Ya que estamos, contaré mi experiencia con esta gente:
ESTO ES TOTALMENTE VERÍDICO.
Siempre he sabido que cualquier cosa "religiosa" es pura basura, que se aprovechaba de la ingnorancia de los demás para formar su grupito, pero no tenía claro cómo lo hacían para captar a sus víctimas. Así que aproveche (hace unos siete meses) para hacerme pasar por uno de esos "susceptibles" que se tragan toda su mierda y esto es lo que pasó:
Aparecen en mi piso dos señoras ya mayores, entre los 55 y 60 años, y nada más abrir la puerta, me dí cuenta de qué iban, así que las recibí con una cálida sonrisa y las atendí amablemente.
Tras cinco minutos hablando de lo mál que está el mundo, de que Dios no está contento con él (Dios, no Jehová, cuidado), y que si las drogas y que si tal y cual, las invité a pasar e incluso LES PUSE UN TÉ, porque café no querían (¿o no podían beberlo?, misterio...).
Empezaron a tocar muchos temas generales, tanteándome... que si el aborto, vuelta a las drogas, la delincuencia, tal y cual.
A esto una de ellas me saca la revista esa de Despertad, que trataba de las drogas y me pide que me la lea, yo le aseguro que si, que me la leo.
De hecho, sí que ma leí, empieza como una revista de divulgación y poco a poco va metiendo a Dios por medio. Cuando ya has leído bastante, empieza a hacer conjeturas extrañas y sin sentido, dando como conclusión final que Dios es la salvación. Vale, mu bien.
A los dos dias aparecen otra vez las dos mujeres, yo las vuelvo a invitar a pasar y... sorpresa... SE INTERESAN POR MI NIVEL DE VIDA... que en qué trabajo, que si el piso es mío, que si estoy casado... mientras van intercalando pasajes de su biblia, que la otra señora leía cada dos por tres.
Al final me dan a entender que necesitan "hacerse fuertes" y que les encantaría que me uniera a ellos (ESO EN LA SEGUNDA VISITA, TOMA YA, y es que a veces pienso que tendría que haber sido actor).
Total, que yo que sí, que estoy de acuerdo y tal.
Al dia siguiente aparece un hombre de unos 40 años y una jovencita de unos 18, que estaba de buena que no veas, y me dan otra charla de esas.
A estas altura ya hablaban de Jehová, no de Dios, y de que el fin del mundo iba a llegar y todo el tema.
Yo me hacía pasar por un Cristiano insatisfecho con a Iglesia Católica actual, y que necesitaba "algo más" para sentirme "digno de Dios".
Pues nada, que el tío me deja un libro y atención, me dice que me invita a comer a su casa.
Ahí estaba yo ya convencido de que me habían tomado por uno de esos borregos a los que captan con tanto esmero.
Total que al otro día me vienen a recoger, fijate, y me llevan a un chalet que yo conocía de vista. Allí mucho palique y tal, y ya antes de la comida, el tio me saca unos papeles para que pueda "pertenecer a los testigos de Jehová" y a las "clases y cursos" que tengo que ir, etc.
Yo empiezo a darle datos falsos a ver que pasa, y lo más flipante... ME PEDIAN EL NÚMERO DE MI CUENTA BANCARIA PARA PAGAR LOS CURSOS Y LOS LIBROS.
Ahí decidí parar la farsa y les dije que no, que primero me lo tenía que pensar. Me miraron con un careto bastante serio y con muchísima suspicacia. Me hice pasar por un "tonto cabezón", de esos que son difíciles de convencer, y parece que coló.
Comemos y otra charla. A PARTIR DE AHÍ ME ENTRÓ MIEDO.
Pensé que a lo mejor me había pasado un poco, que en realidad no sabía mucho de esta gente y que si descubrían que yo les había seguido la corriente me podían putear de alguna forma. Supongo que ese miedo me lo dio cuando ví a otras tres parejas más y comimos todos... parecían extraños, como una reunión de estas fanáticas, que parecen muy buenos por fuera pero que pueden estallar en cualquier momento.
Al acabar la cena y en mitad de la otra charla, que parecía que no iba a acabar nunca, les digo que me voy, me pongo bastante nervioso y casi salgo corriendo del chalet. En ningún momento me pusieron la mano encima, pero inexplicablemente estaba asustado, fue una sensación muy rara, como si fueran extraterrestres o algo y hubiera desarrollado una fobia hacia ellos.
Total, que llamé por el movil a un Taxi y volví a mi piso.
Curiosamente, nunca más han aparecido por mi piso los Testigos de Jehová.
Las conclusiones que saqué de esto es que, aunque yo nunca llegué a entrar en su círculo y no vi nada demasiado extraño, mi intuición me decía que era gente peligrosa y sin escrúpulos, y que había que tener mucho cuidado con ellos.
Ea, reiros porque me asusté como una nena...