Viajes Vietnam: manual de usuario

  • Iniciador del tema Iniciador del tema LeChuck
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
La cerveza esa del día me quedé yo sin probarla, junto con alguna cosa típica más.

El café es religión en Vietnam. Hay muchas más cafeterías propiamente dichas que en Esñapa, si no contamos los baretos de toda la vida. Un paquetito bien presentado es un souvenir muy habitual, igual que el te.

De mis experiencias en las cafeterías puedo sacar dos observaciones sobre el comportamiento de la gente. En Vietnam pueden ser extremadamente profesionales y educados al atenderte si están habituados a turistas. Por alguna razón las cafeterías siempre las atiende gente jovencísima, que además tienen a sus amigos siempre rondando por allí, o al menos así lo vi yo en muchas ocasiones. El caso es que si te metes en un sitio nada frecuentado por turistas se levanta un gallinero del copón, en plan levantarse uno de los colegas y salir disparado a avisar al amigo que trabaja tras la barra entre risas nerviosas. Para cuando entras tienes a una docena de adolescentes levantando la mirada del móvil para observarte con curiosidad, y cada movimiento que haces provoca el nerviosismo general. Porque no manejan muy bien el inglés, supongo.

Recuerdo entrar en un sitio. Me atendió una chica que estaba con amigas. Me dieron la carta para que eligiese y mientras la miraba estaban allí tiesas como estatuas, aguantando la respiración. Cuando elegí y fui a sentarme vinieron por detrás silenciosamente para preguntarme si quería wifi. Cuando noté una presencia justo detrás me giré con normalidad y pegaron un bote, como si fuese un caimán encabronado, para luego romper a reír histéricas. Y yo ahí en plan WTF.

No sé, imaginaos a unas adolescentes intentando controlar un cerdo de 200 kilos entre una colección de jarrones Ming. Ese es su comportamiento. No me pasó una vez, sino cuatro o cinco. El caso es que me leí un libro que se llama Destination Saigon. Es de un tipo que hizo varios viajes al país para estudiar las religiones y el idioma, y cuenta diferentes aventuras en diferentes zonas de Vietnam. Me lo estoy releyendo y me ha hecho gracia que mencione muy brevemente este comportamiento. Es altamente recomendable, sobre todo si has estado, no puedes mas que reconocer alguna faceta del país y su gente en cada párrafo.

IMG_20180905_101143.jpg

Hace muchos años leí que los japoneses tienen un comportamiento de cara al cliente y es que siempre evitan la negación, el enfrentamiento. Me sorprendió mucho ver que en Vietnam también lo hacen. Por ejemplo, vas a una cafetería de noche cuando ya ha pasado la hora del cierre. Hay clientes dentro pero ya no sirven más, aunque tú no lo sabes.

-Hola buenas. ¿podrías ponerme un café descafeinado con hielos para llevar?
--Mmm, no estoy segura de que sea posible
-¿No tenéis descafeinado, o no ponéis para llevar?
--Eh... mmm, tal vez no podamos ofrecerle exactamente lo que pide
-Solo quiero un café para llevar, no me importa si no hay descafeinado, y tampoco si no hay hielo
--Bueno, es posible que no podamos ayudarle
(pausa para analizar la situación y recordar el articulo sobre los japoneses)
-Entonces...
--¿Si?
-Lo que quieres decir es que es la hora de cerrar y ya no podéis atender a clientes
-La hora de servir a nuestros clientes ya ha pasado
-Bueno, venga hasta luego


Una cosa que me encantó es que el clima tropical provee una enorme cantidad y variedad de fruta, y en las cafeterías y restaurantes siempre hay opciones de batidos y zumos. Es muy fácil encontrar un zumo de lima mañanero, o uno de azúcar de caña con coco, menta, melón y fruta de la pasión.

Uno cuando viaja a estos paises espera que se le presente la oportunidad de probar todas esas frutas tropicales. Lo que yo no sabía es que están por todas partes y no hay ni que buscarlas. En su forma natural, en zumos, o en bandejitas de poliespan listas para su consumo.

IMG_20180902_114503.JPG
IMG_20180902_202644.JPG
IMG_20180903_111016.JPG
IMG_20180903_120508.JPG
IMG_20180828_133646.JPG
De arriba a abajo: zumo de fruta de la pasión o maracuyá en la calle de mi hostal (Cocoon Inn) en Hanoi. Jugo de caña de azúcar. Un coco. Puesto de verduras sin apenas frutas a la vista (por alguna razón las piñas son mucho más pequeñas, aunque saben igual). Una señora vendiendo longan, una fruta de la familia del lichi.

El caso es que hay que aprovechar y probar tantas como se pueda. Algunas son sorprendentes en su textura, otras en su sabor y algunas son meh total.

Una vez en un supermercado aquí vi que vendían la fruta del dragón. Estaba a 14€ el kilo. 5 o 6€ la pieza. Pasé. En Vietnam vale 1,30€ como mucho.

Por cierto, en los templos se ponen como ofrenda unos cítricos llamados Mano de Buda. Preguntando por ello después de verlos en muchos puestos callejeros y templos me dijeron que prácticamente no se consumen. Solo se usan para ofrendas.

Vietnam-24-Buddhas-hand.jpg

foto de internet


Dejo este articulillo sobre frutas tropicales y me piro, que estoy enfermo porque arrastro desde hace semanas el catarro de pasar del calor tropical al aire acondicionado helador de estos hijos de puta amarillos.

Frutas del sudeste asiático que debes probar antes de morir


A ver si avanzo que andaba contando lo que hice el puto primer día.
 
Última edición:
El ayuntamiento de la ciudad está a unos minutos del mercado de Ben Thanh. Allí hay un cambio notable en las calles. Todo luce nuevo, ordenado, espacioso e impoluto. Como si estuviese todavía por inaugurarse. En esta zona están algunos de los mejores hoteles y boutiques de la ciudad. Hay una corriente de dinero de los turistas y los nuevos ricos y se nota. A una manzana se encuentra el edificio de la ópera y justo enfrente del ayuntamiento se extiende la calle peatonal Nguyen Hue que cruza un buen tramo de ciudad hasta el rio que la atraviesa. Se llama, si, rio Saigón.

46.JPG



El nombre de la enorme calle peatonal hace referencia a un antiguo emperador. Pero lo que realmente quería señalar es que posiblemente sea Nguyen la palabra que más se vea en el país. En negocios, mapas, calles, monumentos, templos, etc.

El nombre de los vietnamitas empieza por el nombre de la familia. Lo que vendríamos a denominar el apellido occidental. Y Nguyen es el más popular del país. Lo comparten el 38% de la población. Por lo tanto muchísimas personas se “llaman” Nguyen.

A la primera parte del nombre suele seguirle, aunque no siempre, un término que define su sexo, luego puede continuar con el nombre compuesto y luego el nombre de pila. Además, aparte, para tratar con extranjeros muchos vietnamitas se buscan un nombre occidental.

Ahora que me he metido en otro fregado os dejo dos links que explican todo esto en detalle.

Nombres Vietnamitas - Vietnamitas en Madrid

¿Cómo los vietnamitas ponen nombres a sus hijos?



El inicio de la avenida Nguyen Hue está encabezado por una estatua de Ho Chi Minh, y su estampa con el ayuntamiento es una recurrente foto de los visitantes, además por cierto de un punto de reunión.

