Jose David
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- 2 Jul 2006
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Hola Foro.
Independientemente del susto y la sorpresa al ver reflotados mis post, y de que ELHOMBREQUEVIOLA se ha enamorado de mi (lo cual, reconozcámoslo, me deja inquieto), me gustaría contar la extraña aventura de esta tarde.
Como casi todas las tardes de domingo, suelo ir a tomar un cafecito a un bar bastante caótico y visitado por personajes de lo más extraño. Allí hablo con algún que otro amigo de cosas profundas, de mujeres, y de las cosas que se meten profundamente en las mujeres. Y allí estaba más feliz que todas las cosas cuando entra MI EX.
Hala, cuatro años sin verla, mi primera parejita, la que más me hizo sufrir… la que peor follaba.
Joder, QUE BUENA ESTÁ, casi me había olvidado, algo fea si que es, pero QUE BUENA ESTÁ. Iba con un tío, su novio, claro. Se sientan a nuestro lado. Mi amigo no sabe quien es ella, su novio no sabe quien soy yo. Y nuestras miradas se cruzan.
Yo soy mayor, ella también, yo he madurado, ella no, yo estoy con un tío, ella también.
Experimento por primera vez en muchos meses un nerviosismo atípico por tener una tía buena tan cerca, experimento además que su mirada no es de odio, sino casi de alegría. No me engaño, esa puta ha venido aquí a restregarme a su novio (QUE BUENO ESTÁ), por las narices.
Y entonces pienso en irme, en explicarle a mi amigo, por lo bajo, qué está pasando, y dejar de sentirme tan incómodo. Pero nos seguimos mirando. Su novio se mosquea, pero no es problema, ella lo quiere mosqueado.
Así que me levanto y me acerco a ella. ¡Hola!, y le doy dos besos. La cosa no ha salido como ella esperaba. Supuestamente nos odiamos. No sabe que decir, está a punto de mandarme a la mierda, a intentar que su novio me parta la cara. Pero recuerda que domino el noble arte de la lucha, que su novio esta bueno pero es medio gay, y que ella nota en mi mirada una determinación y fuerza que yo antes no tenia.
Me dice hola muy seria y se sienta. Yo insisto: ¿Cómo tu por aquí?, ¡Cuánto tiempo (nombre de mi ex)!. ¡Hola!, ¿eres su novio?. Me llamo Jose David, ¡ENCANTADO DE CONOCERTE!.
Ella se levanta, de golpe, esta furiosa conmigo, pero le grita al novio (ahh, que recuerdos me trae eso), ¡Vámonos!.
El novio está pillado, el pobre no sabe de que va el tema, mi amigo tampoco, hasta las mesas vecinas nos miran con cara rara. Yo me siento en mi mesa, la miro y le sonrío, como diciéndole “siempre serás mi puta”.
Se van si haber llegado a pedir nada. Me siento como un Dios. Su estrategia, basada en lo que sabía sobre mi personalidad, ha fracasado. Ella no ha cambiado, sigue siendo la misma zorra de siempre.
¿Quién era esa?, pregunta mi amigo.
Mi novia, le digo.
Se queda largo rato mirándome, en silencio, le da un sorbo a su café, vuelve a mirarme. Más silencio. “Estás loco, ¿lo sabes no?”.
Si, si, lo sé. Me acabo mi café y le cuento a mi amigo, con todo detalle, los vicios mas secretos, las fantasías mas guarras, y las costumbres mas morbosa de mi Ex Novia. Me mira, se ríe. “Estas loco”. Pero ahora ME QUIERE. Yo también lo quiero, por algo es mi amigo.
A la vuelta a casa, pongo en el ordenador las fotos de mi ex, desnuda, y me masturbo con ellas. Después, como catarsis final, os lo cuento TODO.
Gracias.
Ahora quiero todas vuestra jugosas historias de reencuentros con ex, meses o incluso años depués. Qué pasó, cómo pasó, lo quiero TODO.
