Cagar en la cara de tu novia/amiga/rollete. Hilo de MIERDA (literalmente) del mes

  • Iniciador del tema Iniciador del tema -Milo-
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Dr. Quatermass rebuznó:
Lo ha interpretado usted mal. No creo que por la mente de Rory pasase ni por un nanosegundo la idea de faltar el respeto a nadie, y menos a la gente del foro ligue. Pero no se preocupe, si de algo podemos presumir aquí es de una cálida hospitalidad y una gran educación. Yo, sin ir más lejos, siempre invito al sacristán a cenar y le ofrezco a mis más bellas hijas.

En otro orden de cosas, lo quoteado da para tres docenas de firmas, así a ojo.

Y más viniendo de Rory, que tiene de firma una movida de una zorra que murió.

A ver si un día tiene tiempo y nos cuenta la historia de la follecida.
 
ilovegintonic rebuznó:
Yo además tarareo la letra desnudo pero con calcetines.

Siguiente :lol:

Yo me como la cabeza, en bolas, con calcetines y con el churrete que me queda en el belfo, imito a José María Iñigo a la par que hago pompitas de zurullo-saliba y escucho como banda sonora los grandes éxitos de los hermanos Calatrava.
 
Y así ya por CAGARLA del todo.

¿Nadie se ha llegado a cagar nunca en los pantalones?.


Día uno de enero de 1999.
En casa de un amiguete me bebo, yo sólo y a morro, una botella entera de Cava semiseco.

Todo guay, todo bien, hasta que de repente NECESITO CAGAR.

Pues bueno, resulta que estaban arreglando el baño en la casa de mi "amigo" (que como era pobre, sólo tenía uno y tal), y estos estaban usando temporalmente EL DE LA VECINA.

Claro, ante este panorama, no íbamos a entrar en casa de la vecina para llenarle el váter de miérda, así que como pude, me preparé mentalmente para recorrer el kilómetro más largo de mi vida, andando, hasta llegar a casa.

Andé rápido, andé lento, me paré mientras los sudores fríos me inundaban, dí saltitos, solté grititos, saludé con prisas y sin pararme a hablar aduciendo "¡que me cago!" a más de uno, y cincuenta metros antes de llegar, solté un zurullo en el slip.

Sin duda una experiencia que tenía que compartir con vosotros.

Cuando me abrieron la puerta, para mayor vergüenza, había visita en casa, unos tíos, mi prima (que estaba buenísima) y un par de amigas suyas, todos me contemplaron recorrer, andando de forma ridícula, beodo perdido por el cava y con la cara desencajada, el salón y el comedor, hasta llegar al baño.

Y todos pudieron oler, de primera mano, el inmenso pestazo que salía de mi culo, aumentado por el gas del cava, e inundando la casa hasta un nivel que no aguantaba ni yo.

Cuando cerré la puerta del baño, me bajé los pantalones como pude, contemplando el horroroso espectáculo, y soltando el resto de aquello que me torturaba en el vater, oí a mi tío decir, a modo de conclusión: "se ha cagao".





Un bechi.
 
Y así ya por CAGARLA del todo.

¿Nadie se ha llegado a cagar nunca en los pantalones?.


Día uno de enero de 1999.
En casa de un amiguete me bebo, yo sólo y a morro, una botella entera de Cava semiseco.

Todo guay, todo bien, hasta que de repente NECESITO CAGAR.

Pues bueno, resulta que estaban arreglando el baño en la casa de mi "amigo" (que como era pobre, sólo tenía uno y tal), y estos estaban usando temporalmente EL DE LA VECINA.

Claro, ante este panorama, no íbamos a entrar en casa de la vecina para llenarle el váter de miérda, así que como pude, me preparé mentalmente para recorrer el kilómetro más largo de mi vida, andando, hasta llegar a casa.

Andé rápido, andé lento, me paré mientras los sudores fríos me inundaban, dí saltitos, solté grititos, saludé con prisas y sin pararme a hablar aduciendo "¡que me cago!" a más de uno, y cincuenta metros antes de llegar, solté un zurullo en el slip.

