Trabajos DE MIERDA

Veo que semos varios los afectados por las ett.
Mi primer curro, a los 17, me vino por una ett. Ese año cursaba segundo de bachillerato y acabé a mediados de mayo pues me había quedado matemáticas. En vista del desolador mes de mayo y junio que se me venía y que la ya de por sí paupérrima paga que me daban mis popós había sido clausurada, decidí acudir a adecco a que me consiguieran mi primer curro. La verdad que fueron extremadamente eficaces, el mismo día me llamaron a eso de las 14:00 para un curro que empezaba a las 15:00. " se llama Altamira, es una imprenta en la nacional 2" me dijeron. Llegué al sitio sin comer, con el acojone propio de quien empieza su vida laboral y sin saber donde cojones ir. Dentro había un ruido ensordecedor. Dije a la primera persona que vi que era nuevo que dónde tenía que ir y me respondió que enhorabuena, que si quería que me diese un premio, y se fue insultándome. Me quedé quieto con mi mochila al hombro y volví a preguntar a otra persona y me dijo que fuese a la oficina de no se quien, le pregunté que donde estaba esa oficina y me volvió a insultar y me dijo que si también quería que mease por mi. En fin, que al final di con la oficina. Llego y me dice una especie de romerales el de farmacia de guardia que me pongo el mono y los tapones para los oídos. Le digo que a mi no me han dado nada y el tipo masculla insultos, otra vez. Me da el mono de otro trabajador que me queda infinitamente grande. Como los pantalones se me caen me da un enchufe para que me lo ate a modo de cinturón. En fin, salgo a escena como si fuera al circo y me dice que me ponga en mi lugar, que es el último de esa cadena. Me dice que es un trabajo para tontos, y me guiña un ojo. El tema es que en la cadena iban poniéndose las diferentes páginas de las revistas y se van prensando. En mi puesto sale una pila de revistas de unos 5 kg y yo tenía que atarla horizontal y verticalmente con una máquina que a poco que metas el cuello te ata a ti también junto a las revistas. Una vez atadas, hay que darse la vuelta y dejarlas en el palé. Cuando te dabas la vuelta de ese palé, otro montón de revistas estaba esperándote. Era una jodida locura aquello. Para ir a mear había que dar un grito a un tal Genaro, que era el que me supliría. Cuando me lo dijeron pensaba que era coña, pero qué va. Aguanté hasta las 8 sin mear y cuando ya no podía más, me acerqué corriendo al tal Genaro y el tipo escandalizado de que abandonase el puesto. Que me dijo que le gritase su nombre. Que si sabía gritar, me preguntó, y a modo de ejemplo soltó un geeenaaaaroooooooooo atronador.
Era la hostia amigos, se me pasó la tarde eterna. Y yo que pensaba que estudiar era jodido y aburrido. En el servicio me senté en la taza del wc y me aguanté las ganas de llorar mientras me comía un sándwich de membrillo y un biofrutas. Me miré al espejo y me di pena de mi mismo.
Cuando llegaron las 11 no podía con mi puto alma.
Cuando salí, fui a la parada del bus y después de 45 minutos de espera un autobusero que iba a torrejón me dijo que a qué esperaba, que por allí ya no paraba nadie. Así que me fui andando desde allí ( polígono de las Mercedes) hasta mi casa cocksladeña. Cuando llegué a mi casa mi madre estaba medio llorando y había llamado a varios hospitales y a la pulisia por si me habían raptado o violado. Me pegó una hostia y me tiró la cena en mi cara.
Al día siguiente volvieron a llamarme y de camino al sitio sólo pensaba en que ojalá el autobús se estrellase. Ese día me fue más rodado porque descubrí que si dejaba desparramadas " sin querer" las revistas, la máquina colapsaba y tenían que reiniciar el sistema, cosa que se demoraba en media hora, cosa que aprovechaba para ir a comprarme una coca cola. Merecía la pena los gritos del encargado y los insultos que me propinado pues me ganaba el favor de mis compañeros, que también descansaban. Oía a mi espalda comentarios como " ojalá venga más el inútil este"
En fin, que esa técnica me valió que me mandasen a hacer cajas de cartón, que era el puto paraíso en comparación a lo otro. Cada día que yo creía que me iban a poner a hacer cajas yo salía de casa diciéndole a mi madre " qué bien mama! Creo que hoy me ponen a hacer cajas!" Imagino a mi pobre madre pensando que qué había hecho mal conmigo, que ella quería un arquitecto.
Después de un par de semanas me llama la de adecco y me dixe que como Altamira me queda grande, que me ha buscado otra cosa parecida. Me dice que es en bimbo, que el tipo de trabajo es igual pero en otro entorno.
Tenia razón, era la misma mierda pero en vez de revistas había que apilar cajas de bollos, que pesaban menos. Era igual de aburrido, monótono y matapersonas pero más ligero. Además, siempre salían cajas con los donut aplastados y se ponían en donde los curreles comíamos, por lo que había cantidades ingentes de bollos gratuitos. Los guantes que nos daban estaban agujereados y raro era el día que no te ibas a casa con una quemadura.
El primer día que curré en bimbo hube de despertarme a las 5 de la mañana, hora desconocida para mi hasta entonces. En la media hora para comer me quede dormido y nadie me dijo nada. Me desperté cuando mi turno ya había acabado y las casi dos horas que estuve de más, me las pagaron como horas extra.
En fin amics, este es mi relato de dos curros igual de mierdas que comparten la monotonía de hacer un mismo movimiento durante 8,5 horas que parecían 150 en un sitio de ruidos infernales y olores mareantes.
Se ganaba buen dinero, eso sí. Con lo que curré durante el final de mayo, y casi todo junio y algo de julio, me pagué las borracheras de un año y me compré una chaqueta.