25.JPG


Recuerdo ahora que el centro de la ciudad, pasando justo por delante de Ben Thanh está completamente cercado desde hace años por interminables vallas de obra, debido al desarrollo de una arteria que vertebre la ciudad y facilite el tránsito de los vehículos grandes (Vietnam no es un país adaptado al tráfico de coches y camiones). Se está construyendo una vía de metro y aparcamientos, y es un coñazo andar bordeando los interminables muros metálicos.

DSCN1993.JPG



Otra calle a tener en cuenta es Pham Ngu Lao, el epicentro mochilero. No es un sitio que me guste especialmente por estar lleno de turistas de nivel medio-bajo como yo. Esto no es un problema en sí, lo que me molesta son los obesos británicos, los viejos con tatuajes y los anormales con camisetas tanga o ni eso. La mayoría de los turistas no dan asco, pero incluso entre mochileros hay clases. Aparte de esto es una zona animada llena de restaurantes y clubs y no está de más darse un garbeo por allí.

En esta calle recomiendo el restaurante Bun Cha 145.

40.JPG


También nos darán mucho la brasa las chicas de locales de masajes. Los masajes son una cosa muy típica en Vietnam y además asequible. Hay múltiples modalidades, e incluso hay algunos lugares específicos en los que una propina muy generosa puede desbloquear algunos extras de carácter sexual.


De vuelta a Ben Thanh aconsejo las joyerías en la calle que atraviesa la zona trasera del mercado para cambiar dinero. Parecen dar los cambios más favorables del país. Aunque hay cajeros de sobra posiblemente no podamos escapar a las mordidas de nuestro banco, por lo tanto habrá quien crea conveniente llevar unos cuantos euros para cambiar. Y ya de paso, la entrada trasera al mercado enfila la calle Thu Khoa Huan, en donde varias decenas de puestos de comida se han aliado para crear un multi-restaurante callejero a cubierto totalmente abarrotado de turistas que es una interesante opción. Dentro encontramos estos puestos diversos de comida formando las estrechísimas calles de un minibarrio caluroso y humeante lleno de estímulos en donde buscar nuestras viandas, para luego degustarlas en las mesas ubicadas al fondo o al frente del lugar. Es, como digo, una experiencia recomendable. Y barata.

42.JPG



Vietnam está llena de templos y pagodas. Es difícil separar el grano de la paja mirando mapas, pero como principal consejo para filtrar recomendaría evitar cualquier templo que no tenga algunos cientos de años. Los templos nuevos suelen ser locales de fachadas de cartón piedra en brillantes colores, mientras que por dentro se parecen más a una decadente sala de fiestas/prostíbulo ecuatoriano. Colores pastel, calor, mala iluminación, olores densos y techos de uralita.

21.JPG


Los templos antiguos son como todos los templos del mundo. Al igual que las iglesias y las mezquitas suelen ser más interesantes por fuera que por dentro, y también se les aplica la norma “vistos cinco vistos todos”.

Tal vez el templo más famoso de Saigón sea la pagoda del Emperador de Jade. Hay que andar un rato largo desde el centro para llegar a este templo budista de poco más de cien años de antigüedad.

30.JPG


Este templo suele estar bastante abarrotado y hay que esperar hasta que la hora de cierre se acerque para visitarlo con cierta tranquilidad. La fachada es bastante anodina, y hay que ir dentro para descubrir otros atractivos. Uno de ellos son las elaboradas puertas de madera del edificio. Otra el ambiente de espiritualidad y recogimiento ante los varios altares, el denso humo del incienso inundándolo todo y las negras paredes y techos.

34.JPG


Los vietnamitas rezan sus plegarias apretados contra los turistas que lo fotografían todo. Una visita interesante, aunque lo mejor sea esperar al momento de menor ajetreo.

37.JPG

38.JPG


Termino por hoy con una foto de comida, que siempre gustan.

28.JPG


Un cuenco de pho (sin revolver. Los fideos estaban debajo), unos rollitos de primavera (no es habitual que vengan con una ración de fideos, que también estaban debajo.), sus salsas, un cuenquito de aceite de pescado, con ajo y chili, que es muy habitual para aliñar casi cualquier plato de fideos sin caldo, y las verduras para servirse al gusto con el pho. Debo señalar que un plato de pho como ese basta para dejar a uno saciado de sobra, y que lo otro no debería de haberlo pedido.

Venga, hasta luego.
 
Hasta luego, LeChuck. Aquí uno que te sigue y disfruta de tus posts. Edito más, y más fotos. ¿No te diste un masaje?
 
¿No te diste un masaje?

Pues no. ¿Tiene esa pregunta alguna relación con mi ficha en tu excel? sospecho que si.


Sigo.

En Saigon estuve solo 48 horas. No hay mucho más que contar. En países de culturas tan radicalmente diferentes los templos y los museos quedan en un plano secundario. Lo que mola, lo que te atrae como un imán es andar sin parar, explorar las calles y ver cómo vive la gente y que se traen entre manos.

50.JPG

Observese el feismo gallego también presente en Vietnam

Si había más estatuas y más templos –la respuesta es si- no me importaba demasiado. De todas formas terminemos con las cosas de ver en Saigón antes de saltar al avión.

49.JPG

Saigón es una ciudad contaminada y contaminante. Vea el lector el número de mascarillas en los conductores, y ya de paso la manía de las mujeres por huir del sol y de la piel morena

El mercado de Ben Thanh funciona a toda máquina durante el día. A media tarde el mercado cierra, pero los turistas siguen ahí, y por lo tanto cuando cierra los vendedores brotan mágicamente en el exterior en forma de mercado nocturno. Se montan tenderetes y de nuevo el visitante puede volver a pasear buscando falsificaciones, souvenirs o algo de comer.

41.JPG


Dando un paseo de buena mañana por los parques de la ciudad podemos descubrir alguna faceta interesante de la vida de los vietnamitas. Sí es verdad que muchos abuelos no pueden permitirse el ocio y sobreviven a base de vender cuatro cosas a lo largo de todo el día. Los afortunados que disfrutan de una jubilación, muchos de ellos probablemente funcionarios, pueden encontrarse por las mañanas en los parques, paseando, leyendo el periódico o haciendo tai-chi grupal. Aunque estos últimos no tienen por qué ser todos jubilados.

43.JPG


O incluso jugando al bádminton. Un deporte tremendamente popular. Por cierto que las líneas dibujadas en el suelo para su práctica pueden ser utilizadas por gente más joven para jugar al Jianzi, una suerte de vóley-futbol popular en estos países que se puede jugar a lo profesional con red y cabriolas de cagarse o matando el rato dando toques just for fun.

Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.



A los vietnamitas también les gusta mucho bailar, y es habitual encontrar grupos de cualquier edad bailando diversos estilos literalmente en medio de la calle.

Hanoi-39.jpg
foto de internet

Esta imagen, que esta tomada junto al lago Hoam Kien de Hanoi, y no me hace falta ni comprobar que así sea, la vi yo unas cuantas veces. Vamos, como si la hubiese hecho yo. Los mayores bailarán tango, los jóvenes hip-hop, algunos break dance, pero todos bailan.