Sin duda una experiencia que tenía que compartir con vosotros.

Cuando me abrieron la puerta, para mayor vergüenza, había visita en casa, unos tíos, mi prima (que estaba buenísima) y un par de amigas suyas, todos me contemplaron recorrer, andando de forma ridícula, beodo perdido por el cava y con la cara desencajada, el salón y el comedor, hasta llegar al baño.

Y todos pudieron oler, de primera mano, el inmenso pestazo que salía de mi culo, aumentado por el gas del cava, e inundando la casa hasta un nivel que no aguantaba ni yo.

Cuando cerré la puerta del baño, me bajé los pantalones como pude, contemplando el horroroso espectáculo, y soltando el resto de aquello que me torturaba en el vater, oí a mi tío decir, a modo de conclusión: "se ha cagao".





Un bechi.

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:twisted:
 
Ahí va otra, pero esta tiene un final menos glorioso que el anterior.

Un domingo de Mayo, hará unos díez años, insté a dos féminas (por una de ellas estaba coladito) y a un amigo a ir de jornada gastronómica y cultural a Segovia. El viaje tenía dos propósitos, uno enseñar mi flamante coche nuevo (apenas un mes) y dos, seguir con la labor de demolición para intentar asaltar de una vez a la chavala, que se estaba haciendo de rogar.

Todo el día transcurrió sin incidencias destacables, hasta que emprendimos el viaje de vuelta. La cosa empezó a pintar mal nada más ponerme al volante, un retortijón me puso sobreaviso. Como en esos tiempos era un jodido retarded, no caí en la cuenta que la A-6 a la altura de Guadarrama se montaba un pifostio de horas los domingos por la tarde.

Entre los nervios de la caravana, donde no avanzábamos ni para atrás, y el cochinillo regado seguramente por una mierda de vinaco de la casa, se empezó a desatar la tortura más hijoputesca que yo haya sufrido. Los retortijones iban y venían en bandadas, yo apretaba el culo como si me fuese la vida. Las escapatorias eran nulas o poco recomendables, coches por todos los lados, las chicas en el asiento de atrás, el compi más cabrón de copiloto, era un escenario mortal para escupir fuego por el culo delante de tal anfiteatro.

Encima la chica se percató de que algo me pasaba.

Estás muy serio ¿ Qué te pasa ? Tienes mala cara

Y yo: " Nada es que los atascos me ponen enfermo" Aunque uno se queda con las ganas de decirla, mira hija, es que soy gilipollas, provengo de una familia de artistas y no monto más que espectáculos grotescos con la sana intención de echarte un polvo.

Ni que decir tiene que todo se fue agravando, llegando al punto álgido a la entrada del túnel donde el atasco terminaba. No sé si por la emoción de coger velocidad o por las prisas, se escapó un güesco. Esos pedos con la mierda tan cerca, son entes independientes, aniquilan cualquier olor previo por fuerte que sea (el coche atufaba a nuevo ) y se impregnan en la pituitaria del ser humano durante horas.

El escenario se tornó dantesco, mi compi sacando medio cuerpo por la ventanilla y haciendo aspavientos como un hereje, las chicas gritando qué asco, yo avergonzado, humillado a la vez que enfurecido, acelerando y adelantando como Carlos Sainz enfarlopao.

Ya con todas las batallas perdidas, decidí tomar una vía de servicio por Villalba para buscar un sitio donde descargar. Como siempre en estos casos, caes en el peor agujero, nunca mejor dicho. LLegué a un bareto lúgubre, pasé delante de la barra como un morlaco que sale de los toriles, y fui directamente al baño. Si hijos, el de la placa en el suelo, ahí me ví, como si fuera un portero de fútbol en una tanda de penalties, soltando gotelé como la lolita de "Benito".

