CARTAS, EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Las cartas de Ernest Hemingway:

Entre 6.000 y 7.000 cartas escritas por el escritor Ernest Hemingway (1899-1961) serán publicadas en doce volúmenes como parte del proyecto Cartas de Hemingway.

https://www.papelenblanco.com/2007/06/28-las-cartas-de-ernest-hemingway

Por cierto que no estarán todas, porque:

Hemingway dejó en Cuba cartas escritas con ira

El célebre escritor estadounidense Ernest Hemingway (1899-1961) descargó su ira en varias cartas escritas a personas con las que se molestó, pero no las envió y fueron encontradas en su casa de Cuba e incineradas por su esposa Mary cumpliendo con su última voluntad, según su ex secretaria.

https://terranoticias.terra.es/cultura/articulo/ex_hemingway_cuba_1442212.htm

Y como curiosidad:

En cartas inéditas, hasta ahora, el autor de "El viejo y el mar", el mismo que disfrutaba bebiendo mojitos en un bodegón habanero (orgullo de las actuales autoridades cubanas), cuenta que le causaba deleite asesinar prisioneros de guerra alemanes.

Difunden cartas de Hemingway donde admite haber matado prisioneros en la II Guerra Mundial

El diario Corriere della Sera adelanta fragmentos de un libro de un periodista alemán, donde revela cartas del escritor estadounidense en las cuales admite haber eliminado a 122 prisioneros germanos.

https://www.clarin.com/diario/2006/09/28/um/m-01280048.htm

"Una vez maté a un kraut de los SS particularmente descarado. Cuando le advertí que lo mataría si no abandonaba sus propósitos de fuga, el tipo me respondió: Tú no me matarás. Porque tienes miedo de hacerlo y porque perteneces a una raza de bastardos degenerados. Y además, sería una violación de la Convención de Ginebra. Te equivocas, hermano, le dije. Y disparé tres veces, apuntando a su estómago. Cuando cayó, le disparé a la cabeza. El cerebro le salió por la boca o por la nariz, creo", contó.

Para saber más, el tema ya fue tratado aquí:

https://foropl.com/foro-libros-comics/53754-ernest-hemingway-un-asesino.html

Pero bueno, el asesino también tenía su corazoncito:

El coqueteo epistolar entre Hemingway y la Dietrich

Ernest Hemingway y Marlene Dietrich se conocieron a bordo de un crucero en 1934. Desde entonces, mantuvieron una compleja relación de coquetería por carta, cuyo contenido no se ha hecho público hasta ahora, por petición expresa de la hija de la actriz alemana, María Riva.

En una carta fechada el 19 de junio de 1950, a las 4 de la mañana, el escritor y premio Nobel escribe:

"Te estás poniendo tan hermosa que tendrán que sacar fotografías de tu pasaporte de 9 pies de altura. ¿Qué es lo que realmente quieres hacer en tu vida? ¿Romper el corazón de todos por una moneda de diez centavos? Siempre podrías romper el mío por una de cinco centavos y yo pondría la moneda".

https://blogs.periodistadigital.com/24por7.php/2007/03/31/el_coqueteo_epistolar_entre_hemingway_y
 
Como hecho curioso, relacionado con el mundo de las cartas... En uno de los más famosos enfrentamientos dialécticos como fue el de Don Miguel de Unamuno con el general Millán Astray, Don Miguel llevaba consigo una carta de una pastora pidiéndole por favor interceder en el encarcelamiento de su marido (acusado de masón, pues era evangelista) y al llegar al Parainfo y oyendo las palabras del general, aún se conserva como con violencia escribe encima del sobre frases como por ejemplo, vencer no es convencer. Ahí queda.
 
Sade, carta a su padre, 12 de agosto de 1760, cuando tiene 20 años
Ser cortés, honrado, orgulloso sin arrogancia, solícito sin palabras insulsas; satisfacer con frecuencia las pequeñas voluntades cuando no nos perjudican, ni a nosotros ni a nadie; vivir bien, divertirse sin arruinarse ni perder la cabeza; pocos amigos, quizá porque no existe ninguno verdaderamente sincero y que no me sacrificara veinte veces si entrara en juego el más ligero interés por su parte.

Carta a finales de 1764, un año después de su matrimonio negociado
Los días, que en un matrimonio por conveniencia sólo traen consigo espinas, hubieran dejado que se abrieran rosas de primavera. Cómo hubiese recogido esos días que ahora aborrezco. De la mano de la felicidad se hubieran desvanecido demasiado deprisa. Los años más largos de mi vida no tendrían suficiente para ponderar mi amor. En veneración continua me arrodillaría a los pies de mi mujer y las cadenas de la obligación, siempre recubiertas de amor, habrían significado para mi corazón arrebatado sólo grados de felicidad. ¡Vana ilusión! ¡Sueño demasiado sublime!

Carta a su suegra la presidenta Monteuil -que tiene en su poder una lettre de cachet para encerrar a Sade- febrero de 1777.
"Cuando le escribí desde Burdeos, pidiéndole dinero para pasar a España y usted me lo negó, tuve una prueba de que no era mi alejamiento lo que usted deseaba, sino mi detención".