:lol:

Tiene un estilo simple pero jodidamente original (al menos yo no recuerdo a ningún otro forero que redacte como usted), y su avatar le va como anillo al dedo. Tiene espíritu de dibujo animado para mayores (que no adultos). Si esto fuera Facebook, me haría seguidor suyo, luego de @Cimmerio
 
Me equivocao, no volverá a pasar.
 
Última edición por un moderador:
Vaya, veo que nadie ha currado en una residencia de ancianos como gerocultor. Aquello parece un aparcamiento de viejetes. Lo mejor es empezar a las siete de la mañana y que te despierte el delicioso aroma añejo de una úlcera de presión llena de mierda en el culo de un viejo. Te despejas para todo el día.

Lo peor es que te daban un tiempo limitado, para las nueve y media, todos los abuelos tienen que estar lanzando alaridos en el comedor exigiendo que les eches más leche o café, a pesar de que ves cómo el líquido se derrama por la mesa. Durante las dos horas y media te ponen a levantar ancianos a destajo, todo está planificado para que tardes 10 minutos entre que los despiertas a gritos porque no llevan el sonotone, les quitas el pañal cual magdalena , los cueces un rato en agua caliente o los congelas como calpippos , jamás está el agua a su gusto.

El ambiente que tuve encima fue hostil hacia mí desde el primer día, es lo peor, pero lo peor currar con mujeres se pasaban más tiempo limpiándole el sable al jefe en su despacho y fumando que currando.
 
Vaya, veo que nadie ha currado en una residencia de ancianos como gerocultor. Aquello parece un aparcamiento de viejetes. Lo mejor es empezar a las siete de la mañana y que te despierte el delicioso aroma añejo de una úlcera de presión llena de mierda en el culo de un viejo. Te despejas para todo el día.

Lo peor es que te daban un tiempo limitado, para las nueve y media, todos los abuelos tienen que estar lanzando alaridos en el comedor exigiendo que les eches más leche o café, a pesar de que ves cómo el líquido se derrama por la mesa. Durante las dos horas y media te ponen a levantar ancianos a destajo, todo está planificado para que tardes 10 minutos entre que los despiertas a gritos porque no llevan el sonotone, les quitas el pañal cual magdalena , los cueces un rato en agua caliente o los congelas como calpippos , jamás está el agua a su gusto.

