Creo que debo empezar a preocuparme... Lunes noche, víspera de la gloriosa Diada de Cataluña, el barrio de Gracia estaba especialmente tranquilo, pero en uno de esos bares que comenté en uno de los posts anteriores se dieron dos situaciones rapiñas.
La primera, chico solo en la barra tomando una copa, y una de mis amigas para allá que se fue (animada por mí, también es verdad). Le entró ella, estuvieron hablando un buen rato y al final ni teléfonos ni nada, más de 10 años de diferencia eran demasiados para ella, pero demuestra que estando solo se puede ligar, o en este caso ser ligado, precisamente por lo diferente de la situación. Él es asiduo a ese bar, así que no es descartable que se vuelvan a encontrar, pero tampoco es que diera pie a mucho más. Se nos acopló un rato mientras acababa su copa y se fue.
La segunda, dos tipas con dos tipos, todos rondando los 40 físicamente mejor ellos que ellas que no tenían nada destacable ni tampoco nada del todo desagradable, pero ni buen tipo, ni la cara ni nada me darían para entrarles. Pero me iba fijando si eran pareja o no mientras estaban jugando a dardos y una de ellas se sentaba a mi lado cuando no tiraba. La otra pareja sí que parecía que tenían algo de juego, cosa que luego se confirmó. En un momento que mi amiga estaba entrando al tipo solo de la barra y que mi pareja desapareció un rato, va y me saluda. Saludo, hablamos de lo malos que son jugando a dardos y que ya está aburrida y directamente le preguntó que si ella y el otro eran pareja, que los otros dos sí que se notaba que lo eran, pero dudaba de ella. Al parecer era un amigo del novio de su amiga que se lo habían presentado esa noche, y aquí vienen el WTF de la noche, que me suelta que no le ha gustado, pero en cambio yo sí. Cara de póquer por mi parte, trago a la copa y casi me descojono diciendo que me encanta que una mujer sea tan directa pero que no va a ser su noche. Vuelve mi pareja, se me sienta al lado y saca su lado posesivo al verme con otra y fin de la historia.