizás, la conozcas; es una definición de amor a base de contrarios y, para mí, el más gentil y bello de los hijos españoles que ha parido la Rima CXXXIV del Cancionero de Petrarca:

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor: quien lo probó lo sabe.

Aquí grabación sonora de Rafael Taibo.

Y la segunda. Un soneto dedicado a la noche. Uno de esos sonetos que Lope era capaz de empezar a acabar ya desde el primer verso. Maravilloso:

Noche, fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista
los montes llanos y los mares secos;

habitadora de cerebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos:

la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.

Que vele o duerma, media vida es tuya:
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.

Aquí la grabación sonora de Rafael Taibo.

Podría también aconsejarte las Rimas Sacras pero veo que el mensaje se me está alargando demasiado. Eso sí, también puedes intentar leer La Dorotea, la mejor de las imitaciones de La Celestina y que tiene intercalada versos tan bellos como aquel romance que dice:

A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.

¡No sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!

Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.

Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.

De cuantas cosas me cansan,
fácimente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.

El dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento,
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.

La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo,
su locura en su arrogancia,
mi humildad en su desprecio.

O sabe naturaleza
más que supo en otro tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.

Sólo sé que no sé nada,
dixo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.

No me precio de entendido,
de desdichado me precio,
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?

No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.

Señales son del jüicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más
otros por cartas de menos.

Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres
que desde entonces no ha vuelto.

En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los extraños
y la de cobre los nuestros.

¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?

Dixo Dios que comería
su pan el hombre primero
con el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento,

y algunos inobedientes
a la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.

Virtud y filosofía
peregrina como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.

Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento;
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.

Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.

Mirando estoy los sepulcros
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.

¡Oh, bien haya quien los hizo,
porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños!

Fea pintan a la envidia,
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.

Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir
piden prestado el tintero.

Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones, ni pleitos.

Ni mumuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, afirmaron
parabién, ni pascua dieron.

Con esta envidia que digo
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
 
Unos versos de josé Luis Alegre






3
La tierra.
El agua.
El barro.
La mano forma el espíritu.
La vasija de mujer.
El báculo de hombre.
Se romperán.
Se quebrará el mundo.
Y las estrellas se apagarán.
Bendito el día de la creación.
El agua, la tierra, el barro.
La mano olímpica.












4
Me parece interesante
un buen poema.
Daría por él la vida
eterna.
Miento, no hay un buen poema.
Lo que hay es una pena.
Dos o tres han sido poetas
Poetas. No sé quienes son.
No doy por nadie la vida eterna.















5
La familia.
El padre.
La madre.
Los hermanos.
Los suegros.
Esto sí que es una simple
familia.
Mucho sexo y bastante
economía. Poco corazón.















6
Estamos tratando del existir
o del ser.
(qué metafísica)
y lo maltratamos
hasta deja en cueros el cuero.
Los héroes se hacen filósofos
Y los héroes se hacen locos.
La vencemos.
Hace ya siglos
en Oriente y occidente.
Léase Cristo.
Léase Buda.
Léase Engels.











7
Me parece que ha llegado
la hora
de la venganza.
Tenemos convicciones
Por las que morir y matar.
Nada más.
Nada menos.
Me parece.
Vendrá el medio fin del mundo.
Las ratas sobrevivirán.
Los humanos, sobre las aguas.
Al fin, al fin.
Los sinvergüenzas
al poder.
La hora de la venganza.









8
Algunos yacen
en su tumba.
Poco a poco
Resucitan.
(Que nadie diga que inventen)
No diré más.


















9
Esto es un poema.
Y esto es su lengua.
Y esto su dentadura.
El paladar, esto.
Y esto, esto.
Un poema es algo muy vivo.
Un poema es más que un poema.
Y menos que un poema no hay
nada.















10
Fusilamientos.
Variedad.
Colorido de luz y sangre.
Esto debería ser un poema
y es un mal cuadro.
Un mal cuadro.
Fusilamientos
2 de Mayo
















11
Hemos dicho
que un elefante
es un elefante.
Que el mundo es uno.
Etc.
Quede constancia
que lo hemos dicho.
Es muy importante
Que lo hayamos dicho.
Allí estábamos nosotros
en defensa del elefante
y del mundo.
Hay religiones que basan su esencia
en la esencia
de los elefantes. Y su mundo.









