Siga el video a continuación para ver cómo instalar nuestro sitio como una aplicación web en su pantalla de inicio.
Nota: Esta función puede no estar disponible en algunos navegadores.
Por cierto, no es tan divertido cuando tú te lo curras y hay alguno dedicado a joderte por sistema, verdad?
Si repasa el jilo comprobará que viene Verruga a insultar, y por lo menos se toma la molestia de currarse un post como Dios manda, con cierta malicia y bastante gracejo.
Lo que me jode son los subnormales que tuitean respuestas a golpe de pulgar con la media neurona que Dios les cagó en el hueco de la calavera. No aportan nada nuevo, no tienen ideas y encima critican sentando cátedra opinando sin saber.
Y lo gracioso es que encima tienen la certeza absoluta de que son muy listos, sin sospechar siquiera de que tal vez podrían ser subnormales y no saberlo.
Respecto a la crónica, continuará. Estoy atento a peticiones e inquietudes de la forisma, aunque tal vez no responda a todos vía quote.
Cuenta lo de la hongkonesa, ¿era virgen?, ¿lloraba de placer?, venga. Por cierto, ¿cuándo de he insultado yo, hijo de puta?
Yo es que no puedo imaginar otra cosa que la chinita diciendo "ohhhh que grande Cimmerio"
Y este "once centímetros nena..." y ella "ohhh es enirme me siento llena"
Yo también he visto mucho porno asiático me temo. A ver como fue la cosa real en este caso.
Es que para mandar al niño a estudiar dos años en un colegio como ese tampoco tienes que ser millonario. Basta con haber ahorrado y no habérselo gastado en otras cosas.
Mucha gracia me hacen a mí cosas en plan "Baia, baia, el hijo de un picoleto en un colegio pijo británico, de dónde habrá salido el dinero". Igual los padres de Cimmerio, trabajadores honestos, decidieron prescindir del pisazo, del pisito de la playa, del cochecito leré renovado cada cinco años y de su puta madre y simplemente ahorrar para, llegado el caso, poder mandar al niño a donde le dieran una buena educación.
No te falta razón también. Hoy día hay mucha gente en esa misma situación, sin embargo yo no me refería a este grupo de gente que, lamentablemente, son muchos, ayer y hoy. Yo me refería a quienes, tanto ayer como hoy, tienen incluso una segunda vivienda en la playa y dicen que esto no se lo puede permitir. Y de estos también había muchos en la época en la que tú y yo éramos adolescentes. ¿Cuánto ha dicho Cimmerio que costaba el año en Inglaterra? ¿Doce mil pavos? No me jodas, doce mil pavos. Seamos sinceros: ¿qué suponen doce mil pavos en el total de gastos de una familia en quince años? Ni mil euros al año.Depende de que época hablemos. Yo no estoy para nada de acuerdo con esto, por lo que expongo a continuación.
Por ponerte un ejemplo, mi padre un asalariado en una empresa, donde trabajó toda la vida como un cabrón, como mucho les llegó para comprarse un piso de 90 m2 nuevo en el extrarradio de Madrid, nunca tuvo la oportunidad de estrenar un coche, íbamos dos veces al año de restaurantes, podía vestir, dar de comer y pagar el material escolar de una escuela pública a tres hijos. A partir de ahí, la zona muerta, la utopía.
Y ojo, que yo crecí con hamijos, hijos de policías nacionales, picoletos, militares y si no andaban como yo más o menos, alguno incluso más pelao y con menos extras.
El sólo hecho de viajar en avión era una fantasía, no te digo nada mandar un hijo a la pérfida Albion a estudiar un ciclo entero. Eso ILG estaba circunscrito a gente de pasta, de mucha pasta por aquel entonces en mi entorno . No te digo ya un padre de familia, director o encargado de una fábrica, sino gente que había heredado una buena kilotada o era dueño de negocios que iban viento en popa.
El único caso que conocí de un becerro que fue a estudiar fuera, a USA en esta caso, su padre era dueño de una empresa con una de las mayores naves del polígono de Arroyomolinos en Bronxtoles. Y le mandó allí porque aquí no salía del muy deficiente en un colegio privado.
Y no fue por ganas de mi progenitor, cuyo trabajo le hacia moverse asiduamente por aquellos mundos de Dios, y tenía muy claro que una educación en un entorno internacional era el futuro, ni funcionarios ni hostias, pero es que su sueldo no se podía estirar más.
Tampoco existía la facilidad de financiación o posibilidades de buscar vías alternativas de pagar ese desembolso como ahora.
Desde unos 15 años es algo que puede ser algo más accesible, si los progenitores tienen trabajos muy bien remunerados y se han provisto de una buen colchón, ahorrando.
No sé si lo estás teniendo en cuenta pero no son lo mismo 2 o 3 millones de pesetas ahora que a principios o mitad de los 90'.No te falta razón también. Hoy día hay mucha gente en esa misma situación, sin embargo yo no me refería a este grupo de gente que, lamentablemente, son muchos, ayer y hoy. Yo me refería a quienes, tanto ayer como hoy, tienen incluso una segunda vivienda en la playa y dicen que esto no se lo puede permitir. Y de estos también había muchos en la época en la que tú y yo éramos adolescentes. ¿Cuánto ha dicho Cimmerio que costaba el año en Inglaterra? ¿Doce mil pavos? No me jodas, doce mil pavos. Seamos sinceros: ¿qué suponen doce mil pavos en el total de gastos de una familia en quince años? Ni mil euros al año.
