Le pegué un toque al fanegas del lemi para que fuera él a coger una aluminosis con los pintoxs de su tierra pero me dijo que no iba, que estaba poniéndose todo gorrino en galicia con la matanza de su hermano del alma. Y todavía cree que me va a ganar. JA. A gorda no me gana ni falete and pherseo.
Así que pillé el polo y me dirijí hacia bilbao, tardé en llegar 6 horas ya que llevaba bambas de correr y no unas deportivas planas con lo cual hacia menos fuerza a la hora de empujar mi monovolumen. Hay una cosa que no entiendo, ¿por qué se le llama monovolumen? Si voy yo debería llamarlo mono a secas, si va lemi sería macrovolumen, si va ruizma sería miniflandehuevo y así con más mierdas sin gracia. Joder, hoy estoy espeso, serán los diez huevos del desayuno.
Aparqué cerca de las cortes ya que el forero perdedor del concurso de bulkingi me dijo que era un barrio muy seguro y de gente con clase. Cerré el coche y me di media vuelta para contemplar como unos gitanos apaleaban a un negro, que debía ser toneti o filimbi infiltrado.
Me acerqué a un puesto de churros para seguir manteniéndome en estado anabólico y me compré varias porras, por el tema de compararlas con lo mío. Putas porras bilbaínas.
Se me acercaron un par de negras y mientras me rozaban mis tumores me preguntaron si les invitaba. Una de ellas hizo el gesto de coger la porra y metérsela en la boca así que le di una por pena, observé que tenía mucha hambre y a mí los animales indefensos me producen ternura. Otra se estuvo frotando contra mi, no sé, debía de tener frío pero ya me parece raro si estábamos a 30 gradas al lado de la churrería, así que le dije si tenía frío y me dijo que sí, que subiéramos a su piso, que allí le podia calentar mejor. Yo no sé para qué quería que fuéramos y además tenía prisa así que le di un billete de 700 euros y le dije que se comprara un amigo, o un abrigo, o que se lavara con el billete el chumino.
Bueno, fue al kiosko y el hijodeputa del kioskero me empezó a insultar sin venir a cuento, ni me saludó siquiera, no entendí nada de lo que me dijo pero esa pronunciación “ey,egunon lagun, zer moduz, zer nahi duzu” era un insulto a viva eggpaña y el viva el rey, así que me puse las chifas de repartir hostias y al estilo zangief empecé a dar vueltas.
Cuando me quedé solo cogí de las manos inertes del kiskero el mapa de bilbao, era tal que esto:
No me servía, así que cogí el gps que todavía andaba por ahí de la crónica aquella del bar del drogadicto y me fui para el coche, ¿qué coche? cagondiox, me lo habían robado, sólo me habían dejado el muñequico cachondo de elvis en el puto suelo.
Llamé a la txaraina y les dije que dos maricones con camisetas serigrafiadas de “la reina del arenal” me habían robado mi polo gt. Así que me subí en la furgo de las trifulcas y fuimos para allí. Taxista y gratis. Soy un lince.
Llegamos allí y les presento una denuncia mientras les guiño un ojo para que me sigan la corriente. El tío calvete también me guiña un ojo y saca la lengua para empezar a hacer cosas raras con ella. Me imagino que serán cosas de vascos para decir que ok, así que me acerco a él y me agarra el paquete, yo hipofacto le meto un cabezazo y el pavo cae al suelo.
Se arma allí la de dios pero al cabo de unos minutos todo se calma y decidimos que mejor no haya ninguna denuncia por parte de nadie. Como ahora ya somos amigos pido unos chupitos que invita él para todos.
Después del primer chupito (a mí el alochol me sube rápido, como la polla del calvo al verme) se me escapa que soy crítico gastronómico y el marica pequeño enseguida me agasaja con txakolis y pintxos de bakalo al pil-pil. El tío me pregunta que de qué medio, yo le digo que soy de la revista PL y le enseño una foto de Turbo, le digo que él es el director y que está más gordo que Chicote porque tiene más michelines y el Boris Izaguirre me contesta que será porque tiene más estrellas michelines. Me saco el guante del bolsillo delantero de mi chaqueta y le doy un sopapo para esputarle que aquí el crítico soy yo y que me vaya sacando el solomillo a la bilbaína.
¿Habéis visto alguna vez a una mujer como presidente de EE.UU.? Pues yo tampoco vi el solomillo. ¿Qué tiene que ver el solomillo con el presidente? Pues nada, de la misma manera que no tiene nada que ver que yo sea un puto vago y pase de hacer las crónicas pero ahí lo meto con calzador.
Después del segundo plato vino el primero que había pedido kokotxas a la asturiana, esto aún sigo sin saber lo que es pero como tenía nombre vasco pues lo pedí. Me vinieron unos huevos rotos.
Ya estaba empezando a cabrearme así que le dije “bueno, mira, Javier vazquez, mejor tráeme una tembladera de azúcar y huevo a golpe de calor y su espejo de caramelo (gracias Leo) que tiene pinta de llenarme el estómago. Me trajeron un flan y le dije que quería ver a la cocinera. Pallá que fui y le pregunté que en qué poblado chavolista de su Guinea natal había aprendido a cocinar, y ella me dijo que era de Léganes, yo le contesté que no le entendía nada y que normal que no supiera cocinar entonces. En ese instante intentó meterme un trozo de merluza en la boca como le hizo a Chicote. Ja. Yo soy más rápido que la monachita esta y le esquivé, le chillé que a este juego podíamos jugar los dos y me saqué la chorra para metérsela en la boca, que se joda, que no me había lavado en dos semanas. Con requesón como Torrente. Con la polla en la boca me dijo que si quería café o chupito, le contesté que las dos cosas y me percaté de que le había entendido perfectamente.
Salí otra vez para fuera y vino otra vez Boris con una hoja de papel. Le escribí en ella “para mis amigos maricas de Bilbao, con cariño de rendder PL”. Él me dijo que qué coño hacía, que eso era la cuenta. Miré otra vez y vi 130 euros. Pufff. Eché mano a la cartera para pagar pero no la tenía… ¡Eureka! (y luego dicen que el euskera es difícil, si ya lo tenía casi dominado) la puta de la negra me había robado la cartera mientras utilizaba mi moldadientes. Fui a la cocina pero era tarde, se había largado hace rato cuando vino un tipo de pelo largo con una tetabrick de leche en la mano, camiseta negra y pantalón grante-morao de pijama.
Le pregunté a Boris que si haciéndole una buena mama… eher, crónica, una buena crónica saldábamos las deudas y ahí que volvió a aparecer el calvo para decirme que esta noche íbamos al Conjunto Vacío (si no sabéis qué es le mandáis un MP al Lemi que va mucho po allí).
Nos pusimos a beber chupitos de TGV para ir entrando en calor y hasta aquí puedo leer. A la mañana siguiente desperté en Lerma cuando paró el bus de Alsa que, por cierto, estoy pensando en denuciarles porque estuve todo el viaje y la siguiente semana con un dolor de ojete de la hostia. Putos asientos.