El ambiente que tuve encima fue hostil hacia mí desde el primer día, es lo peor, pero lo peor currar con mujeres se pasaban más tiempo limpiándole el sable al jefe en su despacho y fumando que currando.
Ese trabajo sí me parece duro. Físicamente no tiene mucho que envidiar a otros donde te dejas la espalda, que levantar viejas gordas también cansa, pero psicológicamente no quiero ni pensarlo, sólo con alguna visita ocasional se me cae el alma a los pies durante 3 días.
 
Ese trabajo sí me parece duro. Físicamente no tiene mucho que envidiar a otros donde te dejas la espalda, que levantar viejas gordas también cansa, pero psicológicamente no quiero ni pensarlo, sólo con alguna visita ocasional se me cae el alma a los pies durante 3 días.
Concrepo totalmente. Hace unos días he estado viendo a una tía mía que está en una de esas residencias y a uno se le queda el corazón encogío. Es un auténtico desguace de seres humanos. Todos derruidos, todos con un pie en la tumba. Todos con el pilotito de la reserva de vida encendido. Algunos ya ni eso. De repente cruza uno que ves que no se va a cortar el pelo más. Es demoledor. Una vez al año voy y tengo clarísimo que antes de que me aparquen ahí prefiero que me den candela. Cuando oigo a alguien decir "así vives más años" se me ponen los pelos como escarpias, porque esos años extra no te los ponen entre los veinte y los treina. Te los ponen al final, para que estés más tiempo ahí.
 
Vaya, veo que nadie ha currado en una residencia de ancianos como gerocultor. Aquello parece un aparcamiento de viejetes. Lo mejor es empezar a las siete de la mañana y que te despierte el delicioso aroma añejo de una úlcera de presión llena de mierda en el culo de un viejo. Te despejas para todo el día.

L
El ambiente que tuve encima fue hostil hacia mí desde el primer día, es lo peor, pero lo peor currar con mujeres se pasaban más tiempo limpiándole el sable al jefe en su despacho y fumando que currando.


pero desarrroilla esto hijo de la gran puta que me he quedao a media paja
 
El peor trabajo que he tenido fue trabajar para mi padre. Era de esos que dicen que «hay que dar ejemplo». Me descontaba cada 5 minutos que llegaba tarde. Luego abrió otro local, me eché 11 horas de reforma diarias y me pagó las 8 justas. Eso se lo habría perdonado, porque es mi padre y porque le debo mucho más que lo que me dejó de pagar, pero que invitara a todos sus empleados a cubatas después de trabajar y que a mí sólo me cayeran broncas delante de todo el mundo me resultó una marcianada, especialmente porque mi padre jamás, ni antes ni después, fue así conmigo en lo personal, pero en el trabajo se transformaba. Me lo tragué todo y no fue hasta hace bien poco, en una conversación con mi madre que venía de otros derroteros, que entendí que él también había trabajado con su padre y éste también había sido un capullo con él. Qué pena que se guarden esas tradiciones y no las de reunir a la familia al completo en navidades.

Me busqué curro de camarero en un restaurante a pie de playa y se ve que di con el único de la costa levantina que cumplía la ley a rajatabla, a mi hora me echaban de allí, me pagaban las extras como estipulaba el convenio y todo.
 
Me lo tragué todo y no fue hasta hace bien poco, en una conversación con mi madre que venía de otros derroteros, que entendí que él también había trabajado con su padre y éste también había sido un capullo con él. Qué pena que se guarden esas tradiciones y no las de reunir a la familia al completo en navidades.

No entiendo en absoluto esas maneras de funcionar. Parece que actuando así, los padres con los hijos piensen que se va a restaurar algun equilibrio universal, debido a que ellos fueron puteados también a la vez por sus padres.
 
Última edición:
No entiendo en absoluto esas manera de funcionar. Parece que actuando así, los padres con los hijos piensen que se va a restarurar algun equilibrio universal, debido a que ellos fueron puteados también a la vez por sus padres.
Les educaron así. Es una excusa simplista y barata, pero en su subconsciente es la forma correcta de actuar, porque en general su padre fue buen padre.