Otra carta de Sade a madame Montreuil
De todos los medios posibles que la venganza y la crueldad podían elegir, convenid, Madame, en que habéis elegido el más horrible de todos. Fui a París para recoger los últimos suspiros de mi madre; no llevaba otro propósito que verla y besarla por última vez, si aún existía, o llorarla, si ya había dejado de existir. ¡Y ese momento fue el que usted escogió para hacer de mí, una vez más, su víctima. [...] Pero mi segundo propósito, después de los cuidados que mi madre requería, no consistía más que en aplacarla y calmarla, en entenderme con usted, para tomar con respecto a mi asunto todos los partidos que le hubiesen convenido y que usted me habría aconsejado

Carta de Sade a su esposa Renèe
En el transcurso de los sesenta y cinco días que he pasado aquí solo he respirado aire puro y fresco en cinco ocasiones, durante no más de una hora cada vez, en una especie de cementerio de unos cuatro metros cuadrados rodeado de murallas de más de quince metros de altura. [...] El hombre que me trae la comida me hace compañía unos diez o doce minutos al día. El resto del tiempo lo paso en la más absoluta de las soledades, llorando. [...] Así es mi vida.

Otra carta de Sade a Renèe fechada el 8 de marzo de 1777
Desde el instante terrible en que me arrancaron tan ignominiosamente de tu lado, mi querida amiga, he sido víctima del sufrimiento más cruel. Me han prohibido darte detalles sobre esto y todo lo que puedo decirte es que es imposible ser más desgraciado de lo que soy. Ya he pasado diecisiete días en este horrible lugar. Pero las órdenes que han dado ahora deben de ser muy diferentes de las de mi reclusión anterior, porque la manera de tratarme no se parece nada a la de entonces. . Siento que me es totalmente imposible soportar más tiempo un estado tan cruel. La desesperación se apodera de mí. Hay momentos en que no me reconozco. Siento que estoy perdiendo la razón. La sangre me hierve demasiado para soportar una situación tan terrible. Quiero volver mi furor contra mí mismo y si no estoy fuera dentro de cuatro días, estoy seguro de que me romperé la cabeza contra los muros.

Y otra carta más de Sade a Renèe desde la cárcel.
¿En qué idioma debo decirte que sólo necesito, en el caso de Lisboa, el nombre de un hotel, el nombre de su director, el nombre de la calle en la que se encuentra y de los edificios que lo rodean? Necesito los mismos detalles sobre Toledo y Madrid y, además, en el caso de Toledo, los nombres de dos o tres calles elegantes en la zona cortesana de la ciudad y los nombres de los principales paseos de esas tres ciudades. También preciso ciertos detalles sobre las clases de moneda española e información sobre si a los nobles españoles se los tortura de igual modo que a los franceses y cuáles son las diferencias

Sade en 1782, carta a su antiguo preceptor el padre Amblet, quejándose de los pocos beneficios que le dio el teatro en comparación con la novela:
"Los primeros sólo me han valido un poco de aire en la capital de la Guyenne; los segundos han pagado durante seis meses mis distracciones en una de las primeras ciudades del reino y me han hecho viajar dos meses por Holanda sin gastar un sueldo de mi propiedad"

Carta de Sade a su administrador -en 1789, en la toma de La Bastilla, pierde 15 volúmenes manuscritos-
En La Bastilla trabajé sin cesar, pero destrozaron y quemaron todo cuanto había, por la perdida de mis manuscritos he llorado lagrimas teñidas de sangre. […] Las camas, las mesas o las cómodas pueden reemplazarse, pero lar ideas… No, amigo mio, nunca seré capaz de describir la desesperación que me ha provocado esta pérdida.

Carta a su amante Constance en 1790, sobre su obra Justine o los infortunios de la Virtud.
El triunfo de la Virtud sobre el vicio, la recompensa del Bien y el castigo del Mal son la base frecuente del desarrollo de las obras de este género. ¿No deberíamos estar hartos ya de este esquema? Pero presentar al Vicio siempre triunfante y a la Virtud víctima de sus propios sacrificios [...] En una palabra, arriesgarme a describir las escenas más atrevidas y las situaciones más extraordinarias, a exponer las afirmaciones más aterradoras y a dar las pinceladas más enérgicas...

Contestación de Sade a una virulenta crítica de otro escritor, Villeterque (A Villeterqué foliculario)
Cada actor de una obra dramática debe hablar el lenguaje establecido por el carácter que representa; que entonces es el personaje quien habla y no el autor, y que es lo más normal del mundo, en ese caso; que ese personaje, absolutamente inspirado por su papel, diga cosas completamente contrarias a lo que dice el autor cuando es el mismo quien habla. Ciertamente, ¡qué hombre hubiera sido Crébillon si siempre hubiera hablado como Atrée!; ¡qué hombre hubiera sido Racine si hubiera pensado como Nerón!; ¡qué monstruo hubiera sido Richardson si no hubiera tenido otros principios que los de Lovelace!

