hitsfromthebong
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Madre mía, menudo nivelazo está cogiendo esto. Las últimas historias del señor LMN y del señor Words son la picha en verso; zorras sonandose la lefa en lugar de los mocos, guarras del opus con novio follando duramente en portales... Delicioso.
Bueno, hoy me toca contar lo de la catalana marrana, o bien, la dieciochoañera grupi cocainómana.
Chat de Tierra, nick "fumeta18". Me pregunto si será una tirititeen de 18 añitos, un gayer o simplemente un chavalillo de esa edad. Como no tenía un color distintivo ni nada decido entrarle, total, si es un tío pues adiós muy buenas. Le hablo y me responde a los dos minutos más o menos con un "hola, ¿de dónde eres?" Yo le contesto con otra pregunta: "¿Eres chico o chica?" Me responde que es chica. Mis ojos clavados en el numerito de su nick y ya que me empiezo a emocionar pensando que podía tener 18 años, y es la siguiente pregunta que formulo después de decirle que soy de Sevilla. Me dice que sí, que tiene 18, yo le digo que tengo treinta y tantos y que si le parezco mayor, pero que va, me dijo que no le importaba para nada. Seguimos hablando un rato de porros, de música y jiji jaja tol tiempo, entonces va y me dice que es de Barcelona. ¡Hostias! ¿Ahora cómo me la follo si la cosa cuaja? La única solución era ir a Barna para meterle el carajo.
- A ver Hits, piensa... Tienes pasta de un trapi que has hecho hace unos días, tienes tiempo libre ahora, tienes colegas en Barna por si la cosa falla y no olvides que es una chavalilla de 18 (en este momento de reflexión ya nos habíamos enseñado algunas fotos y no era un orco ni mucho menos). Decidido; nos vamos pa la ciudad condal.
Seguimos hablando durante unos días y le manifesté mi intención de ir a verla. Ella reaccionó entusiasmada de que un treintañero fuera a cruzarse Hezpaña para ir a verla, asín que reservé un vuelo en esa compañía de patinetes con alas que es Vueling. Me salió el vuelo ida y vuelta por setenta pavos, un poco más que un gramo de farlopia, de modo que, ¿qué podía pasar? ¿Cuántas veces había comprado fariña y me la había metido sin siquiera darme cuenta a lo largo de una noche? 50 o 60 pavos gastados sin coscarme. ¿Cómo no iba a arriesgar la suma insignificante de setenta aurelios por poder trincarme a una teen? Reservé el vuelo y se lo dije. Ella se ofreció a reservar un hotelito en la costa catalana para que pudiésemos estar a gusto, ya que era enero y los precios estaban tiraos.
Llegó el día y me planté en el aeropuerto de Sevilla excitado perdido con el plan que se me dibujaba. Me senté en la cafetería, me clavé un desayuno de mierda a precio de oro, y para compensar, entré en el servicio y solté una majá mañanera del quince, la cual dejé en la taza cubierta de trozos de papel del ano llenos de mierda sin tirar de la cisterna. Embarco, el avión despega y en poco más de una hora estaba en El Prat.
Mediante una combinación de tren y metro me planto en Las Ramblas, a la altura de plaza Cataluña y allí me encuentro con ella. Viene a buscarme en su car (bueno, de su viejo), me monto, nos damos un piquito ya directamente y salimos en dirección a Lloret de Mar. La colega vestía normal, hablaba normal, todo normal, y además ganaba en persona. Yo pienso que me ha tocado la lotería y hacemos el camino entre risas mientras yo le iba acariciando el muslo derecho.
Se empieza a nublar, empieza a llover y salimos de la carretera principal para coger por vías algo perjudicadas. La cosa empezaba a tornarse siniestra. ¿Y si la tipa iba del rollo de la protagonista de Hard Candy? ¿Y si al final iba a ser torturado física y pichicológicamente en tierras del pan tumaca?
Llegamos al hotel, y allí faltaba Norman Bates en la recepción, Freddy Krueger en mantenimiento, Jason Voorhees como barman y Michael Myers como camarera de piso. Ni un puto cliente en el hotel entero. La cosa se ponía siniestra de cojones.