12
Tú tienes una bella hija.
Los dioses dijeron:
Morirá la niña
para que papá gane los negocios.
Sin padre...
Esta historia me suena
a Agamenón que ofreció a Ifigenia
a los dioses. La mató. Fue a
Troya. Ganó. Regresó. Lo esperaba
Clitemnestra. Lo vengó. Etc. El hijo
Orestes está obligado a matar
a su madre por matar a su padre.
La tragedia de cada día
dánosla hoy, pero qué pan de largo.
Silencio un nombre de los muertos.
Sobran oráculos en pleno siglo XXI.








13
En la mañana triste de Febrero.
Ese pobre mendigo
está muriendo helado
como el hielo tranquilo.
Se diría que no muere,
que le tiemblan las rimas y los ritmos
como el hielo crujiente.
Es bueno que la forma
se rompa. Igual que el lenguaje
cruje.
En la mañana triste de Febrero,
ese pobre mendigo,
se diría que no muere,
que le tiemblan las rimas gloriosas.
Es bueno que la forma se rompa.









14
En la isla.
Aislados.
Solos.
En soledad no amena.
Llevo dos años solo.
No me he muerto ni de hambre
ni de pena ni de mano animal.
Yo que llevé vida de sociedad
en París y NYC.
Otro día de esperanza.
Ojalá me muriera.
Lo que me espera.
¡Lo que me espera!











15
Moisés.
Sacaron al pueblo
de Egipto.
Eso es sencillo.
Lo poderoso es el lenguaje.
Los diez mandamientos.
En el lenguaje está el poder.
Que así sea.
Que así se cumpla.















16
Hemos visto la estrella luminosa.
Tres reyes.
Anochece.
No vuelve la estrella.
Llueve.
Desorientados.
El fin de su viaje.
Dando tumbos están con el portal de Belén.
Ha llovido. Se acercan a la vaca. Hacen
un solo cuerpo. Por un momento
la humanidad está en paz.
Y digo yo ¿no es esto una historia?
¿o es un cuento?











17
Excavaciones.
Fusiles
Avergonzados,
que fusilaron
a familiares.
Nadie se pone de guerra
ni de acuerdo.
Nadie apretó el gatillo.
Tampoco los enemigos.
Excavaciones.
Mejor no mover la tierra.













18
Tengo sueño.
El sueño me tiene.
¿Cuándo despertaremos?
Nunca.
Un sueño en la vida.
La muerte es un sueño.
Suena hasta bien.
Bello.
Este es el mejor de los mundos.
Ni soñado.
Estoy soñando.













19
Esta noche
he conocido
a un tal Hamlet.
Nació en casa de Shakespeare.
Es mucho decir que lo he conocido.
Un día dije que conocí a Don Quijote
y a Lord Byron.
Muy atrevido soy yo.
Yo no conozco a nadie.
Todo lo más lo supongo.
Hamlet me ha parecido un loco.
Don Quijote, un santo.
Lord Byron, un caótico.
Amén.
 
Dejo un "caligrama", que quiere decir "escritura bonita". En las vanguardias hacían mucho eso, les daban formas como de fuente, coche, bombilla... y hacían temas relacionados con cosas que consideraban futuristas: los bólidos, la electricidad...

En la escuela, cuando estudiamos la vanguardia, lo único que recuerdo de aquellas clases es este poema (El espantapájaros). Flasheé con Girondo.


ilus12.jpg


De Oliverio Girondo.
 
Hojas de hierba (fragmento)

¿Que yo me contradigo?
Pues sí, me contradigo. Y, ¿qué?
(Yo soy inmenso, contengo multitudes.)
Me dirijo a quienes tengo cerca y aguardo en el umbral:
¿Quién ha acabado su trabajo del día? ¿Quién terminó su cena?
¿Quién desea venirse a caminar conmigo?
Os vais a hablar después que me haya ido, cuando ya sea muy tarde para todo?