Carta de Sade a Renèe durante su nuevo encierro, esta vez en Vincennes, 1801
Mi único consuelo aquí es Petrarca. Lo leo con deleite, con una pasión sin igual ¡Qué bien escrito está el libro! Laura me da vueltas en la cabeza. Soy como un niño. Leo todo el día sobre ella y sueño con ella toda la noche. Escucha el sueño que tuve sobre ella anoche, mientras el mundo seguía ajeno a mí. Era más o menos medianoche. Acababa de quedarme dormido con la vida de Petrarca en la mano. De repente se me apareció ¡La vi! El horror de la tumba no había deslucido su belleza, y sus ojos despedían el mismo fuego que cuando Petrarca los alabó. Iba vestida de crespón negro, con su hermosa cabellera rubia suelta con despreocupación. "¿Por qué os quejáis en la tierra? —me preguntó—. Venid conmigo. No hay males, no hay dolor, no hay problemas en la vasta extensión que yo habito. Tened el valor de seguirme allí." Al oír estas palabras, me postré a sus pies, diciendo: "¡Oh, madre mía!". Y mi voz quedó ahogada por los sollozos. Ella me tendió la mano y yo la bañé con mis lágrimas; ella también lloró. "Cuando yo moraba en el mundo que vos odiáis —dijo—, me gustaba contemplar el futuro; conté a mis descendientes hasta llegar a vos, y no encontré a otro tan infeliz como vos."

Palma el 2 de diciembre de 1814, habiendo pasado treinta años de su vida en la carcel. Su testamento:
Prohíbo absolutamente que mi cuerpo sea abierto bajo ningún pretexto. […] …se enviará un recado urgente al sieur Le Normand,[…] para rogarle que venga él mismo, seguido de una carreta, a buscar mi cuerpo para transportarlo bajo su escolta en la susodicha carreta al bosque de mi tierra de la Malmaison, comuna de Émancé, cerca de Épernon, donde quiero que se entierre sin ninguna especie de ceremonia en el primer soto que se encuentra a la derecha del susodicho bosque, entrando por el lado del antiguo castillo, por la gran avenida que lo divide. La fosa practicada en este bosque será cavada por el granjero de la Malmaison, bajo la inspección de Monsieur Le Normand, que no abandonará mi cuerpo hasta después de haberlo colocado en la susodicha fosa; si quiere, podrá hacerse acompañar en esta ceremonia por aquellos de mis parientes o amigos que, sin ninguna especie de aparato, hayan querido darme esta última muestra de afecto. Una vez recubierta la fosa, será sembrada de bellotas a fin de que el terreno y el soto vuelvan a encontrarse tupidos como eran antes y las huellas de mi tumba desaparezcan de la superficie de la tierra, como espero que se borre mi memoria de la mente de los hombres, excepto un pequeño número de los que han querido amarme hasta el último mo¬mento y de los cuales me llevo a la tumba un recuerdo muy dulce

Dejó a su compañera Cosntance heredera universal de sus escasos bienes: “Deseo expresar a esta dama mi extrema gratitud por la dedicación y sincera amistad que me prodigó desde el 25 de agosto de 1790 hasta el día de mi muerte”. Su hijo Armand no respetó las últimas voluntades de su padre, que fue enterrado en Charenton, después de una rutinaria ceremonia religiosa, y su cráneo fue exhumado posteriormente para realizar con él estudios frenológicos. También quemó todos sus manuscritos inéditos.
 
Joder, yo creo que la última carta que escribí hara más de 11 años. Es una pena, pienso que es una cosa que nunca debería haberse perdido, pero claro hoy en día con las nuevas tecnologías se hace todo más comodo, la gente por no ir al buzón....las cartas que más ilusión me han hecho son las que me llegaban en agosto con costo y la de las amigas,..
 
En el mundo clásico se escribieron muy buenas cartas (epístolas), hechas exclusivamente para ser literatura, que es el elemento fundamental, y obvio, que mantiene vivo a un género y que permite que su producción no sea solamente anecdótica y cargada de topicazos.

En mi opinión, en lo que respecta a la prosa en latín me parece de lo más interesante y ameno de traducir, releer y comprender, más allá de que sean documentos históricos de importancia. Es bastante famoso el Epistolario de Plinio el Joven, una recopilación en diez libros de toda su producción en el género, incluidas las cartas "políticas" a Trajano.