Tres fotos gratuitas para terminar con Saigón/Ho Chi Minh City:

47.JPG
51.JPG
52.JPG

Mi cámara hace unas fotos un poco reguleras, y me las estoy viendo con el Lightroom para salvarlas. Que estuviese el cielo casi siempre plomizo no ayuda a obtener imágenes con color. Fun fact: mi hostal estaba a un minuto de esta rotonda. La foto que puse posts atrás de una taza de café esta tomada desde el primer piso de ese Mr. 8 Coffee.
---

Mi siguiente destino era la ciudad turística/playera de Hoi An. Hasta ella se puede llegar por bus, tren, avión y hasta en bici si te da la gana. Pero el tren, que es la segunda opción más rápida, aunque mucho más económica que el avión, tarda todo el día en llegar. No recuerdo cuanto pero veinte horas fácil. Y yo no tenía tiempo que perder. El avión vuela a la tercera ciudad del país, Da Nang, una especie de Benidorm asiática, y del aeropuerto debes desplazarte a Hoi An, que esta al lado. El billete me costó unos 40 euros.

En mi primer post explicaba que me acabé lamentando de no haber comprado una SIM con llamadas e internet. En vez de internet solo. Es porque hay una app llamada Grab que funciona muy bien en estos países. Para usarla necesitas validarte con tu número de teléfono. Mi SIM vietnamita no tenía numero y la española no tenía señal por lo que no podía usar la app. Funciona como Uber, solo que pagas en mano el precio que calcula la app, y eliges el tipo de vehículo, desde motillo hasta lo que sea que haya disponible, un 4x4 por ejemplo, y ello se refleja notablemente en el precio. Con esta app desde el hostal me pidieron un coche para llevarme al aeropuerto. ¿El precio? 110.000 dong (4,40€). Menos de la mitad de lo que me pidió el taxista al llegar a Vietnam por hacer el mismo trayecto a la inversa.

Con esta app no solo evitas que te la metan doblada, sino que por cuatro perras puedes moverte rápida y cómodamente por las ciudades sin temor a que te estafen. Por lo tanto una SIM con llamadas se vuelve obligatoria.

Un ultimisimo detalle. Los conductores de Grab no llevan nada identificativo. Son vehículos normales. Sin embargo hay un enorme ejercito de conductores de scooter que llevan un casco y una chaqueta verde de la empresa. Funcionan como un servicio de taxi sobre dos ruedas que si no pretenden timarte resulta increíblemente barato.

saigongrab.jpg

imagen de internet
 
Última edición:
Una vez en el aeropuerto de Da Nang uno entiende que tiene que haber un autobús más o menos regular que te lleve hasta Hoi An, que para eso es uno de los lugares más turísticos del país. Pues no lo tengo tan claro. Es decir, hay servicios de minibuses privados que salen bastante caros, para ser Vietnam, pero no sé yo si hay un triste autobús que económicamente recorra la media hora de distancia que debe de haber.

Yo salí afuera (bofetada de calor, más fuerte si cabe) a ver si encontraba algo, me dio por preguntar a una pareja si sabían, o si tenían un plan, y resulta que habían pedido un vehículo mediante Grab.

Como eran gente maja y congeniamos inmediatamente les pregunté si les parecía bien que me llevasen a mí también y me ofrecí a pagar la mitad del viaje. Al fin y al cabo el conductor creo que no sabe a cuanta gente debe recoger. Esto les pareció guay y para Hoi An que nos fuimos.

Me contaron entre otras cosas que tenían planeado pasar por el dentista en Vietnam para algún arreglo importante. En este país debe de ser muy económico cualquier apaño de la boca, y algunos turistas aprovechan la visita para ponerse algún empaste o lo que les aflija.

Creo que mi mitad del viaje fue 300.000 dong (11 €). Más otros 50.000 cuando dejó a la pareja en su hotel y le propuse que me llevase hasta el mío sin estar ello planificado.


Mi hotel era lo que se conoce como homestay. Una vivienda particular que dispone de habitaciones para huéspedes y la propia familia hace de plantilla de hotel. La experiencia y el trato recibido fueron inmejorables. Mi habitación costaba unos 12 euros la noche y era más grande que el salón de mi casa, con baño, aire acondicionado, cama grande, tele, nevera, y la mantita más suave que haya palpado jamás, todo nuevo. La casa era un enorme y moderno chalet al que solo le hubiese faltado una piscina.

54.JPG
55.JPG

El único y gran pero es que estaba alejada de la ciudad, y aunque te prestaban bicis debías pedalear no menos de 20 minutos con aquel horrible calor para llegar al casco antiguo o unos 25 para ir a la playa. Y aunque era una experiencia más, debías hacerlo, te gustase o no.

Hoi An es una ciudad muy relajada. Con una población de unos 90.000 amarillos, incluso llegando al centro, de camino al casco antiguo, el tráfico es poco denso y no se montan pifostios. Fuera del núcleo duro de la ciudad hay barrios residenciales como el de mi hotel en donde las calles son tranquilas y espaciosas. Andar con la bici entre el tráfico es seguro si pedaleas con cabeza. Tras la experiencia yo ya me veía capacitado para hacerme con una scooter, un paso ciertamente valiente, aunque nunca llegue a hacerlo. Tal vez en otra ocasión.

Lo primero que recuerdo es que llegué al centro al mediodía chorreando de sudor. Ese sudor excesivo que te hace cosquillas por detrás de las orejas al escurrir, que te empapa las cejas y te pica al metersete en los ojos, ese sudor que gotea por la nariz. Aunque sudé sin parar todo el viaje aquellos dias fueron los peores.

En algún momento comí, y luego me fui a comprar un candado de bici para tener la libertad de dejarla enganchada en cualquier parte y olvidarme de ella. 25 mil dong sin trampas me costó. Luego descubrí que ya tenían en el hotel, y al final de mi estancia de 3 días allí se quedó, obviamente.

Lo siguiente que recuerdo es que anochecia (a las seis de la tarde).

57.JPG


Hoi An es el único lugar del mundo que haya visto en el que los turistas superan ampliamente a los locales. El casco antiguo es muy bonito, lleno de casas antiguas, plantas y farolillos, pero lo han convertido en un outlet al aire libre ya que probablemente el 99% de las edificaciones son tiendas o restaurantes.

58.JPG


La ciudad es patrimonio de la humanidad desde 1999, y es además, casi con toda seguridad la ciudad con más sastrerías del mundo. Unas 400. Por alguna razón se volvió muy típico para el turista hacerse ropa a medida, y encargar un económico traje o unas camisas es un reclamo que todo visitante conoce bien de antemano.

El centro histórico lo parte por medio el rio Thu Bon, y en torno a él gira gran parte de la actividad turística.

61.JPG


La guinda final que corona la belleza de la ciudad son los farolillos. Estos están por todas partes y hay varios talleres artesanales que los fabrican. Por la noche Hoi An realza su belleza con la luz de miles de farolillos de colores.

65.JPG


Y por supuesto es la capital vietnamita del selfie y de la pose para las redes sociales.

62.JPG


Siempre me ha parecido criminal tirar algo que se puede aprovechar perfectamente. Ya sea comida, ropa o gadgets. Es posible que haga una sana excepción con mi puta mierda de cámara y me compre una buena que no joda recuerdos para toda la vida.
 
Última edición:
¿Te hiciste un traje o una camisa, tú que eres de llevar ropa a arreglar y todo?

Muy entretenido el hilo, esperamos siguientes entregas.
 