Ya he dicho que el alma no vale más que el cuerpo,
Y he dicho que el cuerpo no vale más que el alma,
Y que nada, ni Dios, es más grande para uno que uno mismo,
Que aquel que camina sin amor una legua siquiera, camina amortajado hacia su propio funeral,

Que tú o yo, sin tener un centavo, podemos adquirir lo mejor de este mundo,
Que el mirar de unos ojos o el guisante en su vaina confunden el saber que los tiempos alcanzan,

Que no hay oficio ni profesión tan bajos que el joven que los siga no pueda ser un héroe,
Que el objeto más frágil puede servir de eje a todo el universo,
Y digo al hombre o mujer que me escucha:
“Que se eleve tu alma tranquila y sosegada ante un millón de mundos.”
Y digo a la humanidad: “No te inquietes por Dios,
Porque yo, que todo lo interrogo, no dirijo mis preguntas a Dios,
(No hay palabras capaces de expresar mi postura tranquila ante Dios y la muerte.)
Escucho y veo a Dios en cada cosa, pero no le comprendo,
Ni entiendo que haya nada en el mundo que supere a mi yo.
¿Por qué he de desear ver a Dios mejor de lo que ahora le veo?
Veo algo de Dios cada una de las horas del día, y cada minuto que contiene esas horas,
En el rostro de los hombres y mujeres, en mi rostro que refleja el espejo, veo a Dios,
Encuentro cartas de Dios por las calles, todas ellas firmadas con su nombre,
Y las dejo en su sitio, pues sé que donde vaya
Llegarán otras cartas con igual prontitud.

De Walt Whitman
 
Dado que este hilo parece un poquito muerto, intentaré revivirlo. Y para ello, nada mejor que otro poema (ya puse uno) de Emily Dickinson (1830-1886).



461

Una Esposa - seré al romper el Día -
Amanecer - ¿Tienes una Bandera para mí?
A Medianoche, soy sólo una Doncella,
Qué poco tiempo lleva el hacer una Novia -
Y así - Medianoche, he pasado de ti
Al Este, a la Victoria -

Medianoche - ¡Buenas Noches! Les oigo llamar,
Los Ángeles meten bulla en la Entrada -
Lentamente mi Futuro sube por la Escalera,
Manoseo el devocionario de mi Infancia
Qué pronto nunca más ya seré Niña -

Eternidad, ya voy - Señor,
Salvador - ¡ya he visto el rostro - antes!




A Wife - at Daybreak I shall be -
Sunrise - Hast thou a Flag for me?
At Midnight, I am but a Maid,
How short it takes to make a Bride -
Then - Midnight, I have passed from thee
Unto the East, and Victory -

Midnight - Good Night! I hear them call,
The Angels bustle in the Hall -
Softly my Future climbs the Stair,
I fumble at my Childhood's prayer
So soon to be a Child no more -

Eternity, I'm coming - Sir,
Savior - I've seen the face - before!



Más en https://www.online-literature.com/dickinson/
 
es

Cae el caos anclado en coso
Roto el ritmo raso de un rojo
Paloma que lava la lana lisa
Compete la pía plana con prisa
Serbal con vara cabal que viene
Por la senda seca que siente
La ceniza que nada nieva
En febrero de balsas y bandas
Pienso que pasa y espanta
Y la toga trama que tantas
Desdichas mordidas de damas
Tocadas en casas estucadas
Con esperma de plomo y esparto
Vienen con balas salvadas
De manto muerto de amianto
 
La carta en el camino

Adiós, pero conmigo
serás, irás adentro
de una gota de sangre que circule en mis venas
o fuera, beso que me abrasa el rostro
o cinturón de fuego en mi cintura.
Dulce mía, recibe
el gran amor que salió de mi vida
y que en ti no encontraba territorio
como el explorador perdido
en las islas del pan y de la miel.
Yo te encontré después
de la tormenta,
la lluvia lavó el aire
y en el agua
tus dulces pies brillaron como peces.

Adorada, me voy a mis combates.