Después de dejar eso como la playa Omaha, una verdadera matanza, llegué aliviado a mi querido coche, donde me estaban esperando con el cigarrillo en la mano. Y en esto que me suelta la niña:

"Mira que eres guarro, te podías haber aguantado hasta llegar a un bar como has hecho ahora." Las carcajadas de mi compi todavía resuenan en mis recuerdos. Ante tal afirmación se me pasaron mil cosas por la cabeza, 999 eran delitos penados severamente por la ley, y sólo pude dedicarle una mirada de esas que matan, de unos 5 segundos, que debió captar la retarded porque durante 3 semanas me evitó y apenas me dirigió la palabra.

De aquí se extraen varias enseñanzas:

Primera, después de una comilona, antes de coger el coche, cagar. Ante el leve síntoma de apretón parar.
Segundo, no volver de Segovia a Madrid un domingo por la tarde.
Tercero, urdir planes para tirarse una tía suelen terminar como el rosario del Aurora
Cuarto, beber agua o en su defecto un buen caldo, un reserva Ribera del Duero a poder ser.

Vaya, esta no tuvo un feliz desenlace como la anterior, pero bueno, una de cal y una de arena.

Y la mierda como siempre tan oportuna, mira que jode eh?, es que cuanto más chunga es la situación, más hediondos son el rey truño y su séquito de pedos.


Y así ya por CAGARLA del todo.

¿Nadie se ha llegado a cagar nunca en los pantalones?.


Día uno de enero de 1999.
En casa de un amiguete me bebo, yo sólo y a morro, una botella entera de Cava semiseco.

Todo guay, todo bien, hasta que de repente NECESITO CAGAR.

Pues bueno, resulta que estaban arreglando el baño en la casa de mi "amigo" (que como era pobre, sólo tenía uno y tal), y estos estaban usando temporalmente EL DE LA VECINA.

Claro, ante este panorama, no íbamos a entrar en casa de la vecina para llenarle el váter de miérda, así que como pude, me preparé mentalmente para recorrer el kilómetro más largo de mi vida, andando, hasta llegar a casa.

Andé rápido, andé lento, me paré mientras los sudores fríos me inundaban, dí saltitos, solté grititos, saludé con prisas y sin pararme a hablar aduciendo "¡que me cago!" a más de uno, y cincuenta metros antes de llegar, solté un zurullo en el slip.

Sin duda una experiencia que tenía que compartir con vosotros.

Cuando me abrieron la puerta, para mayor vergüenza, había visita en casa, unos tíos, mi prima (que estaba buenísima) y un par de amigas suyas, todos me contemplaron recorrer, andando de forma ridícula, beodo perdido por el cava y con la cara desencajada, el salón y el comedor, hasta llegar al baño.

Y todos pudieron oler, de primera mano, el inmenso pestazo que salía de mi culo, aumentado por el gas del cava, e inundando la casa hasta un nivel que no aguantaba ni yo.

Cuando cerré la puerta del baño, me bajé los pantalones como pude, contemplando el horroroso espectáculo, y soltando el resto de aquello que me torturaba en el vater, oí a mi tío decir, a modo de conclusión: "se ha cagao".



Un bechi.

Me solidarizo con usted, pues a mí me pasó algo parecido pero con un final no tan trágico, yo logré llegar a la meta, con media mierda fuera, eso sí, pero logré llegar.

Muy perspicaz tu tío :137


Saludos a todos.
 
Los hombres, en cambio, jamás descartaríamos a una mujer por mear o cagar, o por reírse como una estúpida, o por su verborrea superflua, o por dejar sus compresas usadas en el suelo del baño. Jamás.

Mentira.

Era necesario confesarlo.
 
En los pantalones no, pero en una de éstas que no había papel, sacrifiqué el calcetín derecho en el instituto. Me limpié y lo arrojé por la ventana del water, que estaba en una 4' planta. Por los gritos e improperios escuchados, cayó sobre unos precanis que estaban rugiendo las motos abajo.
 
Joder, vuelven los temas clasicos a putalocura.

Por cierto, no intenteis explicarle a una tia la genial sensación de cagar, para ellas cagar es ir al baño 20 minutos a soltar cuatro pelotitas.
 
Verano de hace... tres años.

