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A veces deseo el mal a mi prójimo.
Demuestra que fue tu bala y no la mía. Con lo de bibiana, ahí hubo pocas bromas.Yo mate a Kennedy.
Ahhhh, y me folle a Bibi Andersen
La gente nunca aprenderá que a un camarero jamás se le putea antes de que traiga la comida.Como camarero he escupido en la comida a muchos hijos de puta que me caían mal o me hicieron putadas en el pasado.
Una vez vino un guardia civil haciéndose el chulito y pidió una cocacola. Me metí los dos cubitos de hielo en la boca y los babeé bien antes de ponérselos en el vaso.
Otra vez una mujer quería una paella para una persona, aunque le dije que como mínimo era para dos. Después de una discusión, me dijeron en la cocina que le dijera que sí, que se la hacíamos. Mientras la cocinera la preparaba, yo no cesé de esputar en la paellera.
Una vez vino también un tío al que recordaba perfectamente de una noche de botellón hacía bastante tiempo. Se había acercado a mi y me había dicho que le diera un trago de mi cubata. Me negué, obviamente, y el tipo -que era un garrulo de 1'90- me dijo que me iba a dar una paliza, con lo cual hubo que tranquilizarlo y desplazar el grupo a varios metros para no tener que entrar en liza. Recuerdo a la perfección que pidió un solomillo a la pimienta. En aquella ocasión animé a todos los compañeros que estaban trabajando a escupir en la salsa pimienta, y una vez que concentramos en ella ADN suficiente para crear un banco genético caucásico, la removimos y se la servimos sobre la carne.
Tasty.
Cuando leo cosas como esta siento una mezcla de asco y regocijo. Asco porque esas actitudes no son de hombres sino más bien de mujercitas despechadas y cobardes. Y regocijo porque hacen que me sienta superior ya que yo, mis problemas y conflictos, los afronto de cara y no de ese modo tan rastrero. Además, no encuentro satisfacción alguna en putear a una persona que desconoce que eres tú el que la está puteando.Como camarero he escupido en la comida a muchos hijos de puta que me caían mal o me hicieron putadas en el pasado...
Cuando leo cosas como esta siento una mezcla de asco y regocijo. Asco porque esas actitudes no son de hombres sino más bien de mujercitas despechadas y cobardes. Y regocijo porque hacen que me sienta superior ya que yo, mis problemas y conflictos, los afronto de cara y no de ese modo tan rastrero. Además, no encuentro satisfacción alguna en putear a una persona que desconoce que eres tú el que la está puteando.
Seré raro
Ninguna de las tres, sorry. Lo que hubiera hecho, lo que hacen los hombres, es arreglar los problemas cuando procede, en el momento y situación que procede, pero no aprovechándome de una situación ventajosa como si fuera una mujercita cualquiera. En fin, eso que se llama hombría.Claro. No me cabe duda de que usted le hubiera roto el plato de solomillo en la cabeza, delante del resto de clientes al grito de ''¿AHORA QUÉ, HIJO DE PUTA?''
O de que se hubiera acercado a él y le hubiera dicho ''oye mira, que te he escupido un poco en la salsa, por aquello de hace tiempo, ¿te acuerdas? jijiji''
Ahora me dirá que no, que simplemente no hubiera hecho nada. Y en ese caso le diré que es usted un maricón porque la venganza no tiene vara de medir y ha de ejercerse en la medida que uno considere justa.
Ninguna de las tres, sorry. Lo que hubiera hecho, lo que hacen los hombres, es arreglar los problemas cuando procede, en el momento y situación que procede, pero no aprovechándome de una situación ventajosa como si fuera una mujercita cualquiera. En fin, eso que se llama hombría.
Y tampoco te lo tomes a mal, no es nada personal ya que no te conozco de nada, tan solo hablaba genéricamente de los rastreros como tú, que me repugnan.
Como camarero he escupido en la comida a muchos hijos de puta que me caían mal o me hicieron putadas en el pasado.
Una vez vino un guardia civil haciéndose el chulito y pidió una cocacola. Me metí los dos cubitos de hielo en la boca y los babeé bien antes de ponérselos en el vaso.
Otra vez una mujer quería una paella para una persona, aunque le dije que como mínimo era para dos. Después de una discusión, me dijeron en la cocina que le dijera que sí, que se la hacíamos. Mientras la cocinera la preparaba, yo no cesé de esputar en la paellera.
