En el fondo se reduce a interpretar una serie de convencionalismos socialmente aceptados como lo que se espera de ti. Dependiendo del entorno del que venga la chica se identificará con una serie de cosas u otras. Tú haces tu papel demostrándola que eres un tipo amable, atento, educado, simpático; y ella se queda conforme. Pero no te llega a conocer ni en realidad quizá tenga interés en ello. Simplemente sigues las pautas del cortejo, tan estandarizadas en realidad como lo están las de los cortejos de otras especies y ya está.
Para alguien que conozca cómo funciona, es como un ritual. Y son tan previsibles la mayoría de las mujeres, como de los hombres, y tan carentes de personalidad que se identifican con los manidos arquetipos del momento, para no tener que pensar, para no tener que vivir a su propia manera, simplemente siguen el rebaño.
Anoche me agregaron al messenger a un montón de chicas, creo que eran lo que se conoce ahora como jennys, os puedo asegurar que todos sus nicks eran iguales, con el mismo tipo de letras ilegibles y soltando las mismas paridas, parecían clones de la misma subnormal, atentando constantemente contra la lengua española. Sin tener nada que decir, pero es lo que se lleva ahora entre la juventud, supongo. Esas tías no tienen personalidad, simplemente se limitan a seguir un rol, que es el socialmente aceptado en su entorno. Ya sé que ese es un caso extremo de alienación, pero los demás lo estamos también a nuestra manera, con nuestros patéticos valores que son los del momento, nada más, con nuestra mierda de prejuicios y nuestro pensamiento único, nuestra cobardía existencial que nos lleva a solo querer recorrer lo manido a no salirnos, como he escrito alguna vez, del camino de baldosas amarillas.
Es por ello que si empiezas a conocer a alguien te agarras a esos clichés, a esas etiquetas facilonas que le pones, para no tener que pensar, para no tomarte el esfuerzo de ahondar en la personalidad de ese alguien, siendo incapaz como eres de ahondar en la tuya propia.
Y él o ella simplemente interpretan su papel como tú el tuyo. Pero ¡qué pobreza de relación genera eso! Ni siquiera ya te llegas a enamorar de una persona sino del Ideal sobre los convencionalismos que te atraen que has creado en torno a ella. Y luego llega el batacazo, el "se acabó el amor" cuando esa persona no responde a la imagen prefigurada que le has impuesto y luego pretendes que cumpla y se amolde a lo que tú quieres, aunque no tenga nada que ver con ella ni su idiosincrasia.
Esas son las cartas, que como dice Ilovegintonic, nos ha tocado jugar. Simplemente conoce qué es lo que espera de ti ese tipo de mujer, que por su entorno sabrás cuales son las mierdas patéticas con las que se identifica, y continúa la farsa para poder meter a tu amigo Joe dentro de ella.
Y no, no les mola un tío que se ríe de chorradas, eso no es cool. Tienes que hacerla reir a ella, porque ella lo vale, porque está endiosada de tanta publicidad consumista, porque se cree especial porque así se lo han hecho pensar, porque merece lo mejor y si no se lo dan, preferirá follar con su perro bobby o que la lama el ojal a quedar contigo. Tienes que arrastrarte, amigo, y demostrarla cosas, porque si no, no se abre de piernas. No es una cualquiera no, simplemente es una gilipollas.
Ayer me agregó una tía, una creidilla de éstas asquerosas "porque ella lo vale". Y podéis creer que tuvo la desfachatez de decirme nada más empezar nuestra conversación que en el momento que no le dejara de hacer gracia me pondría en No Admitir, sólo por esa chulería y esa falta de respeto hacia otra persona, que yo aunque lo pensara nunca se lo habría escrito a nadie, merecía que la mandara a la mierda ipso facto.
Pero es que son así, se creen que te hacen un favor de la hostia por hablar contigo. Son así, repito, estas endiosadas gilipollas.
¿Merece la pena echar un polvo con ellas después de aguantar todas sus tonterías de mierda? Y muchas veces ni conseguirlo tras haber abultado aún más su ya enorme y ridículo y pomposo y asqueroso ego. ¿Os merece la pena a vosotros? Es la clásica que dice que de todos los tíos con los que ha estado solo uno la demostró sentimientos y a los demás les dejó por no haberlos demostrado, pero qué sentimientos te puede generar, que sentir auténtico alguien tan previsible en realidad, tan jodidamente mediocre, tan altanero y repugnante en su manera de tratar a los demás, que no sea puro y simple desprecio.
Puedes tragarte todas sus tonterías con una sonrisa en la boca, y cuando hayas conseguido lo que pretendías mandarlas a la mierda sin dilación alguna, como comentaba alguien (un follador, parecía) que decía que las tías que iban de señoritingas que las tenía él que pagar todo, una vez folladas no las volvía a llamar. Seguro que ellas se quedaban resentidas pensando que las había utilizado, pero obtuvieron lo que merecían. Humillaban a un tío con el que en realidad necesitaban estar tanto como él con ellas.
Sí, esas son las cartas que nos ha tocado jugar, y mientras no encuentres a alguien especial, auténtico, con su propia personalidad, que se muestre libre y seguro de sí mismo, tendrás que bregar con cientos de acomplejadas mentales que se agarran al rol de diosa, pretendiendo que alguien las quiera y las acepte no por lo que son sino utilizando su cuerpo y su coño de reclamo, que triste. Es como si yo pretendiera que me amasen por mi polla, que poca consideración se deben tener en realidad estas zorras, cuando no confian en que las quieran por lo que son, sino por lo que tienen, como si yo presumiera de mis millones para que alguien se encariñase de mí y me quisiera de verdad. Terminarán muchas solas, solteras o divorciadas, amargadas, por no haber sido capaces de vivir, sino de haber elegido un rol absolutamente decadente que cada día nos convence menos a los hombres, que terminamos buscando esa sonrisa (aunque sea falsa, de saldo) y ese calor en manos de profesionales.
Que sigan así con ese listón de exigencias tan alto (porque claro ellas valen tanto y nos demuestran tantas cosas) mientras se matan a dedos frustradas en sus casas, y nos culpan de odiarlas, cuando solo las compadecemos así como el papel tan penoso que les ha tocado interpretar por no tener valor para elegir otro y amoldarse a lo que el Sistema y la publicidad les ha impuesto, pobres idiotas. ¿Se han liberado? ¿O se han esclavizado más? El burka de la mujer occidental es la talla 38, si superas esa talla ya no te van a querer, morirás sola y pobre. Cuando nadie te va a querer por tu talla o tus labios siliconados o por tus pechos de plástico, porque los sentimientos nacen del corazón, no así como el deseo, que sí te pueden desear, pero si pides a cambio una relación un sentimiento, te prostituyes aún más que la lumi que te pide 100 euros, hasta ahí se rebajan, de vender su coño por un poco de cariño y atención, aunque nunca lo vayan a reconocer.
Un saludo.