Con mi hermano mediano se ha portado bastante mejor. No sé si será porque él no lo necesitaba y estaba con él para echar una mano o porque ya le daba bastante la brasa en la vida privada, cosa que conmigo nunca ha hecho. Al pequeño dudo mucho que le haga trabajar alguna vez, se ha ablandado mucho el viejo.
 
Les educaron así. Es una excusa simplista y barata, pero en su subconsciente es la forma correcta de actuar, porque en general su padre fue buen padre.

Con mi hermano mediano se ha portado bastante mejor. No sé si será porque él no lo necesitaba y estaba con él para echar una mano o porque ya le daba bastante la brasa en la vida privada, cosa que conmigo nunca ha hecho. Al pequeño dudo mucho que le haga trabajar alguna vez, se ha ablandado mucho el viejo.

Lo entiendo, pero hay maneras de hacer mejor las cosas. Sólo eso.
 
Por supuesto que las hay, cualquier otra sería mejor.

Pero se ve que es costumbre, mucha gente dice que hay dos tipos de padres a la hora de ser jefes de sus hijos, los que lo consienten todo y los que se van al otro extremo. En ambos casos, mala idea la del negocio con el viejo.

Una pena, luego ves esas historias de cuento de hadas donde los hijos siguen la tradición, aprendiendo de un maestro comprensivo, paciente y generoso que a la vez es quien más espera y confía en el aprendiz. Todo mentira, como lo del amor incondicional y la princesa que se va con el mendigo.
 
Es curioso cómo aquí se dibuja un perfil bastante homogéneo de lo que es un trabajo de mierda, pero en los últimos años he tenido ocasión de tratar con empresas que emplean a gente en varios de los que habéis citado, entre ellos una bastante grande de poceros, y desde luego que siempre hay un roto para un descosido.

Hay personas que se sienten en su salsa en esos puestos de trabajo que habéis aborrecido con bastante razón. Hay gente que no da para más, que se siente más cómoda entre aguas fecales que explicándole a la jefa de recursos humanos por qué no han traído parte firmado o hecho foto de la avería para justificar una reparación no presupuestada.

Algunos de ellos son antisociales y el trato con otras personas les asquea o resulta imposible, por lo que cualquier cosa que se lo evite, si no es una miseria de sueldo, les va de puta madre. Otros directamente son subnormales, tienen las neuronas justas para pasar el día y algunos me sorprende que lo consigan, teniendo en cuenta que hay maquinaria pesada a su cargo. Son los que traen de cabeza a los encargados porque se pasan las medidas de seguridad por el forro, porque hace calor para ponerse chaleco, casco, guantes o una puta mascarilla. Son gente que se siente cómoda en el día de la marmota más aburrido posible, el de la cadena de montaje, el del mozo de almacén.

Suelen tener en común la alergia a la lectura. No ya a los libros, sino a cualquier cosa que contenga letras. Textos explicativos, manuales, a tomar por culo todo. Si ya son subnormales de por sí en tareas que hacen a diario, cuando les da por hacerse los listos con algo que no conocen desbordan el cromosómetro.

Pero no lo olvidéis, su voto vale lo mismo que el vuestro.
 
¿Y que me dicen de esas almas en pena que se funden con el edificio en el que trabajan durante años o décadas? Hablo de porteros de fincas urbanas, guardas de fincas rústicas, encargados de depósitos municipales, dueñas de mercerías preconstitucionales, libreros de viejo, ciertos dueños de bares... Creo que cuando palman, es ahí donde siguen currando más ashá del Aqueronte, y con ello, dando de comer a Iker Jiménez and friends.
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Concrepo totalmente. Hace unos días he estado viendo a una tía mía que está en una de esas residencias y a uno se le queda el corazón encogío. Es un auténtico desguace de seres humanos. Todos derruidos, todos con un pie en la tumba. Todos con el pilotito de la reserva de vida encendido. Algunos ya ni eso. De repente cruza uno que ves que no se va a cortar el pelo más. Es demoledor. Una vez al año voy y tengo clarísimo que antes de que me aparquen ahí prefiero que me den candela. Cuando oigo a alguien decir "así vives más años" se me ponen los pelos como escarpias, porque esos años extra no te los ponen entre los veinte y los treina. Te los ponen al final, para que estés más tiempo ahí.
Los trabajos de asistencia a gente mayor, en hospitales en general, con enfermos terminales físicos/enfermedades mentales... telita.
Y las residencias, donde acabaremos todos, son el mejor sitio donde puede estar alguien que no tenga pasta para un asistente privado en su casa, pero dan mucha penita, entre el olor a desinfectantes y el de los propios abuelitos, la gente con sus cantinelas, y esa gente que se ve que vive por pura inercia y a base de pastillas y artificios varios...
Muy muy duro ver eso todos los días. Y muy noble.
 