Arañaré la tierra para hacerte
una cueva y allí tu Capitán
te esperará con flores en el lecho.
No pienses más, mi dulce,
en el tormento
que pasó entre nosotros
como un rayo de fósforo
dejándonos tal vez su quemadura.
La paz llegó también porque regreso
a luchar a mi tierra,
y como tengo el corazón completo
con la parte de sangre que me diste
para siempre,
y como
llevo
las manos llenas de tu ser desnudo,
mírame,
mírame,
mírame por el mar, que voy radiante,
mírame por la noche que navego,
y mar y noche son los ojos tuyos.
No he salido de ti cuando me alejo.
Ahora voy a contarte:
mi tierra será tuya,
yo voy a conquistarla,
no sólo para dártela,
sino que para todos,
para todo mi pueblo.
Saldrá el ladrón de su torre algún día.
Y el invasor será expulsado.
Todos los frutos de la vida
crecerán en mis manos
acostumbradas antes a la pólvora.
Y sabré acariciar las nuevas flores
porque tú me enseñaste la ternura.
Dulce mía, adorada,
vendrán conmigo a luchar cuerpo a cuerpo
porque en mi corazón viven tus besos
como banderas rojas,
y si caigo, no sólo
me cubrirá la tierra
sino este gran amor que me trajiste
y que vivió circulando en mi sangre.
Vendrás conmigo,
en esa hora te espero,
en esa hora y en todas las horas,
en todas las horas te espero.
Y cuando venga la tristeza que odio
a golpear a tu puerta,
dile que yo te espero
y cuando la soledad quiera que cambies
la sortija en que está mi nombre escrito,
dile a la soledad que hable conmigo,
que yo debí marcharme
porque soy un soldado,
y que allí donde estoy,
bajo la lluvia o bajo
el fuego,
amor mío, te espero,
te espero en el desierto más duro
y junto al limonero florecido:
en todas partes donde esté la vida,
donde la primavera está naciendo,
amor mío, te espero.
Cuando te digan «Ese hombre
no te quiere», recuerda
que mis pies están solos en esa noche, y buscan
los dulces y pequeños pies que adoro.
Amor, cuando te digan
que te olvidé, y aun cuando
sea yo quien lo dice,
cuando yo te lo diga,
no me creas,
quién y cómo podrían
cortarte de mi pecho
y quién recibiría
mi sangre
cuando hacia ti me fuera desangrando?
Pero tampoco puedo
olvidar a mi pueblo.
Voy a luchar en cada calle,
detrás de cada piedra.
Tu amor también me ayuda:
es una flor cerrada
que cada vez me llena con su aroma
y que se abre de pronto
dentro de mí como una gran estrella.

Amor mío, es de noche.

El agua negra, el mundo
dormido, me rodean.
Vendrá luego la aurora,
y yo mientras tanto te escribo
para decirte: «Te amo».
Para decirte «Te amo», cuida,
limpia, levanta,
defiende
nuestro amor, alma mía.
Yo te lo dejo como si dejara
un puñado de tierra con semillas.
De nuestro amor nacerán vidas.
En nuestro amor beberán agua.
Tal vez llegará un día
en que un hombre
y una mujer, iguales
a nosotros,
tocarán este amor, y aún tendrá fuerza
para quemar las manos que lo toquen.
Quiénes fuimos? Qué importa?
Tocarán este fuego
y el fuego, dulce mía, dirá tu simple nombre
y el mío, el nombre
que tú sola supiste porque tú sola
sobre la tierra sabes
quién soy, y porque nadie me conoció como una,
como una sola de tus manos,
porque nadie
supo cómo, ni cuándo
mi corazón estuvo ardiendo:
tan sólo
tus grandes ojos pardos lo supieron,
tu ancha boca,
tu piel, tus pechos,
tu vientre, tus entrañas
y el alma tuya que yo desperté
para que se quedara
cantando hasta el fin de la vida.

Amor, te espero.

Adiós, amor, te espero.

Amor, amor, te espero.

Y así esta carta se termina
sin ninguna tristeza:
están firmes mis pies sobre la tierra,
mi mano escribe esta carta en el camino,
y en medio de la vida estaré
siempre
junto al amigo, frente al enemigo,
con tu nombre en la boca
y un beso que jamás
se apartó de la tuya.

PABLO NERUDA
 
r

Cae la quinta Ucrania en coma
Por bota vasta de vientos burdos
Nazis de novias manidas en nudos
Violan valses con vinos lombardos
La niña enana con nieblas en Nantes
Siente la sal que sólo presenta
Manchas de miedo y morsas amantes
 
TE DESNUDAS IGUAL QUE SI ESTUVIERAS SOLA...

Te desnudas igual que si estuvieras sola
y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frío!

Te pones a flirtearme como a un desconocido
y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo
y que me engañas conmigo.

¡Y como nos queremos entonces en la risa
de hallarnos solos en el amor prohibido!
(Después, cuando pasó, te tengo miedo
y siento un escalofrío.)