Fiesta de prau. Aldea de Asturias. Orquesta DIMENSION en escenario B.

Casas de aldea separadas por calles de tierra, barro, muros de piedra de no mas de un metro, hierbas, vacas, ortigas, esbardos.

El río, los avellanos, robles. La noche iluminada tan solo por el destelleo de los focos de la orquesta y luego, bordeando las callejuelas. un bombilla amarillenta en lo alto de los postes, cada 50 metros.

Penumbra y bum bum lejano. Gente con vasos de sidra que vienen de frente, tías buenas, borrachos, colegas, "hey, hyper, donde vas"

-"vengo ahora, esperadme". Mirada clavada en el infinito.

La caguitud era en mi. Había estado tres horas sufriendo los mil demonios delante de la orquesta; sidra, cacharros, cerveza. Y aquello asomando la cabeza. Aquel alien. El dolor, y las ganas, todo lleno de gente, hasta arriba, y detrás del escenario oscuridad, pero todo dios meando y luego el río.

Por eso iba por el camino dirección la carretera, a la lejanía, cual roboc, en linea recta, huyendo de todo aquello para sacar eso de mí.

Llegué a una zona con menos peña. Un muro alto. tras el, un prado desierto. Ni una vaca.

Salté el muro. Cojones, la caída del otro lado era mayor.

Pantalones fuera, aquí cerca del muro, en las ortigas. Una bombilla amarillenta en el poste a 50 metros. Que nadie asome la cabeza por el muro.

Pantalones en los tobillos. Nunca lo hice así, ¿como coño va? Manos atrás, para no caer de culo. Ortigas. Zarzas. Marcas de por vida, seguro.

Y hay va todo... me levanto un poco para que no llegue a tocar. Impresionante. Me importa un bledo la luz y la gente. Me muevo tres metros a un lado. Y otra vez. Me quedo unos minutos, y el sudor es frío cuando llega al cuello. Me incorporo, me resquema el culo. Quizá fueran las ortigas.

Ni papel. Ni hojas. Nada. NADA. Ortigas, hierba, pinchos y boñigas. Paso de no limpiarme. Tengo que volver a casa en coche de una gente y OLERÁ. ¿Qué hago?

Y entonces vino a mi la que considero idea más inteligente que tuve jamás:

¡Los gallumbos! Quito zapatos, quito pantalones y gallumbos fuera!. Rotura con rabia a dos manos. Varios trozos. ¡A limpiar! A limpiar con los gallumbos hasta que salgan limpios. Mecaon dios! Que no asome nadie la cabeza por el muro por dios lo pido.

Incorporación, mirando los trozos de gallumbos y lo otro. Sin pantalones en la humedad de la noche, cual titi que sale del coche a vestirse tras un polvo.

Bien, ya pasó. Ya paso todo. Y ahora a poner los pantalones sin gallumbos, cual jodido MARICÓN. Tampoco se está tan mal.

-"Ay de quien descubra esto mañana por la mañana."


Tremendo.
 
Pues yo vivo con compañeras de piso y me da vergüencita porque la que tiene su habitación pegada al baño me oye de mear.
Menos mal que tengo mucha confianza con ella y además yo tsambién la oigo cuando mea.

A mi nunca me ha pasado nada de eso, pero una vez me fui a dormir a casa del que por entonces era mi novio, y también estaban algunos amigos de él y pasó algo similarmente escatológico:

Pues uno vomitó (consecuencia de la juerga alcohólica que estábamos celebrando) en el váter y para limpiarlo y limpiarse usó un huevo de papel higiénico y luego tiró de la cadena. Después de eso llegó a cagar otro amigo y al tirar de la cadena la mierda no se iba porque el otro al echar tanto papel de culo lo había atascado.

Fue una risa aquella noche, el que había cagado se lo tomaba con mucho humor y los demás nos estábamos muriendo de risa por lo surrealista de la situación. Al final consiguieron que la mierda se largara, pero yo no fui a mirar el proceso.
 
