La anécdota que ha contado el señor Gintonic ha hecho que, mirando atrás y evaluando un poco el devenir de mi vida, me identifique totalmente con el cámara viejuno de la tiví. Yo tuve la oportunidad de hacerlo cuando estuve estudiando hace unos años (lo de juntarme con peña más joven) y desde entonces hasta hoy he experimentado lo que sigue:
1- Empecé a estudietear rodeado de chavalines y chavalinas teniendo yo treinta y muchos y ellos entre 18 y 20. Dio la puta casualidac de que topé con chavales muy competentes pa la edad que tenían, peña con las ideas claras y, dentro de lo que cabe, los pieses en la tierra. Compartíamos gustos musicales, literarios, cinematográficos y con algunos hasta el humor de LOL. No contento con eso, la vida me puso en bandeja el tirarme a cuatro teens de entre 18 y 20 años que encima estaban buenísimas y me salieron tragalefas. Fue como un sueño, notaba cómo volvía a la casi adolescencia experimentando una vitalidad como nunca por aquel entonces pensé que volvería a sentir. Incluso formamos, sin pretenderlo, una pandilla estilo los Gunis sólo que fumando porros y saliendo de bares en lugar de buscando el barco de Willy el tuerto. Yo era el viejo golfo y ellos mis aprendices que venían a pedirme algo de hierba para comprar o a que les aconsejase música ahí to guapa para escuchar.
Poco a poco fueron echándose pareja los que no la tenían, yéndose de Erasmus a beber y follar, desapareciendo sin más al acabar la carrera, etc. De ese modo, cayó la bomba de humo en forma de paso del tiempo y aquello terminó, como era de esperar. Aún mantengo contacto con alguno de ellos muy de vez en cuando y todavía, a algunas de ellas, le mando un guasap medio en broma medio en serio para ver si me la quieren volver a chupar a sus... 28 o 29 tendrán ahora, pero que va, no ha vuelto a caer la breva. Fue una etapa de mi vida maravillosa. Alejado de las macarradas de mi vida quotidiana, estudiando y aprendiendo, riéndome a saco, corriéndome en la cara de preciosidades de 19 añitos, compartiendo intimidades con algunos to fumaos los dos o criticando y poniendo verde a este o aquel profesor igual que haríamos en el instiputo.
2- Tras la bomba de humo que hizo que toda la basca se dispersase, caí en una depresión (bueno, depresión es una palabra muy grande, digamos que tuve un bajón importante) que me duró un buen tiempo. Volví a la dura realidac de mi entorno y de la peña de mi edad. Todas las mañanas me levantaba ralladísimo por algo, y no había terminado de comerme la tostá con pan chungo y paté taleguero cuando ya me estaba cagando en Dios y maldiciendo mi vida. Como decía Johnny Deepweb al final de la película Blow: "Ya no hay caballos blancos en mi puerta", pensaba. Decidí entonces abrir caminos buscando gente nueva de mi edad, nuevos amigos que tuvieran algo que aportarme, porque estimaba que todo mi periplo estudiantil había sido como un deseo otorgado por el genio de la lámpara, encima sin habérselo pedido. Estuvo bien mientras duró, pero sentía que las aguas tenían que volver a su cauce y regresar con los que me tocaba estar por edad.
Como he dicho, pensé en hacer amigos nuevos y como en el barrio ya los conozco a todos y a todos los que conozco son golfos, decidí contactar con un par de grupos de estos salidos de "Amigosdetuputamadre.com". Tras intercambiar algunos mensajes me metieron en sendos grupos de guasap, allí, concretábamos algunas quedadas para tomar unas cervezas y poco más (primer detalle este que ya me mosqueó). Imagino que habrá grupos que son competentes en lo referente a hacer cosas interesantes o al menos culturales, pero lo que yo me encontré fue el averno. Paso a detallar:
Gente de entre 35 y 50 años, casi todos divorciados y divorciadas, con desechos genéticos, la mayoría por no decir todos sin la más mínima inquietud cultural y con un aire de derrota que les revoloteaba por encima de la cabeza como si de un enjambre de abejas zumbando se tratase. Ellas, feas como demonios o resultonas (alguna medio buenorra había) con graves problemas pichicológicos. Ellos, seres lobotomizados por la televisión más pueríl y por el fútbol, incapaces de hacer ningún comentario inteligente o ningún chiste gracioso más allá de las típicas becerradas exaltando a la Cruzcampo. Fui a tres quedadas, no aguanté más.
Hoy, como cabra que tira al monte, me vuelvo a juntar con gente de mi edad, del barrio sobre todo y la mayoría golfantes. Con cuarenta y muchos ya, veo inviable que se repita aquello de ir por ahí con veinteañeros, y tampoco pienso buscar a nadie por internete después de aquella experiencia. Intento llevar una vida ordenada, sin meterme en follones y si me toca estar con gente, disfruto de la compañía, si no, pues sólo como Manolo.
El hilo está interesantísimo, los argumentos de los foreros son muy interesantes de leer. Mi aportación es aconsejar a los hermanos que jamás entren en ningún grupo de estos de la internec, encontrarán gente buscando socializar desesperadamente con cualquiera que les preste un poco de atención, a todos se la suda todo y hacen el paripé de que te escuchan sólo para que después les toque a ellos ser escuchados, todos poniendo caras felices sobre todo para la dichosa fotito de feisbuk, todo apesta a frustración, fracaso, negación de la realidac y "servesita" para arreglarlo todo.
Si no se me adelanta nadie, a ver si en los próximos días abro El hilo definitivo de los grupos de amistac, o si ya lo hay, que alguien que sepa por donde anda lo resuba, porque describir estas quedadas al detalle da para mucho LOL.