Por Jaime Sabines
 
Me emociona pensar que los buenos hilos que abrí en el pasado siguen siendo igual de productivos. Adelante, eórlingas!

"Ares ama a los valientes. También gusta de su compañía la gloriosa Alabanza, y la Juventud no permite que en su vejez sean ultrajados. Uno de ellos es Glaucíades, que alejó de su patria a los enemigos y llegó a la morada de Perséfone que a todos acoge."

Epitafio de un ateniense, siglo IV a. C.
 
"Alcoba del agua" (Josefa Parra)

¿Qué dirías si hoy te invitara a mis sueños?
Tus labios de manzana
sobre la piel golosa de mis ingles
toda la noche -di, ¿qué pensarías?-,
tu saliva frutal levemente aromando
el hambriento contorno de mi vientre...
Qué cosecha tan dulce
(semillas y caricias y extravíos)
para un mundo sin sol.
Dime, ¿no acudirías
si también esta noche te convoco a mis sueños?
 
Refloto el hilo con otro poema (ya van tres) de la estadounidense Emily Dickinson (1830-1886).



280

Sentí un Funeral, en mi Cerebro,
Los Enlutados iban y venían
Sin parar - hasta que pareció
Que se abría camino el Sentido -

Cuando todos estuvieron sentados,
El Servicio, lo mismo que un Tambor -
Redobla que redobla - y yo pensé
Que mi Mente se estaba entumeciendo -

Y les oí después alzar la Caja
Y su chirrido atravesó mi Alma
Con sus Botas de Plomo, nuevamente
Luego el Espacio - comenzó a doblar,

Como si todos los Cielos fueran una Campana,
Y el Ser, sólo un Oído,
Y yo, y el Silencio, alguna extraña Raza,
Naufragada, solitaria, aquí -

Y luego se le quebró una Tabla a la Razón,
Y me caía más y más abajo -
Y en cada golpe, me daba contra un Mundo,
Y Terminé de saber - entonces -



I felt a Funeral, in my Brain,
And Mourners to and fro,
Kept treading - treading - till it seemed
That Sense was breaking through -

And when they all were seated,
A Service, like a Drum -
Kept beating - beating - till I thought
My Mind was going numb -

And then I heard them lift a Box
And creak across my Soul
With those same Boots of Lead, again
Then Space - began to toll,

As all the Heavens were a Bell,
And Being, but an Ear,
And I, and Silence, some strange Race
Wrecked, solitary, here -

And then a Plank in Reason, broke,
And I dropped down, and down -
And hit a World, at every plunge,
And Finished knowing - then-




Super-Dickinson. Amo a esta mujer... Más en https://www.online-literature.com/dickinson/
 
Verdes, como sangre fatua escondida en una maraña de placer, hirviendo.
Verdes como el campo arrasado por llamas, consumido en réquiem de saliva y uñas.
Verdes, como la luna que destila a aroma de recuerdo y miel, pegajosa cuando la araña surca el cuerpo, buscando un escondrijo donde lamerse la herida, hueca e invisible.
Rojos, como cristales en tu cara, asesinos de interminables noches de asfixias.

Será una puta mierda, pero estoy muy ñoña.
 
Weiz rebuznó:

Me cagonentó weiz, pase que no se comenten, pero al menos deja citado el autor y la obra, coño.

Y para no poner solo esto, dejo este poema en prosa del maestro Jaime Sabines.


ESPERO CURARME DE TI

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: "que calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?", "se te hizo de noche"...Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".)

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
 
Es mío, tontolava


Pues aquí de poemas propios, nada. Mételo en el general y ya verás como se te quita la noñez.

Si tal ya haré un hilo que tenía pensado… (cuellopavo)


Hala, qué bordupio :lol: Pues ya no me respoda al Mp que le he mandado, que ya no me interesa saberlo :lol:

Como ni siquiera pones un poema ni nada, te moví tu siguiente post a este mismo, porque con uno de se desvie del tema, ya es bastante.

Y ya sabes, soy el tipo duro de este subforo, más sexy que Buda y más duro que Jesús; hasta contrato gente para que me reviente los granos del culo.

