Quizás llego tarde a hablar sobre el tema, o tal vez, esperando que fuera otro quien introdujera la noticia, a lo peor resulta extemporánea. En todo caso, lo juzgue el moderador.
Y es que me parecía interesante analizar el suceso del metro de Barcelona, en el que (y ya visto mil y una veces) un mierda indeseable (un cascorro y típico barriobajero como los que desgraciadamente habitan los pueblos y ciudades de este país) patea a una menor y la somete (así parece según testigos) a un instante atroz de vejación psíquica y física.
No quiero comentar el hecho en sí. Desgraciadamente es un tema común, y hemos visto ya demasiadas veces la grabación. Pero el tema es poliédrico, y puede ser analizado y debatido por diferentes puntos de debate.
El primero: LA CHICA ERA INMIGRANTE. Y es que, manda huevos que, aparentemente la noticia de la agresión en sí queda ninguneada por el hecho de si el mierda ese, se dirigió a ella o no por motivos racistas. De hecho, él lo niega, y en todo caso: Cual es la delgada línea roja que implica la entrada en el delito con connotaciones racistas o el solo desprecio hacia una persona, en medio de la cual, y ya (premisa mayor) habiéndole faltado al respeto y agredido, y en una cascada de dislates delictuales, el agresor la somete a todo tipo de violencia verbal, en medio de ella, descriptiva, inmigrante?? (de hecho, reconocidos periodistas de pluma envenenada, acuden y se valen de la procedencia y origen de determinados oponentes periodísticos cuando tienen que darles caña…).
Y en todo caso, y partiendo del pobre (casi dramático) nivel intelectual de la población española, alguien tomaría en considerar válido un argumento de un mierda como el agresor del metro a la hora de determinar que ese individuo tenía una intención racista a la hora de perpetrar el delito…? Creo que sería suponer demasiado y a la vez, supravalorar en demasía a ese inmundo “neng” drogado y borracho de penuria mental.
Y sin querer abundar en el tema del racismo, pero jodidamente rabioso cuando asisto a tan perenne muestra de tontolava y papanatismo social de nuestos dirigentes y clase administrativa… los hay (políticamente correctos) que una y otra vez se han preguntado públicamente estos días esperando la afirmación: ¿Qué hubiera pasado si el agresor fuera inmigrante y la chica fuera autóctona de aquí?? Y yo digo, pues posiblemente nada. Ni noticia, ni denuncia, ni a penas persecución policial y de los medios. Y digo más y pregunto: Y qué carajo hubiera pasado si el agresor fuera español y la chica española?? Ergo, si la chica es negra, trigueña, mulata, china o de donde quiera Dios pero no de aquí, su cara y pecho, valdrían menos. La noticia yacería ahora sepultada en el dolor de la víctima y a nadie le hubiera importado una mierda jamás. Puestos pues a hacer demagogia, hagámosla en todos los frentes.
Todo lo demás, las manifestaciones repentinas, los minutos de silencio (cuanto gusta al vago funcionariado hacerlos y practicarlos con devoto seguimiento…), las entrevistas una y otra vez del cónsul, y manda huevos, hasta la visita del ministro de asuntos exteriores ecuatoriano…. Todo eso digo, no es más que basura, populismo, demagogia e hipocresía.
Y finalmente el tema mediático. 2 frentes. El cuarto poder que pretende una y otra vez, aquí y siempre, impartir justicia, dictar sentencia aunque tenga por ello que vulnerar los mínimos derechos éticos y pisotear cualquier código deontológico. Los carroñeros periodistas, TODOS, sin distinción, han elevado a ese malnacido a, primero héroe de barrio incomprendido, para luego, más tarde, cuando se les va de las manos, convertirlo en víctima. Antena 3 (supuestamente rigorista cadena de informativos) abrió 3 dias con la cara del agresor, y así sucesivamente las cadenas de la competencia. Le siguieron a los bares, por las calles, y hasta supimos cual era su comida preferida. Eso, en pleno horario del prime time. En qué coño estamos convirtiendo el periodismo??
El otro prisma que de ahí sucede y con ello acabo, es la desproporción, la justicia (venganza) del populo, la sed de sangre social. Las patadas que, todos y cada uno de nosotros (algunos con peor responsabilidad) damos a nuestro sistema legal penal cada vez que nos erigimos como catedráticos en criminología, apelando a la alarma social como justificativa de la ejecución (casi) del reo. Belén Esteban, Jaime Hostos, el presidente Revilla o Teresa Campos. Todos han dicho la suya estos días y claman por una sentencia ejemplar (olvidándose de que ésta sea justa)
Este pobre diablo macarra y mierdecilla de barrio, casi me da más pena ahora que muchos otros por los que siento profundo asco. Ya sabemos, y vienen ahora las dos típicas varas de medir. A este agresor le va a caer el pelo (sí… no tenga dudas), y en otros casos, la amplia y basta mayoría, por no estar sometido al amarillismo de los periodistas, no pasaría nada. Así de crudo, así de real.
Los fundamentos de toda la política criminal desde Beccaria (y el dedo inspirador de la tan cacareada Contitución), cae muerta por momentos en España. No importa que el daño que vaya a sufrir el reo sea ahora mayor que el producido. Total, se cumplen las premisas típicas de este puto país: Inmigrante agredida, caso mediático, tertulias mil en televisión y radio. Ana Rosa Quintana y Zerolo lo exigen, y también el chupismo electoral. Veredicto?? O resultado?? La silla eléctrica!!!!
Sin olvidar que ese chuloputas merecería un par de hostias de nuestro ordenamiento jurídico, y la víctima una atención decente, como merece. El primero merece la reprobación por su conducta, aunque desgraciadamente ya ha sido juzgado condenado y casi ejecutado de antemano.
