Mi religion particular dice que ni cenas de navidad ni de empresa ni de cumpleaños ni ostias. Como me dijo un compañero una vez, eso de ir a calentar a las mujeres de otros es un mal negocio, que las entretenga el que se (supone) las cepilla.
En mi primera empresa, que fue también mi primer trabajo, era obligatorio y por lo menos era invitación del jefe/dueño. A los dos años me dí cuenta de que las anécdotas que se repetían eran siempre las mismas, parecía hasta que las hubiese vivido, que no era cierto, pero, a fuerza de oirlas, como que las hacía mías. Eramos unos 20 tíos y una secretaria, no digo más, tíos que se dedicaban a tender cables de alta tensión por el puto monte.... Así que lo mejor era emborracharse cuanto antes y el primero siempre era el jefe, se subía a la silla y nos decía; "vagos, que no me engañais, os voy a despedir a todos". Duré 9 años en esa casa.
En la segunda empresa, duré dos años, desde el principio fue que no y fue que no, a pesar de las presiones, pero con la excusa de que vivía a 20 km y conducir de madrugada y tal, logre no ir.
Ahora llevo año y pico en mi actual trabajo, con mayoría de churris, de todas las edades, media docena de ellas interesantes/petables. El año pasado fue que no, porque no conocía gente, porque era nuevo.... porque si les dices claramente que no se mosquean, en definitiva. Ya habrá tiempo de que descubran el asocial que llevo dentro.
Este año era que tampoco, pero al final sucumbí, la carne es débil, tras una campaña de acoso sepsual de un par de ellas en particular. Cuando me explicaron el plan sabía que era tirar 20 euros por el vater, pero ya no había marcha atrás.....
Un lunch a base de precocinados y tres bebidas. La historia ha sido hoy y desde por la mañana el ambiente estaba raro, a las 8:00 han aparecido con chocolate y roscón, a las 12:00 un champancito y a las 14:30 el comistrajo. Todas más maquilladas de lo habitual, con profusión de leggins y escotes a pesar de lo que llovía, marcando los cañones del colorado.... Lo que mejor ha estado ha sido el lomo, hay que reconocerlo. El orden ha sido jamón, lomo, queso, tortilla de patata, calamares, croquetas (fritas por fuera y congeladas por dentro), gambas con gabardina, calamares, pastelitos, calamares y choricillo frito..... Creéroslo ése ha sido el orden, no digo más. Pero, claro como son todas unas calientapollas de marca mayor, según se iba acabando de mal-comer han pedido música porque querían bailar, que es como ellas llaman a restregarse, querían rabo, querían otro rabo que no fuera el de casa..... Yo no bailo una puta mierda y paso de hacer el mongolo, así que me he limitado a animar... hasta que ha venido una de las organizadoras y me ha obligado a restregarme con ella, y bien que nos hemos frotado, ella sabe positivamente que en mi trabajo no llevo pistola, así que..... blanco y en botella, luego ha venido su compa del alma a darle el relevo y ha sido un descubrimiento, menuda lagartija, total y para no aburrir al lector, que me he tenido que hacer una paja de urgencia, para recuperar la lucidez, porque la cosa se estaba obnubilando mucho. Me consta que no soy el único que ha notado lo mismo que yo, querían restriegamiento por las buenas o por las malas y han tenido restriengamiento. Yo me he largado a las 18:00 porque ya estaba todo el pescado vendido y a partir de ese punto ya sólo se podía ir a peor.
Conclusión, por si puede servir a alguien, me reafirmo en mi teoría de que estas celebraciones son un timo hostelero, que pueden acabar como el rosario de la aurora, que donde tengas la olla no metas la pilila y que son unas putas industriales, restregándose con los compañeros y los maridos currando como cabrones por otro lado...... Dios mío.