Dejo aquí la epístola en la que habla sobre la erupción del Vesubio, dedicada a Tácito:


Me pides que te describa la muerte de mi tío para poder dejar a la posteridad un relato más verídico de la misma. Te doy las gracias, pues me doy cuenta de que su muerte alcanzará, si es celebrada por ti, una gloria inmortal. Aunque haya perecido en una catástrofe, al mismo tiempo que pueblos y ciudades, como si fuese a vivir siempre gracias a un suceso tan memorable, aunque él mismo haya dejado numerosas obras literarias dignas de ser recordadas, sin embargo, la inmortalidad que merecen tus escritos contribuirá en gran medida a perpetuar su memoria. En verdad que considero afortunados a los hombres a los que los dioses han concedido o bien realizar hazañas que merezcan ser escritas, o bien escribir obras que merecen ser leídas, y muy afortunados a los que les conceden ambas cosas. Entre estos últimos se encontrará mi tío gracias a sus libros y también a los tuyos. Por todo esto, no sólo acepto con agrado la tarea que me encomiendas, sino que incluso la reclamo.

Se encontraba en Miseno al mando de la flota. El 24 de agosto, como a la séptima hora, mi madre le hace notar que ha aparecido en el cielo una nube extraña por su aspecto y tamaño. Él había tomado su acostumbrado baño de sol, había tomado luego un baño de agua fría, había comido algo tumbado y en aquellos momentos estaba estudiando; pide el calzado, sube a un lugar desde el que podía contemplarse mejor aquel prodigio. La nube surgía sin que los que miraban desde lejos pudieran averiguar con seguridad de qué monte (luego se supo que había sido el Vesubio), mostrando un aspecto y una forma que recordaba más a un pino que a ningún otro árbol. Pues tras alzarse a gran altura como si fuese el tronco de un árbol larguísimo, se abría como en ramas; yo imagino que esto era porque había sido lanzada hacia arriba por la primera erupción; luego, cuando la fuerza de esta había decaído, debilitada o incluso vencida por su propio peso se disipaba a lo ancho, a veces de un color blanco, otras sucio y manchado a causa de la tierra o cenizas que transportaba. A mi tío, como hombre sabio que era, le pareció que se trataba de un fenómeno importante y que merecía ser contemplado desde más cerca. Ordena que se le prepare un navío veloz, y me ofrece la oportunidad de ir con él, si yo lo deseaba; le respondí que prefería continuar estudiando, y precisamente él me había dado algún material para que yo lo escribiese. Cuando salía de su casa, recibe un mensaje de Rectina, esposa de Tascio, aterrorizada por el peligro que la amenazaba (pues su villa estaba al pie de la montaña y no tenía ninguna escapatoria, excepto por mar); le rogaba que le salvase de esa situación tan desesperada. Él cambió de planes y lo que había iniciado con el ánimo de un estudioso lo terminó con el de un héroe. Manda sacar las cuadrirremes, él mismo sube a bordo con la intención de auxiliar no solo a Rectina sino a otros muchos (pues los encantos de la costa atraían a un gran número de visitantes). Se dirige rápidamente al lugar del que todos los demás huyen despavoridos, mantiene el rumbo en línea recta, el timón directo hacia el peligro, hasta tal punto libre de temor que dictaba o él mismo anotaba todos los cambios, todas las formas de aquel desastre, tal como las había captado con los ojos. Ya las cenizas caían sobre los navíos, más compactas y ardientes, a medida que se acercaban; incluso ya caían piedra pómez y rocas ennegrecidas, quemadas y rotas por el fuego; ya un bajo fondo se había formado repentinamente y los desprendimientos de los montes dificultaban grandemente el acceso a la playa. Mi tío dudó algún tiempo si sería conveniente regresar; luego al piloto, que le aconsejaba que así lo hiciese, le dijo: “la Fortuna ayuda a los héroes: pon rumbo a casa de Pomponiano”. Esta se encontraba en Estabias, al otro lado de la bahía (pues el mar, al curvarse ligeramente la costa cerrándose sobre sí misma, penetra en tierra). Allí, aunque el peligro aún no estaba cerca, era evidente que se aproximaba conforme iba creciendo, y Pomponiano había cargado sus pertenencias en unos barcos, decidido a huir, tan pronto como el viento, que se oponía a ello, se hubiese calmado. Mi tío, impulsado por ese mismo viento muy favorable para él, arriba a puerto, abraza a su atemorizado amigo, le consuela y anima y, para calmar sus temores con el ejemplo de su propia tranquilidad, ordena que sus esclavos le lleven al baño; después del aseo, se sienta a la mesa y come algo con buen humor o (lo que no es menos hermoso) finge que está de buen humor. Entretanto, en numerosos puntos en las laderas del Vesubio podían verse enormes incendios y altísimas columnas de fuego, cuyo brillo y resplandor aumentaba la oscuridad de la noche. Mi tío, intentando calmar el miedo de sus acompañantes, repetía que se trataba de hogueras dejadas por los campesinos en su huida y casas abandonadas al fuego que ardían en la soledad. Luego se retiró a descansar y ciertamente durmió sin la menor sombra de duda, pues su respiración, que a causa de su corpulencia era más bien sonora y grave, podía ser escuchada por las personas que iban y venían delante de su puerta. Pero el patio desde el que se accedía a su habitación, repleto de cenizas y piedra pómez de tal manera había subido de nivel que, si hubiese permanecido más tiempo ene l dormitorio, ya no habría podido salir. Luego que fue despertado, salió fuera y se reúne con Pomponiano y los demás que habían pasado toda la noche en vela. Deliberan en común si deben permanecer bajo techo o salir al exterior, pues los frecuentes y fuertes temblores de tierra hacían temblar los edificios y, como si fuesen removidos de sus cimientos, parecía que se inclinaban ya hacia un lado, ya hacia el otro. Al aire libre, por el contrario, el temor de la caída de fragmentos de piedra pómez, aunque estos fuesen ligeros y porosos, pero la comparación de los peligros les llevó a elegir esta segunda posibilidad. En el caso de mi tío venció el mejor punto de vista, en el de los demás venció el temor mayor. Para protegerse contra los objetos que caen, colocan sobre sus cabezas almohadas sujetas con cintas. En cualquier otro lugar era ya de día, pero allí era de noche, una noche más densa y negra que todas las noches que haya habido nunca, cuya oscuridad, sin embargo, atenuaban el fuego de numerosas antorchas y diversos tipos de lámparas. Mi tío decidió bajar hasta la playa y ver sobre el lugar si era posible una salida por mar, pero éste permanecía todavía violento y peligroso. Allí, recostándose sobre un lienzo extendido sobre el terreno, mi tío pidió repetidamente agua fría para beber. Luego, las llamas y el olor del azufre, anuncio de que el fuego se aproximaba, ponen en fuga a sus compañeros, a él en cambio le animan a seguir. Apoyándose en dos jóvenes esclavos pudo ponerse en pie, pero al punto se desplomó, porque, como yo supongo, la densa humareda le impidió respirar y le cerró la laringe, que tenía de nacimiento delicada y estrecha y que con frecuencia se inflamaba. Cuando volvió el día (que era el tercero a contar desde el último que él había visto), su cuerpo fue encontrado intacto, en perfecto estado y cubierto con la vestimenta que llevaba: el aspecto de su cuerpo más parecía el de una persona descansando que el de un difunto.

