Lo de Manning puede salir "bien", o fatal. Manning es un tipo que lleva más de un año sin oler un balón, con más cirugías en el cuello que Superbowls, y con 35 añazos, edad nada desdeñable.
Puede salirles bien, si. Manning se preparará su playbook, todos jugarán para él, y Denver tiene un equipo en líneas generales, coqueto; pero no deja de ser un ejercicio de funambulismo arriesgado dar la patada a un QB que cogió un equipo con un balance de 1-5, sin un playbook actualizado a sus características, y lo llevó a unas semis de conferencia en uno de esos ejercicios de fe y liderazgo que mueven ciudades enteras. Tebow merecía una temporada acorde a sus características, merecía un summer camp de trabajo exclusivo en pulir sus carencias, en la confección de playbook hecho a su medida desde el inicio. Lo demás estaba hecho, el liderazgo, la juventud, y una apuesta que podía salir bien incluso a largo plazo.
Manning es, casi con toda seguridad, pan para hoy y hambre para mañana. O puede que a las primeras de cambio una locomotora James Harrison style le mande recuerdos a su cuello.
Desde luego, Tebow en NY va a ser suplente de ese manojo de nervios sin sangre que es Mark Sánchez, y me da rabia. Tebow merecía más.
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