Cómo triunfar en el trabajo.

La intuición del eterno retorno...de la estulticia.
Sería de recibo poner las primeras opiniones que algunos subnormales vertían sin pudor en los hilos de Finkikula, y ver que todo sigue igual.:lol:
 
Los hilos de Finikikula no serían los hilos de Finikikula sin esos primeros subnormales.

Cágame en el pecho, por favor..
 
Sir Ano de Bergerac rebuznó:
Los hilos de Finikikula no serían los hilos de Finikikula sin esos primeros subnormales.

Cágame en el pecho, por favor..
Pues pasa a recogerlo ya que he terminado de limpiarme el culo con ello.:lol:
 
pai-mei rebuznó:
Pues pasa a recogerlo ya que he terminado de limpiarme el culo con ello.:lol:

Me meto el dedo en el culo cuando sé que tendré que darle la mano a alguien. Soy un forajido.
 
A mi me molaria utilizar tu gran tecnica para ascender socialmente dentro de mi casa, ya que me encuentro en el ultimo escalafon, vamos, que soy la ultima mierda. ¿a quien deberia atacar en primer lugar? ¿a mi perro, a m i hermano con sindrome de down, a mi madre octogenaria y sorda?

Se van a enterar.
 
Como hemos sido observadores, también conocemos los “momentos pipí y café” del resto de compañeros. Ahora pasaremos a arriesgarnos algo más, pero nadie dijo que esto fuera fácil y tenemos que recordar que el que algo quiere, algo le cuesta.

Nuestro siguiente reto consiste en robar a nuestras compañeras dinero del bolso. En las oficinas de tamaño medio como la mía no es demasiado difícil acceder a los bolsos de las chicas. Todo el mundo confía en los demás dentro de la falsa “seguridad” de una oficina, sobre todo si nunca ha ocurrido nada anormal dentro de la empresa.

Por tanto nos acercaremos al bolso más cercano de cualquier compañera y le quitaremos una pequeña cantidad de dinero del mismo. Diez euros son suficientes para empezar, sobre todo porque la mujeres no son como los hombres y ellas siempre tienen controlado el dinero que tienen dentro de su monedero.

El porqué de estos pequeños grandes robos es, por una parte, evitarnos tener pérdidas en el ejercicio de nuestro INFALIBLE sistema, y por otra hacer crecer la desconfianza de todos frente a todos.

En mi primera incursión al bolso de mis compañeras también me percaté de la cantidad de cosas interesantes que podemos encontrarnos dentro de un bolso femenino. Pastillas anti-conceptivas, tampones, desodorantes con sospechosas formas fálicas, que no deben hacernos perder la perspectiva de lo que realmente buscamos, dinero.

Tan solo en una ocasión en que me encontré unas bragas usadas dentro del bolso de una compañera estuve realmente en peligro de ser pillado. Estas bragas tenían pequeñas manchas de sangre y supongo que ese sería el motivo por el que estaban dentro del bolso. Al ver aquella pequeña obra maestra sobre la tela de las braguitas reconozco que perdí la compostura y me abandoné al olisqueo compulsivo de las mismas, saboreando cada matiz, cada regusto, cada aroma del trofeo que acababa de encontrar.

El clímax me sobrevino repentinamente cuando pasé la punta de mi lengua por el reborde de sangre reseca de Marta, provocándome una eyaculación imprevista y fácilmente detectable por cualquiera de mis compañeros si entraban en ese momento en donde yo estaba. Menos mal que mis entrenados reflejos felinos me hicieron reaccionar a tiempo y logré (no sin un TITÁNICO esfuerzo), volver a colocar las braguitas en su sitio y correr a limpiarme el manchurrón del pantalón, antes de que ningún compañero entrase en el despacho.

A veces no todas las variables son controladas por uno, aun siendo un MAESTRO como yo, pero otras veces la suerte se alía a nuestros justos propósitos, dándonos un comodín inesperado.

La casualidad hizo que Matías acabase de comprar un piso y estaba canino por la recién estrenada hipoteca, ningún compañero más lo sabía ya que Matías era bastante opaco en lo que a su vida personal se trataba. Yo tenía conocimiento de ese hecho porque lógicamente le ESPIABA su correo electrónico mientras el estaba tomándose su café o usando el retrete. Ahora tenía otra variable más a mi favor. Matías empezaría a tener carencias económicas por pasar de pagar un alquiler de 500 euros a una hipoteca de 900 euros. Recordad que la INFORMACIÓN es vital para nuestro método de trabajo.