Pues ahora que recuerde, unos cuantos curros de mierda he tenido a cual peor.

Uno fue en una fabrica de ladrillos, pero no de estos normales no, sino ladrillos de esos macizos para hornos que pesan como su puta madre. La cosa es que ahí me contrataron directamente por la empresa y el colega de la entrevista me lo puso todo muy bonito claro, en plan "tú te sientas delante de una cinta transportadora por la que van pasando los ladrillos y apartas si viene uno roto o hecho mierda". Yo dije, aquí voy a vivir como dios. Pero no, el tema es que los ladrillos venían en una especie de vagonetas de tren, un roboc con ventosas cogía los ladrillos, los dejaba en la cinta tranportadora y ahí era donde yo tenía que echarles un ojo, el problema es que venían directamente de los hornos con lo que al venir tan calientes las putas ventosas no podían cogerlos bien entonces había que hacer la cosa a mano. O sea, de la puta vagoneta irlos poniendo a unos palés. Todo eso con ladrillacos de 10 kilos cada uno y así 8 horas.Y el compañero que tenía que echarme un cable se pasaba el día fumando petas en una sala de máquinas que había allí, así que como buen pringao me comía esa mierda yo solo. Aguanté 1 semana antes de ir al tio que me contrató y decirle que me largaba. Me dijo "puedes aguantar unos días hasta que encontremos a otro?". Y yo "sí claro". Ese día iba de noche, me llamaron para salir y aún debe estar esperándome porque no volví.

Otro fue en una fabrica de plástico para componentes de automoción. Ahí llegué por una Ett. Primer día, llego, veo que son todo tias, así que pensé que al menos podría ligar con alguna desesperada. El problema es que la encargada también era una tia fea, delgada esqueleto, mala hostia y hija de puta. Esto era antes de la moda feminazi de hoy en día, pero estoy seguro que esa bicha hoy en día vota al coletas y se caga en todo lo que huela a hombre. La muy cerda me dice que mi curro es cargar las máquinas donde las tias hacían las piezas, con bolitas de pvc. Las bolitas venían en sacos de 25 kilos y uno no paraba, cuando no tenía que cargar una máquina tenía que cargar otra. Cuando una puta de esas no te pedía que fueras a la suya, otra te pedía que te dieras prisa porque se le quedaba vacía la máquina de los cojones. Todo esto mientras la encargada bollera me echaba broncas cada 5 minutos porque iba muy lento y se paraban las máquinas. Como tenía poco curro, además de hacer eso, me puso en una máquina a producir. Yo sudando la gota gorda y las tias venga a pedir y bien relajadas. Con lo que a la 26 bronca de la zorra aquella se me cruzaron los cables, empecé a insultarla ahí en medio, a acordarme de todos sus muertos y demás cosas que se merecía. Me fui al vestuario, me cambié y me largué sin terminar el turno. Y eso creo recordar que fue a los 3 días, todo un record durar tanto viendo el percal.