Nos acomodamos en la chambre y procedemos a comer algo de morralla que traíamos en los macutos: Fuet, keso filadelfia con pan Bimbo, patatas al jamón y caca cola. Yo me hago un petardo para avivar más el hambre y para empezar a relajarme y a entrar en situación, le ofrezco fumar, pero ella me dice que de momento no, que la hierba la apalanca demasiado y que quizás más tarde. En su lugar saca un garbanzo bien gordo de cocafina, se prepara una loncha y me ofrece otra a mi, yo no digo que no.
Fue metérnosla y fuimos los dos, uno detrás del otro, a soltar toda la mierda al bater. Yo escuché los "gñeeeeee", "agggghhh", "fffffff" y los peos de ella y ella los míos; nos lavamos el culo y dejamos el aseo impracticable para las siguientes dos o tres horas. La banda sonora de ese momento sería exactamente esta:
Abrimos una botella de Balantain y nos pusimos a beber cubatas y a meternos lonchas. Yo, antes de hacerme el primer canuto quise comprobar su edad, porque aparentaba tener 16 o así, lo hice alagándola, diciéndole que era muy guapa y patatín patatero y que aparentaba tener menos de 18 tacos. Entre risas le pedí que me enseñara el de ene í, no fuera a ser que me metiera en un lío por pedrofilia, y ella entre risas me lo enseñó. Tenía dieciocho años y cuatro meses.
Me comentó, ya con la mandíbula empezando a bailarle, que le ponía cachonda follarse a miembros de grupos musicales y a famosetes de cualquier índole para asín poder vacilar con las amigas. No quiso citar nombres aunque se los intenté sonsacar en varias ocasiones, pero me dijo que se había llegado a tirar hasta a viejos de más de sesenta años famosos. Me quedé con la espinita curiosa clavada.
Ya disparatados por el alcohol y por la materia colombiana (como cantaban Siniestro Total) nos pusimos a hacer el cerdo. A ella, con 18 añitos y enfarlopada, se le ocurrían cosas rarísimas y divertidas (como a la mujer del milico). Entre otras cosas quiso que le comiese el ojol culo mientras se preparaba una raya y se la esnifaba, quiso que yo me pajeara mientras le llamaba puta y al mismo tiempo ella me escupía en la polla, o también hacerme una paja con los pies.
Como yo veía que la cosa se pasaba de revoluciones y siempre me ha puesto cardiaco mearles a las tías se lo propuse, esperando un NO como una casa por respuesta, pero la respuesta fue: "Vale, pero no me lo eches en la cara". Entre la farlopa y lo que me acababa de decir se me iba a salir el cuore por la boca.
Entramos al baño, ella se metio en la bañera en pelotas y se puso a cuatro patas; a mi, que ya de por sí tenía ganas de mear, se me puso como el cemento armao, apunté a su espalda y solté un chorro no muy grueso pero muy potente, el cual sonaba "sssschhhhhhh" en dolby surround. La meada duró como seis minutos, iba a ráfagas cortas pero potentes y ella se reía diciendo: "¡Que ascooooo!" Pude incluso lanzarle tres o cuatro chorretazos al pelo seguidos de un: "Ay, perdona, jijijiji". Se duchó y seguimos follando y chupando. No se lo tragó ni una sola vez de todas las que follamos durante el fin de semana, pero al menos le lefé toda la jeta, me la follé y como digo, le meé encima.
A sus padres les dijo que se iba con una amiga a pasar el finde y recuerdo que no se comunicaron en todo lo que éste duró. Imagino que sus progenitores sabían de lo puerca que era su hija y que se la estaría chupando por ahí a farloperos borrachos a cambio de drogaína.
Cuando todo acabó, tuvo el detalle de dejarme en el airport para regresar a Sevilla. Volví más contento que unas castañuelas por lo bien que había salido todo y di gracias a LOL por bendecirnos con la internec. Al los pocos meses la invité a venir a mi mansión del Parque Amate, y aceptó. No solo aceptó, sino que vino. Una vez lo hubo hecho cortamos comunicación y hasta hoy. Vamos, que hay una segunda parte.