No, en serio, puede que me haya salido la vena de moderador, pero así es el juego; y que conste que baneé a un par de ellos (melibea, tenorio; lanzs se salvó porque se me adelantó el cobain -que por cierto, quítale el eterno, hombre-) por lo mismo -y por probar los botoncitos, pero bueno-

Respecto a lo del mp: tarde.
(cuellopavo)
 
Expongo aquí, debido a su interés artístico, estas cuatro versiones sobre un mismo asunto, salvando distancias, épocas y formas estéticas.

Cuatro maravillas para alegrar el alma.



El "Arte Poética" de Horacio


"Sin escribir cosa alguna, enseñaré cómo se escribe;

diré la misión y las reglas del poeta, el manantial donde ha de beber,

lo que el buen gusto permite y lo que no, los atrevimientos del genio

y los escollos de la ignorancia"



ARTE POÉTICA -Jorge Luis Borges-


Mirar el río hecho de tiempo y agua

y recordar que el tiempo es otro río,

saber que nos perdemos como el río

y que los rostros pasan como el agua.


Sentir que la vigilia es otro sueño

que sueña no soñar y que la muerte

que teme nuestra carne es esa muerte

de cada noche, que se llama sueño.


Ver en el día o en el año un símbolo

de los días del hombre y de sus años,

convertir el ultraje de los años

en una música, un rumor y un símbolo,


ver en la muerte el sueño, en el ocaso

un triste oro, tal es la poesía

que es inmortal y pobre. La poesía

vuelve como la aurora y el ocaso.


A veces en las tardes una cara

nos mira desde el fondo de un espejo;

el arte debe ser como ese espejo

que nos revela nuestra propia cara.


Cuentan que Ulises, harto de prodigios,

lloró de amor al divisar su Itaca

verde y humilde. El arte es esa Itaca

de verde eternidad, no de prodigios.


También es como el río interminable

que pasa y queda y es cristal de un mismo

Heráclito inconstante, que es el mismo

y es otro, como el río interminable.




ARTE POÉTICA -Pablo Neruda-


Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas,

dotado de corazón singular y sueños funestos,

precipitadamente pálido, marchito en la frente

y con luto de viudo furioso por cada día de vida,

ay, para cada agua invisible que bebo soñolientamente

y de todo sonido que acojo temblando,

tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría

un oído que nace, una angustia indirecta,

como si llegaran ladrones o fantasmas,

y en una cáscara de extensión fija y profunda,

como un camarero humillado, como una campana un poco

ronca,

como un espejo viejo, como un olor de casa sola

en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios,

y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores

-posiblemente de otro modo aún menos melancólico-,

pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho,

las noches de substancia infinita caídas en mi dormitorio,

el ruido de un día que arde con sacrificio

me piden lo profético que hay en mí, con melancolía

y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos

hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.




ARTE POÉTICA -Vicente Huidobro-


Que el verso sea como una llave huidobro

Que abra mil puertas.

Una hoja cae; algo pasa volando;

Cuanto miren los ojos creado sea

Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;

El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.

El músculo cuelga,

Como recuerdo, en los museos;

Más no por eso tenemos fuerza;

El vigor verdadero

Reside en la cabeza.

¡Por qué cantais la rosa, oh Poetas!

Hacedla florecer en el poema;

Sólo para nosotros

Viven todas las cosas bajo el Sol.

El poeta es un pequeño Dios.
 
Es muy poca la información que circula sobre este espléndido poeta, al que personalmente no puedo dejar de destacar, porque me gusta mucho. Os recomiendo a José María Álvarez:

De un libro muy amado

¿A dónde se fue John Silver?
¿Habrá muerto? Quizá, por los años
pasados. O debe ser muy viejo.
No, no era John, hombre
para esperar la muerte lentamente.
En todos estos años
¿qué habrá hecho, qué aventuras
habrán llevado su ardiente corazón
por mares y espejismos?
Ya nunca más veré a John Silver.
Pero cómo están grabados como fuego
en mi alma su imagen, sus palabras,
cenizas del sueño de la libertad,
el chasquido del ansia de vivir.
Aunque no me oigas, viejo y querido John,
cuántas veces te llamo, cuántas veces
daría media vida por que estuvieras cerca
y escuchar tu carcajada de desprecio,
esa risa
que como los gritos del loro
"¡Doblones!", "¡Doblones!", "¡Doblones!"
resuenan en mi alma,
recuerdo de cuando vivir era
un encantamiento de extraña, alegre e inmutable grandeza.