¿Te hiciste un traje o una camisa, tú que eres de llevar ropa a arreglar y todo?

Si. Me hice un abrigo de este palo, pero fui con la idea de hacérmelo de un color molón y original y acabé eligiendo el tipo de color que quería evitar. Luego lo cuento.


Sigo.

A la mañana me fui para la playa. Estaba en mis planes el pasar una mañana o dos por allí. La única vez que he descansado en un viaje al extranjero.

Fun fact: en toda mi vida nunca me había bañado en el mar. Solo había llegado a meter los pies en el agua una vez en invierno. Con cierta edades no todos los días tiene uno la posibilidad de vivir experiencias realmente nuevas.

Andaba con jet lag, por lo tanto no me costó estar ya a las seis de la mañana rumbo a la playa. El recorrido es sencillo con ayuda del GPS. Y casi todo transcurría por carreteras y caminos sin apenas vehículos. Solo hay algunos tramos en los que circulas entre trafico, pero si cumples con tus obligaciones viales no hay mayor problema. En todo mi tiempo en el país, con todo el caos del trafico, con motos y coches que a veces circulan con un palmo de margen, con la carencia de señales y semáforos, solo vi un accidente. En 19 días solo vi una caída. Y de hecho en algunos momentos de paranoia miraba los parachoques de los coches buscando abolladuras y rozaduras. Nada de nada. Será, tal vez, la mente colmena de los asiáticos, que les hace comportarse como una bandada de pájaros o un banco de sardinas.

Recuerdo haber visto en Google Maps un templo apartado y decidí pasarme por allí a goler un poco. Era un templo normal y corriente, lo suficientemente alejado del centro de la ciudad como para que no fuese ningún turista. Había unos currantes por allí y ante mi aparición algunos monjes asomaron la cabeza con curiosidad. Me sentí incómodo y marché a tomar por culo.

70.JPG


Para llegar a la playa hay que atravesar un puente concreto. Hay varios pero el más cercano a las zonas de actividad de turistas es este que digo, y si tiras recto llegas al meollo de la playa, la desembocadura del trasiego humano en donde obviamente se amontona más gente. Con toda la playa que hay es de ser un poco primo el quedarte por allí. A mí no me gusta la gente y menos las muchedumbres, así que tiré en dirección noroeste paralelo a la playa entre las calles hasta que básicamente se acababan las casas. Callejeé y emergí en una zona que aunque salpicada de tumbonas estaba desierta de gente. Para empezar a esta peña no les va mucho la playa, por eso de coger color. Hay hombres a los que se la suda, y mujeres que se van a hacerse fotos o se bañan bien tapadas, pero aquello, con todo lo turístico que es, está a un millón de años luz de cualquier playa española, u occidental. Casi todos los bañistas son turistas.

80.JPG

Mi corcel de acero. A mi espalda, la playa de An Bang

En la calle principal esa por la que tiraban todos los turistas había parkings de bicis y motos. Me hacía gracia que la gente pagase por ello, cuando una bici como la mía o una scooter las puedes dejar literalmente en cualquier parte, ya que a nadie interesan. Hay mil millones de árboles, postes y verjas a los que encadenar una bici.

Un fallo en el que caigo siempre es pensar que debo pillar un hostal/hotel por adelantado para no acabar durmiendo en la calle. Voy a Hosterwold y pillo lo que sea. Luego resulta, muy comprensiblemente, que la oferta de la web es muy limitada respecto a lo que hay en realidad. Buscas en Hosterworld y en primera linea de playa encuentras unas pocas opciones y caras. Sin embargo te presentas allí con la maleta y tienes centenares de hostales a 15 € la noche, en una zona completamente chill out y a dos minutos andando de la playa.

Bueno. Me crucé con una pareja de viejos que gestionaban las tumbonas. Llevaba en la cartera un billete de 20.000 d. y otro de 500.000. Como yo siempre iba alerta por si me querían tangar y ellos no hablaban inglés se produjo la típica comunicación incoherente que lleva a problemas tontos. Dije "how much", me decían el precio en vietnamita, no entendí, saqué ambos billetes, me señalaban el gordo, y yo pensaba que me querían timar -en realidad lo que querrían decir es que debía darles el billete de 500 para que me devolviesen las vueltas pertinentes-. Total que dije, ni de puta coña. Y allí tiré mi toalla en la arena y estuve una horita si acaso.

74.JPG

Véase al fondo Da Nang, la Benidorm de Vietnam. La playa es más larga que la vida misma

An Bang es una playa tranquila, de arena fina y limpia, y de aguas calientes. Bastante decente. En Da Nang el desarrollo de la costa es vertiginoso, y uno se pregunta como estará el lugar en 20 años. En general todo el país parece moverse a tal velocidad que seguramente en 10 años si volviese vería un Vietnam completamente diferente. La costa entre Da Nang y Hoi An me hizo pensar si no será una buena inversión para un occidental el construir un pequeño hotelito o un hostal por allí. Posiblemente sea un buen momento para hacerlo. Sobran parcelas y el potencial es enorme. De hecho ya vi occidentales supervisando pequeñas obras.

78.JPG

Eso es una típica barca de pescadores. Son así, como un coco partido, y en esta playa en concreto las usan para desplazarse hasta barcos de pesca anclados mar adentro

Esa mañana como digo no estuve casi nada. Avancemos pues 24 horas en el tiempo. Estaba otra vez en la playa. Me encontré con un tipo más joven que gestionaba las tumbonas exactamente en el mismo lugar. Estábamos solos por allí. Esta vez si nos entendimos, y pagué 40.000 d. (1,50 €) por una tumbona. Me trajo una carta y le pedí un refresco y una botella de agua grande. Saldría el total aquella mañana por 3 euros o así, osea que no es un lugar en el que exploten a los turistas como en los chiringuitos de España. los precios eran los de cualquier tienda.


Bien. Pasé una mañana bien relajada. Algo que para mi siempre ha sido territorio inexplorado. Yo de mis vacaciones vuelvo siempre más flaco y más cansado.

76.JPG


Por allí apareció una pareja de españoles, luego una de alemanes, y según transcurría la mañana fueron apareciendo turistas, no muchos.

Andaba yo bajo la sombrilla sumido en mis pensamientos cuando se me acercó un tullido. Un tipo con muletas, sudando abundantemente bajo la camisa de manga larga y el sombrero de pescador, que con la misma mano sujetaba la muleta y unos periódicos, y con la otra se secaba el sudor mientras mantenía el equilibrio.

Como digo el tipo vendía periódicos.

Tan acostumbrado estaba a rechazar educadamente a los pedigueños y a toda la gente que te ofrece mil productos y servicios que a este le di el mismo trato.

Me preguntó de donde era -un habitual intento de ganarse la simpatía del objetivo-. "Spain... errr... France" dije, mientras miraba por el rabillo del ojo a la pareja sentada a unas tumbonas de distancia.

Tras un breve intercambio de palabras y de rechazar su producto el tipo se marchó y yo seguí con mis reflexiones.

Pero, ay, algún cable había hecho contacto en mi cabeza. Giré mi mirada hacia el tullido que se alejaba, parando ante los turistas para ver si vendía algún periódico. Lo fui siguiendo con la mirada, observando como recibía negativa tras negativa, como hundía penosamente las muletas en la arena. Como arrastraba los pies enfundados en gruesos calcetines por la arena que ardía. ARDIA. Y como se paraba, manteniendo el equilibrio, para soltar una muleta y quitarse el sudor con la manga. Con aquella cara de estoica resignación.