Como souvenir del encuentro me traje esto:
Bueno, hoy me toca contar lo de la catalana marrana, o bien, la dieciochoañera grupi cocainómana.
Chat de Tierra, nick "fumeta18". Me pregunto si será una tirititeen de 18 añitos, un gayer o simplemente un chavalillo de esa edad. Como no tenía un color distintivo ni nada decido entrarle, total, si es un tío pues adiós muy buenas. Le hablo y me responde a los dos minutos más o menos con un "hola, ¿de dónde eres?" Yo le contesto con otra pregunta: "¿Eres chico o chica?" Me responde que es chica. Mis ojos clavados en el numerito de su nick y ya que me empiezo a emocionar pensando que podía tener 18 años, y es la siguiente pregunta que formulo después de decirle que soy de Sevilla. Me dice que sí, que tiene 18, yo le digo que tengo treinta y tantos y que si le parezco mayor, pero que va, me dijo que no le importaba para nada. Seguimos hablando un rato de porros, de música y jiji jaja tol tiempo, entonces va y me dice que es de Barcelona. ¡Hostias! ¿Ahora cómo me la follo si la cosa cuaja? La única solución era ir a Barna para meterle el carajo.
- A ver Hits, piensa... Tienes pasta de un trapi que has hecho hace unos días, tienes tiempo libre ahora, tienes colegas en Barna por si la cosa falla y no olvides que es una chavalilla de 18 (en este momento de reflexión ya nos habíamos enseñado algunas fotos y no era un orco ni mucho menos). Decidido; nos vamos pa la ciudad condal.
Seguimos hablando durante unos días y le manifesté mi intención de ir a verla. Ella reaccionó entusiasmada de que un treintañero fuera a cruzarse Hezpaña para ir a verla, asín que reservé un vuelo en esa compañía de patinetes con alas que es Vueling. Me salió el vuelo ida y vuelta por setenta pavos, un poco más que un gramo de farlopia, de modo que, ¿qué podía pasar? ¿Cuántas veces había comprado fariña y me la había metido sin siquiera darme cuenta a lo largo de una noche? 50 o 60 pavos gastados sin coscarme. ¿Cómo no iba a arriesgar la suma insignificante de setenta aurelios por poder trincarme a una teen? Reservé el vuelo y se lo dije. Ella se ofreció a reservar un hotelito en la costa catalana para que pudiésemos estar a gusto, ya que era enero y los precios estaban tiraos.
Llegó el día y me planté en el aeropuerto de Sevilla excitado perdido con el plan que se me dibujaba. Me senté en la cafetería, me clavé un desayuno de mierda a precio de oro, y para compensar, entré en el servicio y solté una majá mañanera del quince, la cual dejé en la taza cubierta de trozos de papel del ano llenos de mierda sin tirar de la cisterna. Embarco, el avión despega y en poco más de una hora estaba en El Prat.
Mediante una combinación de tren y metro me planto en Las Ramblas, a la altura de plaza Cataluña y allí me encuentro con ella. Viene a buscarme en su car (bueno, de su viejo), me monto, nos damos un piquito ya directamente y salimos en dirección a Lloret de Mar. La colega vestía normal, hablaba normal, todo normal, y además ganaba en persona. Yo pienso que me ha tocado la lotería y hacemos el camino entre risas mientras yo le iba acariciando el muslo derecho.
Se empieza a nublar, empieza a llover y salimos de la carretera principal para coger por vías algo perjudicadas. La cosa empezaba a tornarse siniestra. ¿Y si la tipa iba del rollo de la protagonista de Hard Candy? ¿Y si al final iba a ser torturado física y pichicológicamente en tierras del pan tumaca?
Llegamos al hotel, y allí faltaba Norman Bates en la recepción, Freddy Krueger en mantenimiento, Jason Voorhees como barman y Michael Myers como camarera de piso. Ni un puto cliente en el hotel entero. La cosa se ponía siniestra de cojones.
