LeChuck
Freak total
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Como menciona aquí el colaborador, el lago Hoan Kiem tiene dos pequeños islotes. Uno se encuentra casi en el centro y contiene una pequeña torre de piedra. El otro está junto a la orilla noroeste y está unido a tierra firme por un reconocible puente rojo. Dentro encontramos el templo Ngoc Son (hay que pagar entrada), dedicado a un príncipe que despachó nada menos que tres invasiones mongolas en el siglo XIII. El templo cuenta con un altar y una pagoda que encara el lago. Es muy bonito y relajante después del caos de la gran ciudad.
Hanoi tiene muchos lagos, y Hoan Kiem ni siquiera es el más grande. El lago Ho Tay, o lago Occidental, al noroeste del old quarter, se parece más un pequeño mar dentro de la ciudad.
De vuelta a la catedral de Hanoi, estuve buscando una agencia de viajes allí al lado, que había visto en internet y tenía buenas críticas. El old quarter tiene millones de agencias de viaje en las que contratar tours por todo el país, pero yo quería ir a lo seguro. La agencia es Bluebell David Agency, y está en la planta baja del hotel del mismo nombre. David es el vietnamita que se ha puesto ese nombre para tratar con los turistas. Aunque yo iba a la defensiva como siempre el tío resultó ser de trato fácil y amable.
Desde Hanoi hay varios lugares que visitar. Yo tenía tres en mente. Ha Long Bay, de lo que hablaré llegado el momento. Sappa, que también, y Tam Coc. Dado que llovía a saco y Sappa es una zona de montaña en la que la única actividad posible es hacer trekking, y que sin duda por allí el tiempo andaba igual, pagué por un tour de un día a Tam Coc para la mañana siguiente. Realmente el problema seguía ahí. Pretendía pasar el día en un paraje natural con un diluvio siempre a la vuelta de la esquina. Pero no me sobraba el tiempo, así que debía adaptarme a lo que me tocase. No sé si pagué 39 euros, incluida recogida en el hostal, comida, tickets, y vuelta. El precio es negociable aunque no te lo digan. Le puedes rascar algún euro al bueno de David.
Otra vez el cruce que ya hemos visto en varias fotos. Pongo la imagen solo porque mola.
Anécdota. Cerca de allí (de la agencia), andando un minuto desde la orilla del lago, entré en un supermercado normal y corriente. Andaba buscando agua y fruta, y un bote de salsa picante local que me habían encargado como souvenir. Explorar un supermercado en un país tan diferente al nuestro es toda una experiencia, pues está lleno de productos totalmente indescifrables a simple vista, no solo por la etiqueta, sino por el contenido. Hay por ejemplo estanterías dedicadas únicamente a ofrendas religiosas, u otras que ofrecen diferentes bichos marinos secos y envasados al vacío que se consumen como snack.
Pero lo que venía a contar. Tal vez hayáis visto que en Japón la fruta es ridículamente cara. Ridículamente.
Supongo que habrá fruta con precios normales, pero ciertas variedades de gran calidad si tendrán precios disparatados. Bien, pongamos esto otro en perspectiva. En una gasolinera en París tenían manzanas individuales, grandes, perfectas y bien empaquetadas, a 2,50€/ud. Yo, que soy un paleto, al volver a casa se lo contaba a la gente.
Bueno, pues en la sección de refrigerados del supermercado vietnamita -en un país en el que el sueldo medio son 330€ y una manzana normal puede valer, no tengo ni idea, 20 céntimos- había manzanas de importación japonesas, iguales que las de la gasolinera francesa, a unos 9,50€ la unidad.
No faltaba ni una en aquellas baldas, claro. Eran caras hasta para el más acaudalado turista.
Continúo.
Quedan puntos de interés turístico por desarrollar, pero llegaré a ellos después de Tam Coc, ya que sigo el orden de mis visitas. Por ahora termino con las vías del tren.
Sí. Hace algún año que otro, apuesto a que menos de 5 o 6, una foto o vídeo de unas vías de tren atravesando una zona de viviendas cerca del old quarter tomada con buena luz, en el momento adecuado, y con un poco de retoque digital echó a rodar la bola de nieve que son las modas turísticas. Alguien descubrió una zona muy fotogénica en la que los trenes pasan a escasísima distancia de las casas de la gente, y en poco tiempo la zona se convirtió en otro punto de interés turístico de Hanoi. Este tramo de las vías se encuentra al oeste del lago. Prácticamente es la línea divisoria entre los distritos Hoan Kiem y Ba Dinh.
Los trenes pasan pocas veces a lo largo del día. Cuando no lo hacen la gente hace vida normal por las vías, y deben de fliparlo con los tontos como yo que van allí a hacerse fotos posando casualmente para Instagram.
Aquí una exótica tía buena. Yo estaba a tomar por culo, pero es que mi cámara tiene una sola cosa buena, que es un zoom ridículo.
Entiendo que a la gente también le tocará las pelotas que los turistas vayan ahora a echarles fotos fregando el portal o lavando las verduras del pho para luego colgarlas en sus blogs de mierda o en un foro de tarados como si tuviesen algún valor artístico.
Por supuesto donde pone el pie un turista lo ponen mil, y acaban brotando los negocios. Ya vi un par de cafeterías y un bar con una terraza para esperar la llegada del tren. Ver para creer.
Pero bueno, el sitio es guay, que culpa tenemos los turistas de venir de lugares completamente diferentes. Y de encontrar exóticos estos callejones llenos de sarna.
