Bueno, como no me gusta el futbol y tampoco tengo sueño, paso a contaros una de mis dos desastrosas historias de ligoteo en el trabajo.
Era el año 1993, habia dejado de trabajar en una tienda de deportes, mas que nada, entre lo que robaba el jefe y lo que me llevaba yo al final aquello se fue a la mierda, asi que me encontraba en paro, y esperaba estar asi unos cuantos meses, sin embargo un colega me pidio que le acompañara a una fabrica, que la acababan de remodelar y buscaban gente para currar, asi que pense, por fin un curro de verdad, llenos de hombres, donde poder tomarme un carajillo por la mañanas, hablar de futbol y mujeres, y no tener que afeitarme todos los dias.
Pues fuimos a la fabrica a presentar nuestros CV, al dia siguiente me llamaron para que me presentara que querian hablar conmigo ( a mi colega ni lo llamaron), me presente alli y me comentaron que habian visto que habia estudiado administrativo, yo les dije que si, pero que me quedaron tres asignaturas, me hicieron unas pruebas de mecanografia, de contabilidad y como sabia algo de informatica me contrataron como auxiliar administrativo.
En la oficina eramos tres chicas y yo, la ayudante personal del jefe, que tenia 19 añitos y que nunca estaba por la oficina, ya que siempre estaba acompañando al jefe, yo no la vi nunca tocar una maquina de escribir ni un boligrafo, pero supongo que dominaria el frances y el griego.
Luego teniamos a Elena, era unos años mayor que yo, no era muy alta, sobre 1.65, le sobraban unos kilillos, ademas llevaba unas gafas como las de lolitonta, era muy chica, vivia en el mismo pueblo de donde estaba la fabrica, y llevaba toda la vida con el mismo novio.
En la otra mesa teniamos a Teresa, esta tenia un año menos que yo, era de buena familia, lo que pasaba, es que era la oveja negra de la familia, solia salir de fiesta los viernes por la noche y muchos lunes ni aparecia, me la solia encontrar en alguna discoteca, pero entre lo pasada que iba, y que no me ponia nada fisicamente nunca hicimos nada.
El caso es, que las oficinas estaban en la parte de arriba del almacen, y en el almacen, se encontraban las empaquetadoras, y entre ellas, una mujer de 30 años llamada Rosa, aunque era 7 años mayor que yo, me ponia muy burro, tampoco era muy alta, rubia de bote, fumadora de ducados, pero tenia unos pechos talla 120, que el babi que llevaban puesto no conseguia esconderlas al 100%. Estaba casada con un segurata que curraba siempre de noche, el tio era un cabron, y de vez en cuando le calentaba la cara,(todo esto me lo contaba ella). Al principio empezo todo como una broma, "que haber cuando me sacas de fiesta", "hala te has comprado un coche, vamos a estrenarlo", etc etc.
Al final saliamos a comer juntos, nos quedabamos charlando en la fabrica a la salida, hasta que llego la cena de navidad, fuimos a cenar a complejo de esos que luego habia discoteca, creo que se llabamaba aculandia o algo asi, el tema fue, que durante la cena decidieron que los hombres a un lado, y las mujeres a otro, asi que como casi no conocia a ninguno, empeze a beber, a la hora del postre ya iba medio tajado, y a la hora del brindis ya me costaba hablar.
Despues de la cena toco la hora de ir a la discoteca (por llamarlo de alguna manera), empece a moverme un poco y parecia que la castaña se iba pasando.
A eso de las tres de la mañana, la peña empezo a irse, entonces aparecio Rosa, me pregunto si yo tambien me iba a ir, yo le dije que no, que si ella me lo pedia me quedaba con ella, asi que nos sentamos en un rincón ha charlar con ella, me conto que su matrimonio era una ruina, que si encontrara a alguien que de verdad le valorara lo mandaria todo a la mierda, etc, etc, yo intentaba no mirar su escote, me imaginaba estar follandomela y ver ese par de melones rebotando en mi cara, total, cuando nos dimos cuentas ya no quedaba casi nadie en la discoteca, de nuestra empresa ya no habia nadie, asi que salimos fuera a que nos diera el aire, pero hacia un frio del carajo, asi que nos fuimos a su coche, (por cierto un Super 5 Bacarra con asientos de piel) nada mas entrar en el coche se me lanza como una autencia fiera, empiezo a morearla y aqui viene el primer problema, el aliento le huele a una mezcla de ducados y cubatas, me entran arcadas asi que quito mis labios de ese cenicero y los dirigo hacia ese par de ubres, empiezo a comerle los pechos, a mordisquearlos, cuando ella me dice que pare, que no le gusta que le toquen los pechos, que los tiene muy sensibles y que le hago daño, yo le digo que ire con mas cuidado, que solo seran besitos inocentes y pequeñas caricias, pero ella insiste que no, yo me quedo con cara de poker y le digo, "bueno pues entonces vamos a follar no?", ella me mira, y me dice que no, que ella pensaba que yo era una persona mas sensible, que que coño era eso de follarla en el coche, que ella pensaba que yo era distinto, que claro hoy me follas y mañana que?. Yo no daba credito a lo que me estaba diciendo, asi que le dije que tranquila que ya me iba, me guarde la polla y me fui a mi coche.
Despues de aquello, no volvimos a hablar y al cabo de un mes y medio, desaparecio de la fabrica, segun me entere mas tarde, se habia liado con un camionero que venia descargar a la fabrica y que se habia divorciado y se habia ido a vivir a un pueblo de Cuenca, resumiendo, esa tia lo unico que queria era un salvavidas que le librara del cabron de su marido, de buena me libre..
El proximo dia cuento lo que me paso con la que vino a sustituir a mi compañera Elena.