Libros ¿Con qué libro te has reido más en tu vida?

rusas-macizas rebuznó:
dejen de citar bazofia....es que nadie tiene cojones de admitir que el Buscón es insuperable en este punto?

Estaría de acuerdo si no fuera por el episodio de la venta de la primera parte del Quijote, con bálsamos de Fierabrás, Maritornes y moros encantados, que para mí es el culmen del descojone.


También me he partido la caja con los epigramas de Marcial y las Sátiras de Juvenal y Horacio, así como con el Satiricón de Petronio y el Asno de Oro de Apuleyo. Pero reconozco que yo soy de otro tiempo.
 
y con el lazarillo.....mas risas que con ese en ningun otro, tambien es verdad que era mas joven, bastante mas joven......
 
Jacques de Molay rebuznó:
rusas-macizas rebuznó:
dejen de citar bazofia....es que nadie tiene cojones de admitir que el Buscón es insuperable en este punto?

Estaría de acuerdo si no fuera por el episodio de la venta de la primera parte del Quijote, con bálsamos de Fierabrás, Maritornes y moros encantados, que para mí es el culmen del descojone.


También me he partido la caja con los epigramas de Marcial y las Sátiras de Juvenal y Horacio, así como con el Satiricón de Petronio y el Asno de Oro de Apuleyo. Pero reconozco que yo soy de otro tiempo.

El Buscon es genial, pero los Sueños son superiores.....y Luego hay una obra picaresca clásica española que es con la que yo más me he reído en toda mi vida. Vida y hechos de Estebanillo González, hombre de buen humor, compuesta por el mesmo.....

Cuando le quema la barba al cliente dice::.hícele tal chicharrón en el pelamen..y él exclamó..ah, hijo de cien cabrones y de cien mil putas...creíaste que era San Lorenzo, que me querías quemar vivo??

Me sigo descojonando todavía hoy al leer eso...os recomiendo el Estebanillo....cuando deserta de la batalla de Norlingen y baja sólo a beber y comer tras la victoria, tras habedrse pesado todo el tiempo escondido bajo un esqueleto de caballo, es glorioso...
 
Hahaha. El puto Siglo de Oro fue realmente de Oro.
No como la mierda que padecemos hogaño.

El único libro que me ha hecho reir últimamente es Baudolino de Eco.
 
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Como ya han comentado antes, Tom Sharpe, en particular Becas flacas y Exhibicion impudica. Conclave de Roberto Pazzi, simplemente delirante (la curia se nos desmelena) y El arpista ciego de Terenci Moix.
 
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No me acordaba de mencionar este libro con el cual me he llegado a descojonar en numerosos momentos aqui os dejo el argumento y unas lineas sobre el escritor:

Las aventuras del valeroso soldado Schwejk
Jaroslav Hasek

Esta es tal vez la obra de la literatura checa más conocida fuera del país, ya que al poco de ser publicada se tradujo a varios idiomas y fue objeto de adaptaciones teatrales y cinematográficas. Constituye una sátira mordaz y divertida contra lo absurdo de las guerras. Su protagonista, Schwejk, con astuto desamparo y ladina sandez, libra su guerra privada contra la maquinaria militar como un Sancho Panza de la Primera Guerra Mundial, y empleando la estupidez como refinamiento se tranforma en un estratega capaz de desarmar a quien sea. En una serie de divertidos episodios y en el trato con sus multiples y siempre limitados superiores, cumple su deber de obediencia de tal manera que todas las órdenes llevan al absurdo y deja en rídiculo a las autoridades.

Jaroslav Hasec es posiblemente uno de los escritores checos más importantes de la literatura contemporánea. Hijo de un profesor de matemáticas, nació en Praga en 1883 y murió en Lipnice en 1923. Antes de ser famoso como escritor y periodista, se ganó la vida como empleado de banca. La última parte de esta novela, interrumpida por su muerte, fue completada por el escritor checo K. Vanek.

