Sí, pero aquí todos estamos olvidando algo esencial. Cuando conoces a una persona, sea hombre o mujer, siempre tendemos a ponernos nuestras mejoras galas, a dar lo mejor de nosotros mismos, a mostrarnos "guapos" y a lucir modelitos, pero cuando pasa el tiempo, con la excusa de la rutina (que nunca es admisible) y con el cuento de "ya es mía", "ya la tengo" o "ya no me tengo que esforzar que se fije en mí" empezamos a adoptar una actitud de dejadez y esa chica que era un figurín con mini y tacones, y que hacía lo indecible para ponerte, empieza a aparecer un día con vaqueros y una camiseta a tiras y pasado con una batita medio raida por eso de que hace mucho calor y voy muy cómoda. Antes usaba lencería de encajitos y ahora con unas bragas de algodón y un sujetador liso de los chinos va que chuta... Pues NO.
Él, un tanto de lo mismo: es que hoy no me apetecía afeitarme, es que no me voy a poner una corbata para salir contigo al bar de la esquina, es que qué le pasa a este pantalón que a mí me gusta porque me lo compró mi abuela hace 14 años...
Esa dejadez hace que se vaya perdiendo la ilusión, el entusiasmo o el interés. Aquella chica deslumbrante que te hacía dejar caer la baba cuando aparecía por la esquina o se montaba en tu coche es ahora un adefesio que ya no sólo no se maquilla, aparece en vaqueros gastados, sino que, si nos ponemos, hasta lleva legañas.
El interés y el entusiasmo del otro y hacia el otro se cultiva, se desarrolla, se genera día a día. Es indispensable para mantener el atractivo que tienen por ti. A mí no me sirve esa excusa de "ya no me pongo tacones porque son muy incómodos y me hacen polvo los pies", pero cuando era tu novia iba día sí y día también con unos de 10 cm. y, por más inri, cuando tiene que ir a una comunión, boda, bautizo o similar es capaz de ponerse zapatos que en otro momento es capaz de jurar por su madre que no puede ni meterse en los pies. Sólo que ahora ya no lo hace por ti, sino por los otros, por dar buena imagen, no por satisfacerte.
No me vale que antes se pusiera un modelito estrecho, de esos que se ajustan como un guante, y ahora aparezca en vaqueros y camiseta gastada o que se pintara los labios y se cuidara las uñas y ahora se las muerda y el único color de ojos que prevalece son las ojeras. Que sí, que un día o dos vayas como quieras, que lo cortés no quita lo valiente, pero cuando dejamos de preocuparnos por el otro y por lo que sabemos que le gusta es porque ya estamos dejando que todo vaya muriendo poco a poco.