Luego fuí a parar a una que hacía herramientas, martillos y demás. También mucha tia. Ellas se encargaban de ponerle el mango a martillos y cosas así y los pocos tios que estabamos teníamos que montar máquinas de esas de sierra para cortar baldosas y de esas otras para pulir suelos. Para que se hagan una idea, servidor necesita instrucciones para abrir una botella de leche y para cambiar un enchufe puedo necesitar 2 días completos viendo vídeos de Youtube para ver como se hace. Para colmo el que tenía que enseñarme era un puto moro de los cojones y eso fue hace años, con lo que no les tenía el asco de hoy en día pero ya iba creciendo el odio dentro de mi. Aquello se me daba de culo, yo como buen inútil me tiraba 2 minutos para enroscar un puto tornillo y creanme si digo que montar una máquina de esas a mano es para un fan del bricolaje porque lleva mil piezas y tornillos y arandelas diferentes. Un encargado pijo, estirao y gilipollas vio que yo no daba una, con lo que me puso a empaquetar palés, con lo que me pone el tio al lado de una bombona de butano, un rollo de papel de ese transparente para los bocadillos y me dice que le de vueltas al palé y cuando ya este todo enrollado le meta fuego con una especie de lanzallamas para quemar un poco el plástico y que se quede pegado. Ya me ven allí lanzallamas en mano a lo Rammstein style lanzando llamaradas de un metro contra el palé de los huevos, acojonao perdido por si la puta bombona explotaba o terminaba prendiendo fuego a toda la puta fabrica. La cosa es que llegaron las 2 de la tarde y yo con unas ganas de largarme y no volver que no vean. Me voy hacia la salida, me viene el maricón estirao del encargado y me dice que no me puedo ir, que aún quedan como 5 palés para cerrar y que hasta que no termine no puedo irme. Le pregunto a cuanto pagan las horas extra. Me dice que no se pagan, que el curro hay que terminarlo en las 8 horas y si no se termina pues hay que quedarse hasta que esté todo listo. Con lo que le dije que se metiera la puta bombona por el culo que yo me largaba. Un día duré ahí.

Y algún sitio más que ya me acordaré porque curros de mierda he tenido más de los que me gustaría como buen pringao que soy.
 
Pues ahora que recuerde, unos cuantos curros de mierda he tenido a cual peor.

Uno fue en una fabrica de ladrillos, pero no de estos normales no, sino ladrillos de esos macizos para hornos que pesan como su puta madre. La cosa es que ahí me contrataron directamente por la empresa y el colega de la entrevista me lo puso todo muy bonito claro, en plan "tú te sientas delante de una cinta transportadora por la que van pasando los ladrillos y apartas si viene uno roto o hecho mierda". Yo dije, aquí voy a vivir como dios. Pero no, el tema es que los ladrillos venían en una especie de vagonetas de tren, un roboc con ventosas cogía los ladrillos, los dejaba en la cinta tranportadora y ahí era donde yo tenía que echarles un ojo, el problema es que venían directamente de los hornos con lo que al venir tan calientes las putas ventosas no podían cogerlos bien entonces había que hacer la cosa a mano. O sea, de la puta vagoneta irlos poniendo a unos palés. Todo eso con ladrillacos de 10 kilos cada uno y así 8 horas.Y el compañero que tenía que echarme un cable se pasaba el día fumando petas en una sala de máquinas que había allí, así que como buen pringao me comía esa mierda yo solo. Aguanté 1 semana antes de ir al tio que me contrató y decirle que me largaba. Me dijo "puedes aguantar unos días hasta que encontremos a otro?". Y yo "sí claro". Ese día iba de noche, me llamaron para salir y aún debe estar esperándome porque no volví.

Otro fue en una fabrica de plástico para componentes de automoción. Ahí llegué por una Ett. Primer día, llego, veo que son todo tias, así que pensé que al menos podría ligar con alguna desesperada. El problema es que la encargada también era una tia fea, delgada esqueleto, mala hostia y hija de puta. Esto era antes de la moda feminazi de hoy en día, pero estoy seguro que esa bicha hoy en día vota al coletas y se caga en todo lo que huela a hombre. La muy cerda me dice que mi curro es cargar las máquinas donde las tias hacían las piezas, con bolitas de pvc. Las bolitas venían en sacos de 25 kilos y uno no paraba, cuando no tenía que cargar una máquina tenía que cargar otra. Cuando una puta de esas no te pedía que fueras a la suya, otra te pedía que te dieras prisa porque se le quedaba vacía la máquina de los cojones. Todo esto mientras la encargada bollera me echaba broncas cada 5 minutos porque iba muy lento y se paraban las máquinas. Como tenía poco curro, además de hacer eso, me puso en una máquina a producir. Yo sudando la gota gorda y las tias venga a pedir y bien relajadas. Con lo que a la 26 bronca de la zorra aquella se me cruzaron los cables, empecé a insultarla ahí en medio, a acordarme de todos sus muertos y demás cosas que se merecía. Me fui al vestuario, me cambié y me largué sin terminar el turno. Y eso creo recordar que fue a los 3 días, todo un record durar tanto viendo el percal.