Mi experiencia en el noble arte de la cagada me hace recordar una situación con especial cariño.
Feria de Tarifa. Llevaba cuatro dias de campin, comiendo como un cerdo,bebiento tinto de 50 centimos /litro a grandes cantidades.Y tambien cagando a diario,menos ESE dia.
Decidimos ir a cenar fuera, a una pizzeria bastante popular llamada La Tabla,que a ningun amigo le gusto. Yo, como buen gordo que soy,me comi mi pizza, y la mayor parte que dejaron mis amigos, pensando lo astuto que era por hartarme comer por poco dinero.
Cuando empezamos a hacer botellon,y al primer cubata de rón, algo cambio en mi interior. Primera punzada.Me recorri la playa para cagar,pero entre las Jennys meando,las parejas follando,y la guardia civil patrullando, no me salia. Asumí aguantar como un campeón.
Cuando iva por la cuarta o quinta punzada, decidí cortar por lo sano. Les anuncie a mis colegas que iva a cagar a una caseta, con gran alegria suya pues habia mas alcohol.
Decidí ir a una caseta de no-canis, es decir,la típica caseta estilo la que pone el ayuntamiento para que los abuelos tomen tapas y bailen sus canciones cantadas por orquestas baratas.
Tras esperar una larga cola,y formandose una detras de mi,decidi colarme.Gran error.
Al cerrar la puerta,me di cuenta que no habia luz, y los bombos de la musica hacian tronar la chapa de la cabina del vater.
LA gente empezaba a amotinarse tras aquella puerta,los viejos empezaron a pegar puñetazos ala puerta, y yo me vi en la dolorosa situacion de poner mi cuerpo en posicion arqueada, apuntar mi ojete hacia el vacio, y procurar no mancharme impulsando con fuerza. El olor era verdaderamente repugnante, y tuve que usar 12 clinex para limpiar el ojete,los cuales deposité sobre el lavabo.Las manos hedian a mierda.
Con miedo por posibles represalias, abrí aquella puerta, y en una decima de segundo,mire hacia atras, mientras salia andando bastante deprisa. EL resultado era espeluznante: Paredes,suelo,lavabo, taza, todo,cubierto de una mierda tran cremosa que se quedaba pegada donde cayera sin resbalar, y el lavabo lleno de bolitas de papel color caca.
Sali de aquel terrorifico lugar escuchando las maldiciones y lamentaciones de aquellos pobres ancianos, pero con el placer, de saber que acabas de un hacer un buen trabajo por tu agradecido ano.
 
sin duda, la peor peor que me ha pasado a mi, fue ir a tirarme un peillo mientras tenia a 4 patas a la hermana de un colega.

Dios me castigo por tirarme a la hermana de un colega, que son sagradas, y hizo que el peillo fuera un perdigonazo a quemarropa que se estampo como un cuadro postmodernista en el espejo del armario que habia a los pies de la cama de los padres de mi colega.

Me dio tanto palo que sin decir nada, coji mi ropa y me largue corriendo de la casa sin siquiera vestirme.
 
Tormenta Helada rebuznó:
Yo sólo cago en mi casa. Nunca, JAMAS, he cagado en el colegio, ni en la facultad, ni en casa de otros.

En mi baño o en ninguna parte. Soy como Finch.

Conozco el caso contrario, concretamente un hamijo que siempre lleva papel higienico en el bolsillo y nunca caga en casa. Tampoco caga en casa de otros.
No es ninguna broma.

Un aplauso, por favor.
 
personalmente creo q las mujeres estamos en clara desventaja en lo q a "necesidades" se refiere.
YO no m atrevo a hacer de vientre en casa de un tio , me muerooooo!!!
Todos los que deciis q no es importa, en serio... no os cortaría un poco el rollo???
 
personalmente creo q las mujeres estamos en clara desventaja en lo q a "necesidades" se refiere.
YO no m atrevo a hacer de vientre en casa de un tio , me muerooooo!!!
Todos los que deciis q no es importa, en serio... no os cortaría un poco el rollo???

Si vienes a cagar a mi casa, te dejo que defeques en mi cara. A mi no me importa ni me corta el rollo.

