wetamir
Falócrata del retulador
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- 26 Mar 2007
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Casos de maravillosa igualdad
Piden igualdad, piden de todo y siempre por encima, a mayores de los privilegios sociales, consideración y armas de que disponen. Por si habéis llegado tarde, hablo de las mujeres.
Os voy a contar un par de casos que le han ocurrido a un amigo mío. Este amigo tiene el defecto de que es un pedazo de pan, demasiado buena persona, se han cagado encima de él muchas veces y se le nota, no impone respeto, no se le tiene en cuenta.
Llegó un momento en que ya me di cuenta que lo de este chaval ya no era mala suerte, sino que su débil personalidad le acarreaba problemas, las casualidades no existen.
Este chaval encontró trabajo en una autoescuela. Llegó nuevo y sus compañeras eran varias tias. Un día una cagada burocrática jode un papeleo y afecta a un cliente. La responsabilidad, la culpa real recae equitativamente entre el chaval este y una compañera.
Vale, las compañeras todas, que ya eran amiguitas, que ya se llevaban de meses juntas, que les venía la regla a la vez, hacen piña y exculpan por completo a su compañera.
El chaval, primero, se come la bronca enorme del gañán que se vió afectado por la cagada burocrática, que por lo visto casi se pone a romper muebles de la autoescuela y la ostia.
El jefe, tras consultar a sus empleadas, culpa por completo al chaval y ya le aclara que no le renueva el contrato.
Una semana antes de que se le acabase el contrato, el chaval ve como la compañera que tenía su 50% en la cagada burocrática comete el mismo error. ¿Se calló la boca el chaval como una mala puta? NO. Es buena persona, le señaló el error a su compañera, haciéndole ver que volvería a pasar lo mismo.
Pero ni una puta disculpa ni ostias, que ella era muy orgullosa y muy mujer.
Otro caso. El mismo chaval, parece de coña, parece que me lo invento, pero si, el mismo puto fracasado: entra en otra empresa, comete unos errores, no le renuevan.
Meses después, entra en el mismo puesto una panchita madre soltera, comete cientos de errores, sigue cometiéndolos, se le dice, se le corrije, no espabila, sigue cometiendo erroes, cagadas, compañeros suyos se cagan en su puta madre a sus espaldas.
Pero no la despiden porque, pobrecita, es madre soltera y no la van a poner en la calle.
A mi colega le dijeron un viernes a última hora que ya no volviera el lunes, a lo cerdo, a lo rata, eludiendo la conversación y el cara a cara. Como es un hombre tiene que tomárselo como un hombre.
Luego con unas copas me toca a mí escucharle los lloros todos, y subirle los ánimos, claro. –“Parece que me ha mirao un tuerto.” Me dijo un día, con la moral por los suelos.
No me compareis, joder. Es de coña.
Piden igualdad, piden de todo y siempre por encima, a mayores de los privilegios sociales, consideración y armas de que disponen. Por si habéis llegado tarde, hablo de las mujeres.
Os voy a contar un par de casos que le han ocurrido a un amigo mío. Este amigo tiene el defecto de que es un pedazo de pan, demasiado buena persona, se han cagado encima de él muchas veces y se le nota, no impone respeto, no se le tiene en cuenta.
Llegó un momento en que ya me di cuenta que lo de este chaval ya no era mala suerte, sino que su débil personalidad le acarreaba problemas, las casualidades no existen.
Este chaval encontró trabajo en una autoescuela. Llegó nuevo y sus compañeras eran varias tias. Un día una cagada burocrática jode un papeleo y afecta a un cliente. La responsabilidad, la culpa real recae equitativamente entre el chaval este y una compañera.
Vale, las compañeras todas, que ya eran amiguitas, que ya se llevaban de meses juntas, que les venía la regla a la vez, hacen piña y exculpan por completo a su compañera.
El chaval, primero, se come la bronca enorme del gañán que se vió afectado por la cagada burocrática, que por lo visto casi se pone a romper muebles de la autoescuela y la ostia.
El jefe, tras consultar a sus empleadas, culpa por completo al chaval y ya le aclara que no le renueva el contrato.
Una semana antes de que se le acabase el contrato, el chaval ve como la compañera que tenía su 50% en la cagada burocrática comete el mismo error. ¿Se calló la boca el chaval como una mala puta? NO. Es buena persona, le señaló el error a su compañera, haciéndole ver que volvería a pasar lo mismo.
Pero ni una puta disculpa ni ostias, que ella era muy orgullosa y muy mujer.
Otro caso. El mismo chaval, parece de coña, parece que me lo invento, pero si, el mismo puto fracasado: entra en otra empresa, comete unos errores, no le renuevan.
Meses después, entra en el mismo puesto una panchita madre soltera, comete cientos de errores, sigue cometiéndolos, se le dice, se le corrije, no espabila, sigue cometiendo erroes, cagadas, compañeros suyos se cagan en su puta madre a sus espaldas.
Pero no la despiden porque, pobrecita, es madre soltera y no la van a poner en la calle.
A mi colega le dijeron un viernes a última hora que ya no volviera el lunes, a lo cerdo, a lo rata, eludiendo la conversación y el cara a cara. Como es un hombre tiene que tomárselo como un hombre.
Luego con unas copas me toca a mí escucharle los lloros todos, y subirle los ánimos, claro. –“Parece que me ha mirao un tuerto.” Me dijo un día, con la moral por los suelos.
No me compareis, joder. Es de coña.