Creo que es el primer hilo que abro en todo el foro de PL. Pero lo merece.
Vereis. Hace un par de años y medio conocí a una chica a través de un foro (no el de PL, todavía no lo conocía. Y menos aún genteya o meri, por si alguno tiene la maldad suficiente como para sugerir tan descabellada idea) y a partir de ahí por Messenger.
Me pareció una persona interesante, por su estado virginal en la vida. Era inocente en extremo, y su candidez me pudo. Quedamos varias veces, para salir por Madrid, al cine, un café... Todo casto, ella tenía tres años menos que yo, y yo ya era mayor de edad. Además, me interesaba la persona, no el sexo.
Lo hicimos más "oficial". Me presentó a sus amigas, teens de 16 años todas ellas, igual que mi novia. Al cabo de un par de meses de empezar, nos acostamos. Seguimos acostándonos cada vez que nos veíamos (ella vive en los alrededores de Madrid, y yo en una residencia de estudiantes de difícil acceso por bus por aquel entonces), lo cual ocurría una vez en semana o cada dos.
Al cabo de 4 meses hice balance, pues notaba que algo no iba bien. Había conseguido cumplir el sueño de muchos hombres. Una teen con un apetito sexual importante coladita por mis huesos. Y sin embargo no me llenaba, me sentía insatisfecho. Así que la dejé. Pero seguimos viéndonos, tanto por su insistencia entre lloros y lamentos, como que yo seguía queriendo follármela... algo normal, si se te pone una tía de buen ver por delante (recuerdo que cada vez que entraba en mi habitación lo primero que hacía era desnudarse y arrodillarse... ).
El caso es que se volvió tan agobiante, tan pesada, que el sexo no me compensaba la tensión de que me llamara a todas horas. Corté toda comunicación con ella, de la forma más brusca. Durante meses, ella no dejaba de llamarme, de dejarme mensajes de texto y de voz con lloros y lamentos. Accedí a explicarle el por qué la dejé: que me agobiaba, que era demasiado posesiva, que necesitaba mi tiempo y mi espacio. Que me cansaba hablar varias veces al día con ella... y me dejé seducir. Estaba más atractiva que nunca. Y en mi cuarto, una vez más. Fue glorioso, el mejor polvo de mi vida. Pero en cuanto acabé, me sentí sucio, vil y utilizado al mismo tiempo. Decidí volver a cortar lazos con ella, explicándole antes como me sentía respecto a ese último polvo.
Pareció entenderlo, y se marchó tranquila, aunque triste. Respetó mi espacio un tiempo, y volvió a la carga. La mandé a la mierda, sin contemplaciones. Y aprendió. No me llamó más. Hasta que decidí abrirle la puerta como amiga. Estrictamente, sin sexo. Y volvió a intentar seducirme. Esa última vez no caí.
Terminé el curso 2005/2006, bastante mal. Mi padre me amenazó con "cortarme el grifo" si no aprobaba las 6 asignaturas que tenía para septiembre. Lo veía todo negro, pero estaba dispuesto a aprobar las que me fueran posibles. Y esta chica decide darme por saco de nuevo, pero yo en mi casa, en un pueblo andaluz, a 500 km de Madrid. Y decidí cortar por lo sano. Le conté la amenaza de mi padre, y que me dejara tranquilo. Llegó septiembre, y me marqué la machada padre, todas aprobadas.
Y esta chica me llama. Le digo que he suspendido, y que me voy a Sevilla (donde tengo familia) a trabajar. Varias veces me llama, y está abatida, me echa de menos, quiere verme. Le digo que he conocido a una chica, que estoy rehaciendo mi vida por completo, borrando a todo el mundo que no me convenga mantener a mi lado. Y es verdad, lo estaba haciendo, pero no en Sevilla, sino en Madrid, en la residencia de estudiantes.
Ahora ha descubierto mi mentira, quiere que se lo explique. Y voy a hacerlo, ya he sido lo suficientemente cobarde como para plantar cara de una vez. Pero temo que aún no haya madurado. O quizás lo suyo sea un desequilibrio mental. No lo sé.
Y temo que se me insinúe, puesto que yo estoy con otra chica ahora, y sé que, aunque llegué a ser fuerte una vez como para no acostarme con la teen (ahora con 18 años recién cumplidos), también puedo ser débil como el resto de las veces y acostarme con ella.
Necesitaba contarlo. Disculpad por el tochopost. Se agradecen consejos, puntos de vista...