Para reforzar la situación creada, cada vez que Matías se levantaba al baño yo preguntaba sibilinamente...

-¿No os parece que ESTE va mucho al baño? El uso de este en vez del nombre del compañero enfatiza el desprecio y fomenta el rechazo del resto de compañeros. Un nuevo TRUCO para los alumnos.

Como refuerzo, conviene dejar trazas de polvos de talco por sitios estratégicos del baño. Sobre la tapa del inodoro, sobre el lavabo, en el suelo, siempre en pequeñas cantidades y sin pasarse, recordad que hay que ser METÓDICO y CALCULADOR.

Ahora teníamos un Matías vigilado por todos los compañeros por drogadicto que empezaba a pasar apuros económicos por la hipoteca y unos compañeros mosqueados porque desaparecía dinero de sus carteras. Era, por tanto el momento de hablar con el JEFE.

Con la situación creada el jefe sabía que algo ocurría en la oficina, pero como os he contado al principio, su ego le impedía consultar con las medianías de sus empleados sobre supuestos problemas de convivencia.

En cuanto alguien acudiese a hablar con el jefe respecto a que algo ocurría, el estaría muy receptivo porque necesitaba enterarse de lo que acontecía. Y ese alguien, lógicamente soy yo.
 
Yo he probado todos esos métodos conmigo mismo y puedo decir que funcionan perfectamente, menos lo de las bragas con sangre, que no uso.

Ahora he ascendido y soy el que manda.
 
Grandilocuente rebuznó:
Era, por tanto el momento de hablar con el JEFE.

Me está empezando a superar la tensión del momento ¿Como va alguien a hablar con un jefe así a pecho descubierto? Imagino que tendrá un plan B o estará completamente seguro de su éxito.
 
El cabrón tiene un sentido del drama/suspense/espectáculo TORREEIFFELESCO.
Se hace de rogar más que una gitana.
 
Head_Dancer rebuznó:
Pues si no nos estás diciendo mas que lo que ya se ha comentado en otros hilos anteriores. En este pais de mierda está lleno de ejemplos en cualquier empresa, da igual lo grande o pequeña que sea.

En mi caso he visto en todos los sitios donde he estado que para trepar hasta lo alto no sirven de nada la honradez, el esfuerzo, o similares. Solo tienes que lamer los culos adecuados, no tener escrúpulos, ser embustero y traicionero, arrastrarte como un gusano, y disimular tus fallos y/o carencias volcando la mierda en otros. Todo eso como poco, pero aun habría que decir mas.

Be mediocre my friend.

Eso si, luego nadie se puede quejar de que en España estemos en la mierda, las empresas sean de las peor dirigidas de Europa, tengamos unos chorizos como los la patronal española, y seamos de los menos eficientes en todo.

Lo triste es que dándote cuenta de todo eso, no le pongas remedio.

Es tu momento, el momento que llevas toda la vida esperando, el momento de vencer o morir, el momento de demostrar a toda esa VORAGINE de mierda, que tú eres el mejor.

Si te preparas concienzudamente, preveo en ti el mejor de los malos.

Suso_VK rebuznó:
Todo no, pero el exito laboral sí. Sin meterme en lo real o no de la personalidad del clon, yo he conocido a gente así en trabajos y nunca he entendido muy bien ni como son tan infelices ni como hay gente que se deja molestar por ellos.

Muchas veces utilizan los resquicios de las conductas sociales para crear situaciones de presión sobre los débiles... que esto pueda hacerse en Japón o Noruega lo entenderia pero en España donde el deporte nacional es gritar, se tira la mierda al suelo y todo el mundo espera la mas minima molestia para hacer gala de su infelicidad y su ira desatada no se como puede de verdad verse sometido alguien a través de este tipo de artimañas.

Todo el mundo es presionable. TODO. Tan sólo hay que ser habil, encontrar su punto debil y aprovecharlo.

Desde el presidente de Estados Unidos, hasta el que hace las fotocopias en la oficina. Quedarse sentado a esperar es de débiles.