Y es que me parecía interesante analizar el suceso del metro de Barcelona, en el que (y ya visto mil y una veces) un mierda indeseable (un cascorro y típico barriobajero como los que desgraciadamente habitan los pueblos y ciudades de este país) patea a una menor y la somete (así parece según testigos) a un instante atroz de vejación psíquica y física.
No quiero comentar el hecho en sí. Desgraciadamente es un tema común, y hemos visto ya demasiadas veces la grabación. Pero el tema es poliédrico, y puede ser analizado y debatido por diferentes puntos de debate.
El primero: LA CHICA ERA INMIGRANTE. Y es que, manda huevos que, aparentemente la noticia de la agresión en sí queda ninguneada por el hecho de si el mierda ese, se dirigió a ella o no por motivos racistas. De hecho, él lo niega, y en todo caso: Cual es la delgada línea roja que implica la entrada en el delito con connotaciones racistas o el solo desprecio hacia una persona, en medio de la cual, y ya (premisa mayor) habiéndole faltado al respeto y agredido, y en una cascada de dislates delictuales, el agresor la somete a todo tipo de violencia verbal, en medio de ella, descriptiva, inmigrante?? (de hecho, reconocidos periodistas de pluma envenenada, acuden y se valen de la procedencia y origen de determinados oponentes periodísticos cuando tienen que darles caña…).
Y en todo caso, y partiendo del pobre (casi dramático) nivel intelectual de la población española, alguien tomaría en considerar válido un argumento de un mierda como el agresor del metro a la hora de determinar que ese individuo tenía una intención racista a la hora de perpetrar el delito…? Creo que sería suponer demasiado y a la vez, supravalorar en demasía a ese inmundo “neng” drogado y borracho de penuria mental.
Y sin querer abundar en el tema del racismo, pero jodidamente rabioso cuando asisto a tan perenne muestra de tontolava y papanatismo social de nuestos dirigentes y clase administrativa… los hay (políticamente correctos) que una y otra vez se han preguntado públicamente estos días esperando la afirmación: ¿Qué hubiera pasado si el agresor fuera inmigrante y la chica fuera autóctona de aquí?? Y yo digo, pues posiblemente nada. Ni noticia, ni denuncia, ni a penas persecución policial y de los medios. Y digo más y pregunto: Y qué carajo hubiera pasado si el agresor fuera español y la chica española?? Ergo, si la chica es negra, trigueña, mulata, china o de donde quiera Dios pero no de aquí, su cara y pecho, valdrían menos. La noticia yacería ahora sepultada en el dolor de la víctima y a nadie le hubiera importado una mierda jamás. Puestos pues a hacer demagogia, hagámosla en todos los frentes.
Todo lo demás, las manifestaciones repentinas, los minutos de silencio (cuanto gusta al vago funcionariado hacerlos y practicarlos con devoto seguimiento…), las entrevistas una y otra vez del cónsul, y manda huevos, hasta la visita del ministro de asuntos exteriores ecuatoriano…. Todo eso digo, no es más que basura, populismo, demagogia e hipocresía.
Y finalmente el tema mediático. 2 frentes. El cuarto poder que pretende una y otra vez, aquí y siempre, impartir justicia, dictar sentencia aunque tenga por ello que vulnerar los mínimos derechos éticos y pisotear cualquier código deontológico. Los carroñeros periodistas, TODOS, sin distinción, han elevado a ese malnacido a, primero héroe de barrio incomprendido, para luego, más tarde, cuando se les va de las manos, convertirlo en víctima. Antena 3 (supuestamente rigorista cadena de informativos) abrió 3 dias con la cara del agresor, y así sucesivamente las cadenas de la competencia. Le siguieron a los bares, por las calles, y hasta supimos cual era su comida preferida. Eso, en pleno horario del prime time. En qué coño estamos convirtiendo el periodismo??
El otro prisma que de ahí sucede y con ello acabo, es la desproporción, la justicia (venganza) del populo, la sed de sangre social. Las patadas que, todos y cada uno de nosotros (algunos con peor responsabilidad) damos a nuestro sistema legal penal cada vez que nos erigimos como catedráticos en criminología, apelando a la alarma social como justificativa de la ejecución (casi) del reo. Belén Esteban, Jaime Hostos, el presidente Revilla o Teresa Campos. Todos han dicho la suya estos días y claman por una sentencia ejemplar (olvidándose de que ésta sea justa)
Este pobre diablo macarra y mierdecilla de barrio, casi me da más pena ahora que muchos otros por los que siento profundo asco. Ya sabemos, y vienen ahora las dos típicas varas de medir. A este agresor le va a caer el pelo (sí… no tenga dudas), y en otros casos, la amplia y basta mayoría, por no estar sometido al amarillismo de los periodistas, no pasaría nada. Así de crudo, así de real.
Los fundamentos de toda la política criminal desde Beccaria (y el dedo inspirador de la tan cacareada Contitución), cae muerta por momentos en España. No importa que el daño que vaya a sufrir el reo sea ahora mayor que el producido. Total, se cumplen las premisas típicas de este puto país: Inmigrante agredida, caso mediático, tertulias mil en televisión y radio. Ana Rosa Quintana y Zerolo lo exigen, y también el chupismo electoral. Veredicto?? O resultado?? La silla eléctrica!!!!
Sin olvidar que ese chuloputas merecería un par de hostias de nuestro ordenamiento jurídico, y la víctima una atención decente, como merece. El primero merece la reprobación por su conducta, aunque desgraciadamente ya ha sido juzgado condenado y casi ejecutado de antemano.