Eso si, luego tienes que dejar que me mee en tu boca.:oops:
 
Recuerdo, así a botepronto, 3 anécdotas mierdiles:

1) En 2º de EGB, tenía delante un compañero (creo que José Antonio, no daré más datos), que empezó a poner caras raras en clase. Llevaba puestos unos vaqueros. De repente veo que algo se mueve en su pantalón, y por la parte de atrás, empieza a salir mierda, como cuando salen las palomitas de la máquina, y un olor a podredumbre indescriptible. Cuando ya caía de la silla y todo, le dí un aviso a mi profe que evacuo aquello para fumigarlo.

2) El niño Jesús me castigó por reírme, y años después, me tocó un día de estos que te vas cagando 19 minutos antes de llegar a casa. Solté un par de peos para bajar aquello unos bares de presión, y noté cómo algún pequeño trocete salía un poco hacia fuera. No le dí importancia, pensé que me lo quitaría en casa. Al final fueron 4 ó 5 peos.
Cuando llegué para cagar y me bajé el pantalón, parecía que había volcado un bote de nocilla, aquello en vez de calzoncillos parecía una pillata, hice un saco y lo tiré.

3) Zona de bares del centro de Madrid. Me bebí algún hectolitro de copas varias, y fue cuando todo se volvió algo difuso. Entramos a un sitio (al principio no me dejaban), y recuerdo el intento de ir al baño.
Minutos (quizá?) después le dicen a algún colega mío que yo andaba medio fenecido en el water de las tías, seguramente cagando, posiblemente sin pantalones, seguro que sentado en la taza. Sé que cagué, pero al día siguiente, todo limpito, incluso unos pantalones blancos que llevaba.
Saludos a todas las que me rescataron.
 
lotthar1 rebuznó:
muahaha muahaha muahaha muahaha muahaha ni en lo más oscuro de mi mente ni en lo más perverso de mi personalidad se me hubiera pasado por la cabeza hacerme una paja mientras estoy cagando! jej :121 :121 :121 :121 :121

¿No? Pues lo recomiendo fehacientemente. Las contracciones orgásmicas producen una oleada de sensaciones en el eje pene-perineo-esfinter que sitúan al afortunado eyacula-cagante al borde del desmayo. Si consigues sincronizar la salida del mojón con el comienzo del orgasmo, pierdes completamete el control, tu esfinter comienza a palpitar de forma completamente involuntaria, y la mano pajera toma vida propia. Durante unos segundos, se vislumbra el sentido de la vida de una forma clara, meridiana diría yo, aunque tras las primeras contracciones anales, tal pensamiento desaparece con la misma fugacidad con la que se presentó. Hay, incluso, dos casos documentados en la literatura científica, en los que en el momento del orgasmo con defecación los individuos levitaban 40 centímetros sobre la taza del indodoro y percibían claramente el más allá y la corte celestial con todos sus santos, querubines y serafines. Yo nunca he llegado a tal extremo, pero lo sigo intentando.
 
Hyperman rebuznó:
Y entonces vino a mi la que considero idea más inteligente que tuve jamás:
¡Los gallumbos!

Yo también sentí que había tenido la idea más brillante de mi vida, como conté unos posts más atrás, cuando no tenía con qué limpiarme en una visita a Toledo. Desde entonces, si he tenido algún apuro en condiciones difíciles, el saber que siempre queda ese as en la manga (en la entrepierna) da tranquilidad.

Aquí seguro que todo el mundo ha tenido problemas con la mierda por culpa del alcohol y drogas en la noche. No es tan raro. Mítico día cuando mi amigo David tuvo que cagar en un baño de discoteca sin puerta, y "el Carlitros" tuvo que ponerse delante a tapar. Pero el muy imbécil (y borracho) se puso mirando hacia dentro para hacer la coña, y cuando el otro empezó con el fuego racheado y salió la mierda, del olor y del ruído, vomitó allí mismo. Ahora me hace gracia, pero aquel día nos jodió la noche a todos porque tuvimos que volvernos.
 