Entretanto, mi madre y yo en Miseno; pero esto no tiene importancia para la historia, y tú solo quieres tener noticias sobre la muerte de mi tío. No me voy, pues, a extender más. Tan solo añadiré que yo te he expuesto con detalle todos los acontecimientos de los que o bien fui testigo o bien tuve noticias inmediatamente después de que ocurriesen, cuando se recuerdan más fielmente. Tú seleccionarás lo más importante, pues una cosa es escribir una carta y otra un relato histórico; una cosa escribir a un amigo y otra escribir para todos. Cuídate.
 
A Michel Houellebecq y el filósofo (gñé), novelista y articulista Bernard-Henri Lévy les dio por empezar a intercambiarse correos electrónicos con la intención de publicarlos más tarde. El resultado es el libro “Enemigos públicos”.

Aquí el inicio, una hostia bárbara del gran Houellebecq al otro ñoño

Querido Bernard-Henri Lévy:

Todo, como se suele decir, nos separa, excepto un punto fundamental: tanto usted como yo somos individuos bastante despreciables.

Especialista de números descabellados y payasadas mediáticas, usted deshonra hasta las camisas blancas que lleva. Íntimo de poderosos, bañado desde la infancia en una riqueza obsecena, es emblemático de lo que algunas revistas un poco de baja estofa como “Marianne” siguen llamando la “izquierda-caviar”, y que los periodistas alemanes denominan con más finura la “Toskana-fraktion”. Filósofo sin pensamiento, pero no sin amistades, es además el autor de la película más ridícula de la historia del cine.
 
Publicada hoy en El País.