Y ahora unas lineas del libro al azar:

En el hospital militar pidieron la extremaunción dos hombres: un viejo comandante y un gerente de banco, oficial de reserva. Ambos habían recibido un balazo en el vientre en los Cárpatos y yacían uno al lado del otro. El oficial de reserva consideraba que debían administrarle la extremaunción porque su superior la pedia y que en este caso no solicitarla era un dellito de insubordinación. El piadoso comandante lo hizo por astucia pues creía que la oración puede sanar a un enfermo. Pero los dos murieron la noche antes de la extremaunción y cuando a la mañana siguiente el cura se presentó con Schwejk yacían ya con la cara negra y bajo una mortaja, como todos los que mueren por asfixia.

-¡Con el trabajo que nos hemos dado, pater, y ahora nos lo han estropeado! -dijo Schwejk enfadado cuando en la oficina les comunicaron que ya no los necesitaba ninguno de los dos.

Y era verdad, se habían dado mucho trabajo. Habían ido en coche, Schwejk había tocado la campanilla y el cura había en vuelto en una servilleta la botellita de aceite, la había llevado en la mano Y bendecido con sería expresión a los transeúntes que se quitaban el sombrero, que por cierto no fueron muchos aunque Schwejk se esforzaba por hacer mucho ruido con la campanilla.

Tras el coche corrieron un par de niños inocentes. Uno de ellos se sentó en la parte de atrás del coche y sus compañeros empezaron a gritar al unísono:

-¡Seguir el coche! ¡A. seguir el coche!

Y Schwejk iba tocando la campanilla. El cochero dió un latigazo hacia atrás. En la Wassergasse les salió al encuentro corriendo un ama de llaves, miembro de la Congregación de María, para que la bendijeran, se santiguó y dijo:

-¡Van con Nuestro Señor como si los llevara el diablo! ¡Ya puede uno ponerse tísico!

Y regresó sin aliento a su antiguo puesto.

La campanilla asustaba al caballo del coche. Al parecer le recordaba algo de tiempos pasados pues no dejaba de mirar hacia atrás y de vez en cuando intentaba bailar sobre el empedrado. Estos fueron los trabajos de los que Schwejk había hablado. Luego el cura se fue a la oficina para liquidar la parte económica de la extremaunción: calculó que el erario militar le debía 100 coronas por el óleo bendecido y por el viaje.

Entonces tuvo lugar una lucha entre el comandante del hospital y el capellán. Este dio varios puñetazos en la mesa.

-No vaya a creer que la extremaunción es gratuita, capitán -explicó-. Cuando a un oficial de dragones lo mandan a la cuadra con los caballos también le pagan dietas. Desde luego lamento que no hayan podido recibir la extremaunción: hu biera costado 10 coronas más.

Mientras tanto Schwejk esperaba abajo, en el puesto de guardia, con la botellita del santo óleo, la cual despertó sincero interés en los soldados. Alguien dijo que con este aceite se podrían limpiar muy bien los fusiles y las bayonetas. Un soldado joven de las tierras altas de Bohemia y Moravia que aún creía en Dios pidió que no hablaran de estas cosas Y que no discutieran los secretos sagrados pues había que esperar cristianamente.

Un viejo reservista miró al moz.albete y dijo:

-¡Bonita esperanza que un proyectil te arranque la cabeza! Nos han hecho creer muchas cosas. Un día vino a vemos un diputado clerical y nos habló de la paz de Dios que cubre toda la tierra y de que Dios no desea la guerra y quiere que todos vivamos en paz y nos perdonemos como hermanos. Y ahora vedle al imbécil, desde que ha empezado la guerra en todas las iglesias se reza por la victoria de las armas y del buen Dios se habla como si fuera un jefe del Estado Mayor que guía y dirije esta guerra. De aquí, del hospital militar ya he visto salir una buena cantidad de entierros y las piernas y brazos cortados se los llevan a carretadas.

-Y a los soldados los entierran desnudos -dijo uno- y su uniforme se lo ponen a uno vivo, así siempre.

-Hasta que la ganemos -observó Schwejk.

-j Ese asistente quiere que le den algo! -dijo un sargento que estaba en un rincón-. Que os lleven al frente a vosotros, a las trincheras, y os hagan avanzar por las alambradas con los lanzaminas y lanzallamas. Revolcarse en el interior, esto puede hacerla cualquiera. Nadie tiene ganas de morir.