Tormenta Helada rebuznó:
Yo sólo cago en mi casa. Nunca, JAMAS, he cagado en el colegio, ni en la facultad, ni en casa de otros.

En mi baño o en ninguna parte. Soy como Finch.

Pues yo cago donde se tercie, no me voy a estar ocho horas aguantandome.
De hecho es un placer natural soltar el mierdolo en cualquier esquina.
 
pioneer rebuznó:
Pues yo cago donde se tercie, no me voy a estar ocho horas aguantandome.
De hecho es un placer natural soltar el mierdolo en cualquier esquina.

No te lo crees ni tú.
Te hemos leido lo suficiente como para saber que tú sólo eres capaz de cagar en tu casas, y te limpias el culo con agüita y jabón en el bidé.
 
¿No? Pues lo recomiendo fehacientemente. Las contracciones orgásmicas producen una oleada de sensaciones en el eje pene-perineo-esfinter que sitúan al afortunado eyacula-cagante al borde del desmayo. Si consigues sincronizar la salida del mojón con el comienzo del orgasmo, pierdes completamete el control, tu esfinter comienza a palpitar de forma completamente involuntaria, y la mano pajera toma vida propia. Durante unos segundos, se vislumbra el sentido de la vida de una forma clara, meridiana diría yo, aunque tras las primeras contracciones anales, tal pensamiento desaparece con la misma fugacidad con la que se presentó. Hay, incluso, dos casos documentados en la literatura científica, en los que en el momento del orgasmo con defecación los individuos levitaban 40 centímetros sobre la taza del indodoro y percibían claramente el más allá y la corte celestial con todos sus santos, querubines y serafines. Yo nunca he llegado a tal extremo, pero lo sigo intentando.

muahaha muahaha muahaha :121 :121 :121 muahaha muahaha muahaha

Vaya crack!

Un saludo!
 
Yo problemas para cagar en casa de mi novia aún habiendo estado la noche anterior hasta las 7 de la mañana y completamente KO no tengo la verdad tenemos mucha confianza y ella si quiere caga en mi casa como si nada, ahora bien os voy a contar algo que me sucedió cuando estudiaba en Granada una noche de juerga concretamente un Lunes (un día raro para salir de juerga pero así fue) que nunca jamás olvidaré porque realmente me traumatizó.

Estábamos mis amigos y yo de juerga por Pedro Antonio de Alarcón (famosa calle de Granada por la cantidad de bares que tenía en su momento, ahora es una mierda) celebrando con otro amigo que cerraba el bar, curiosa forma de celebrar que a un amigo no le iba bien el bar pero así fue, nos bebimos antes todos los restos de bebidas que le quedaban (Bar los borrachos se llamaba).

Pues bien cuando nos liamos a beber cubatas (yo como siempre Cutty Sark con Cola) me empezaron a dar unos retorcijones del copón, culpa mía pues había estado aguantándome por lo menos 2 horas antes en el bar del hamijo pues estaba yo tocando mi guitarra y cantando y no quería tampoco levantarme, además yo siempre cago en mi casa (eso hasta ese mismo día), eso decía yo, esto se me pasa apretando el culo pa dentro como tantas veces había vencido yo, aunque ese fatídico día el que vencería sería mi culo y me demostraría que realmente es más poderoso de lo que pensaba y de hecho lo tenía subestimado.

Pues bien cuando ya no pude más tuve que salir coorriendo al servicio de caballeros y me encuentro que el lavabo es de esos que tienen un hoyo en el medio y punto y sin papel ni nada, vamos peor que el de Trainspoiting.

Raudo y veloz salgo corriendo para mi casa aunque me pillaba retiradilla tampoco estaba tan lejos y yo pensaba que si otras veces lo había conseguido por que no ahora? craso error el mío.

Pues tal y como empecé a correr pa mi casa empecé a cagarme como un bebé, además la mierda era líquida y diarreosa, típica de haber aguantado mucho tiempo y haberse descompuesto el cuerpo, me saltaba los semáforos, los chorreones de mierda me asomaban por el vaquero y yo me quería morir, la situación era Dantesca.

