Me da mucha pena todo.
Yo conocí a una chica en Madrid, ella era de Zaragoza, se marchó a los pocos meses, seguimos la relación a distancia, eran 350 Km, pero nos veíamos todos los fines de semana y en vacaciones. La distancia no era un problema, nosotros la acortábamos gracias al teléfono y a Enatcar. También gracias al amor. La amé hasta el dolor, me dejó al cabo de 3 años. Ahí me destrozó por dentro, sufrí durante dos años el amargo sabor del fracaso, durante dos años me sobraba vivir. Ya estoy recuperado, pero cada vez que lo recuerdo me duele, no he vuelto a hablar con ella jamás, y no lo haré nunca, por no ponerme a llorar básicamente. La distancia no es problema si hay amor de verdad. Pero hay que tener la voluntad de amar, la voluntad de querer hacer las cosas como hay que hacerlas, el ser fuerte para vencer las complicaciones. Luego pasará lo que tenga que pasar, saldrá bien o no, pero hay que jugar para ganar, aunque se pierda.
Mi consejo es que tu amigo se olvide de ella, se busque otra cosa y no la vuelva a ver jamás. Y si surge otra vez otra cosa parecida, a dsitancia, juegue. No pasa nada con la distancia. A veces es más fácil ver a una persona que vive en otra provincia que ver a uno que vive en la otra punta de Madrid. El mundo es de quien se juega el cuello por él. Si hay amor, la distancia no importa, el amor es una fuerza demasiado poderosa como para que nada lo venza. El único enemigo del amor es el tiempo, no el espacio.
Saludos