Nos acomodamos en la chambre y procedemos a comer algo de morralla que traíamos en los macutos: Fuet, keso filadelfia con pan Bimbo, patatas al jamón y caca cola. Yo me hago un petardo para avivar más el hambre y para empezar a relajarme y a entrar en situación, le ofrezco fumar, pero ella me dice que de momento no, que la hierba la apalanca demasiado y que quizás más tarde. En su lugar saca un garbanzo bien gordo de cocafina, se prepara una loncha y me ofrece otra a mi, yo no digo que no.
Fue metérnosla y fuimos los dos, uno detrás del otro, a soltar toda la mierda al bater. Yo escuché los "gñeeeeee", "agggghhh", "fffffff" y los peos de ella y ella los míos; nos lavamos el culo y dejamos el aseo impracticable para las siguientes dos o tres horas. La banda sonora de ese momento sería exactamente esta:
Abrimos una botella de Balantain y nos pusimos a beber cubatas y a meternos lonchas. Yo, antes de hacerme el primer canuto quise comprobar su edad, porque aparentaba tener 16 o así, lo hice alagándola, diciéndole que era muy guapa y patatín patatero y que aparentaba tener menos de 18 tacos. Entre risas le pedí que me enseñara el de ene í, no fuera a ser que me metiera en un lío por pedrofilia, y ella entre risas me lo enseñó. Tenía dieciocho años y cuatro meses.
Me comentó, ya con la mandíbula empezando a bailarle, que le ponía cachonda follarse a miembros de grupos musicales y a famosetes de cualquier índole para asín poder vacilar con las amigas. No quiso citar nombres aunque se los intenté sonsacar en varias ocasiones, pero me dijo que se había llegado a tirar hasta a viejos de más de sesenta años famosos. Me quedé con la espinita curiosa clavada.
Ya disparatados por el alcohol y por la materia colombiana (como cantaban Siniestro Total) nos pusimos a hacer el cerdo. A ella, con 18 añitos y enfarlopada, se le ocurrían cosas rarísimas y divertidas (como a la mujer del milico). Entre otras cosas quiso que le comiese el ojol culo mientras se preparaba una raya y se la esnifaba, quiso que yo me pajeara mientras le llamaba puta y al mismo tiempo ella me escupía en la polla, o también hacerme una paja con los pies.
Como yo veía que la cosa se pasaba de revoluciones y siempre me ha puesto cardiaco mearles a las tías se lo propuse, esperando un NO como una casa por respuesta, pero la respuesta fue: "Vale, pero no me lo eches en la cara". Entre la farlopa y lo que me acababa de decir se me iba a salir el cuore por la boca.
Entramos al baño, ella se metio en la bañera en pelotas y se puso a cuatro patas; a mi, que ya de por sí tenía ganas de mear, se me puso como el cemento armao, apunté a su espalda y solté un chorro no muy grueso pero muy potente, el cual sonaba "sssschhhhhhh" en dolby surround. La meada duró como seis minutos, iba a ráfagas cortas pero potentes y ella se reía diciendo: "¡Que ascooooo!" Pude incluso lanzarle tres o cuatro chorretazos al pelo seguidos de un: "Ay, perdona, jijijiji". Se duchó y seguimos follando y chupando. No se lo tragó ni una sola vez de todas las que follamos durante el fin de semana, pero al menos le lefé toda la jeta, me la follé y como digo, le meé encima.
A sus padres les dijo que se iba con una amiga a pasar el finde y recuerdo que no se comunicaron en todo lo que éste duró. Imagino que sus progenitores sabían de lo puerca que era su hija y que se la estaría chupando por ahí a farloperos borrachos a cambio de drogaína.
Cuando todo acabó, tuvo el detalle de dejarme en el airport para regresar a Sevilla. Volví más contento que unas castañuelas por lo bien que había salido todo y di gracias a LOL por bendecirnos con la internec. Al los pocos meses la invité a venir a mi mansión del Parque Amate, y aceptó. No solo aceptó, sino que vino. Una vez lo hubo hecho cortamos comunicación y hasta hoy. Vamos, que hay una segunda parte.
Como souvenir del encuentro me traje esto: