Puedo afirmar y afirmo que esta sucnor sí es una mujer. Aunque le tiramos piedros, aunque la insultamos, aunque le decimos las verdades del barquero, la torturamos, la envilecemos, la desprestigiamos como vulgar puta que es, le decimos que tiene sobrepeso mórbido de IMC 31, las tetas caídas, patas de gallo, estrías y michelines, ella disfruta con el sufrimiento y goza con el escarnio, algo típicamente femenino. Es cierto, llora, se cabrea, se pone emberrechinada, nos replica con saña y odio, pero aguanta los golpes de fusta incluso con placer, como buena mujer que se precie e, incluso, discute con saña con las otras (pocas) que por aquí abundan, tirándose entre ellas de los pelos.
Buen fichaje como tiparraca, a fe mía.
Sobre el tema, al menos hemos deducido directa e indirectamente entre líneas, que a las españolas las rusas les caen verdaderamente mal, por:
a) Ofrecen su valor del coño a un precio mucho más asequible que las españolas, con lo cual desprestigian la labor de zarpa y zapa que vienen haciendo las occidentales desde los últimos 10-15 años. Otra mujer que ofrezca algo mejor que lo que ofrecen ellas de forma casi gratis les sienta como una afrenta y un insulto.
b) No entienden que siendo más sosas y frías que las españolas, nos caigan mejor y las deseemos, como si a nosotros nos importara algo la frialdad o no, mientras tengan la cara tan bonita y el cuerpazo que tienen... lo cual sugiere que las mujeres siguen pensando en Disney, pese a los treinta y muchos años que debe tener esta individua, creyendo todavía, como cuando era niña, que el afán de un hombre es encontrar novia, casarse y tener hijos.
c) Observan que las rusas no se han subido todavía muy arriba en la parra de pedir, exigir, solicitar, imponer, amenazar, obligar y esclavizar a los hombres, alegando lo de la violencia de género, el machismo recalcitrante, la opresión capitalista occidental, etc.
d) Ven en las rusas los mismos valores que tenían sus abuelas: hogareñas, trabajadoras, cariñosas con la familia, dedicadas a sus tareas y a los hijos y las consideran "antiguas" y retrasadas.
e) Perciben que se contentan con un único hombre, a diferencia de las españolas que van más por lo de "ni contigo ni sin ti" y acostándose con todo dios que se le ponga por delante a ver si pillan, suministrando cuernos allí por donde deambulan.
f) Observan que a las rusas no les ha llegado aún eso del multiculturalismo de la alianza de las civilizaciones y detestan a los negros, maricones, moromierdas, gitanos y toda esa morralla que cada vez abunda más en nuestro entorno y que producen auténticos cosquilleos de placer en el coño a las españolas, pero al mismo tiempo les revienta que busquen hombres españoles, por eso de que son "nuestros".
Pueden continuar. Lo dicho, que la gorda siga: buena adquisición para este lodazal.