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- 18 Abr 2006
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Ayer por lo del concierto de Tangana en Vigo me di un voltio con unos amigos por el puerto -para ver a las quinceañeras- y me quedé fascinado por el odio que despierta entre los mayores la música que escuchan los chavales.
Y no hablo de ahora, si no de toda la vida. Toda la historia. Vaya por delante que yo no escucho músicas urbanas de las de ahora porque, en principio, no me molan. Porque ni se dirigen a mí, ni creo que tengan ningún interés en ponerse a hablar con señores mayores. Pero no veo, por ello, el motivo para odiarla.
Que no recuerdo yo a mi madre entrando en mi habitación y diciendo aquello de “ay, pues mira... Siniestro Total no son lo mío pero se ve calidad”. Pues no. A ella, que un grupo cantase “Ayatolah no me toques la pirola” le parecía una puta mierda. Y claro, es que no entendía ni el chiste, ni las referencias, ni el punk. Que a veces parece que nos olvidamos de que el punk estaba ahí para molestar... y ahora va y nos molesta que nos moleste el trap. Pues yo creo que hace muy bien molestar... porque el punk (y el rock) es, en su gran mayoría, música de viejos adocenados. Así que algo tiene que seguir tocando los cojones a los mayores (digo yo).
Que a todo esto, no sé por qué toca los cojones. Que no veo yo que venga ningún chaval a decirnos que el rocanroll es una mierda (y ya te digo yo que hay montones de grupos de rock que son una mierda) y que dejes de escucharlo. Que ellos lo único que hacen es escuchar lo suyo, y a nosotros parece que nos ofende que no escuchen lo nuestro.
Y al final llego a la conclusión de que tal vez lo que a la gente del rockerío y de mi generación le jode es sentirse desplazados… ver que lo suyo ya ha pasado de moda, que la juventud los ha dejado atrás y están a otras cosas. Como si eso fuese un problema, vaya.
Todo esto también viene a cuenta de las ampollas que está levantando esa portada de coña de “Cebolleta Musical”, que a mi sí que me ha hecho gracia, que queréis que os diga
Ver el archivos adjunto 118523
Y que conste: todo esto lo dijo Neil hace 50 años.
El punk es un ejemplo de ayer mismo, el rock, el jazz e incluso Beethoven tuvieron el mismo efecto en su momento.