Me empecé a sentir un poco miserable, la verdad. Porque era hasta aquel momento posiblemente el caso de pobreza más indignante que había visto con mis propios ojos. porque eso dentro de Europa no lo ves. Lo ves por la tele, tal vez. Como ves una película de ficción. No es lo mismo.

Esta sensación se incrementaba cuanto más se alejaba el tullido, y lo cierto es que de repente me sentía un poco asqueado de ser uno más en aquella playa ante semejante situación. Un pobre hombre arrastrando las piernas por una playa de arena que quemaba como brasas, sudando copiosamente para intentar sacar cuatro perras de alguno de los turistas que estaban vegetando allí. Aquella era su vida, su labor diaria para sobrevivir.

Estaba siguiendo con la mirada a aquel tipo, con la cabeza llena de culpa, y cuando me decidí a ir hasta él para comprarle un periódico y poner un poquito de mi parte por ayudarle, me di cuenta de que era físicamente imposible recorrer el trecho, por lo que quemaba la arena. Así pues, como ya había recogido mis bártulos me fui pegando saltos hasta la bici cargando con un gran pesar. Y la verdad es que además en esos 40 metros a saltos me quemé los pies, que me dolieron todo el día.

Fui buscando un sitio donde desayunar, con aquel hombre en mis pensamientos y pocas ganas de nada. Reconozco que me tocó la fibra sensible aquel pobre desgraciado.

Llegué a la calle principal que comentaba antes, la arteria principal que desembocaba en la playa. Paré en un chiringuito...

80-2.JPG

Obsérvese el altar budista, siempre presente en cualquier casa o negocio, con una caja de Oreo como ofrenda

Seguí dándole vueltas a la imagen del tullido arrastrándose por la arena, y lamentándome de no haber hecho algo cuando pude. Cuando terminé las viandas pensé, "voy otra vez ahí mismo a la playa, a ver si lo veo, y si no, al menos lo habré intentado".

Dicho y hecho, para la playa que me fui. Era improbable que estuviese en mi campo de visión porque estaba a diez minutos en bici del lugar de mi tumbona y el tío había ido en la dirección opuesta a mí, además de que rápido no se movía.

Pues me planté en medio de la playa, ignorando los culos, las tetas y a las viejas que me ofrecían tumbonas, estiré el cuello y por allí localicé al tullido a 200 metros. Fui para él con cierta alegría contenida, esta vez con mis zapatillas en los pies, le saludé, me reconoció y me recibió de buen humor, le di 50000 dong (1,82€) por el periódico que valía 40000, vi de paso que llevaba la cartera repleta de billetes, aunque eran de 10000, y como lo vi contento y yo había cumplido con mi objetivo de encontrarlo y de hacer algo por ayudarle, mi karma se restableció y me marché con la bici pedaleando de buen humor.

pd: el periódico era de noticias del país, pero en inglés. No muy atractivo para un turista, en mi opinión. mejor alguna revista de sudokus o algo así. Seguramente era un producto que alguna organización producía para darles a algunos discapacitados una forma de ganarse el pan. A pesar de toda la miseria vi que había negocios que daban trabajo a muchos discapacitados y pobres diablos con deformaciones. También vi cosas peores, que contaré cuando llegue el momento.

Este caso se me quedó grabado, reconozco. Si lo cuento es porque me acuerdo cada día de aquel hombre.
 
Última edición:
Está el foro de un solidario que pa qué. PL, no te reconozco.

Bien, LeChuck, me gusta tu relato. No me pierdo ni un capítulo, sigue, por favor.
 
Aquí otro que sigue el hilo con ansia. Mis dieses, Doctor, o sea, Leroy, o sea, Patrick, o sea, LeChuck.
 
Entre la playa y la ciudad hay algunos arrozales. Al principio puede parecer una bonita estampa pero cuando vas atravesando el país y ves verdaderos arrozales que se pierden donde alcanza la vista estos parecen un triste descampado en comparación.

82.jpg


En mi humilde opinión la visita a Hoi An debe durar lo que quieras estar en la playa, porque en dos días te paseas por el casco antiguo unas cuantas veces, haces compras y te cosen un traje a medida si te sale de las pelotas. Fiesta nocturna prácticamente no hay. Y grandes atracciones tampoco. Es como un pueblo familiar, nada de despendole.

69.jpg

Lo de las compras si, es un buen lugar. Hay unas cuantas tiendas de productos artesanales. Compré para mí los más bellos palillos chinos tallados a mano con una funda tan bonita que parecía hecha a partir de los ropajes de un emperador. La tienda empleaba a artesanos discapacitados (lo que decía en el post anterior) y era casi tourists only. De hecho los precios estaban en dólares (8 dólares los palillos y 4 la funda). En la trastienda estaban los tullidos trabajando y podías meter las narices. Cosa que se ve en muchos otros lugares de Vietnam.

86.jpg

87.jpg


Al final decidí regalarle los palillos a un tío mío que los habrá metido en un cajón para no sacarlos jamás. Me acuerdo de ellos todos los días, como con el tullido de la playa.


Yo iba con la idea de hacerme algo de ropa a medida, así que previamente había buscado buenas opiniones en Tripadvisor y me dirigí a la tienda seleccionada (Maya Design). Echadle un vistazo a la galería del link porque a la gente se le va la puta olla a Camboya.

Allí me atendieron muy amablemente, pregunté precios y acabé por decidirme por un abrigo. Aunque me intentaron convencer de hacerme un traje, cosa que me interesaba en principio, con todo el dolor de mi corazón lo decliné porque no tenía espacio en mi mochila ni podía añadir ningún peso extra. Aparte, aunque estaba la opción de mandar un paquete a España, los 40 euros del envío mas los 120 del traje me tiraron para atrás. Cierto es que 160 euros por un traje a medida es un regalo, pero no estaba yo para muchos gastos tampoco. Mi gran error en Vietnam, si no lo había dicho ya, fue llevar solo una mochila y no haber facturado una maleta.

Bueno, como decía iba con la idea de hacerme un abrigo clásico con algún color diferente, nada gris o negro, pero entre que andaba estresado porque chorreaba sudor sin parar, que elegir el color a partir de putos cuadraditos de tela no ayuda nada, y que los tejidos que me gustaban eran finos y por lo tanto no aptos para un abrigo, pues al final gris quedó.

Además tuve que cargar con el maldito abrigo en una bolsa durante todo el viaje, e incluso para pasar los controles de equipaje en los aeropuertos tuve que vérmelas y deseármelas.

Como guinda del pastel de malas decisiones que cociné en la sastrería aquella se me ocurrió que me hiciesen unos pañuelos para regalar a mis siete tías. Un detalle que ya tenía en mente desde hacía semanas.

Tenían telas espectaculares allí, pero entre los tejidos de algodón aptos para hacer esos pañuelos había muy pocos que me gustasen. Me planté en cinco, para buscar otras opciones en tiendas normales, y el resultado fueron cinco pañuelos de patrones genéricos de tela que nunca lucirían como un pañuelo tejido directamente para ser un pañuelo, y además me los cobraron a doblón, supongo que para exprimirme un poco tras lo que creerían era un gasto escueto de 60 euros del abrigo. A 10 euros me cobraron cada pañuelo de mierda, sumando 110 euros de factura final.