Un saludo.
Vereis. Hace un par de años y medio conocí a una chica a través de un foro (no el de PL, todavía no lo conocía. Y menos aún genteya o meri, por si alguno tiene la maldad suficiente como para sugerir tan descabellada idea) y a partir de ahí por Messenger.
Me pareció una persona interesante, por su estado virginal en la vida. Era inocente en extremo, y su candidez me pudo. Quedamos varias veces, para salir por Madrid, al cine, un café... Todo casto, ella tenía tres años menos que yo, y yo ya era mayor de edad. Además, me interesaba la persona, no el sexo.
Lo hicimos más "oficial". Me presentó a sus amigas, teens de 16 años todas ellas, igual que mi novia. Al cabo de un par de meses de empezar, nos acostamos. Seguimos acostándonos cada vez que nos veíamos (ella vive en los alrededores de Madrid, y yo en una residencia de estudiantes de difícil acceso por bus por aquel entonces), lo cual ocurría una vez en semana o cada dos.
Al cabo de 4 meses hice balance, pues notaba que algo no iba bien. Había conseguido cumplir el sueño de muchos hombres. Una teen con un apetito sexual importante coladita por mis huesos. Y sin embargo no me llenaba, me sentía insatisfecho. Así que la dejé. Pero seguimos viéndonos, tanto por su insistencia entre lloros y lamentos, como que yo seguía queriendo follármela... algo normal, si se te pone una tía de buen ver por delante (recuerdo que cada vez que entraba en mi habitación lo primero que hacía era desnudarse y arrodillarse... ).
El caso es que se volvió tan agobiante, tan pesada, que el sexo no me compensaba la tensión de que me llamara a todas horas. Corté toda comunicación con ella, de la forma más brusca. Durante meses, ella no dejaba de llamarme, de dejarme mensajes de texto y de voz con lloros y lamentos. Accedí a explicarle el por qué la dejé: que me agobiaba, que era demasiado posesiva, que necesitaba mi tiempo y mi espacio. Que me cansaba hablar varias veces al día con ella... y me dejé seducir. Estaba más atractiva que nunca. Y en mi cuarto, una vez más. Fue glorioso, el mejor polvo de mi vida. Pero en cuanto acabé, me sentí sucio, vil y utilizado al mismo tiempo. Decidí volver a cortar lazos con ella, explicándole antes como me sentía respecto a ese último polvo.
Pareció entenderlo, y se marchó tranquila, aunque triste. Respetó mi espacio un tiempo, y volvió a la carga. La mandé a la mierda, sin contemplaciones. Y aprendió. No me llamó más. Hasta que decidí abrirle la puerta como amiga. Estrictamente, sin sexo. Y volvió a intentar seducirme. Esa última vez no caí.
Terminé el curso 2005/2006, bastante mal. Mi padre me amenazó con "cortarme el grifo" si no aprobaba las 6 asignaturas que tenía para septiembre. Lo veía todo negro, pero estaba dispuesto a aprobar las que me fueran posibles. Y esta chica decide darme por saco de nuevo, pero yo en mi casa, en un pueblo andaluz, a 500 km de Madrid. Y decidí cortar por lo sano. Le conté la amenaza de mi padre, y que me dejara tranquilo. Llegó septiembre, y me marqué la machada padre, todas aprobadas.
Y esta chica me llama. Le digo que he suspendido, y que me voy a Sevilla (donde tengo familia) a trabajar. Varias veces me llama, y está abatida, me echa de menos, quiere verme. Le digo que he conocido a una chica, que estoy rehaciendo mi vida por completo, borrando a todo el mundo que no me convenga mantener a mi lado. Y es verdad, lo estaba haciendo, pero no en Sevilla, sino en Madrid, en la residencia de estudiantes.
Ahora ha descubierto mi mentira, quiere que se lo explique. Y voy a hacerlo, ya he sido lo suficientemente cobarde como para plantar cara de una vez. Pero temo que aún no haya madurado. O quizás lo suyo sea un desequilibrio mental. No lo sé.
Y temo que se me insinúe, puesto que yo estoy con otra chica ahora, y sé que, aunque llegué a ser fuerte una vez como para no acostarme con la teen (ahora con 18 años recién cumplidos), también puedo ser débil como el resto de las veces y acostarme con ella.
Necesitaba contarlo. Disculpad por el tochopost. Se agradecen consejos, puntos de vista...
Un saludo.