El éxito consiste en triunfar teniendo la menor preparación posible. Triunfar con un buen curriculum, no tiene ningún mérito.

Señorita Pepis rebuznó:
Hespero que, aplicando sus sabios consejos, a finales de mes pase de finiquitado de tercer nivel a finiquitado de segundo nivel. De esta forma me libraría de forma fácil de mantener la amistad con mis excompañeros.

Mi jefe se la deja chupar.

Si tu jefe se la deja chupar, busca algún maricón en tu entorno y consigue una cita. Luego te toca hacer fotos del evento y ya tienes a tu jefe cogido por los huevos.

Luego solo tienes que proponerle MASTODONTICOS chantajes mensuales y un puesto acorde a tu APOTEOSICA preparacion.

Cannabis rebuznó:
Eres un puto enfermo, un psicópata.

Hace tiempo leí que muchos de los psicópatas en nuestra sociedad no están por ahí violando niñas o descuartizando al prójimo porque se dedican a destrozar al las personas que tienen a su alrededor. El trabajo es uno de sus sitios preferidos y de ahí que muchos de estos individuos lleguen a puestos altos y sean ejecutivos agresivos, donde justificándose con el bien de la empresa, machacan a gente que querría cuidar su vida personal y familiar, montando reuniones justo al final del horario laboral, etc, ya que como ellos carecen de la misma no les importa.

Encima como las cosas están como están, ni siquiera obtienes un beneficio económico al estilo "American Psycho", eres un mierdecilla que ha pisado a cuatro compañeros para ascender algo.

La gente como tú son el verdadero cáncer de la sociedad.

Ojalá uno de esos que acabe con depresión antes de matarse te haga unos alforfones y mueras muy lenta y dolorosamente.

¿Matias?, ¿eres tu?

Harry the 卍 rebuznó:
A mi me molaria utilizar tu gran tecnica para ascender socialmente dentro de mi casa, ya que me encuentro en el ultimo escalafon, vamos, que soy la ultima mierda. ¿a quien deberia atacar en primer lugar? ¿a mi perro, a m i hermano con sindrome de down, a mi madre octogenaria y sorda?

Se van a enterar.

¿Estas por detras del perro, de tu madre octogenaria y sorda y de tu hermano downy? Debes ser un ser humano realmente EXCEPCIONAL, Harry.

MIP rebuznó:
Yo he probado todos esos métodos conmigo mismo y puedo decir que funcionan perfectamente, menos lo de las bragas con sangre, que no uso.

Ahora he ascendido y soy el que manda.

He aquí un ejemplo vivo de que mis métodos funcionan. Un ser humano feliz, tras un complicado ascenso y que maneja MASTODONTICAS sumas de dinero que no le pertenece.

Me está empezando a superar la tensión del momento ¿Como va alguien a hablar con un jefe así a pecho descubierto? Imagino que tendrá un plan B o estará completamente seguro de su éxito.

Amigo, si te hubieras leido bien el hilo, sabrías que los jefes son los mayores mierdasecas de la empresa. Hablar con un mierdaseca jamás puede ser motivo de miedo o temor.

Te perdono porque aún no hemos llegado al capítulo del entrenamiento NINJA para poder lograr un poder mental DESPROPORCIONADO.

El cabrón tiene un sentido del drama/suspense/espectáculo TORREEIFFELESCO.
Se hace de rogar más que una gitana.

Su adjetivo me ha provocado una carcajada TIRANOSAURICA.
 
Grandilocuente rebuznó:
He aquí un ejemplo vivo de que mis métodos funcionan. Un ser humano feliz, tras un complicado ascenso y que maneja MASTODONTICAS sumas de dinero que no le pertenece.

Eh, que todo lo que manejo es mío. En este país es ilegal manejar el dinero de otros si no eres una agencia o sociedad de valores.

Pero para eso están los paraísos fiscales, los testaferros y los viajes de fin de semana a divertidos lugares montañosos.
 
Grandilocuente rebuznó:
Nuestro siguiente reto consiste en robar a nuestras compañeras dinero del bolso. En las oficinas de tamaño medio como la mía no es demasiado difícil acceder a los bolsos de las chicas. Todo el mundo confía en los demás dentro de la falsa “seguridad” de una oficina, sobre todo si nunca ha ocurrido nada anormal dentro de la empresa. (...) El porqué de estos pequeños grandes robos es (...) hacer crecer la desconfianza de todos frente a todos.