Es no sólo una cuestión de dinero. También de prioridades. Por supuesto supone un esfuerzo para una persona con un salario normal, pero la gran mayoría de las personas con un salario normal gastan más de ese dinero en otras cosas.
Sí, sí lo estoy teniendo en cuenta. Dos millones de pesetas a principios de los noventa era lo que costaba un coche, y muchísimo menos de lo que costaba un piso en la playa, cosa que a principios de los noventa no poca gente tenía. Mis amigos de la época en 1992 eran, a saber: el hijo de dos médicos, el hijo de uno que tenía un bar en Pueblo Nuevo, el hijo de un funcionario, el de un fontanero y otro que también era hijo de funcionario, y luego estaba yo, hijo de obrero. Salvo el que tenía ambos padres médicos, que era de una posición económica más elevada, todos los demás éramos pura clase media. Todos ellos tenían, o más bien sus padres, coche y casa para el verano, ora en el pueblo ora en la playa, salvo en mi casa, que no había coche porque mi padre nunca tuvo carnet ni supo ni le interesó jamás conducir. Cualquiera de ellos hubiera podido mandar a su hijo a estudiar a ese colegio, si bien a costa de sacrificar algo, léase los coches, léase tener que conformarse con una segunda residencia más pequeña.No sé si lo estás teniendo en cuenta pero no son lo mismo 2 o 3 millones de pesetas ahora que a principios o mitad de los 90'.
Te aporto un dato esclarecedor yo también: una camisa a medida vale hoy sesenta euros. Una en el H&M vale treinta, y se te jode al año siguiente, por lo que te tienes que gastar otros treinta, y acabas gastándote más que si te las haces a medida.Os aporto un dato escalrecedor: Cimmerio se hacía camisas a medida cuando tenía 20 años.
Fale.Sí, sí lo estoy teniendo en cuenta. Dos millones de pesetas a principios de los noventa era lo que costaba un coche, y muchísimo menos de lo que costaba un piso en la playa, cosa que a principios de los noventa no poca gente tenía. Mis amigos de la época en 1992 eran, a saber: el hijo de dos médicos, el hijo de uno que tenía un bar en Pueblo Nuevo, el hijo de un funcionario, el de un fontanero y otro que también era hijo de funcionario, y luego estaba yo, hijo de obrero. Salvo el que tenía ambos padres médicos, que era de una posición económica más elevada, todos los demás éramos pura clase media. Todos ellos tenían, o más bien sus padres, coche y casa para el verano, ora en el pueblo ora en la playa, salvo en mi casa, que no había coche porque mi padre nunca tuvo carnet ni supo ni le interesó jamás conducir. Cualquiera de ellos hubiera podido mandar a su hijo a estudiar a ese colegio, si bien a costa de sacrificar algo, léase los coches, léase tener que conformarse con una segunda residencia más pequeña.
En buena medida, además, también es cuestión de mentalidades. Muchos de los que han tenido dinero para ello no han considerado la opción de mandar a los hijos al extranjero, eso era algo que estaba fuera del abanico de cosas en las que el padre de familia estándar de los ochenta o noventa pensaba. Era algo que, simplemente, uno pensaba que no era para él. No había esa idea de que mandar al hijo a estudiar fuera era una posibilidad a tener en cuenta.
Es una cuestión de dinero, qué duda cabe, pero también es una cuestión de mentalidad, y también de prioridades y de elegir en qué gastarte los cuartos.
Ademas, si el padre era picoleto y vivían en la casa cuartel está claro que uno de los gastos más fuertes en la familia no existía: el de la vivienda principal. A lo mejor ni siquiera les obligaba a apretarse el cinturón, oye, y a lo mejor las camisas a medida se las hacía también en la sastrería militar donde el padre se hacía los uniformes de gala igual a mejor precio que tú y que yo.Fale.
Estoy de acuerdo. Una familia media con padre picoleto y madre vamos a poner que administrativa o secretaria, nada extraordinario pero que redondeara el presupuesto familiar, y con un solo hijo (creo que Cimmerio lo es) pues oye, podía permitírselo. Es un desembolso importante que seguro les obligó a apretarse el cinturón en otros asuntos pero un desembolso asumible. Más una cuestión de prioridades y tener cierta cabeza en el gasto, sin necesidad de entrar en austeridades extremas como bien dices, que de apellidarse Koplowitz.
Edito: Para decir que en Reyno Hunido no pero que en mi más tierna infancia, durante la primaria, estuve en un colegio de estos de pago de alto estándin. La broma se quemaba entre un cuarto y un tercio de los ingresos familiares. Y aquí me tenéis, en PL, paloqueaservío .
Más, te la guardo.Os aporto un dato escalrecedor: Cimmerio se hacía camisas a medida cuando tenía 20 años.
Utilizamos cookies esenciales para que este sitio funcione, y cookies opcionales para mejorar tu experiencia.