Carta de Dalí a Buñuel

"Querido Buñuel: Te contesto enseguida y muy largo para compensar lo poco que nos hemos escrito este verano, que verano dios mio! he vivido aprendiendo siempre de mi maestro de estetica que es Cadaques, y es difícil, porque Cadaques habla muy poco, y cuado habla, habla en griego. Madrid termino en plena disociacion, deudas fabulosas, alcohol. Neurastenia acentuada en Federico [García Lorca]. Hubo una reconciliación comica con Pepin [Bello], y este naturalmente contribuyo al Livertinage con su absoluta amoralidad, llegamos al robo: un amigo de Federico militar de Granada, el dia siguiente marchava al frente, en el Alcazar lo emborrachamos estava loco con las cosas y esteticas que inventabamos y se entrego a nosotros en plena confianza, a las 2 horas pepin era dueño ya del fondo comun o sea de unas 100 pts de el militar, y de las 100 imaginarias nuestras, fuimos a cenar, bolvimos al [ininteligible], a las 3 de la mañana le obligamos a buscar mas dinero en su casa ... a las 6 en el taxi nos aviamos apoderado de 100 pts mas, y nos dedicavamos ya a arrancarle los botones del trage... Todo eso era según teorizamos después la Estetica del Lenguado puesta en accion- La distribución de los lugares geométricos esenciales, cara del militar, vigote de pepin, cigarros, negros, todo estava en el punto inconfundible del lenguado. Tu sabes la delicia que es, todos los negros de un jaz en sus puntos de lenguado!
Así como se puede disecar una persona, se puede lenguadizar; esto y no un robo es lo que hicimos con el militar, esta lenguadizado, y un lenguadizado es algo como el Buda de los pisapapeles, de las esteras... Pero el descubrimiento viene ahora: El militar era un Diabloncillo
En fin, todo termino, me marche a Cadaques (a veure en Loris) y a la estetica del lenguado, que es una estetica de ciudad, sustituyo la estetica del mar, que es la Estetica de San Sebastián.
Ya de tiempo... dos cosas me han inspirado amor, las rodillas de Ramuneta Montselvatge.. y las rodillas de San Sebastián.
Si a mi me preguntan quien creo que ha sido el mas gran pintor- dire, San Sebastián porque, era Maestro en anatomia, dibujo, perspectiva y amor de Dios y sabia del color todo lo que sabe la tarde. Lo que salva a San Sebastián del drama, es su velleza.
San Sebastián, tiene las piernas de gimnasta y el culo intacto.
Por eso ahora llamo a Santa Objetividad, San Sebastián y resulta que su estetica es la misma estetica que la de Cadaques-. El nos dice que nada es misterioso, ni el dolor, sus flechas estan repartidas según las leyes del orden y la armonia -ni el dolor, ni el mar- todo se puede disecar, cada ola se puede medir con un doble decímetro como las flechas del santo- todo es justo y claro ¡mueran las religiones!, Jesús es un puerco, igual que Buda, los dos van llenos de piojos y suciedad; en canvio en una calle de Nueva York un disco de fonografo aumenta todo 1000 veces su tamaño natural , como en un magnífico y limpio gros-plan- anuncia el fin de la musica aburrida... por otra parte, cualquier obgeto de fabricación es una maravilla de limpieza, perfeccion y justeza , y esta envuelto dentro de su cagita alegre con mas buen gusto que la momia egipcia mas antigua.
Bajo la custodia de santa objetividad (San Sebastián) he pintado esta tarde sobre mi tabla de roble 5 olas, duras frias... estoy contento porque las he pintado vien, mañana pintare 5 mas y asi hasta terminar el mar, lo curioso, es que las olas
[falta una página escrita por las dos caras]
Aquí hay gente simpatica idiota y divertida muy ricos; unas cubanas lindisimas, Un chico deportista que a llegado de los estados unidos, tiene un Bugati azul con el que hacemos excursiones, he aprendido muy bien el Charlestton y lo vailo tambien solo. Las noches de luna vailo el Charlesston en la terraza de casa Salissachs con esmokin pantalones de franela blancos muy hanchos y sin camisa y nada mas el cuello con la corbata, hace precioso.
Te notifico que estoy expulsado de la Academia de San Fernando, para toda la vida, por motivos deliciosos que te contare, escríbeme mucho y enseguida. Adios. Adios. Buñuel. Un abrazo. Dali.
[En un margen del papel] No me hables de este hinvierno. ¡Hare de SOLDADO!


Madrid, Septiembre de 1926.
 
El mérito es saber poner sobre el papel o el lienzo todos esos desvaríos. Nos podríamos ganar la vida bastante bien si tuviésemos la capacidad de plasmar todo lo que nos pasa por la cabeza.
 
ruben_clv rebuznó:
El mérito es saber poner sobre el papel o el lienzo todos esos desvaríos. Nos podríamos ganar la vida bastante bien si tuviésemos la capacidad de plasmar todo lo que nos pasa por la cabeza.

No, el mérito consiste en conseguir que una adinerada minoría considere interesantes tus desvaríos y esté dispuesta a pagar por ellos, así los consigues poner de moda, te forras el riñón y te proclamas artista.
 
Va, hombre, no puedes decir eso en serio. Quizá de Miró lo podría entender, pero no de Dalí.


Ni de Rothko, uno de mis favoritos :lol::

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De Dalí como pintor no me atrevería por propio desconocimiento, pero como escritor de la misiva citada sí que me atrevo, lo afirmo categóricamente: caca de la vaca. Lo haya escrito Dalí o Dostoievski.
 
Amor mío ambición entusiasmo y confianza declaro todo glorioso este mundo es un juego y mientras me sienta seguro de tu amor todo es posible ésta es la tierra de la ambición y el éxito sólo deseo que mi tesoro amado esté siempre conmigo

Telegrama de Francis Scott Fitzgerald a Zelda Sayre, 22-9-1919

Para un resumen del esplendor de la mejor prosa desequilibrada de estas CARTAS DE AMOR Y GUERRA, donde se suceden reproches amargos y cotilleos literarios; aquí:

Jot Down Cultural Magazine | Manuel Jabois: Nos destrozamos nosotros mismos
 
Cultura compra cartas dirigidas a Azaña y escritas por Unamuno, entre otros

«Don Manuel Azaña: Mi querido amigo...»