Luego fuí a parar a una que hacía herramientas, martillos y demás. También mucha tia. Ellas se encargaban de ponerle el mango a martillos y cosas así y los pocos tios que estabamos teníamos que montar máquinas de esas de sierra para cortar baldosas y de esas otras para pulir suelos. Para que se hagan una idea, servidor necesita instrucciones para abrir una botella de leche y para cambiar un enchufe puedo necesitar 2 días completos viendo vídeos de Youtube para ver como se hace. Para colmo el que tenía que enseñarme era un puto moro de los cojones y eso fue hace años, con lo que no les tenía el asco de hoy en día pero ya iba creciendo el odio dentro de mi. Aquello se me daba de culo, yo como buen inútil me tiraba 2 minutos para enroscar un puto tornillo y creanme si digo que montar una máquina de esas a mano es para un fan del bricolaje porque lleva mil piezas y tornillos y arandelas diferentes. Un encargado pijo, estirao y gilipollas vio que yo no daba una, con lo que me puso a empaquetar palés, con lo que me pone el tio al lado de una bombona de butano, un rollo de papel de ese transparente para los bocadillos y me dice que le de vueltas al palé y cuando ya este todo enrollado le meta fuego con una especie de lanzallamas para quemar un poco el plástico y que se quede pegado. Ya me ven allí lanzallamas en mano a lo Rammstein style lanzando llamaradas de un metro contra el palé de los huevos, acojonao perdido por si la puta bombona explotaba o terminaba prendiendo fuego a toda la puta fabrica. La cosa es que llegaron las 2 de la tarde y yo con unas ganas de largarme y no volver que no vean. Me voy hacia la salida, me viene el maricón estirao del encargado y me dice que no me puedo ir, que aún quedan como 5 palés para cerrar y que hasta que no termine no puedo irme. Le pregunto a cuanto pagan las horas extra. Me dice que no se pagan, que el curro hay que terminarlo en las 8 horas y si no se termina pues hay que quedarse hasta que esté todo listo. Con lo que le dije que se metiera la puta bombona por el culo que yo me largaba. Un día duré ahí.

Y algún sitio más que ya me acordaré porque curros de mierda he tenido más de los que me gustaría como buen pringao que soy.

Laickk.

Me encanta esa manera de mandar todo a tomar por el culo con cruzada de cables incluida. No matter what.

A lo largo de mi vida no ha sido mi estilo, pero últimamente sí. Gota a gota. Gota a gota masco mi rencor hasta que me hace cliqui la puta cabeza y acabo montando la escenita a grito pelao. De bibliotecario a berserker en 0'30 sec. Ojalá hubiese empezado antes.
 
Pues no sé si esto se podría considerar un trabajo de mierda. Cuando terminé mi lisensiatura, a principios de los 2000, me tiré unos buenos meses buscando de lo mío, y evidentemente no encontré nada. El primer trabajo mierdoso era de prácticas en una puta fábrica de barnices. Imaginaos una nave industrial en pleno verano, construida en forma de L y por lo tanto, pese a tener las puertas abiertas, sin ventilación alguna. Tres bidones de 1000 litros repletos de acetona y otros disolventes evaporándose aceleradamente. Y yo, con cara de pardillo, pesando botellitas metálicas repletas de pintura al cacaceite, apuntando los numeritos y limpiándolas en el bidón, mientras la acetona empezaba a condensar en mis bronquios y a disolverme por dentro.