Una vez intenté sembrar el caos en mi oficina con un método parecido, pero no acabé de triunfar.

Presencié que una compañera estaba hurgando en un bolso colgado en una percha, justo al lado de su compañera, que estaba sentada distraída mirando la pantalla (algún PPT supergracioso, seguro). Entonces, disimuladamente, lancé un "te están robando el bolso", y salí corriendo. A lo lejos oí que la que estaba de pie gritaba "¡QUE ES MI BOLSO, QUE ES EL MÍO!", pero la ausencia de chillidos con el mismo mensaje por parte de la otra y que más tarde estuviesen charlando tan tranquilas me hace temer que me lo dijese a mí, no entre ellas.

Quizás una foto de la acción en la que no se apreciase bien el bolso en cuestión, distribuida anónimamente al cabo de unos días de perpretar yo un robo habría resultado más efectivo, ¿no? Lo que pasa es que en ese momento no tuve la sangre fría para pararme a elucubrar un plan, no quise que se me escapase la oportunidad mientras meditaba y lo estropeé con mi precipitación.
 
Antes de pasar al siguiente punto de la historia es necesario que sepáis que para llegar al punto de CONTROL MENTAL en que yo me encuentro hay que ejercitar el cuerpo y la mente de manera INTESIVA. No vale cualquier entrenamiento de mierda en un gimnasio, ni siquiera practicar ningún tipo de deporte bajo reglas establecidas. Lograr un autocontrol como el que necesitamos para nuestros propósitos, sólo es posible utilizando un ENTRENAMIENTO JEDAI.

Ahora vamos a adentrarnos en un mundo complejo y desconocido para muchos, pero donde saldrá a flote nuestro verdadero YO.

El entrenamiento Jedai consiste básicamente en hacer aflorar nuestra FUERZA INTERIOR. Muchos escépticos piensan que por haber aparecido en una película de Spielberg lo de la FUERZA es un engaño, pero nada más lejos de la realidad.

Durante años llevo practicando el arte de la espada JEDAI y dejando aflorar mi FUERZA INTERIOR y puedo garantizaros que en cuanto empecéis a practicar con ello, lo notareis de manera CICLOPEA.

Os dejo un video de Youtube donde podréis entender los movimientos básicos, aunque el practicante aún dista mucho de ser un verdadero MAESTRO como yo.


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Hay que concentrarse en los movimientos y sentir la fuerza desde dentro. Normalmente, me imagino rodeado de una multitud de enemigos a los que voy dejando fuera de combate uno a uno mediante COMPLEJISIMOS golpes.

El entrenamiento puede durar horas, pero a principiantes como vosotros os recomiendo que no sobrepaséis los tres cuartos de hora, pues entre la concentración y los SINCRONICOS movimientos, el esfuerzo puede resultar TITANICO.

Para reforzar la FUERZA INTERIOR también conviene practicar el ayuno y dejar la mente en blanco durante horas, mientras escuchamos el silencio más absoluto y notamos como nuestra fuerza interior emerge.

Ya tenéis una de las claves que os hará INVENCIBLES y además os proporcionará la destreza y la frialdad necesarias para vuestros propósitos.

Ahora que ya conocéis parte de mi entrenamiento secreto, volvamos con nuestra tarea prioritaria. Hundir a MATIAS.

Tal y como iban las cosas, la gente de la oficina ya empezaba a hablar mal de MATIAS. Se hacían pequeños corrillos y cuando pasaba los compañeros empezaban a murmurar.

Era el momento de hablar con el jefe y aportar pruebas, pero para eso iba a necesitar droga de verdad y dado que yo no era consumidor, se presentaba un pequeño problema.
Pero nada que una mente privilegiada como la mía no pudiera resolver, y tras darme un garbeo por un barrio humilde de mi ciudad, decidí reclutar a un jovenzuelo con pinta de consumidor para sacarle información privilegiada.