De El botín del mundo (1994)
 
De Lope de Vega copio el comienzo de su "arte nuevo de hacer comedias", un discursito que fue la poética para escribir aquellas obras que tanto éxito tenían y donde confiesa sin pudor que escribe sus comedias al dictado del gusto del vulgo:

EL ARTE NUEVO DE HACER COMEDIAS EN ESTE TIEMPO (Dirigido a la Academia de Madrid)

Mándanme, ingenios nobles, flor de España,
(que en esta junta y academia insigne
en breve tiempo excederéis no sólo
a las de Italia, que, envidiando a Grecia,
ilustró Cicerón del mismo nombre,
junto al Averno lago, si no a Atenas,
adonde en su platónico Liceo
se vio tan alta junta de filósofos)
que un arte de comedias os escriba,
que al estilo del vulgo se reciba.

Fácil parece este sujeto, y fácil
fuera para cualquiera de vosotros,
que ha escrito menos de ellas, y más sabe
del arte de escribirlas, y de todo;
que lo que a mí me daña en esta parte
es haberlas escrito sin el arte.
No porque yo ignorase los preceptos,
gracias a Dios, que ya, tirón gramático,
pasé los libros que trataban de esto
antes que hubiese visto al sol diez veces
discurrir desde el Aries a los Peces.

Mas porque, en fin, hallé que las comedias
estaban en España, en aquel tiempo,
no como sus primeros inventores
pensaron que en el mundo se escribieran,
mas como las trataron muchos bárbaros
que enseñaron el vulgo a sus rudezas;
y así, se introdujeron de tal modo
que, quien con arte agora las escribe,
muere sin fama y galardón, que puede,
entre los que carecen de su lumbre,
más que razón y fuerza, la costumbre.

Verdad es que yo he escrito algunas veces
siguiendo el arte que conocen pocos,
mas luego que salir por otra parte
veo los monstruos, de apariencia llenos,
adonde acude el vulgo y las mujeres
que este triste ejercicio canonizan,
a aquel hábito bárbaro me vuelvo;
y, cuando he de escribir una comedia,
encierro los preceptos con seis llaves;
saco a Terencio y Plauto de mi estudio,
para que no me den voces (que suele
dar gritos la verdad en libros mudos),
y escribo por el arte que inventaron
los que el vulgar aplauso pretendieron,
porque, como las paga el vulgo, es justo
hablarle en necio para darle gusto.
 
Aunque sea un instante - (Jaime Gil de Biedma)


Aunque sea un instante, deseamos
descansar. Soñamos con dejarnos.
No sé, pero en cualquier lugar
con tal de que la vida deponga sus espinas.

Un instante, tal vez. Y nos volvemos
atrás, hacia el pasado engañoso cerrándose
sobre el mismo temor actual, que día a día
entonces también conocimos.

Se olvida
pronto, se olvida el sudor tantas noches,
la nerviosa ansiedad que amarga el mejor logro
levvándonos a él de antemano rendidos
sin más que ese vacío de llegar,
la indiferencia extraña de lo que ya está hecho.

Así que a cada vez que este temor,
el eterno temor que tiene nuestro rostro
nos asalta, gritamos invocando el pasado
-invocando un pasado que jamás existió-

para creer al menos que de verdad vivimos
y que la vida es más que esta pausa inmensa,
vertiginosa,
cuando la propia vocación, aquello
sobre lo cual fundamos un día nuestro ser,
el nombre que le dimos a nuestra dignidad
vemos que no era más
que un desolador deseo de esconderse.
 
No sé si este poema estará ya posteado,pero en fin.
Es de Federico Garcia Lorca,muy conocido,pongo solo una parte.
Romance sonámbulo

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.
 
A veces hay que volver a estos clásicos para superar el ruido que nos envuelve, que nos machaca, que nos duele, que nos hace pequeños. Whitman, uno de mis autores favoritos. Aunque pierde fuerza al traducirlo, su poesía es fresca y sigue siendo actual aunque sea de hace tiempo.

UNA HOJA DE HIERBA

Creo que una hoja de hierba, no es menos
que el día de trabajo de las estrellas,
y que una hormiga es perfecta,
y un grano de arena,
y el huevo del régulo,
son igualmente perfectos,
y que la rana es una obra maestra,
digna de los señalados,
y que la zarzamora podría adornar,
los salones del paraíso,
y que la articulación más pequeña de mi mano,
avergüenza a las máquinas,
y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha,
supera todas las estatuas,
y que un ratón es milagro suficiente,
como para hacer dudar,
a seis trillones de infieles.