"Cataluña ha de acabar, y muy pronto, por separarse del todo del Reino de España (...). Justo es, pues, que España pierda ahora Cataluña. Y la perderá, no me cabe duda de que la perderá. La federación no es más que una hoja de parra", afirmaba Unamuno en una de estas misivas fechada el 24 de diciembre de 1918.

Además, se publica por primera vez en España la correspondencia que muestra la amistad entre dos genios antagónicos, iniciada por Gorki en 1898 pidiéndole consejo a Chéjov

 
Buen hilo.

Siempre he tendido a pensar que he tenido suerte habiendo nacido en este tiempo. Las condiciones de vida no son tan duras como en otras épocas. La guerra aún no nos ha visitado. El único detalle que me hace dudar de este juicio es la muerte de las cartas.

Para bien más que para mal, internet, el teléfono, los satélites, la ciencia en general, han desentrañado este mundo. Le han arrebatado todo el misterio. Ya no es posible sentarse en la arena de una playa y preguntarse ¿qué habrá al otro lado? En ningún mapa es posible ya leer "terra incógnita".

Verter los más hondos sentimientos y las más terribles confesiones en un e-mail es una vulgaridad imperdonable. Un e-mail banaliza su contenido. Es demasiado fácil, demasiado rápido, demasiado impersonal. Si sólo se trata de hacer llegar un mensaje su eficacia es insuperable. Pero un e-mail no comunica verdaderamente a dos personas separadas como lo hace una carta. La carta estuvo en manos del otro, y su tardanza nos recuerda que existe una distancia entre ambas partes. En la rugosidad del papel es acaso posible descubrir una pequeña huella, la caligrafía manual se hunde en las microscópicas fibras del papel dibujando trazos irrepetibles.

Meditar cada palabra usada, escoger con cuidado cada frase, todo eso es un ejercicio de pedantería cuando se trata de un e-mail. Pero la carta los legitima. Yo una vez me carteé, sin que fuera estrictamente necesario (existía el e-mail), con una muchacha. Bueno: quizá sí era necesario.

Echo de menos no poder hacerlo con nadie más, sea con un amigo o con una amante. Amigos que estén a la altura de lo que requiere una carta no tengo ninguno. Amantes, creo que tampoco. Aunque la carta de amor ya ha cumplido más de la mitad de su función con haber sido escrita.
 
No olvidéis la relación epistolar entre Goethe y Schiller.
 
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Kafka enamorado: Cartas a Felice. Correspondencia de la época del noviazgo (1912-1917), de Franz Kafka (Nórdica). El gran volumen recoge todas las palabras de amor desesperado del autor de La metamorfosis (1915) por aquella joven que conoció por casualidad. Kafka se echa novia, pero el intenso romance epistolar no acaba bien.

Lo acabo de ver por aquí: La mejor cosecha literaria - Noticias de Cultura

Si no está slowhand vigilando igual me lo pillo.
 
"Las cosas orgánicas que rondaban por esa espantosa cloaca no podrían calificarse de humanas, ni siquiera torturándose la imaginación. Eran monstruosos, nebulosos bosquejos del pitecántropo y la ameba, toscamente modelados en alguna arcilla hedionda y viscosa producto de la corrupción de la tierra. Reptaban y supuraban por las calles grasientas, entrando y saliendo por puertas y ventanas de una forma que recordaba a una invasión de gusanos, o a desagradables criaturas surgidas de las profundidades del mar. Esas cosas —o la sustancia degenerada en gelatinosa fermentación de la que estaban hechas— parecían rezumar, infiltrarse y fluir a través de las grietas abiertas de aquellas horribles casas, y pensé en una hilera de tinas ciclópeas y malsanas, llenas hasta el borde de ignominias gangrenosas, a punto de rebosar para inundar el mundo entero en un cataclismo leproso de podredumbre semilíquida.

De esta pesadilla de infección malsana no conservo el recuerdo de ningún rostro vivo. El grotesco individuo se perdía en la devastación colectiva; sólo quedaban en la retina los vagos y fantasmagóricos contornos del alma mórbida de la desintegración y de la decadencia… una máscara amarillenta que ríe burlona mientras una ácida y pegajosa bilis supura de sus ojos, orejas, nariz y boca, con un burbujeo anormal de úlceras monstruosas e increíbles…"

Fragmento de una carta de H.P.Lovecraft a Frank Belknap Long en la que le describe una visita al Lower East Side neoyorkino. Sacado del genial ensayo de Michel Houellebecq sobre Lovecraft, Contra el mundo, contra la vida (Siruela, 2006)
 
La gente parece que piensa que la mala hostia empezó con Twitter, pero leísteis la carta que le envío Dalí a Juan Ramón Jiménez cuando salió su libro "Platero y yo"? No tiene desperdicio:

Sr. Dn. Juan Ramón Jiménez

Madrid

Nuestro distinguido amigo:

Nos creemos en el deber de decirle -sí, desinteresadamente- que su obra nos repugna profundamente por inmoral, por histérica, por cadavérica, por arbitraria.

Especialmente:

¡¡MERDE!!

para su Platero y yo, para su fácil y malintencionado Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos hemos tropezado. Y para V., para su funesta actuación, también:

¡¡¡¡MIERDA!!!!