Después de una breve conversación (y dos euros), el menda me dijo que conocía un sitio donde vendían la droga. Como sus pintas no me ofrecían confianza, preferí que me indicase el sitio y no que fuera él a comprarla. Como podréis observar entre mis muchas cualidades la SUSPICACIA es una de mis mejores armas.

Pensaba gastarme una cantidad INDECENTE de dinero en droga y no quería que mis 50 euros acabasen en saco roto.

Por tanto, y una vez conocida la calle, el numero y el piso del camello, me dirigí en coche hacía el lugar de la entrega. El tipejo me dijo que debía preguntar por el RATA y que le dijese que venía de parte del PIOJO. Desde luego ambos motes hacían honor a sus propietarios, el PIOJO no podía ser más sucio, menudo y desaliñado, y aunque de momento al RATA no lo conocía, por el entorno en donde se suponía vivía, que se asemejaba más un vertedero que una calle convencional, encajaba a la perfección la idea que me hacía del mismo.

Según me adentraba en los inframundos, algo dentro de mí me decía que debía estar alerta. Una persona normal habría empezado a sentir miedo pero, alguien como yo con un montón de años de entrenamiento autodidacta NINJA, con más de dos libros leídos sobre el CONTROL MENTAL y habiendo visionado absolutamente todas las películas de Bruce Lee varias veces, me encontraba muy seguro de mí mismo.

Cuando llegué a la dirección que me había proporcionado el Piojo aparqué el coche. En el portal de la infravivienda sin puerta se encontraban sentados dos tíos con muy mala pinta. Bajé del coche con paso decidido y les pregunté.:

-¿Vive aquí el Rata?
-¿Qué quieres, pringao?, me contestó uno que tenía todos los dientes podridos.
-¿Y a ti que cojones te importa, SO MIERDA?, - le dije en tono amenazante, mientras me metía la mano en el bolsillo de la cazadora como buscando una inexistente arma.

En ese momento caí en que no llevaba nada para defenderme, a última hora había olvidado coger la navaja suiza multiusos y por supuesto no llevaba conmigo mi espada JEDI (o palo de fregona metálico de mis entrenamientos).

Pero años de autocontrol mental, de entrenamiento jedi, de meses practicando la mirada que acababa de hacerle al mongolo frente al espejo, estaban surgiendo el efecto deseado.

El mierdoso se acorbardó ante mi DEMOLEDORA presencia y me dijo con la cabeza agachada que el Rata vivía en el segundo B, también me pidió si tenía algo de papel albal y le dije que no, supongo que querría envolver el bocadillo o algo.

Esta primera victoria elevó mi ánimo de sobremanera. También debo reconocer que aunque soy un guerrero BRUTAL, jamás me había enfrentado a nadie en una pelea cara a cara. Sí que había desarrollado combates cuerpo a cuerpo en la Playstation, y si que recopilaba cientos de horas de entrenamiento JEDI, pero adolecía de experiencia callejera. Pero eso es un detalle prácticamente sin importancia.

Subí las destartaladas escaleras EUFORICO. Sentía que la fuerza interior me salía por las extremidades, imaginaba cientos de enemigos huyendo ante mi presencia, incluso en el rellano del primer piso me permití hacer un par de katas libres para liberar algo de energía y tranquilizarme un poco. No debéis olvidar que el gran Bruce Lee murió por un exceso de fuerza interior no exteriorizado.
 
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Por cierto, este icono clama ser oficial de una vez. El 80% de mis posts podrían ser contestados con el.
 
A mi este hilo me tiene en un sinvivir.

¿Hablas solo, Sir Ano? Porque de tu interlocutor no han quedado ni las raspas.
 
Sir Ano de Bergerac rebuznó:
:face:




Por cierto, este icono clama ser oficial de una vez. El 80% de mis posts podrían ser contestados con el.

:face:

Agregado.
 
Cuando llegué a la puerta del Rata me dí cuenta de que el timbre había sido arrancado. La puerta tenía más golpes que el coche de autoescuela de Farruquito, pero después de haber llegado hasta ahí no pensaba amilanarme, y haciendo gala de mi más que demostrada sangre fría, aporreé la puerta con fuerza mientras gritaba con fuerza el nombre del Rata.