Una vez vino también un tío al que recordaba perfectamente de una noche de botellón hacía bastante tiempo. Se había acercado a mi y me había dicho que le diera un trago de mi cubata. Me negué, obviamente, y el tipo -que era un garrulo de 1'90- me dijo que me iba a dar una paliza, con lo cual hubo que tranquilizarlo y desplazar el grupo a varios metros para no tener que entrar en liza. Recuerdo a la perfección que pidió un solomillo a la pimienta. En aquella ocasión animé a todos los compañeros que estaban trabajando a escupir en la salsa pimienta, y una vez que concentramos en ella ADN suficiente para crear un banco genético caucásico, la removimos y se la servimos sobre la carne.
Tasty.
Mi filosofía de vida no me ha ido nada mal hasta la fecha. No he tenido grandes problemas con nadie y además me valoran por ir de frente, algo de lo que no puede presumir la gente como tú o como el Bedel.Deduzco entonces que lo normal es ver a un borracho que te sobrepasa con creces en peso y tamaño y que está dando por culo gratuitamente y echarle güevos para acabar en el mejor de los casos con un ojo morado y en el peor en la UCI con tu cabeza reventada sobre alguna superficie contundente.
Pues muy bien, siga usted con su filosofía de vida. No me extraña que vaya de putas con tanta asiduidad.
Deduzco entonces que lo normal es ver a un borracho que te sobrepasa con creces en peso y tamaño y que está dando por culo gratuitamente y echarle güevos para acabar en el mejor de los casos con un ojo morado y en el peor en la UCI con tu cabeza reventada sobre alguna superficie contundente.
Pues muy bien, siga usted con su filosofía de vida. No me extraña que vaya de putas con tanta asiduidad.
Puto mentiroso de mierda, te hemos pillado, los esputos de todo el personal de cualquier local de hostelería jamás podría ser caucásico, hijo de puta,
¿Tú no tenías la muñeca dislocada? ¿Cómo cojones tecleas? ¿Con pajita?Bueno. Donde esté una buena piedra ya puede ser todo lo grande que quiera que cae rápido.
Bueno. Donde esté una buena piedra ya puede ser todo lo grande que quiera que cae rápido.
Bueno. Donde esté una buena piedra ya puede ser todo lo grande que quiera que cae rápido.
Lo que yo nunca entenderé es lo de ponerse bravo/chulo/antipático con el servicio. Un por favor y un gracias nunca sobra. Una cagada, teniendo en cuenta las horas que echan los que se dedican al sector, la puede tener cualquiera. Que sí, que hay camareros hijputas, pero aún así, se queja uno con modales y llegado el caso se pide una hoja de reclamaciones.La gente nunca aprenderá que a un camarero jamás se le putea antes de que traiga la comida.
por ir de frente, algo de lo que no puede presumir la gente como el Bedel.
Al contrario de los ejemplos que ha puesto Texas, yo he notado alguna vez un trato mucho más amigable y eficiente cuando quien te atiende se percata de que no eres un subnormal con ínfulas.
Ya, pero no es tanto la sonrisa, falsa o sincera del camarero sino mi satisfacción por saber que el estar pagando un servicio no me da derecho a tratar a otra persona como una mierda.Bueno, eso es así y no es así. En ocasiones, si tienes un día pasable y el cliente en cuestión es agradable y simpático, sí te complace atenderle e incluso te esfuerzas más por hacerlo mejor (aunque siempre con la propina en la cabeza, no se confunda).
En muchos casos, ya le digo yo que en el momento en que nos giramos y enfilamos en dirección contraria, la sonrisa desaparece de la cara y en cuanto entramos al pasillo o zona de camareros comentamos entre todos lo hijodeputa que es usted yendo de simpático. Y nos reímos malignamente.
Si esa es la conclusión que sacas de lo que he dicho, menudo nivelón. Eso de dejar en ridículo a base de cerebro al subnormal que te toca las pelotas, ni te lo planteas... Tú solo entiendes de hostias o de venganzas rastreras. No está mal lo tuyo.En cualquier caso, me parece un pensamiento bastante primitivo ese de que es de cobardes y rastreros huir de las peleas. Lo que es de imbéciles y retrasados mentales es el liarse a palos como si no hubiera un mañana sólo porque un imbécil te toca las pelotas. Denota la misma escasa capacidad intelectual de la persona que increpa.
Cabronazo, bien tirada
Ya, pero no es tanto la sonrisa, falsa o sincera del camarero sino mi satisfacción por saber que el estar pagando un servicio no me da derecho a tratar a otra persona como una mierda.
Si la otra persona es capaz de apreciar el amable trato recíproco que pretendo tener con él (un buen servicio a cambio de ser un cliente amable y razonable), pues perfecto. Si no es así, pues nada, no está en mi mano.
Si esa es la conclusión que sacas de lo que he dicho, menudo nivelón. Eso de dejar en ridículo a base de cerebro al subnormal que te toca las pelotas, ni te lo planteas... Tú solo entiendes de hostias o de venganzas rastreras. No está mal lo tuyo.
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