Por supuesto por esos 10 euros/pañuelo hubiera encontrado en Hoi An y Hanoi fulares artesanales mucho mejores, pero la pata ya estaba metida y el cliente apropiadamente esquilmado. Con el abrigo estoy contento, btw.

pd: Se amoldan a tu estancia para hacer la ropa. Si te vas al día siguiente seguramente te hagan un traje, pero te lo llevarás con una manga más larga que la otra. Si vas a estar tres días puedes pasarte de vez en cuando para que te hagan ajustes, o les digas lo que quieres y lo que no. Lo ideal si vas con la idea es ir allí tan pronto como pongas un pie en la ciudad.

90.jpg


Aparte del consumismo y la playa cuando cae la noche la gente puede pagar por un viaje en bote por el río. También es muy típico el encender farolillos y echarlos corriente abajo. Hay viejas que los venden por dos perras. Si te sientas en cualquier banco los ves pasando por delante sin cesar. Se deben de tirar miles cada día, por lo que me pregunto cómo estará el fondo del río. Mira:

64.jpg


Hay un mercado nocturno también, que igual que el de Ben Thanh se despliega al caer la noche en las calles del casco antiguo próximas al río.

109.jpg

Esta estampa es muy típica. Una mujer ya mayor y pobre, que no se puede jubilar, vendiendo un puñado de hierbas para el pho, en este caso. Lo de al lado, que tienen pinta de ser remedios mágicos para cualquier dolencia, serían de otro vendedor. Podéis comparar a esta señora con la del puesto de verduras al principio de esta página. Una es una mujer pobre que vende para sobrevivir y la otra es una mujer que llevará ahí toda la vida y de su puesto puede vivir con dignidad toda la familia.


Para completar los regalos a mis tías me metí en una tienda cualquiera donde vendían pañuelos. Me preparé para una pelea desigual y pregunté que cuanto valían unos fulares que había por allí. No sé si la chica me dijo 380 o 400.000 d. Un disparate. Empecé el intercambio verbal, y cuando tuve uno en la mano descubrí rápido su oscuro secreto. El material, las medidas, el diseño y la etiqueta eran sospechosamente similares a un fular que me había comprado yo meses antes en una tiendita junto a la plaza mayor de Madrid. Era un producto de calidad, no había duda, pero no era artesanal, ni era un producto local. Aquellos fulares eran indios, y el mio costó cinco malditos euros.

Tras un poco de pecheo verbal le hice saber que aquello valía mucho menos de lo que me pedía, y conseguí ir rebajando laboriosamente el precio. La chica cada vez parecía menos contenta, ahora que había sido desenmascarada. En un momento dado me cansé de negociar y empecé a retroceder para marcharme, pero ella, bregada en mil batallas, me agarraba de la cintura y me enbelesaba con rebajas insuficientes. Puede que no os lo creáis, pero aquella pelea alcanzó tintes épicos y de hecho un matrimonio se mantuvo discretamente a un lado contemplando como el inexperto pero valiente negociador le daba duro a aquella bestia parda de la venta de souvenirs.

Al final, jugando yo la carta de la retirada, vio que perdía al cliente, y con la cara propia del abusón abusado hincó la rodilla y aceptó mi oferta. Al final me llevé tres bonitos fulares por 500.000 d. (18 €) en vez del 1.200.000 d. (43 €) que hubiese pagado si no hubiese negociado. Le dejé caer que igual me pasaba al día siguiente, por rebajar malos rollos, y salí por la puerta como el héroe que abandona la mazmorra después de descabezar al monstruo de la última pantalla. Con la mirada bien alta y el porte orgulloso.

Lo cuento porque no siempre quedé como un pringado en Vietnam. Una vez lo hice bien.

Sigo.

Respecto a museos y estatuas pues no hay mucho que ver. Hay un antiguo y bonito puente japonés que sortea una acequia de mierda, en donde es imposible hacer una foto decente porque está siempre rodeado de gente.

91.jpg


Hoi An llegó a ser una ciudad muy prospera por haberse convertido en un bullicioso puerto comercial, y aquellos comerciantes chinos y japoneses que operaban en ella se quedaron y financiaron obras como este puente allá por el 1500 y pico.

114.jpg

panorama frente al puente japonés

85.jpg

Una foto de comida, así gratuitamente. En este restaurante sin comerlo ni beberlo me vi rodeado de tres parejas de españoles que iban cada una por su lado. Tal era el número de vecinos que había en el país. Absolutamente disparatado y muy difícil de explicar de forma creíble. Coño, que he estado en Lisboa y no escuchaba ni a una décima parte de gente hablando en español.

Ya después de eso lo único que queda en la lista son los templos y museos. Si buscas la oficina de turismo venden unos tickets para visitar 5 lugares a elegir repartidos por el casco antiguo. Las opciones son muchas, pero el interés de casi todos es mínimo. De hecho yo casi ni gasto mi ticket. Hay una serie de casas antiquísimas cuyos antiguos propietarios eran ricos comerciantes, pero una vez dentro no hay nada que ver más que muebles de madera de decoración sobria, y fotos descoloridas. Todas despiertan diferente grado de meh en el visitante. Las casas son de los descendientes de esos comerciantes, y la verdad es que se ve mucha dejadez.

115.jpg
116.jpg


Hay algún pequeño museo también montado en estas casas que tampoco tienen apenas interés. Y hay un par de templos que si son bonitos.

Como no puedo hablar de todos, de los cinco lugares que elegí solo me gustó el Phuoc Kien Assembly Hall, un templo del siglo XVII mas tarde ampliado por comerciantes chinos.

101.jpg
104.jpg


Me esta quedando un post muy largo. Se me va muchísimo la olla y no tengo termino medio. Al próximo post termino Hoi An.
 
Última edición:
Las fotos parecen estar dando problemas. No preocuparse. Lo arreglaré.
 
Muy bien, @LeChuck. En Hoi An no estuve, y aunque me lo han contado no había visto fotos que no fueran de internet. (Por cierto, no sé si será problema de mi navegador, pero algunas no se ven en el post, aunque clicando el icono con la derecha se abren en otra ventana). Me contaron que la playa, junto con el centro histórico, es la principal atracción turística, pero yo no soy muy playero. Otro sitio para hacer el gandul en resorts de playas paradisíacas y blablablá es la isla de Phu Quoc, al sur, prácticamente frontera con Camboya.
 
Última edición:
Muy bien, @LeChuck. En Hoi An no estuve, y aunque me lo han contado no había visto fotos que no fueran de internet. (Por cierto, no sé si será problema de mi navegador, pero algunas no se ven en el post, aunque clicando el icono con la derecha se abren en otra ventana). Me contaron que la playa, junto con el centro histórico, es la principal atracción turística, pero yo no soy muy playero. Otro sitio para hacer el gandul en resorts de playas paradisíacas y blablablá es la isla de Phu Quoc, al sur, prácticamente frontera con Camboya.

Si. Hay varias islas en las costas del país que algunos turistas visitan para descansar. Yo tampoco soy muy de quedarme quieto, y si no es por la playa considero que en dos tardes te ves la ciudad y alrededores. la ruinas cercanas de My Son tampoco parecen merecer una visita. Estuve tres días y medio y como digo me sobró por lo menos uno.