Por fin llegué al piso avergonzado y corriendo subí por las escaleras, bastante tenía ya pa encontrarme a alguien en el ascensor, mi compañero Jorge dormía pues se había ido 1 hora antes a la cama, así que yo sigiloso cual una gacela me dispuse a meterme en el cuerto de baño, me quito el pantalón y cuando pongo la ducha, veo que solo sale fría, Mierda!!! el calentador lo tengo que encender, me salgo en pelotas por el piso a encenderlo y mientras voy andando no me doy cuenta (por la castaña que llevaba también) que iba soltando pegotes de mierda por todo el piso, vaya papeleta.

Enciendo el calentador me meto en el baño me limpio y después tuve que limpiar con la fregona todo el piso de la mierda, pero ahí no acaba todo.

Cuando me meto en la cama me doy cuenta que en el bolsillo del pantalón tenía todo las llaves, una púa, billetes de 2000 pelas de las antiguas y mucha calderilla, saco todo totalmente enreado de mierda y me dispongo a lavarlo y aunque no os lo creáis no había manera de quitarle el colorcillo a mierda a los billetes y la púa tenía unos puntitos para adentro que tampoco hubo manero de quitarle parte de la mierda, por eso cuando alguien la tocaba le decía yo que daba mucha suerte.

Los billetes tuve que lavarlos un guevo de veces con agua y jabón y los colgaba a secar donde la ropa con sus pinzas y no se les iba el olor a mierda, tenía un spray del coche y de vez en cuando le echaba para enmascarar el olor, hasta que por fin se los pasé a una tienda de al lado.

Llevaba sin cagarme encima desde que tenía 5 años y me traumatizó, pues lo recuero como si fuera ayer, pero desde ese día yo me cago donde pille, pero encima nunca mas!!! ahora cago en cualquier bar y me importa una mierda lo que piense el que entra después, lo importante es lo importante.

Al día siguiente me dicen los capullos de mis amigos:
"Anoche desapareciste muy rápido, no se te vió ni el pelo, te fuiste con alguna eh pillín???"
Es que manda guevos, cuando les conté con pelos y señales lo que sucedió ha pasado a ser un clásico para todos nosotros y cuando a alguien le daba el atranque se le conocía como el síndrome Pablo (así me llamo yo)

VAYA LADRILLACO HE SOLTAO CASI TAN GRANDE COMO LA MIERDA QUE ECHÉ.
 
Hace un año mas menos cuando estando en Madrid trabajando decidí dejar el trabajo par volver a mi provincia, total que fui para la oficinas a hablar con el jefe y con los nervios y tal pues me entro un apretón de cojones así que estuve por el barrio ese dando vueltas buscado un lugar para descargar, campamento era el barrio.
Bueno pues como no encontraba nada me puse en la puerta de un portal a esperar que saliera alguien y así fue salio una vieja y yo hábilmente puse el pie y me colé para dentro, me monte en el ascensor y le di al primero, abri la puerta y coji las llaves de el cuarto de maquinas del ascensor que por si no lo sabíais suelen estar en el primer piso metidas en la parte de arriba de la puerta.
Bueno pues coji las llaves me subí al ultimo piso y en el rellano había una verja en la escalera la abrí y subí las escaleras pero horror había otra puerta y no tenia mas llaves y allí no me podía cagar por que como alguno abriera la puerta me pillaba.

Así que volví a bajar al portal y halle la solución debajo de la escalera había una puerta y estaba abierta era un cuarto de limpieza había fregonas y lejía y mas ostias, así que manos ala obra me baje los pantalones y eche to lo negro con los esfuerzos también salio un regato de orín que se empezó a salir por debajo de la puerta hacia el portal .
Una vez concluida la faena rompí una caja y me limpie como pude con el cartón (que por cierto rasca bastante) y como me dio pena por el hombre que tuviera que hacerse cargo de mi pequeño en un trozo de cartón escribí PERDONEN LAS MOLESTIAS y lo deje clavado en la mierda.
 
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