Y que esperas tontaina, ¿que la borre?
Hubiera bastado con que no la escribieras, cariño.
Misógino Empedernido rebuznó:
¿Y quién habla de parir? Hablo de criar, de cubrir las necesidades vitales y educar. También los loros hablan y no les pongo al mismo nivel que usted. Quizá si conociera algo más de la vida de la señorita no sería tan ligero en su juicio, pero como habla sin saber...
¿No cree usted que todos los padres piensan lo mismo? Y aun así, los hijos siguen creciendo sin educación. Entonces ¿qué pasa? ¿todos los padres son tontos o perezosos o no les importan sus hijos? ¿Acaso se cree usted la única persona con juicio sobre la faz de la tierra?
Quizá es porque la tarea es mucho más ardua de lo que era cuando se educó a mi generación, eso hace que el número de fracasos sea mucho mayor.
Parir, criar... muchos animales paren y crian a sus retoños, y no por eso se les otorga cierta autoridad. Por desgracia, muchos humanos no se encuentran muy alejados de los animales. Y no, gracias, pero conocer cosas de la vida de la señorita no me emociona lo más mínimo, porque viendo las perlas que suelta, únicamente serviría para producirme vómitos.
Y no, no creo que todos los padres piensen lo mismo, para nada además. Es evidente que un gran porcentaje de padres actuales no valen para ser padres, y puede que tengan juicio, pero ni lo aplican, ni tampoco saben como hacerlo. Lo que usted propone es la excusa del comodón, que injusta es la sociedad, que consumista, que falta de valores... que difícil es criar a un hijo.... y una mierda, lo que hay que hacer es ofrecerles dedicación PLENA, cosa que no hace ni Dios, lamentablemente. Y si no puedes, no los tengas.
La tarea de educar hoy en día no es más ardua que antes, al revés, hoy día quién más quién menos, tiene educación, cierta cultura, y mucha información de todo tipo. Y el que no sabe educar a sus hijos, es sencillamente por puro egoísmo, egoísmo personal. Los padres de antes podían ser muy catetos, pero al menos lo daban todo por sus hijos, y no los dejaban abandonados de la mano de dios todas las tardes, cuidados por niñeras sudacas, viendo porquería en televisión o jugando a la play. Y todo ello para que los niños no molesten, no cansen , y no jodan, y así, de esa manera los queridos papis pueden autorrealizarse.