Respecto a las fotos, estaba subiendo las fotos en su tamaño original, y son muy grandes. he cambiado alguna por su versión reducida y si siguen dando problemas a lo largo de la noche cambiaré más.
 
Bueno, redimensioné todas las fotos del último post, sin arreglar el asunto. Sabed que pinchando botón derecho sobre el icono de la imagen fallida podéis abrirlas en una nueva pestaña sin mayor problema. La única forma de solucionar esto sin que se estropeen las nuevas supongo que es saltando a una nueva página a base de postear.

Se agradecerá algún añadido informativo o anécdota en formato texto de @petiso reloaded, @Peinadoaloafro u otros para avanzar hacia la página 3 y reiniciar el Linux.

A partir de ahora controlaré el tamaño de las imágenes y su número.
 
Última edición:
Por lo pronto no hay más que contar de Hoi An. Espero que hayáis vibrado de emoción con mis aventuras consumistas.

Es un lugar muy bonito, la playa esta de puta madre y tal, pero si no se tienen intenciones de holgazanear con dos días es suficiente. La mañana para la playa y la tarde y noche para visitar la ciudad.

Dado que yo tenía que ir y venir en bici y que cada trayecto equivalía a una sudada épica, pues al tercer día estaba más que hasta los huevos y casi no quería ni moverme de mi habitación.

En el homestay se ocuparon de comprar un billete de bus hacia Hue para mí. Vino un tipo de la familia y me llevó en coche hasta la parada.

Hice en las calles de Hoi An esta foto con el móvil así a vuelapluma y con un poquito de Lightroom resultó ser una de las mejores. La dejo así para terminar el capitulo.

92.jpg
 
Última edición:
Me gusta el hilo.
No pienso ir a Vietnam, pero es curioso.
Hasta aquí mi aporte hacia la página 3, libre de sidra.
 
Bueno que sea lo que Dios quiera.

Voy con poco que no he filtrado las fotos todavía.


Last dinner in Hoi An:

120.jpg

119.jpg
Lo del segundo plato se llaman banh Bao o white roses. Una especialidad local a base de "pétalos" de harina de arroz rellenos de gambas.

Estas fotos de comida las hice para vosotros, hijos de puta, porque ya había apalabrado este hilo antes de marchar.

El local es Restaurant & Café Tuan, así se llama. Esta un poco apartado pero tiene buenas críticas y muchos turistas se acercan hasta allí para probar sus platos. Recomendado.


De Hoi An a Hue hay unas cuatro horas de viaje en autobús. En todos los viajes que hice en autobús hubo una parada en algún área de servicio. Aunque el viaje sea de dos horas el autobús parará. De esta forma los turistas consumen y sueltan los horos.

Un tipo me dijo mientras desayunábamos en el homestay que las vistas desde el tren merecían totalmente la pena, y que debía valorar el ir de Hoi An hasta Da Nang solo para coger un tren hasta Hue. Creo que hice bien en no hacerle caso al final porque la carretera y la vía de tren coincidían en varios momentos y por lo tanto supongo que las vistas son similares. En cualquier caso quien tenga tiempo de sobra hará bien en recorrer el país en tren. Siempre es una experiencia más enriquecedora que el avión y menos coñazo que el autobús.

Por cierto, en Vietnam los autobuses de largo recorrido son así:

121.jpg

A veces con muchas luces de neón y música ratonera, como una discoteca ambulante. La norma a seguir es la misma que para las casas particulares. Las zapatillas te las quitas al subir.

El camino es ameno porque la vida cotidiana del país es fascinante. Hay poblaciones, montañas verdísimas, mar, la enorme ciudad de Da Nang* con su interminable playa, arrozales e incluso algún pequeño bunker se puede ver si estas atento. Hay talleres, escuelas, gasolineras sin surtidores que proveen en botellas de plástico y gran cantidad de templos.

*Si vuelvo algún día pasaré por allí. No tiene mala pinta.

Hue en sí es un poco mierda. Quiero decir, la ciudad es genérica, y hay poco de interés para el turista. Puedes pasear un poco, hay barrios o mercados callejeros con cierto anárquico atractivo, otros tranquilos, como la zona de la universidad y su arquitectura comunista de puro hormigón, pero no es una ciudad amable y con encanto como Hanoi, ni bonita como Hoi An. De hecho la mitad de las aceras estaban en obras y acabé hasta los cojones de llenarme de polvo y salpicaduras de barro, y de andar saltando y esquivando mil motos, máquinas, tenderetes, tuberías, baches y demás. Bueno, que la ciudad es muy grande y yo me movía por el centro. Que sabré yo.

Por Hue pasa el enorme río del perfume, que la divide en dos. Hay un par de parques a cada lado en los que se se puede huir del calor, pero nada que entretenga más que un rato. El río lo atraviesan varios puentes, el más famoso es Trang Tien. Su creador, de nuevo, es Gustave Eiffel, el del andamio parisino, y fue terminado en 1899.

Fijaos el nivel general de la ciudad que este puente es una de las visitas recomendadas:

p1040602.jpg

Foto de internet, obviously

Pero no os penséis que uno va a Hue para comerse un mojón. La ciudad fue la capital de Vietnam hasta nada más y nada menos que 1945, y en ella se levanta la antigua ciudad imperial. La versión vietnamita de la ciudad prohibida de Pekin, entre otras cosas.

Pero eso lo dejo para el siguiente post.
 
Última edición:
Arregle la 119 y la 121 y de ya paso le ayudo a llegar a la tercera.
 
Hue es patrimonio de la humanidad desde 1993, y ello es debido a una riqueza cultural muy importante. No solo está aquí la ciudad imperial, sino las siete tumbas de los emperadores Nguyen.

Por ahora comentaré mi visita a la ciudad imperial.

124.jpg


La ciudad imperial, cuya construcción, deseo del emperador Gia Long, data del año 1805, se levanta al norte del río del perfume, y fue la residencia de la dinastía Nguyen, la familia real más poderosa de la historia de Vietnam, y la última.

129.jpg


La ciudad imperial se ubica dentro de la ciudadela, la población que se desarrolló alrededor de los terrenos imperiales y que acabó convirtiéndose en capital de Vietnam en 1802. Al mirar un mapa se distingue perfectamente por ser un enorme cuadrado amurallado de 10 kilómetros cuadrados, que además tiene un gran foso de aguas verdes rodeando todo el perímetro. Una auténtica fortaleza. Toda esta zona se distingue de la Hue moderna por sus calles perfectamente cuadriculadas, que se han mantenido desde su fundación.

135.jpg


Había originalmente 10 entradas a la ciudad imperial, La puerta meridiada, o puerta del sur, es la principal y una de las edificaciones más bonitas.

127.jpg


Antes de entrar, tras cruzar alguna de las entradas sur a la ciudadela nos encontraremos con 9 enormes cañones para la defensa de la ciudad cuya función siempre fue puramente simbólica. 4 de ellos representan las estaciones del año y los otros 5 los elementos (tierra, fuego, metal, agua y madera). No tengo foto, pero tampoco son impresionantes. Solo son cañones, más grandes de lo normal.

