Hoy he tenido un sueño jodidamente... no sé. No sé definirlo.
He soñado con Kheira Hamraoui, la cual me llama jodidamente la atención, probablemente por su pelo y probablemente por lo que es viniendo de donde viene culturalmente.
El tema es que yo me sentaba con ella en una mesa, a dialogar, a pedirle que dejara de ser futbolista, y, en cierto modo, probablemente, a mi manera, pedirle que dejara de ser musulmana.
Todo ha durado horas, o esa es la impresión que me ha dado.
Lo que recuerdo era lo fácil que era más o menos convencerla.
- Mira, a mi me parece bien que te guste el fútbol, yo no pido que no te guste, y que lo veas como espectadora, pero es que tú no bla bla bla...
Así, apasionadamente, super rallado, como soy yo cuando hablando defiendo una idea.
Y ella decía si sí. Era todo como si yo fuera un vendaval de emociones que no dejaba de mostrar preocupación máxima arrojando una tormenta de argumentos, ejemplos, razones, comparaciones... como si arrollara al interlocutor y lo convenciera casi sin hacer preguntas ni generar dudas.