-Pues yo creo que ha de ser muy hermoso dejarse atravesar por una bayoneta -dijo Schwejk; y tampoco está mal recibir un balazo en el vientre y mejor aún cuando lo despedaza a uno una granada y ve que sus propias piernas y la barriga están un poco más lejos del resto de su cuerpo. Debe ser cómico morir antes de que alguien pueda explicársclo.

El soldado joven suspiró. Le daba pena su juventUd y haber nacido en un siglo tan tonto para ser sacrificado como una vaca en el campo de batalla. ¿Por qué todo eso?

Un soldado, maestro de profesión, como si adivinara sus pensamientos observó:

-Algunos sabios explican la guerra como consecuencia de las manchas solares. En cuanto surge una de estas manchas ocurre siempre algo espantoso. La conquista de Cartago...

-¡Déjese de sabidurías! -interrumpió el sargento-. Mejor es que vaya a barrer la habitación: hoy le toca a usted. ¡Que nos importan a nosotros sus dichosas manchas solares! Por mí ni que hubiera 20. j Me importa un bledo!

- Estas manchas sobre el sol tienen realmente gran importancia -intervino Schwejk-. Una va se vio una y aquel mismo día me dieron una paliza en "Banzct", en Nusle. Desde entonces siempre que salgo miro en el peri6dico si no ha vuelto a verse otra mancha y si se ha visto, i adi6s María!, no voy a ninguna parte. Solo así he sobrevivido. Cuando el volcán del Mont Pelé destruy6 toda la isla de la Martinica un profesor es. cribi6 en el "Narodní Politilca" que ya hacía tiempo él había llamado la atenci6n a los lectores sobre una gran mancha solar. y el "Narodní Politilca" no lleg6 a tiempo a esa isla y por eso pilló a sus habitantes.

Mientras tanto arriba el capellán encontró en la oficina a una dama de la "Asociación de damas nobles para el cuidado de la formación religiosa de los soldados", una sirena vieja y repugnante que rondaba por el hospital desde las primeras horas de la mañana repartiendo por todas partes estampas que los soldados heridos y enfermos echaban a las escupideras. A su paso excitaba a todo el mundo con sus tonterías de que se arrepintieran sinceramente de sus pecados y se corrigieran de verdad para que el buen Dios les diera la paz eterna después de la muerte.

Al hablar con el cura y. decir que la guerra en vez de ennoblecer transformaba a los soldados en bestias estaba muy pálida. Abajo los enfennos le habían sacado la lengua y le ha. bían dicho que era un espantapájaros y una tonta de capirote.

-Es espantoso, señor cura; el pueblo está corrompido.

Y con todo ardor explicó como imaginaba ella que debía ser la formación religiosa de los soldados. Sólo si el soldado creía en Dios y tenía un sentimieto religioso lucharía con valentía por su emperador. Entonces no temería la muerte porque sabría que le esperaba el paraíso.

La parlanchina dijo otras tonterías semejantes. Al parecer estaba decidida a no soltar al cura. Al final este se despidió con la mayor descortesía.

-j Vamos a casa, Schwejk! -gritó en el puesto de guardia. Al regreso no le dieron ninguna importancia.

- La próxima vez que venga a extremaunciar otro -dijo el cura-. Luego tiene uno que pelearse con ellos por el dinero a causa del alma que se quiere salvar. Los oficiales de oficina son unos canallas.

Al ver en las manos de Schwejk la botellita con el óleo "bendecido" su rostro se ensombreci6.

-Schwejk. lo mejor será que con este aceite unte mis botas y las suyas.

-Intentaré Untar también la cerradura -dijo Schwejk-. Cuando vuelve usted a casa por la noche cruje de una manera horrible.

Y así acabó la extremaunción que no se llegó a administrar.
 
El Sombrero de Tres Picos, de Pedro Antonio de Alarcón, divertidísimo y muy irónico.
Tendré que releerlo :roll:
 
La conjura de los necios, de John Kennedy Toole. Es el libro definitivo.