De detrás de la puerta alguien me preguntó que quien era, a lo que le contesté que venía de parte del Piojo a pillar coca. Me preguntó que cuanto quería y le dije de sopetón que la DESCOMUNAL cifra de 50 euros. Hubo un silencio, supongo que acontecido por la elevada suma y el correspondiente cálculo en kilos.

Entreabrió la cochambrosa puerta y me pidió el dinero, que amablemente le dispensé. Cerró la puerta y me quedé esperando la droga.

Pasaron varios minutos que se me hicieron eternos y el Rata no me daba nada. Haciendo gala de mi conocida SUSPICACIA, me entraron las dudas de si el Rata no se habría quedado con mi fortuna y mi droga al tiempo, por lo que volví a golpear la puerta con insistencia.

Al segundo mis terribles sospechas se hicieron realidad y desde dentro escuche un.

-¡Vete a tomar por culo de aquí, gilipollas.! Y dile al Piojo que me pague lo que me debe de una puta vez.

Reconozco que en ese momento debería haber hecho caso a mis múltiples años de entrenamiento de CONTROL MENTAL, pero no estaba acostumbrado a ser estafado tan RATERAMENTE y me descontrolé. Podéis imaginaros a una MAQUINA DE MATAR como yo, dando golpes y patadas a la puta puerta del Rata.

Lo cierto es que paré inmediatamente de aporrear la puerta en cuando mi sentido ARACNIDO me avisó que por las escaleras subían corriendo los dos gañanes de la entrada.

Estaba sólo, en una segunda planta de un edificio casi derruido, sin mi espada JEDI, sin mi navaja suiza, pero sabiéndome superior en combate. Nada más ver aparecer a los dos sinvergüenzas, me puse a ejercitar mis movimientos de combate más PELIGROSOS, hice la vuelta completa giratoria, el golpeo a dos manos, la doble patada ninja y mi mente empezó a fusionarse con mis movimientos. La FUERZA me acompañaba, tantos y tantos años de entrenamiento solitario daban por fin sus frutos. Los dos patanes se quedaron petrificados cuando empezaron a ver mis SINCRONIZADOS movimientos y por un momento puede ver la sorpresa en sus caras.

Me movía con soltura, como el maestro JEDI que soy, rebotando a veces con las paredes desvencijadas por la falta de espacio, pero dejando claro que no era un enemigo fácil de derrotar.

El problema vino cuando por pisar una loseta en mal estado, perdí el equilibrio y caí al suelo.

Los gañanes aprovecharon la injusta ventaja y se abalanzaron sobre mí. Lo que viene a continuación no es agradable de leer, pero para lograr la perfección hay que aprender también de los errores y me encuentro en el deber de narrároslo con todo lujo de detalles.

Empezaron a darme patadas y puñetazos al tiempo que me insultaban. Traté inútilmente de levantarme pero me era imposible, los golpes llovían de todos lados haciendo mella en mi entrenado cuerpo. En ese momento mi control mental salió a flote y en un alarde de sangre fría decidí adoptar la postura del BICHO-BOLA, recogiendo mi cabeza con las manos y encogiendo los pies para tratar de proteger todas mis partes vitales.

Reconozco que no es una postura demasiado elegante, pero cuando te están dando la del pulpo no se puede hacer otra cosa.

Como la somanta de ostias parecía no tener fin decidí, antes de perder el sentido, optar por la negociación y les solté el billete de 50 euros para emergencias que siempre llevo metido en el dobladillo del calcetín. Los dos pit-bull, cuando vieron el billete volando dejaron durante unos segundos de golpearme, lo que aproveché para tirarme rodando (bicho-bola style), por las escaleras.

Para eso sirve el entrenamiento mental, para sobreponerse al desánimo y obrar como solo un MAESTRO JEDI sabe hacer.

Me pegué un buen golpetazo contra la pared del descansillo del primer piso, pero mi agilidad FELINA me hizo incorporarme y pude bajar corriendo las escaleras que me quedaban hasta el portal y salir de allí sin siquiera mirar atrás.

Corrí hasta quedarme sin fuerzas y hasta caer en la cuenta de que había ido hasta ese infecto lugar en coche.