Independientemente del susto y la sorpresa al ver reflotados mis post, y de que ELHOMBREQUEVIOLA se ha enamorado de mi (lo cual, reconozcámoslo, me deja inquieto), me gustaría contar la extraña aventura de esta tarde.
Como casi todas las tardes de domingo, suelo ir a tomar un cafecito a un bar bastante caótico y visitado por personajes de lo más extraño. Allí hablo con algún que otro amigo de cosas profundas, de mujeres, y de las cosas que se meten profundamente en las mujeres. Y allí estaba más feliz que todas las cosas cuando entra MI EX.
Hala, cuatro años sin verla, mi primera parejita, la que más me hizo sufrir… la que peor follaba.
Joder, QUE BUENA ESTÁ, casi me había olvidado, algo fea si que es, pero QUE BUENA ESTÁ. Iba con un tío, su novio, claro. Se sientan a nuestro lado. Mi amigo no sabe quien es ella, su novio no sabe quien soy yo. Y nuestras miradas se cruzan.
Yo soy mayor, ella también, yo he madurado, ella no, yo estoy con un tío, ella también.
Experimento por primera vez en muchos meses un nerviosismo atípico por tener una tía buena tan cerca, experimento además que su mirada no es de odio, sino casi de alegría. No me engaño, esa puta ha venido aquí a restregarme a su novio (QUE BUENO ESTÁ), por las narices.
Y entonces pienso en irme, en explicarle a mi amigo, por lo bajo, qué está pasando, y dejar de sentirme tan incómodo. Pero nos seguimos mirando. Su novio se mosquea, pero no es problema, ella lo quiere mosqueado.
Así que me levanto y me acerco a ella. ¡Hola!, y le doy dos besos. La cosa no ha salido como ella esperaba. Supuestamente nos odiamos. No sabe que decir, está a punto de mandarme a la mierda, a intentar que su novio me parta la cara. Pero recuerda que domino el noble arte de la lucha, que su novio esta bueno pero es medio gay, y que ella nota en mi mirada una determinación y fuerza que yo antes no tenia.
Me dice hola muy seria y se sienta. Yo insisto: ¿Cómo tu por aquí?, ¡Cuánto tiempo (nombre de mi ex)!. ¡Hola!, ¿eres su novio?. Me llamo Jose David, ¡ENCANTADO DE CONOCERTE!.
Ella se levanta, de golpe, esta furiosa conmigo, pero le grita al novio (ahh, que recuerdos me trae eso), ¡Vámonos!.
El novio está pillado, el pobre no sabe de que va el tema, mi amigo tampoco, hasta las mesas vecinas nos miran con cara rara. Yo me siento en mi mesa, la miro y le sonrío, como diciéndole “siempre serás mi puta”.
Se van si haber llegado a pedir nada. Me siento como un Dios. Su estrategia, basada en lo que sabía sobre mi personalidad, ha fracasado. Ella no ha cambiado, sigue siendo la misma zorra de siempre.
¿Quién era esa?, pregunta mi amigo.
Mi novia, le digo.
Se queda largo rato mirándome, en silencio, le da un sorbo a su café, vuelve a mirarme. Más silencio. “Estás loco, ¿lo sabes no?”.
Si, si, lo sé. Me acabo mi café y le cuento a mi amigo, con todo detalle, los vicios mas secretos, las fantasías mas guarras, y las costumbres mas morbosa de mi Ex Novia. Me mira, se ríe. “Estas loco”. Pero ahora ME QUIERE. Yo también lo quiero, por algo es mi amigo.
A la vuelta a casa, pongo en el ordenador las fotos de mi ex, desnuda, y me masturbo con ellas. Después, como catarsis final, os lo cuento TODO.
Gracias.
Ahora quiero todas vuestra jugosas historias de reencuentros con ex, meses o incluso años depués. Qué pasó, cómo pasó, lo quiero TODO.