Empezamos el año bien...
Domingo Pozo Martínez se dirigió la noche de año nuevo a la casa donde residia su ex-novia, Pilar Crevillent, la cual cenaba con sus dos hijos, armado con una escopeta de caza y acabó con la vida de Pilar y dejo malheridos a los dos hijos de ella, uno se debate entre la vida y la muerte.
Cuando se produjeron los hechos, Pilar Crevillent se encontraba junto a sus tres hijos y la novia de José. Pilar y Domingo Pozo habían mantenido una relación sentimental después de que ella se quedara viuda, pero se rompió hace bastante tiempo. No obstante, el presunto criminal no había dejado de «molestarla», según explicaron los familiares y vecinos de la víctima. Desde hace unos días se le veía merodear por la zona y de hecho, el día de Nochebuena estaba en un bar que se encuentra a pocos metros de la casa.
Domingo Pozo le había quitado a la hija pequeña de Pilar Crevillent las llaves de la vivienda hace unos días y así pudo acceder a su interior. Dentro de la casa, en el salón, se inició una fuerte discusión que se oyó desde buena parte de la calle y a continuación se escucharon varios disparos. Pili, la hija pequeña escapó y bajó a la calle para pedir ayuda y resultó ilesa. La novia de José se escondió debajo de la cama y también se salvó de los disparos del agresor. Pilar Crevillent murió en el acto al recibir dos disparos, mientras que sus dos hijos Jaime y José, que estaban uno al lado del otro, resultaron heridos de gravedad, especialmente José que se encontraba ayer en estado crítico. El sospechoso, tras disparar a la familia se marchó del lugar y cinco horas después se entregó a la Guardia Civil de Palma, pero manifestó que no se acordaba de nada y se puso a llorar cuando le dijeron que Pilar había fallecido.
No hay nada que más me reviente que los cobardes que no aceptan cuando una mujer decide terminar con una relación, por el motivo que sea , y empiezan a amargarle la vida con amenazas e incluso llegan a asesinarlas.
Domingo, cabrón, espero que te pudras en la carcel y que abusen de ti, todos y cada uno de los presos.
Domingo Pozo Martínez se dirigió la noche de año nuevo a la casa donde residia su ex-novia, Pilar Crevillent, la cual cenaba con sus dos hijos, armado con una escopeta de caza y acabó con la vida de Pilar y dejo malheridos a los dos hijos de ella, uno se debate entre la vida y la muerte.
Cuando se produjeron los hechos, Pilar Crevillent se encontraba junto a sus tres hijos y la novia de José. Pilar y Domingo Pozo habían mantenido una relación sentimental después de que ella se quedara viuda, pero se rompió hace bastante tiempo. No obstante, el presunto criminal no había dejado de «molestarla», según explicaron los familiares y vecinos de la víctima. Desde hace unos días se le veía merodear por la zona y de hecho, el día de Nochebuena estaba en un bar que se encuentra a pocos metros de la casa.
Domingo Pozo le había quitado a la hija pequeña de Pilar Crevillent las llaves de la vivienda hace unos días y así pudo acceder a su interior. Dentro de la casa, en el salón, se inició una fuerte discusión que se oyó desde buena parte de la calle y a continuación se escucharon varios disparos. Pili, la hija pequeña escapó y bajó a la calle para pedir ayuda y resultó ilesa. La novia de José se escondió debajo de la cama y también se salvó de los disparos del agresor. Pilar Crevillent murió en el acto al recibir dos disparos, mientras que sus dos hijos Jaime y José, que estaban uno al lado del otro, resultaron heridos de gravedad, especialmente José que se encontraba ayer en estado crítico. El sospechoso, tras disparar a la familia se marchó del lugar y cinco horas después se entregó a la Guardia Civil de Palma, pero manifestó que no se acordaba de nada y se puso a llorar cuando le dijeron que Pilar había fallecido.
No hay nada que más me reviente que los cobardes que no aceptan cuando una mujer decide terminar con una relación, por el motivo que sea , y empiezan a amargarle la vida con amenazas e incluso llegan a asesinarlas.
Domingo, cabrón, espero que te pudras en la carcel y que abusen de ti, todos y cada uno de los presos.