Pero a veces, la fortuna se alía con uno y me encontré con una pareja de policías que iban en un coche por la zona. Les di el alto y cuando me vieron todo magullado me dejaron entrar en el vehículo policial. No les conté que iba buscando droga ni que era un maestro de las artes marciales, tan sólo que me había perdido y que había dejado el coche unas calles más para atrás, que unos indeseables me habían robado y me habían dado una golpiza (cosa mas que evidente por mi lamentable estado).

Los policías me acompañaron amablemente hasta el vehículo y se esperaron a que me metiese dentro. Me recordaron que debía poner la correspondiente denuncia y que no evitase volver por la zona en lo sucesivo.

Una vez me introduje en el coche, caí en la cuenta de que algún hijo de puta me había roto una ventanilla y sustraído el GPS y el Radio-CD, pero como la policía estaba marchándose, preferí arrancar el coche y marcharme del cochambroso barrio en el que estaba, aunque sabía que si volvía a subir a casa del Rata podría haberla montado más gorda que la de la batalla final del Señor de los Anillos.

Durante esa noche no pude entrenarme. El dolor era insoportable hasta para un cuerpo HERCULEO como el mío.

Intenté repasar mentalmente cuál había sido el error y llegué a la conclusión de que seguramente mis enemigos conocían algún tipo secreto de entrenamiento o algún arte marcial callejera para la que no estaba preparado. Sin embargo esbocé una sonrisa cuando me percaté frente al espejo de que, gracias a la postura del BICHO-BOLA, no había recibido ni un solo golpe en mi EGREGIO rostro. Eso evitaría molestas preguntas en la oficina.

Me tomé dos pastillas calmantes para poder dormir y decidí culpar mentalmente a Matías de todo lo acontecido, porque en el fondo, todo había ocurrido por su culpa, por su insaciable hambre de triunfo, por su ambición DESMEDIDA en la oficina, por su atractivo y por su asquerosa valía profesional.

Al día siguiente me encontré con un vecino al que conocía bastante y le conté mi desgraciado incidente con el Rata. Resultó que el menda podía conseguirme la cocaína pues él la tomaba de manera esporádica algunos fines de semana. Increíble lo fácil que resultan a veces las cosas y lo que se complican otras tantas.

Ya tenía en mi poder la droga, el final de Matías estaba próximo.
 
Alas_rotas rebuznó:
¿Spielberg? :99:99:99

Para comprobar que permanecen atentos al hilo, decidí introducir en él un error de magnitudes HIMALAYESCAS, por lo que veo mis alumnos me prestan la debida atención.

Muy bien Alas_rotas. Los demás, tomad nota de este HIJO DE PUTA.
 
Grandilocuente rebuznó:
Para comprobar que permanecen atentos al hilo, decidí introducir en él un error de magnitudes HIMALAYESCAS, por lo que veo mis alumnos me prestan la debida atención.

Muy bien Alas_rotas. Los demás, tomad nota de este HIJO DE PUTA.

Did it:




Me recordaron que debía poner la correspondiente denuncia y que no evitase volver por la zona en lo sucesivo.

Por aquello de dar trabajo al servicio de salud :lol:
 
Grandilocuente rebuznó:
¿Matias?, ¿eres tu?

Pues no, hijo, no. Si con eso quieres decir que soy el prototipo de tío al que pudiste hacerle eso, no creo, vamos. O puede que sí, porque soy más bien confiado.

Pero a día de hoy tengo un par de empresas, microempresas, una de ellas compartida con un socio y que va de pena, en principio debido a la crisis ya que iba bien antes, pero bueno, y me han duplicado los ingresos recientemente en una editorial especializada en ingeniería en la que colaboro como articulista y llevo la publicidad.

Y te diré que todo esto lo he logrado no trabajando demasiado, ni haciendo que otros pringuis lo hagan por mí hasta las tantas ni jodiendo a nadie, sino simplemente trabajando suficiente y sobre todo, bien. Vamos, medianamente bien, que en este país eso ya es pura excelencia.

En caso de que todo lo que cuentas sea verdad, no es tanto lo que me moleste, que hijosdeputa los ha habido toda la vida, sino más bien me sorprende que necesites de tanta artimaña (en las que en todas eres puto amo ya que a ti nunca te pillan sisando de los bolsos, ni nadie detecta que eres un cizañero, ni nada) para total quitarte de enmedio a un cuatroojos calzonazos como Matías porque te hace sombra.
 
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