Ser viejo, como ser gordo, es lo peor que hay. Yo entiendo que a un gordo que siempre ha sido gordo le de igual ser viejo; si ha llevado una puta mierda infecta de infancia y juventud qué más le dará llevar una puta mierda infecta de madurez. Nadie que ame la vida tendría el mal gusto de llegar a viejo, el problema es que uno acaba llegando a viejo y no hay huevos de pagarse un tiro. Así que lo mejor es ser un viejecillo guay con bigotillo que pasa sus últimos días viajando, comiendo sobaos, leyendo y metiéndole la picha a mujeres jóvenes gracias a la viagra.