Así me tiré dos meses, chupando de todo, rodeado de ineptos que no sabrían distinguir entre sulfúrico y acetona, sin ningún tipo de EPI puesto y en ambiente cargado de fracaso, aburrimiento y tedio. Al menos no eran demasiadas horas, de 8 a 15, ya que al estar trabajando de gratis no tenía que estar todo el día.

Pero bueno, ése no ha sido el peor trabajo en el que he estado.

El otro fue al tiempo de terminar éste. Me dio por apuntarme a una ETT porque iba mal de pasta y un amigo me recomendó que me apuntase, así que nos fuimos ambos a ver qué nos daban. Voy, me apunto y a los pocos días me llaman, era en época navideña y me dijeron que era para preparar cestas de navidad. Ante esto, uno puede imaginarse una cinta transportadora por donde van cajas de cartón decoradas horteramente y donde se supone que deberíamos ir poniendo turrones, alcohol y mierdas varias, pero no.

Me engañaron vilmente, ya que las "cajas de Navidad" que me dijeron eran cajas de madera llenas de naranjas, naranjas que había que descargar a mano de un camión, repasarlas, tirar las malas y volver a empaquetarlas en otras cajas. Yo, que no voy al gim a ver pollas y tengo bracitos putapénicos propios de una teen anoréxica, las pasé muy putas para descargar un centenar de cajas de 20 kilos o más al día, moverlas por allí y volver a empaquetarlas y cargarlas.

Esto era el primer día, ya que el contrato era para 3 días a unos espectaculares 8 euros por hora. Total, que el segundo día, después de dormir fatal y con unas agujetas inhumanas, me levanto y me voy para el polígono todo motivado y resulta que no, que ese día iba de descargar minimotos metidas dentro de unas jaulas metálicas llenas de bordes cortantes. Un puto contenedor repleto de minimotos, y tres personas para bajarlas todas. Eso sí, la nave llena de traspalets, pero sin poder usarlos, órdenes del jefe. Trabajo esclavo. Al final del día quería morirme, pero dije, qué coño, total, otro día más y 65 pavos más que me iba a ganar. Pues bien, el tercer día fue otra tomadura de pelo, tuvimos que, otra vez, descargar un par de contenedores pero ahora eran cajas llenas de ropa. El trabajo era bajar las cajas, abrirlas, contar el número de prendas dentro y volver a empaquetar. Yo empecé a contarlas de verdad, pero como los demás del grupito pasaban, al final nada de nada. Un control de calidad exhaustivo, hoigan. Lo peor es que toda la gente que estaba conmigo eran ingenieros, abogados, algún físico y todos por un estilo, se ve que nadie duraba más de unos días allí, salvo la secretaria y el gerente.

En fin, que soy un blando, pero prefiero mi curro actual (ocho horitas, curro de laboratorio, no levantar nada que pese más de 2 kilos y con un sueldo muy apañao) :face:
 
Me cuesta creer que no haya algún forero que no haya sido asfaltador, trabajo infernal que principalmente se hace en julio y agosto.
O pocero, sacando mierda de desagües infernales.
Mi primer trabajo fue en una ETT, trabajando en una Siderúrgica en Sevilla, allá por Junio de 2004, con unos tiernos 18-19 añitos y retirando escoria metálica de los hornos apagados.

No recuerdo 60 euros más sacrificados. la ola de calor que había hacía más apetecible salir afuera de la siderúrgica a quitarse los trajes de protección a las 4 de la tarde que en bajar y cargar escoría, metal que te entraba de todas formas en el cuerpo, (me pasé 3 días con los párpados tiznados y echando flemas negras). pasábamos la mitad del tiempo bebiendo agua y la otra mitad recuperando fuelle.
Había una milésima parte del momento en que bajábamos al fondo, donde se recogía ese sobrante metálico y lo llevábamos a carros donde se llevaban a fundir de nuevo. Que esa era otra, nos dijeron que los hornos estarían apagados y no fue así. Ver como caía el metal ígneo a 20 metros de uno, mientras llevabas como 4 capas de ropa.
Todavía conservo la caja de las botas de seguridad que me dieron, como recuerdo a la inmensa mierda que tuve que tragar. Luego tuve otros curros de mierda, pero ya son otra historia.
 
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