Bueno, eso es todo por ahora. Al día siguiente marchaba a Tam Coc.
Foto de extraña costumbre:
Por lo visto les gusta el agua con gas y sal. Lo pedí en un restaurante al verlo en la carta. Ya veis, Schweppes neutro, sin el toque de limón, y te ponen el salero al lado. Sabe a puta mierda joder.
Hanoi tiene muchos lagos, y Hoan Kiem ni siquiera es el más grande. El lago Ho Tay, o lago Occidental, al noroeste del old quarter, se parece más un pequeño mar dentro de la ciudad.
De vuelta a la catedral de Hanoi, estuve buscando una agencia de viajes allí al lado, que había visto en internet y tenía buenas críticas. El old quarter tiene millones de agencias de viaje en las que contratar tours por todo el país, pero yo quería ir a lo seguro. La agencia es Bluebell David Agency, y está en la planta baja del hotel del mismo nombre. David es el vietnamita que se ha puesto ese nombre para tratar con los turistas. Aunque yo iba a la defensiva como siempre el tío resultó ser de trato fácil y amable.
Desde Hanoi hay varios lugares que visitar. Yo tenía tres en mente. Ha Long Bay, de lo que hablaré llegado el momento. Sappa, que también, y Tam Coc. Dado que llovía a saco y Sappa es una zona de montaña en la que la única actividad posible es hacer trekking, y que sin duda por allí el tiempo andaba igual, pagué por un tour de un día a Tam Coc para la mañana siguiente. Realmente el problema seguía ahí. Pretendía pasar el día en un paraje natural con un diluvio siempre a la vuelta de la esquina. Pero no me sobraba el tiempo, así que debía adaptarme a lo que me tocase. No sé si pagué 39 euros, incluida recogida en el hostal, comida, tickets, y vuelta. El precio es negociable aunque no te lo digan. Le puedes rascar algún euro al bueno de David.
Otra vez el cruce que ya hemos visto en varias fotos. Pongo la imagen solo porque mola.
Anécdota. Cerca de allí (de la agencia), andando un minuto desde la orilla del lago, entré en un supermercado normal y corriente. Andaba buscando agua y fruta, y un bote de salsa picante local que me habían encargado como souvenir. Explorar un supermercado en un país tan diferente al nuestro es toda una experiencia, pues está lleno de productos totalmente indescifrables a simple vista, no solo por la etiqueta, sino por el contenido. Hay por ejemplo estanterías dedicadas únicamente a ofrendas religiosas, u otras que ofrecen diferentes bichos marinos secos y envasados al vacío que se consumen como snack.
Pero lo que venía a contar. Tal vez hayáis visto que en Japón la fruta es ridículamente cara. Ridículamente.
Supongo que habrá fruta con precios normales, pero ciertas variedades de gran calidad si tendrán precios disparatados. Bien, pongamos esto otro en perspectiva. En una gasolinera en París tenían manzanas individuales, grandes, perfectas y bien empaquetadas, a 2,50€/ud. Yo, que soy un paleto, al volver a casa se lo contaba a la gente.
Bueno, pues en la sección de refrigerados del supermercado vietnamita -en un país en el que el sueldo medio son 330€ y una manzana normal puede valer, no tengo ni idea, 20 céntimos- había manzanas de importación japonesas, iguales que las de la gasolinera francesa, a unos 9,50€ la unidad.
No faltaba ni una en aquellas baldas, claro. Eran caras hasta para el más acaudalado turista.
Continúo.
Quedan puntos de interés turístico por desarrollar, pero llegaré a ellos después de Tam Coc, ya que sigo el orden de mis visitas. Por ahora termino con las vías del tren.
Sí. Hace algún año que otro, apuesto a que menos de 5 o 6, una foto o vídeo de unas vías de tren atravesando una zona de viviendas cerca del old quarter tomada con buena luz, en el momento adecuado, y con un poco de retoque digital echó a rodar la bola de nieve que son las modas turísticas. Alguien descubrió una zona muy fotogénica en la que los trenes pasan a escasísima distancia de las casas de la gente, y en poco tiempo la zona se convirtió en otro punto de interés turístico de Hanoi. Este tramo de las vías se encuentra al oeste del lago. Prácticamente es la línea divisoria entre los distritos Hoan Kiem y Ba Dinh.
Los trenes pasan pocas veces a lo largo del día. Cuando no lo hacen la gente hace vida normal por las vías, y deben de fliparlo con los tontos como yo que van allí a hacerse fotos posando casualmente para Instagram.
Aquí una exótica tía buena. Yo estaba a tomar por culo, pero es que mi cámara tiene una sola cosa buena, que es un zoom ridículo.
Entiendo que a la gente también le tocará las pelotas que los turistas vayan ahora a echarles fotos fregando el portal o lavando las verduras del pho para luego colgarlas en sus blogs de mierda o en un foro de tarados como si tuviesen algún valor artístico.
Por supuesto donde pone el pie un turista lo ponen mil, y acaban brotando los negocios. Ya vi un par de cafeterías y un bar con una terraza para esperar la llegada del tren. Ver para creer.
Pero bueno, el sitio es guay, que culpa tenemos los turistas de venir de lugares completamente diferentes. Y de encontrar exóticos estos callejones llenos de sarna.
Bueno, eso es todo por ahora. Al día siguiente marchaba a Tam Coc.
Foto de extraña costumbre:
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