Sinceramente

SALVADOR DALÍ
BUÑUEL
 
El amigo Aldous Huxley diciéndole a Orwell que muy bien y tal pero que lo bueno es lo suyo es un clásico.


Wrightwood. Cal.
21 de Octubre, 1949

Querido Sr. Orwell,

Fue muy amable por su parte pedir a sus editores que me enviaran una copia de su libro. Llegó mientras estaba en medio de un trabajo que requería mucha lectura y consulta de referencias; y dado que mi pobre visión ha hecho necesario que racione mis lecturas, he tenido que esperar mucho tiempo antes de poder embarcarme en 1984.

Estando de acuerdo con todas las críticas que se han escrito sobre él, no tengo que decirle, una vez más, cuán fino y profundamente importante es el libro. En vez de ello podría hablar de las cosas de las que trata el libro. ¿La revolución definitiva? Los primeros indicios de una filosofía de la revolución definitiva - la revolución que va más allá de la política y la economía, y que tiene como objetivo la subversión total de la psicología y fisiología individual - se encuentran en el Marqués de Sade, que se consideraba a sí mismo como el continuador, el consumador, de Robespierre y Babeuf. La filosofía de la minoría dominante de 1984 es el sadismo que ha sido llevado a su conclusión lógica, yendo más allá del sexo y negándolo. Parece dudosa que la realidad de la política del "pisotón en la cara" pueda durar indefinidamente. Mi propia creencia es que la oligarquía gobernante encontrará maneras menos arduas y derrochadoras de gobernar y satisfacer su ansia de poder, y esas maneras se parecerán a las que describí en Un mundo feliz. Recientemente he tenido ocasión de ver la historia del magnetismo animal e hipnotismo, y me ha sorprendido bastante la manera en la que, durante ciento cincuenta años, el mundo ha rechazado tomar conocimiento serio de los descubrimientos de Mesner, Braid, Esdaile, y el resto.

Por una parte por el materialismo imperante y por otra por la respetabilidad prevaleciente, los filósofos y hombres de ciencia del siglo XIX no estaban dispuestos a investigar los hechos más extraños de psicología para hombres prácticos, como políticos, soldados y policías, para aplicar en el ámbito del gobierno. Gracias a la ignorancia voluntaria de nuestros padres, la llegada de la revolución definitiva se retrasó cinco o seis generaciones. Otro golpe de suerte fue la incapacidad de Freud para hipnotizar con éxito y el consecuente desprestigio del hipnotismo. Esto retrasó la aplicación general del hipnotismo en psiquiatría en al menos cuarenta años. Pero ahora el psicoanálisis está siendo combinado con la hipnosis; y la hipnosis se ha simplificado y hecho indefinidamente extensible a través del uso de barbitúricos, que inducen un estado hipnótico y sugestionable incluso en los sujetos más recalcitrantes.

En el curso de la próxima generación creo que los amos del mundo descubrirán que el condicionamiento infantil y la narcohipnosis son más eficaces como instrumentos de gobierno que los garrotes y los calabozos, y que el ansia de poder puede satisfacerse completamente sugiriendo a la gente a amar su servidumbre como si a latigazos y puntapiés se le impusiera la obediencia. En otras palabras, en mi opinión la pesadilla de 1984 está destinada a modularse, llegando a ser así la pesadilla de un mundo que se asemejará más al que imaginé en Un mundo feliz. El cambio de se producirá como resultado de una sentida necesidad de mayor eficacia . Mientras tanto, por supuesto, puede desarrollarse una guerra biológica y atómica a gran escala, en cuyo caso tendremos que soportar pesadillas de otro género, apenas imaginables

Gracias de nuevo por el libro

Le saluda atentamente,
Aldous Huxley
 
Última edición:
Para que me lleguen las postales chuchuchulis de Japón, de vez en cuando tengo que enviar yo algunas de estas tierras ubérrimas.
25204


Todavía quedamos algunos que creemos en el formato. Pena que ya los sellos no impliquen ser lamidos. A veces, ni hay sello propiamente dicho.
 
Última edición:
Qué es eso de la postales? Te carteas con un haponé?
Con tres japonesas. Shinako, Nobuko y Rena. Creo que son vírgenes a sus cuarenta y muchos. Es un rollo que se remonta a 2003.
Si se pasa por el hilo de colección de cosas, verá mi colección de postales japonesas acumulada durante años y años de correspondencia.
 
Última edición:
Ésto si que es impresionante, casetas de escribanos en la rambla, amanuenses les llamaban, muchos llevaban gafas falsas, sin graduación, cosa que les daba más porte.
Debido al analfabetismo, había en bastantes sitios.
La foto es de 1920, pero las casetas, de mediados del XIX.
Desaparecieron en la década de los 90, recuerdo de niño, haber visto detrás de La Boquería, alguna caseta con gente dictando cartas.
Un poco de historia interesante, por si alguien quiere profundizar.


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