137.jpg


El lugar ha sufrido daños a lo largo de su historia debido a diferentes guerras. En 1968 la ciudadela fue tomada por las tropas de Vietnam del norte e inmediatamente después bombardeada por Vietnam del sur y los yanquis en la llamada ofensiva del Tet. En sus calles se vivieron crudos enfrentamientos que además de grandes pérdidas humanas provocaron la destrucción de gran parte del tesoro cultural que era la ciudad imperial. Es gracias a la UNESCO que la antigua ciudad se ha ido restaurando poco a poco, aunque quedaron muchas zonas tan arrasadas que no hubo arreglo posible.

main_1500.jpg

PC030342.jpg

imágenes de internet

La ciudad imperial podríamos decir que se divide en una serie de parcelas separadas más o menos claramente. La extensión es grande y no es tan fácil orientarse. Hace falta un poco de memoria espacial para ir pasando de una zona a otra sin dejarnos nada.

Hay grandes extensiones vacías donde las edificaciones fueron pulverizadas por las bombas, hay templos muy bonitos y jardines muy cucos, y curiosamente la zona que más me gustó era la más alejada de la entrada y a la que prácticamente nadie llegaba.

Por cierto, entrar a la ciudad imperial sin permiso significaba pena de muerte, in the good ol’ days.

143.jpg

153.jpg
 
¿Por qué viajar solo?
Ya sé que como forero vaca sagrada, minimizas el contacto humano, familiar o amistoso. Pero no echaste de menos en algún momento a alguien con quien hablar o comentar las vicisitudes del viaje?

Nótese la excusa tonta para marcarme un post insulso y contribuir a la causa de la tercera página, ya que seguimos teniendo problemas con las imágenes.
 
Hubo algún momento en este viaje en el que pasé de la resignación por el calor a la rabia y la impotencia por no poder escapar a él, porque daba igual que me sentase a descansar a la sombra, que seguía sudando como si estuviese a pleno sol. De la cabeza a los pies. Los pantalones también mojados de secarme las manos en ellos continuamente.

En Hue se juntaron varios factores. El hastío provocado por el calor, la humedad y las lluvias, el cansancio de tanta gente intentando obtener algo de mí, y una serie de malas noches en el hotel* que me busqué acabaron por dejarme bastante hastiado del viaje y con las fuerzas justas para seguir.

*El aire acondicionado no tenía punto medio, o sudaba con él o pasaba frío (apenas dormí esos días). No me libré de un resfriado que duró semanas. Estos cabrones tienen el país salpicado de máquinas de aire acondicionado y ventiladores, y pasas del calor brutal al frío polar al entrar en cualquier establecimiento moderno.

Sigo.

La familia imperial Nguyen fue la última que gobernó Vietnam. Lo hicieron desde el 1802 hasta 1945, cuando el emperador Bao Dai abdicó. La historia es compleja. Bao Dai era una marioneta del régimen de Vichy, el régimen político francés amigo de los nazis. Como Vietnam era una colonia francesa lo pusieron de paquete. Los japos se metieron por medio, y tiempo más tarde apareció el Viet Minh, una alianza de comunistas liderados por el boss Ho Chi Minh, que forzaron a Bao Dai a irse a la mierda y desarrollaron una república que dura hasta el día de hoy.

163.jpg

150.jpg


En Vietnam el feng shui es parte intrínseca de su cultura. Al aplicar correctamente las técnicas del feng shui se atraen energías positivas y se alejan las negativas (lo he dicho bien ¿no?). Allá donde vas ves no solo que se cuida con gran atención la orientación de las estancias sino que siempre hay una presencia importante de la vegetación y el agua. Es especialmente en los templos donde más se ven estos elementos. Bonsais con una base de agua en la que nadan pequeños peces dorados, canales rodeando templos (como era el caso de la imagen superior), fuentes, lagos artificiales llenos de nenúfares y carpas, etc. Junto con esos dos elementos naturales encontramos también formaciones rocosas como la de la imagen. Supongo que otra manera de representar la naturaleza que aporta esta energía.

157.jpg

155.jpg


La visita a la ciudad imperial nos puede llevar entre una y tres horas, según con qué grado de minuciosidad pretendamos explorar el recinto. A pesar de ser la mayor atracción de Hue, no esta saturada de gente.

162.jpg


Si os gustan los cacharritos Hue también cuenta con un museo de la guerra junto a la ciudad imperial que incluye una buena colección de juguetes. Yo no lo visité, pero ahí esta para quien quiera.

Vamos con la obligatoria foto de comida. Mi hotel estaba en un callejón. En Europa uno pensaría que es un tugurio solo por tener esa ubicación. En las ratoneras asiáticas te puedes encontrar de todo en sus callejones, que son lugares tan dignos como la más lujosa calle comercial. A mi siempre me resultaron muy misteriosos y magnéticos cuando los veía por la tele o en videojuegos. Me preguntaba si habría viejas adivinas, un anciano maestro de kung fu, oscuros clubes mafiosos o refinadas prostitutas. En este viaje me di el gustazo de meter la cabeza en muchos callejones, y espero poder hacerlo en el futuro en muchos otros.

Bueno, en mi callejón había unos cuantos buenos restaurantes, y no tenía ni que andar 30 metros para alimentarme. Este es el Nook Café, un colorido restaurante de dos plantas donde todo esta sensacionalmente bueno. En la imagen, curry con arroz, un zumo de frutas que no recuerdo que llevaba (Sandia seguro. Los hielos en Vietnam están como a 20 grados. Es una cosa muy frustrante que te pongan una bebida llena de hielo y que esté templada), y rollitos de primavera con su aceite de pescado especiado y una salsa dulce y picante para untar. Chutney se le llama a ese tipo de salsas, si no me equivoco.

IMG_20180823_144916.jpg


Nook Café en Hue. 5/5 estrellas en Foro Putalocura.
 
Última edición:
¿Por qué viajar solo?
Ya sé que como forero vaca sagrada, minimizas el contacto humano, familiar o amistoso. Pero no echaste de menos en algún momento a alguien con quien hablar o comentar las vicisitudes del viaje?

Yo una vez hice un roadtrip con amigos por Irlanda. Paramos en algunos sitios con solo una tarde para visitarlos. De aquella yo tenía un afán explorador que me daba gran placer, pero mis amigos se metían en un pub y se quedaban dos horas tomándose una pinta. Al terminar era posible que paseásemos un rato y se metiesen a otro pub otras dos horas. Esto a mi me ponía de los nervios y no lo disimulaba. Alguna noche cuando llegábamos al hotel u hostal yo me marchaba a explorar solo. La experiencia se me quedó cruzada y aunque no tengo mal recuerdo al año siguiente planifiqué otro viaje solo (esta contado en este subforo, igual que este, aunque las fotos se fueron a la mierda) que me abrió los ojos y el ano. Tengo un bonito recuerdo de la experiencia por la electrizante sensación de libertad y de aventura de baja intensidad. Desde entonces siempre viajo solo.

Siempre hay momentos de abatimiento, y hay muchas cosas que querrías compartir con otras personas. Disfrutar de momentos juntos, o simplemente tener a alguien al lado cuando hay problemas.

Hay lugares que solo visitaría o revisitaría si tuviese novia o algún buen amigo en el plan. Pero de todas formas se conoce a mucha gente viajando solo, y se entabla conversación con cualquiera con enorme facilidad. Luego ya depende de si congenias, y de tus habilidades sociales, o tu interés por pasar de una conversación breve a una alianza mochilera.

También te digo que cada año que envejeces se vuelve más difícil todo eso que comento.
 
Última edición:
Arriba Pie