Descubro que en mí,
se incorporaron, el gneiss y el carbón,
el musgo de largos filamentos, frutas, granos y raíces.
Que estoy estucado totalmente
con los cuadrúpedos y los pájaros,
que hubo motivos para lo que he dejado allá lejos
y que puedo hacerlo volver atrás,
y hacia mí, cuando quiera.
Es vano acelerar la vergüenza,
es vano que las plutónicas rocas,
me envíen su calor al acercarme,
es vano que el mastodonte se retrase,
y se oculte detrás del polvo de sus huesos,
es vano que se alejen los objetos muchas leguas
y asuman formas multitudinales,
es vano que el océano esculpa calaveras
y se oculten en ellas los monstruos marinos,
es vano que el aguilucho
use de morada el cielo,
es vano que la serpiente se deslice
entre lianas y troncos,
es vano que el reno huya
refugiándose en lo recóndito del bosque,
es vano que las morsas se dirijan al norte
al Labrador.
Yo les sigo velozmente, yo asciendo hasta el nido
en la fisura del peñasco.
 
Creo que todos tenemos autores que, positivamente, sabemos que no forman parte de lo mál alto del Olimpo donde están media docena de genios, pero a los que conservamos un cariño especial, bien porque los leímos en una una época muy concreta de nuestra vida, bien porque logró que nos identificáramos con alguna cualidad de sus literatura como otros no podían hacerlo, pese a ser más geniales... Uno de éstos es para mí Thomas Hardy. Desde luego, como novelista. Pero también como poeta, una faceta suya mucho menos conocida. Aquí os dejo un poema que, para alguien que también creció entre helechos, habla de una manera especial.

CHILDHOOD AMONG THE FERNS

I sat one sprinkling day upon the lea,
Where tall-stemmed ferns spread out luxuriantly,
And nothing but those tall ferns sheltered me.

The rain gained strenght, and damped each lopping frond,
Ran down their stalks beside me and beyond.
And shaped slow-creeping rivulets as I conned,

With pride, my spray-roofed house. And though anon
Some drops pierced its green rafters, I sat on,
Making pretence I was not rained upon.

The sun then burst, and brought forth a sweet breath
From the limp ferns as they dried underneath:
I said: "I could live on here thus till death".

And queried in the green rays a I sate:
"Why should I have to grow to man's state,
And this afar-noised World perambulate?"


INFANCIA ENTRE HELECHOS

Un día que lloviznaba me hallaba en la pradera
donde erguidos helechos surgían exuberantes,
y ellos eran mi sola protección frente al agua.

Aumentaba la lluvia empapando las hojas
y corría por los tallos junto a mí, y se alejaba
en lentos riachuelos, mientras yo, con orgullo,

veía mi refugio bajo el agua. Y, si pronto
unas gotas cayeron entre las verdes ramas,
yo seguía sentado como si no lloviera.

Entonces surgió el sol, e hizo brotar un dulce
aliento de los lacios helechos al secarse:
"Aquí podría vivir -dije yo- hasta la muerte."

Y, sentado debajo de aquellos rayos verdes,
pregunté: "¿Por qué tengo que convertirme en hombre
y recorrer las sendas de ese lejano Mundo tan ruidoso?"

THOMAS HARDY
 
Un poema curioso, todo escrito con la vocal i:

I Ciclisti

Vidi i ciclisti
in bici sì vivi
lì vidi tristi
di bici privi.

Vidi i ciclisti
di giri in giri
dirsi i difficili
«Ci si ritiri».

Rividi i mitici
ripidi clivi,
i visi tipici
di bimbi schivi.

Vidi i ciclisti
sfiniti, vinti
li vidi irrisi
in bici, spinti.

I divi vidi
di dì finiti
cinti di mirti,
intimiditi.

Li vidi lividi
di gin intrisi
dirti i bisticci
i tifi divisi
i fischi, i gridi,
i liti, i lividi,
gli sprint, i brividi,
i tiri viscidi
di Giri mitici.

Mi dissi: scrivi,
scrivi di bici,
scrivi, mi dissi!
 
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