La parte donde se hace vendedor de salchichas es impresionante, y de hecho, casi cualquier parte del libro es perfecta.
 
Capitán Hediondo rebuznó:
La conjura de los necios, de John Kennedy Toole. Es el libro definitivo.

La parte donde se hace vendedor de salchichas es impresionante, y de hecho, casi cualquier parte del libro es perfecta.

También las del inicio en el cutre-bar. O con el inspector.

Grandioso libro, más grandioso aún con las circunstancias que rodean a su autor y a su publicación.
 
añado Tristram Shandy, de Laurence Sterne, una novela desopilante que se adelantó 200 años a su tiempo.

Y, por supuesto, Cándido de Voltaire: Humor a lo Looney Tunes al servicio de la filosofía. :D
 
rusas-macizas rebuznó:
dejen de citar bazofia....es que nadie tiene cojones de admitir que el Buscón es insuperable en este punto?

Me reí mucho con la parte de la hambrienta vida en casa del Licenciado Cabra.
 
Misógino Empedernido rebuznó:
rusas-macizas rebuznó:
dejen de citar bazofia....es que nadie tiene cojones de admitir que el Buscón es insuperable en este punto?

Me reí mucho con la parte de la hambrienta vida en casa del Licenciado Cabra.

Dómine Cabra... El capítulo III, si no recuerdo mal. De ese capítulo es sublime la descripción del miserable clérigo. Esa que empìeza (Él era un clérigo cervatana, largo sólo en el talle[...]). Aún así, a mí la parte que más me hace reír de El Buscón es la descripción que el tío de don Pablos, Alonso Ramplón, hace del ajusticiamiento de su padre en el capítulo con que se cierra el libro primero.

No he leído el hilo entero así que no sñe si alguien habrá citado:

a) La venganza de don Mendo del portuense don Pedro Muñoz Seca, que aunque es teatro, no deja de ser literatura. Es de largo, tras el Quijote, la mejor parodia de un género literario que se ha escrito en castellano.

b) La tournée de Dios de Enrique Jardiel Poncela, que sí es novela por si no vale la anterior. Y si tuviese que añadir alguna más incluiría en el listado ¿Pero hubo alguna vez once mil vírgenes?, la mejor versión del mito de don Juan escrita en español, y Amor se escribe sin hache, las dos del mismo autor. Las tres novelas por supuesto de un exquisita misoginia que es el único rasgo intelectual que en España han compartido todos los grandes escritores.

EDITO:

Añado, después de leer un comentario del Maestre Molay: También me reí a mandíbula batiente con... el Amadís de Gaula. Y no porque sea un libro gracioso que no le es en absoluto, sino porque en cada página me acordaba de el Quijote en el que hay expresiones, giros, actitudes, invocaciones a Dulcinea, que están calcadas del Amadís. Y entonces describí lo graciosísimo que era en realidad el Quijote. Cuando lo volví a releer lo disfrute el doble.
 
Yo tambien me uno a los de La Conjura de los Necios. Que rision, mamita. Grrau.

Otros con los que me he reido un rato fueron American Psycho, Tierra, 1280 Almas, la Biografia de Jesus Franco y la recopilacion de articulos del Mondo Brutto.
 
Jacques de Molay rebuznó:
Partes del Quijote, en especial todo el temita del bálsamo de fierabrás, Maritornes y el "moro encantado", para descojone de propios y extraños.

Sinceramente no creo que el Quijote haga reir a nadie de hoy, a no ser al hombre desactualizado.
 
Otro de Tom Sharpe “Lo peor de cada casa” no deja títere con cabeza , ademas de tener un final de descojone total .

Saludos :
 
Hay una coleccion que se llama narrativa inteligente que tiene la mayoria de los titulos aqui nombrados que esta de puta madre

www.grupocrin.com


Ademas un vago, dos vagos del wyoming
 
No sé si alguien la habrá mencionado ya, pero la saga Mundodisco. No me he leído todos los libros de la saga, pero los que me he leído son todos geniales.
 
El vendedor de armas (the Gun Seller), de Hugh Laurie

si, habeis leido bien, del Doctor House, ya os podeis imaginar como es
 
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